27º Domingo TO • 3 octubre 2021
Queridos hermanos y hermanas:
El Reino requiere hacerse niños,
volver a vivir esa confianza original
para poder acoger toda
su riqueza de humanidad.
Y necesita -los sueños se construyen juntos-
una comunidad de hombres y mujeres
comprometidos con el amor a fondo perdido
que lo haga palpable, concreto y visible.
Estamos convocados a ser
la comunidad
alternativa y fraterna
que se necesita para
que el mundo crea.
Soñemos juntos
el cuidado de unas y otros,
el cuidado de la creación.
Un abrazo en Cristo Obrero.
¡Hasta mañana en el altar!
Fernando Carlos Díaz Abajo
Consiliario General HOAC, y
Mª Ángeles Bayo Valderrama
Responsable de Organización
y Vida comunitaria.
San Marcos 10,2-16:
«Quien no reciba el Reino de Dios
como un niño, no entrará en él».
Mi
proyecto de vida
es el cauce para que
los sueños puedan
concretarse y no sean
meras ensoñaciones,
ni nebulosas.
Concreto mi parte
en la construcción
del sueño de Dios.
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«ORAR CON LA IGLESIA»
27ª Semana del
Tiempo Ordinario (Ciclo
‘B’)
Del 03 al 09 de octubre de 2021.
Domingo 27º del Tiempo Ordinario
San Francisco de
Borja, Presbítero,
Religioso de la Compañía de Jesús
03 de octubre de 2021.
El hombre y la mujer han sido creados por Dios. Ninguno es superior al otro y están llamados
a unirse en el matrimonio (1 lect.), una unión indisoluble, para toda la vida:
«Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre». El que se divorcia (hombre o mujer) y se casa
con otra o con otro comete adulterio (Ev.).
En la 2 lect., de la carta a los Hebreos, se nos recuerda que Cristo,
que nos ha santificado por su muerte y resurrección, nos llama hermanos suyos,
ya que también nosotros, como él, procedemos de Dios nuestro Padre. Así en él radica nuestra fraternidad que
crece con la participación en la eucaristía, en la que él sigue ofreciéndose
por nosotros.
- Gén 2,18-24. Y serán
los dos una sola carne.
- Salmo 127. R/.
Que el Señor nos bendiga
todos los días de nuestra vida.
- Heb 2,9-11. El santificador y los santificados proceden todos del mismo.
Del Evangelio de san
Marcos 10,2-16.
“Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre”.
Se acercaron unos fariseos y le preguntaron a Jesús, para ponerlo a prueba: -“¿Le es lícito a un hombre divorciarse de su mujer? Él les replicó: -“¿Qué os ha mandado Moisés?”. Contestaron: -“Moisés permitió divorciarse, dándole a la mujer un acta de repudio”. Jesús les dijo: -“Por vuestra terquedad dejó escrito Moisés este precepto. Al principio de la creación Dios ‘los creó hombre y mujer. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne’. De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre”.
COMENTARIO
Jesús huye de las disputas entre las escuelas rabínicas sobre el divorcio y enfoca la situación desde su raíz: en la intención originaria del creador. Del carácter de alianza que posee el matrimonio y no del mero contrato, deriva la fidelidad conyugal que Jesús proclama: Una fidelidad sostenida y alentada por el amor y no por la ley. Se ha admitido el divorcio en las leyes civiles, pero el Señor afirma que no es ése el espíritu de Dios al crear al hombre y a la mujer. Lo que Dios ha instituido, no es lícito que el hombre lo modifique. El matrimonio para los creyentes es indisoluble por su propia naturaleza y por el símbolo sacramental que expresa la unión del hombre-mujer con Dios; y de Cristo con su Iglesia.
ORACIÓN
¿Porqué es tan difícil vivir juntos todos los días? Quizás porque pretendiendo amar al otro en realidad lo que hago es amarme a mí mismo. Quiero que el otro me lleve en palmitas, que no se enfade, que me reconozca todo lo que hago. ¿Cuándo aprenderé que el amor es entrega dedicación servicio desinteresado? Que no diga fácilmente no me quiere al menos hasta que yo no lo haya DADO TODO. Acuérdate Señor de todos los que se han divorciado y cuida el amor de todos los esposos.
Lunes de la 27ª Semana T. Ordinario
San Francisco de
Asís, Diácono, Religioso,
Fundador de las Tres Órdenes
04 de octubre de 2021.
Del Evangelio de san
Lucas 10,25-37.
“¿Quién es mi prójimo?”.
Un letrado le preguntó a Jesús: -"Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?". Él le dijo: -"¿Qué está escrito en la Ley?, ¿qué lees en ella?". El letrado contestó: -"Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con todo tu ser. Y al prójimo como a ti mismo". Él le dijo: -"Bien dicho. Haz esto y tendrás la vida". Pero el letrado, queriendo aparecer como justo, preguntó a Jesús: -"¿Y quién es mi prójimo?". Jesús le dijo: -"El que practica la misericordia".
COMENTARIO
¿Qué tengo que hacer? Fue la pregunta sincera de un hombre de buena voluntad. La respuesta contempla el Evangelio como plenitud de la revelación, y la ley del amor como resumen del Evangelio. La prueba de autenticidad contra toda falsificación teórica del amor son las obras. Hoy se centra la conducta moral más en actitudes que en actos aislados. Ser buen discípulo del Evangelio no consiste en hacer cosas, sino en un sí rotundo dado a Dios las veinticuatro horas del día. Concebir la religión como una lista de preceptos y prohibiciones es falsificar su contenido. La enseñanza impartida bajo el símil del buen samaritano contrapone la conducta de los que cumplen la ley del amor frente a los que se desentienden de ella. Hoy al recordar la ley del amor y la parábola del buen samaritano pide a Dios: -"Dame, Señor, ojos para ver, corazón para amar, fortaleza para perseverar".
ORACIÓN
Señor dame entrañas de misericordia, entrañas de
buen samaritano, para salir de mis cosas y descubrir al necesitado, para ayudar
al que sufre, para socorrer al hambriento, para comprender al que falla. Que hoy comprenda Señor que lo que tengo que
hacer es vivir con una actitud misericordiosa; que tengo que tener cariño y
ternura y manos que sepan dar y corazón que sepa ponerse en movimiento para
compartir. Que sepa descubrir al
necesitado que vive cerca de mí y que sin dar un rodeo me acerque más a su
vida. Señor dame entrañas de misericordia.
TÉMPORAS DE ACCIÓN DE GRACIAS Y DE PETICIÓN
Martes de la 27ª
Semana T. Ordinario
05 de octubre de 2021.
Días de acción de gracias y de petición que la comunidad
cristiana ofrece a Dios, terminadas las vacaciones y la recolección de las
cosechas, al reemprender la actividad habitual.
Son una ocasión que presenta la Iglesia para rogar a Dios por las
necesidades de los hombres, principalmente por los frutos de la tierra y por
los trabajos de los hombres, dando gracias a Dios públicamente (NUALC, 45-47).
Del Evangelio de san
Mateo 7,7-11.
“Todo el que pide recibe”.
Dijo
Jesús a sus discípulos: -“Pedid y se os dará, buscad y encontraréis; llamad y
se os abrirá; porque quien pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se
le abre. Si a alguno de vosotros le pide
su hijo pan, ¿le va a dar una piedra?; y si le pide pescado, ¿le dará una
serpiente? Pues si vosotros, que sois
malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre del
cielo dará cosas buenas a los que le piden!”.
COMENTARIO
Después
del verano, de las vacaciones y sus viajes, y de las cosechas, es bueno que nos
detengamos un momento para dar gracias, para pedir perdón, para invocar la
ayuda de Dios sobre las nuevas actividades. Empieza un nuevo ritmo de trabajo escolar,
laboral, social, apostólico. Seguro que
hay motivos de acción de gracias por los favores recibidos, de arrepentimiento
por los fallos que hemos tenido, de petición a Dios para que nos siga
bendiciendo en las actividades que reanudamos.
ORACIÓN
Unido
a mi comunidad parroquial, quisiera detener un poco el ritmo, a veces
frenético, de nuestra existencia: Para valorar lo que tenemos y darte gracias
Señor. Para pedirte perdón y,
reconciliados empezar así en paz la nueva temporada. Para corregir nuestros defectos y empezar con
renovada confianza el nuevo curso. Para
ponernos humildemente en tu presencia Señor e implorar tu gracia sobre todo lo
que vayamos a hacer desde hoy. Quisiéramos
Señor programar nuestras actividades a la luz de la voluntad de Dios. Ayúdanos.
Miércoles de la 27ª
Semana T. Ordinario.
San Bruno de Colonia, presbítero,
Fundador de la Orden de los Cartujos.
06 de octubre de 2021.
Del Evangelio de san
Lucas 11,1-4.
“Señor, enséñanos a orar”.
Una vez que estaba Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: -"Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos". Él les dijo: -"Cuando oréis, decid: Padre, santificado sea tu nombre, venga tu Reino, danos cada día nuestro pan del mañana, perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe algo, y no nos dejes caer en la tentación".
COMENTARIO
Orar es hablar con Dios como con un padre al que se alaba, se invoca, se exponen las necesidades. Es la oración del amor que pide la santificación del nombre de Dios, la sumisión amorosa a su voluntad, el abandono confiado en sus manos, de las que nos llega el pan. Es también oración de humildad que se reconoce en deuda y confía en el perdón y en la ayuda para no sucumbir ante el mal. El Padrenuestro es una oración que se abre con una invocación al Padre que es "nuestro", de todos. Como consecuencia, de esa paternidad se deriva: la fraternidad de todos los hombres. Reza el Padrenuestro con devoción y renueva la conciencia de lo que dices en esta oración.
ORACIÓN
Padre, me pongo en tus manos, haz de mi lo que quieras. Sea lo que sea te doy las gracias. Estoy dispuesto a todo, lo acepto todo con tal que tu voluntad se cumpla en mí y en todas tus criaturas; no deseo nada más Padre. Te confío mi alma, te la doy con todo el amor de que soy capaz, porque te amo y necesito darme, ponerme en tus manos, sin medida, con una infinita confianza, porque tú eres mi Padre. Padre, me pongo en tus manos.
Jueves de la 27ª Semana
T. Ordinario
Nuestra Señora, la Virgen del Rosario
07 de
octubre de 2021.
Del Evangelio de san
Lucas 11,5-13.
“Pedid y se os dará”.
Os digo a vosotros: -“Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá; porque quien pide recibe, quien busca halla, y al que llama se le abre. ¿Qué padre entre vosotros, cuando el hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pez, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Si vosotros, pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿Cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo piden?".
COMENTARIO
A veces machacamos la paciencia de Dios con nuestras peticiones. Porque lo hacemos con exigencia, con cierto tinte de arrogancia, casi con pesadez, y a modo de chantaje: “Te rezo, te pido, me comprometo, si Tú me das, si Tú me concedes...”. Hemos de ser perseverantes, tener abierta la comunicación con Dios, pero con espíritu y actitud filial, confiando en la bondad de nuestro Padre-Dios. Tenemos que exponer al Señor nuestras preocupaciones y alegrías, sin poner condiciones y con el deseo sincero de “que se haga su voluntad”. Como decía Santa Teresa: “La oración es un trato de amistad; hablar con quién sabemos que nos ama”.
ORACIÓN
Se Señor que quieres lo mejor para
mí; pero con frecuencia, me quedo en pequeñas cosas, en lo material, y me
olvido de lo importante: Pedir que me concedas vivir según el Espíritu de
Cristo tu Hijo. Al menos hoy Señor, te
pido: Concédeme tu Santo Espíritu para que viva la audacia de la fe, la alegría
de creer, la confianza de sentirme ante Ti como hijo muy querido. Y que mi
oración me lleve Señor al compromiso de vivir en amor sincero con mis hermanos.
Viernes de la 27ª Semana T. Ordinario
Santa Thais
penitente, es patrona de Alejandría.
Santa Pelagia de Antioquía, virgen y mártir.
08 de octubre de 2021.
Del Evangelio de san
Lucas 11,15-26.
“Si yo echo los demonios con el dedo de
Dios, es que el reino de Dios ha llegado a vosotros”.
Habiendo
echado Jesús un demonio, algunos de entre la multitud dijeron: -“Si echa los
demonios, es por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios”. Él, leyendo sus pensamientos, les dijo: -“Todo
reino en guerra civil va a la ruina, y se derrumba casa tras casa. Si también Satanás está en guerra civil, ¿cómo
mantendrá su reino? Vosotros decís que
yo hecho los demonios con el poder de Belzebú; y si yo echo los demonios con el
poder de Belzebú, vuestros hijos, ¿por arte de quién los echan? Por eso, ellos mismos serán vuestros jueces. Pero si yo echo les demonios con el dedo de
Dios, entonces es que el Reino de Dios ha llegado a vosotros”.
COMENTARIO
Jesús
ha realizado un signo, un milagro. Ante
este hecho caben muchas interpretaciones.
Unos admiraron el poder liberador y la misericordia de Dios. Otros lo atribuyeron a complicidad de Cristo
con el demonio. La única explicación
válida es afirmar que otro más fuerte que el demonio, es decir, Jesús mismo, lo
ha vencido. Porque Él echa los demonios
“con el dedo de Dios”, es decir, con su poder y por el Espíritu, por eso ha
llegado al mundo de los hombres el reinado y la misericordia liberadora de
Dios. Es la explicación correcta, dice
Jesús. Las distintas explicaciones ponen
en evidencia la aceptación o el rechazo de Jesús que se manifiesta en la fe o
en la increencia.
ORACIÓN
Concédeme Señor fe para tener una mirada limpia un mirar limpio que vea en las acciones de Jesús, su misericordia, su salvación y no unos intereses bastardos. Concédeme fe para ver el dedo de Dios que con su poder me libera del pecado. Préstanos tus ojos Señor, para interpretar correctamente las obras de Dios, para ver la señal del amor de Dios en las vidas de los hombres. Préstanos tus ojos Señor, para interpretar correctamente las obras de Dios.
Sábado de la 27ª Semana T. Ordinario
San Juan
Leonardi, presbítero.
San Dionisio de París obispo, y compañeros, mártires.
09 de octubre de 2021.
Del Evangelio de san
Lucas 11,27-28.
¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios!”.
Mientras Jesús hablaba a las gentes, una mujer de entre el gentío levantó la voz, diciendo: -"Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te criaron". Pero Él repuso: -"Mejor, dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen".
COMENTARIO
El texto evangélico manifiesta el fundamento y origen de la verdadera grandeza a los ojos de Dios. María encarna esa grandeza porque acoge y hace vida la Palabra de Dios. Jesús reconoce que tiene una familia humana pero conforme a los rasgos fundamentales de la Buena Nueva, los miembros de la familia de Dios son aquellos que: -“Escuchan la Palabra de Dios y la cumplen”. Quien acoge su Palabra y se refuerza para llevarla a la práctica, ése es miembro “de la familia de Dios”.
ORACIÓN
Dios nuestro, Padre de la gran familia humana, que tu palabra nos revele tu incansable fidelidad, porque eres Padre. Que las enseñanzas de tu Hijo transformen nuestros pensamientos, y que su vida ofrecida en cumplimiento de la voluntad del Padre alimente nuestra existencia. Que el Evangelio de Jesús nos haga a todos hermanos en el cumplimiento de su Palabra.
Iglesia por el Trabajo Decente