6º Domingo del Tiempo Ordinario (11 febrero 2018)
Nuestra vida está llamada a ser sanadora. Será sanadora si cura e integra, si ayuda a otros a encontrar sanación en su vida que les permita integrarse en la vida. Nuestras actitudes, nuestra manera de tratar a las personas, nuestra manera de servirlas y la intensidad con que lo hacemos, están llamadas a ser instrumentos de sanación, de acogida, de inclusión. ¿Lo son? ¿Lo notan los pobres en su vida?
La respuesta, después de que lo oremos.
San Marcos 1,40-45:
«La lepra se le quitó
y quedó limpio».
Ver más oraciones aquí.
Cómo descargar documentos de nuestra web
Comparte y difunde esta información

![[hoac.gif]](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi57eIBFXzs_BDh8WyxtvXfUtu7I86gHamk2H0f4g2lVr8AcOBjpmR57o9XJPYG9BwetumaoIsfIXLnPvNe-He4JJTV6I5VIJnH7_dY6neu0mctStpki4aWpXrJHLbVBI_-9P7j9YgSQY3y/s1600/hoac.gif)

