31º Domingo TO • 31 octubre 2021
28 OCTUBRE 2021 | POR FERNANDO C. DÍAZ
Queridas hermanas y hermanos:
Si nos fijamos bien
en la respuesta de Jesús
en el evangelio
de este domingo,
el primer mandamiento
es la escucha:
“escucha, Israel”.
Ponernos a la escucha
para percibir que Dios
es el único Señor y
que el mismo amor
con que le amamos
ha de pasar por
el amor al prójimo.
Es la virtud de escuchar
lo que nos permite
sentir a Cristo
en cada persona,
y amar.
Me pongo hoy
a la escucha,
de Dios,
de las hermanas
y hermanos,
de la creación
y de la vida.
Me pongo
a la escucha
para reconocer
a Cristo en todo.
Me pongo
a la escucha
para amar
y servir.
Un abrazo en
Cristo obrero y
¡Hasta mañana en el altar!
Fernando Carlos Díaz Abajo
Consiliario General HOAC, y
Mª Ángeles Bayo Valderrama
Responsable de Organización
y Vida comunitaria.
San Marcos 12,28b-34:
«Con todo tu corazón,
con toda tu alma,
con toda tu mente,
con todo tu ser».
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«ORAR CON LA IGLESIA»
31ª Semana del
Tiempo Ordinario (Ciclo
‘B’)
Del 31 de octubre al 06 de noviembre de 2021.
Domingo 31º del Tiempo Ordinario.
San Quintín de
Vermand, mártir.31 de octubre de 2021.
El amor a Dios y al prójimo es el mensaje fundamental de este
domingo. Así, en la 1 lect.: «Amarás,
pues, al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus
fuerzas». Y en el Ev., Jesús añade:
«Amarás a tu prójimo como a ti mismo».
Esta es la base de la moral cristiana, pues todos los demás mandamientos
son formas concretas de ese amor a Dios y al prójimo. Además, esta es la base del auténtico culto a
Dios: Ese amor vale más que todos los holocaustos y sacrificios. La eucaristía es el sacramento del amor de
Cristo que entregó su cuerpo y derramó su sangre para nuestra salvación. Así, ejerce su sacerdocio que no pasa,
ofreciéndose en sacrificio de una vez para siempre (2 lect.).
- Deut 6,2-6. Escucha
Israel: Amarás al Señor con todo tu corazón.
- Salmo 17. R/.
Yo te amo, Señor; tú eres mi
fortaleza.
- Heb 7,23-28. Como
permanece para siempre, tiene el sacerdocio que no pasa.
Del Evangelio de san
Marcos 12,28b-34.
“No estás lejos del reino de Dios”.
Un escriba le preguntó a Jesús: -“¿Qué
mandamiento es el primero de todos?”. Respondió
Jesús: -“El primero es: ‘Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único
Señor: Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con
toda tu mente, con todo tu ser’. El
segundo es éste: ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo’. No hay mandamiento mayor que éstos”. Jesús, viendo, la sensatez del escriba, le
dijo: -"No estás lejos del reino de Dios". Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.
COMENTARIO
La religión en el judaísmo del tiempo de Jesús
era un marasmo de mandamientos controlado por los rabinos. Jesús desautoriza la posición ideológica de
los "jefes", cuyo poder consiste precisamente en que son los únicos
que saben determinar "lo que se puede" y "lo que no se
puede" hacer. Jesús declara que
amor a Dios y amor al prójimo son inseparables.
Es como si Jesús nos dijera no te pierdas en lo que se puede o no se
puede hacer; vive armando a Dios y al prójimo.
¿Nosotros tenemos claro que vivir la Ley de Dios es vivir amando a Dios
y al prójimo?.
ORACIÓN
Ayúdanos Señor a vivir el mandato grande del
amor, ayúdanos para que no hablemos bien del amor y maldigamos a nuestro
enemigo; para que no digamos que amamos a Dios cuando ignoramos al prójimo. Recuérdanos que no tenemos que hacer cosas y
más cosas; sino que tenemos que tener a Dios por Padre y al prójimo por
hermano. Recuérdanos que el amor es
servicio, entrega, donación de la propia vida.
Ayúdanos Señor a
vivir el mandato grande del amor.
TODOS LOS SANTOS
Lunes de la 31ª
Semana T. Ordinario.
01 de noviembre de 2021.
Solemnidad de Todos los Santos, que están con Cristo en la
gloria. En el gozo único de esta
festividad, la Iglesia Santa, todavía peregrina en la tierra, celebra la
memoria de aquellos cuya compañía alegra los cielos, recibiendo así el estímulo
de su ejemplo, la dicha de su patrocinio y, un día, la corona del triunfo en la
visión eterna de la divina Majestad (elog. del Martirologio Romano).
Todos estamos llamados a la santidad cristiana. Esta es la plenitud de la vida cristiana y la
perfección de la caridad, y se realiza en la unión íntima con Cristo y, en él,
con la Santísima Trinidad. El camino de
santificación del cristiano, que pasa por la cruz, tendrá su cumplimiento en la
resurrección final de los justos, cuando Dios sea todo en todos (CEC,
Compendio, 428). Los santos, habiendo
alcanzado la salvación eterna, cantan la perfecta alabanza a Dios en el cielo e
interceden por nosotros. Al celebrar la
fiesta de los santos, la Iglesia proclama el Misterio pascual cumplido en
ellos, propone a los fieles sus ejemplos, los cuales atraen a todos por Cristo
al Padre, y por los méritos de estos implora los beneficios divinos (cf. SC
104).
Del Evangelio de san
Mateo 5,1-12a.
“Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será
grande en el cielo”.
Jesús
subió a la montaña, y se puso a hablar, enseñándoles: -"Dichosos los
pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Dichosos los que lloran, porque ellos serán
consolados. Dichosos los sufridos,
porque ellos heredarán la tierra. Dichosos
los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados. Dichosos los misericordiosos, porque ellos
alcanzarán misericordia. Dichosos los
limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán los Hijos
de Dios. Dichosos los perseguidos por
causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
COMENTARIO
Hoy
celebramos con gozo, a esa muchedumbre inmensa de hombres y mujeres, que son
felices, santos, bienaventurados, porque hicieron caso a Dios, y tomaron en
serio a Dios; vivieron su fe con alegría y contento; pasaron por el mundo
haciendo el bien. Es el Señor, quien
afirma que “el Reino de Dios”, la bienaventuranza, la santidad, está cerca de
los pobres, de los afligidos, de los hambrientos, de los pacíficos, de los
limpios de corazón. “Santo” no significa
el hombre que hace milagros, sino el que vive con gozo y fidelidad el milagro
de su fe y pasa por el mundo haciendo el bien.
ORACIÓN
Quiero
oírte decir Señor que mis padres, los abuelos los que han convivido conmigo son
dichosos. Quiero escuchar de tus labios:
Dichosos los pobres, los que no ponen su corazón en la riqueza, ni en el lujo. Dichosos los que saben compartir, los que
confían en el diálogo, los que hacen suyas las penas del hermano, dichosos los
que tienen limpia la mirada la conciencia, las manos. Dichosos los que hacen sitio a todos en su
corazón. Dichosos los que trabajan por
la paz y la justicia y saben disculpar comprender y perdonar. Dichosos los que tienen a Dios por
Padre y al prójimo por hermano.
FIELES DIFUNTOS
Martes de la 31ª
Semana T. Ordinario.
02 de noviembre de 2021.
Conmemoración de todos los fieles difuntos. La santa Madre
Iglesia, después de su solicitud para celebrar con las debidas alabanzas la
dicha de todos sus hijos bienaventurados en el cielo, se interesa ante el Señor
en favor de las almas de cuantos nos precedieron con el signo de la fe y
duermen en la esperanza de la resurrección, y por todos los difuntos desde el principio
del mundo, cuya fe solo Dios conoce, para que, purificados de toda mancha de
pecado y asociados a los ciudadanos celestes, puedan gozar de la visión de la
felicidad eterna (elog. del Martirologio Romano).
Del Evangelio de san
Juan 14,1-6.
“En la casa
de mi Padre hay muchas estancias”.
Dijo Jesús a sus discípulos: -“No
perdáis la calma: Creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas estancias, y
me voy a prepararos sitio. Cuando vaya y
os prepare sitio, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo, estéis
también vosotros. Y a donde yo voy, ya
sabéis el camino”. Tomás le dice: -“Señor,
no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?” Jesús le responde: -“Yo soy
el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre sino por mí”.
COMENTARIO
Todos queremos vivir. Vivir más. Vivir mejor. Hoy y siempre. No se trata de ser un “vividor” ni de “ir
tirando de la vida”. Se trata de
descubrir cuál es la manera más acertada, más humana y más plena de enfrentarse
a una existencia que se nos presenta con frecuencia oscura y enigmática. Ser cristiano es, ante todo, creer en Jesús. Lo verdaderamente decisivo en la experiencia
cristiana es el encuentro con Cristo. Ir
descubriendo por experiencia personal, toda la fuerza, la luz, la alegría, la
vida que podemos recibir de Él. Poder decir
desde la propia experiencia que Jesús es “el camino, la verdad y la vida”. Cristo es la culminación de la vida porque en
Él está la resurrección, la superación de la muerte.
ORACIÓN
Señor, mantén viva mi esperanza
ante la realidad de la muerte, para que sepa esperar el sol sin ocaso, el día
sin noche, la luz sin tinieblas, el fuego que renueva el amor, la resurrección
que hace nueva la vida. Cristo, Tú eres
mi esperanza de vida nueva, en tus manos pongo a todos los seres queridos que
ya han pasado por la muerte, recíbelos con amor en tu casa. Porque eres misericordioso da también el
perdón y la resurrección a los que mueren en las guerras o víctimas del odio. Señor a
todos los difuntos dales el descanso eterno y que brille para ellos la luz
perpetua. Amén.
Miércoles de la 31ª
Semana T. Ordinario.
San Martín de Porres, religioso.
03 de noviembre de 2021.
Del Evangelio de san
Lucas 14,25-33.
“El que no renuncia a todos sus bienes no puede ser
discípulo mío”.
Mucha
gente acompañaba a Jesús; él se volvió y les dijo: -“Si alguno se viene conmigo
y no pospone a su padre y a su madre, y a su mujer y a sus hijos, y a sus
hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío. Quien no lleve su cruz detrás de mí, no puede
ser discípulo mío. El que no renuncia a
todos sus bienes, no puede ser discípulo mío.
COMENTARIO
Cristo
Jesús tiene que ser el primer valor del discípulo. Valores tan importantes como la familia, el
padre, la madre, la mujer, los hijos, las hermanas, incluso uno mismo, tienen
que ser pospuesto en la decisión de seguir a Jesús. No podemos ser seguidores de Jesús sin cruz,
sin renuncias, sin esfuerzos. Tenemos
que calcular si de verdad queremos ser discípulos; tenemos que optar. A nosotros nos toca ahora tomar la decisión.
ORACIÓN
Señor
queremos decir sí a la invitación que nos haces para seguirte; pero nos da
miedo. Quisiéramos decirte que sí, pero
decir a la vez que sí, también a las cosas del mundo. Sabemos que nos estamos engañando, pero es que
nos falta coraje señor. Coraje para
tomar la cruz, para renunciar a nuestros bienes, posponer a la familia. Queremos una vida cómoda, que la cruz sea muy
llevadera. Nos cuesta aceptar que
seguirte es ir entregando la vida poco a poco como Tú lo hiciste. Ayúdanos a tomar una decisión
valiente Señor.
Jueves de la 31ª Semana
T. Ordinario.
San Carlos Borroneo, obispo.
04 de
noviembre de 2021.
Del Evangelio de san
Lucas 15,1-10.
“Habrá alegría en el cielo por un solo
pecador que se convierta”.
Jesús les dijo esta parábola: -"Si
uno de vosotros tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿no deja las noventa y
nueve en el campo y va tras la descarriada hasta que la encuentra? Y cuando la encuentra, se la carga sobre los
hombros muy contento; y al llegar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos
para decirles: ‘¡Felicitadme!, he encontrado la oveja que se me había perdido’. Os digo que la misma alegría habrá entre los
ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta".
COMENTARIO
Las parábolas del perdón ponen paz
en el corazón y llenan de alegría a todos los que han hecho la experiencia del
perdón de Dios, que es al mismo tiempo experiencia de su amor. Hacer la experiencia del amor de Dios es
tomar conciencia de lo que uno ha sido y lo que está llamado a ser, de que en Dios
está la vida y también la fuente de la dicha. En Dios encuentra su plenitud nuestro propio
ser. Es también comprender y aceptar que
Dios ama primero: Por eso va en busca de lo perdido o espera paciente a las
puertas de la casa. La llamada del Señor
a la conversión no es amenaza sino invitación a la fiesta.
ORACIÓN
Dios de ternura y misericordia que
la tierra y el cielo se alegren porque Tú te alegras de acogerme cuando estoy
perdido. Padre de paciencia infinita, Tú
me buscas y me invitas al gozo del reencuentro.
Bendito seas Pastor y Guía de mi vida.
Haz que me atreva a creer en tu benevolencia. Que acepte la dicha de ir sobre tus hombros. Que diga sí a la invitación que me haces a
convertirme, que es invitación a la fiesta del perdón y el amor. Dios de
ternura y misericordia haz que me atreva a creer en tu benevolencia.
Viernes de la 31ª Semana T. Ordinario.
Santa Ángela de
la Cruz Guerrero González, religiosa
y fundadora de las Hermanas de la Santa Cruz.
05 de noviembre de 2021.
Del Evangelio de san
Lucas 16,1-8.
“Los hijos de este mundo son más
astutos con su gente que los hijos de la luz”.
Dijo Jesús a sus discípulos: -"Un
hombre rico tenía un administrador y le llegó la denuncia de que derrochaba sus
bienes. Entonces lo llamó y le dijo:
Entrégame el balance de tu gestión, porque quedas despedido". El administrador fue llamando uno a uno a los
deudores de su amo rebajándoles la deuda.
Y el amo felicitó al administrador injusto, por la astucia con que había
procedido. Ciertamente, los hijos de
este mundo son más astutos con su gente que los hijos de la luz".
COMENTARIO
El Señor nos exhorta a trabajar por
los bienes del Reino con la misma astucia, sagacidad y eficacia con que lo
hacen los hijos de este mundo para conseguir los bienes de la tierra. Todos nuestros recursos y capacidades debemos
ponerlos al servicio de los bienes del Reino, porque somos hijos de la luz.
ORACIÓN
Señor y Dios de bondad infinita,
concédenos administrar fielmente la parte del Reino que Tú nos confías. Pero si al final el balance de mi gestión es
pobre, que tu bondad me perdone Señor, por haber derrochado tus bienes. En esta
hora de fe y entrega te pido Señor, que mis capacidades y recursos; mis
cualidades y mi inteligencia sirvan al bien de mis hermanos y para alabanza y
gloria de tu santo nombre. Amén.
Sábado de la 31ª Semana T. Ordinario.
Santos Pedro
Poveda Castroverde e
Inocencio de la Inmaculada Canoura Arnau,
presbíteros, y compañeros, mártires.
06 de noviembre de 2021.
Del Evangelio de san
Lucas 16,9-15.
“Si
no fuisteis de fiar en el vil dinero, ¿quién os confiará lo que vale de veras?”.
Decía Jesús: -“Ganaos amigos con el
dinero injusto, para que, cuando os falte, os reciban en las moradas eternas. El que es de fiar en lo menudo, también en lo
importante es de fiar, el que no es honrado en lo menudo, tampoco en lo
importante es honrado. Si no fuisteis de
fiar en el vil dinero, ¿quién os confiará lo que vale de veras? Si no fuisteis de fiar en lo ajeno, lo
vuestro, ¿quién os lo dará? Ningún
siervo puede servir a dos amos: No podéis servir a Dios y al dinero”.
COMENTARIO
Hoy Jesús nos hace una invitación a
la honradez y sabia inversión del dinero mediante el empleo altruista y
religioso del mismo. Vivid la fidelidad
cotidiana, y Dios os dará lo que vale de veras: El Reino. El que adora al Dios verdadero y ama a sus
hermanos no puede hacer de la riqueza la meta de su vida. Si el dinero y los bienes no nos valen para
“ganar amigos” poniéndolos al servicio de los demás, se convierten en un ídolo
incompatible con Dios.
ORACIÓN
Te pido Señor que defiendas al
pobre y el oprimido frente a nuestro dinero injusto que los oprime. Hazme persona de fiar en el dinero y en mi
responsabilidad frente al hermano. Te
pido que no se vuelvan atrás aquellos que han elegido compartir tu pobreza y la
de sus hermanos. Te pido por los que
saben poner su dinero al servicio de los demás.
Mi oración es para que nos libres
de buscarte donde Tú no estás: En la fuerza orgullosa, en la seducción de la
riqueza.