Pentecostés (23 de mayo de 2021)
Hermanas y hermanos:
Creemos en el Espíritu Santo.
Eso rezamos cada vez que
recitamos el Credo de nuestra fe.
Pero muchas veces
es una mera fórmula
que repetimos.
¿Creemos
de verdad
en Él?
¿Nuestra fe comprende
la certeza de su actividad
creadora y dadora de vida
en nuestra historia?
¿Nuestro testimonio
es suscitado por el mismo Espíritu
que animó a Jesús de Nazaret
que pasó por la vida haciendo el bien
y curando a los oprimidos por el mal?
Orar la vida del mundo obrero
nos pone en la sintonía
de la respuesta.
¡Hasta mañana en el altar!
Fernando Carlos Díaz
Abajo
Consiliario General HOAC, y
Mª Ángeles Bayo Valderrama
Responsable de Organización
y Vida comunitaria.
San Juan 15,26-27; 16,12-15.
«También vosotros daréis testimonio,
porque desde el principio estáis conmigo».
Mi
proyecto de vida en
el seguimiento de Jesús
como discípulo solo es
un proyecto cristiano
si lo anima el mismo
Espíritu de Jesús.
Las necesidades
espirituales
de mi proyecto
¿me empujan
a crecer en
esa dirección?
¿Qué necesito
contemplar más
en él?
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«ORAR CON LA IGLESIA»
Domingo de Pentecostés
Día de la Acción Católica y del Apostolado Seglar
8ª Semana del Tiempo Ordinario (Ciclo ‘B’)
Del 23 al 29 de mayo de 2021.
Domingo de Pentecostés,
Día de la Acción Católica y
del Apostolado Seglar
8ª Semana Tiempo Ordinario
23 de
mayo de 2021.
Día de Pentecostés, en el que se concluyen los sagrados
cincuenta días de la Pascua y se conmemoran, junto con la efusión del Espíritu
Santo sobre los discípulos en Jerusalén, los orígenes de la Iglesia y el inicio
de la misión apostólica a todas la tribus, lenguas, pueblos y naciones (elog.
del Martirologio Romano).
En Pentecostés, cincuenta días después de la Pascua, celebraban
los israelitas la Alianza del Sinaí, escrita en las tablas de piedra que Dios
entregó a Moisés, y por la que fueron constituidos en pueblo de Dios. Estando reunidos todos los discípulos en ese
día, a los cincuenta de la resurrección de Cristo, vino sobre ellos el Espíritu
Santo, la ley de la Nueva Alianza, escrita no ya en tablas de piedra sino en el
corazón de cada creyente. En este día
comenzaron a ser el nuevo pueblo de Dios, la Iglesia, abierto a todo el mundo
como se expresa en el don de lenguas que recibieron (cf. 1 lect. y Pf.). Ya antes, Jesús resucitado había dado el
Espíritu Santo a los apóstoles para que pudieran perdonar los pecados. El Espíritu sigue viniendo a nosotros por el
bautismo y nos une así a todos formando un solo cuerpo en Cristo.
- Hch 2,1-11. Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar.
- Salmo 103.
R/. Envía tu Espíritu, Señor, y repuebla la faz de la
tierra.
- 1 Cor 12,3b-7.12-13. Hemos
sido bautizados en un mismo Espíritu,
para formar un solo cuerpo.
Del Evangelio de san
Juan 20,19-23.
Recibid el Espíritu Santo”
El
día primero de la semana, entró Jesús, se puso en medio y les dijo: -"Paz
a vosotros. Como el Padre me ha enviado,
así también os envió Yo. Recibid el
Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a
quienes se los retengáis, les quedan retenidos".
COMENTARIO
Al
igual que Dios comenzó la creación en el primer día de la semana, la concesión
del Espíritu a los apóstoles comienza lo que podríamos llamar la “nueva
creación cristiana”. Aquellos hombres-mujeres
se llenaron de nueva vida; y el aliento de Jesús llega también a nosotros. Por eso, hemos de pedir: -Ven Espíritu Santo y
enséñanos a entendernos, aunque hablemos lenguajes diferentes. -Ven, enséñanos a creer. Sin tu aliento, nuestra fe se convierte en
cansancio y tristeza. -Ven, enséñanos a
orar. Sin tu calor nuestra liturgia y
plegaria se convierten en rutina. -Ven
Espíritu Santo a mantener dentro de la Iglesia el esfuerzo de conversión. Sin tu impulso aparece el desencanto y la
desilusión. -Ven Espíritu a alegrar
nuestro sombrío mundo. Ábrenos a un
futuro más fraterno, limpio, solidario.
-Ven Señor y Dador de vida e infunde en nosotros tu ternura y amor.
ORACIÓN
Ven, Espíritu divino manda tu luz desde el cielo. -Ven, Padre de los pobres, luz profunda, en tus dones Dios espléndido. No hay consuelo como el tuyo, dulce huésped de las almas, mi descanso. Suave tregua en la fatiga, fresco en hora de bochorno, paz del llanto. Luz santísima, penetra por las almas de tus fieles, hasta el fondo. ¡Qué vacío hay en el hombre, qué dominio de la culpa, sin tu soplo! Lava el rastro de lo inmundo, llueve Tú nuestra sequía, ven y sánanos. Doma todo lo que es rígido, funde el témpano, encamina lo extraviado. Da a los fieles que en Ti esperan tus sagrados siete dones y carismas. Da al esfuerzo, su mérito salvación e inacabable alegría.
Bienaventurada
Virgen María,
Madre de la Iglesia
Lunes de
la 8ª Semana T. Ordinario
24 de mayo de 2021.
La Iglesia celebra la memoria
de la Santísima Virgen María Madre de la Iglesia, cuya fecha fue establecida el
lunes siguiente a Pentecostés.
Memoria de la bienaventurada
Virgen María, madre de la Iglesia, a quien Cristo encomendó sus discípulos para
que, perseverando en la oración al Espíritu Santo, cooperaran en el anuncio del
Evangelio (elog. del Martirologio Romano).
Del Evangelio de san Juan 19,25-34.
“Ahí tienes a tu hijo. Ahí tienes a tu madre”
En aquel tiempo, junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María, la de Cleofás, y María, la Magdalena. Jesús, al ver a su madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su madre: -"Mujer, ahí tienes a tu hijo". Luego, dijo al discípulo: -"Ahí tienes a tu madre". Y desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa.
COMENTARIO
María asistió a la crucifixión de su Hijo. Los Evangelios sólo dicen que María estaba junto a la cruz, y que estaba de pie. María estaba sufriendo junto a su Hijo. No se sabe qué es peor, si, sufrir uno mismo o ver sufrir a alguien a quien se ama más que a uno mismo. No hay duda que sufren intensamente los dos. María sufrió en su corazón lo que Jesús padeció en su crucifixión. El dolor no te lo envía Dios porque seas malo. No es un castigo de Dios. Es más bien un misterio que hay que adorar y aceptar, y que, aquí en la tierra, nunca llegaremos a comprender.
ORACIÓN
Dios te
salve María, mujer de fe, guíame por los caminos del mundo, enséñame a vivir y
transmitir el amor de Cristo. Enséñame a
permanecer contigo junto a las innumerables cruces en las que tu Hijo todavía
está crucificado. Que contigo aprenda a
formarme desde el interior, en lo profundo del silencio y la oración, en la
alegría del amor fraterno, en la fecundidad insustituible de la cruz. Virgen María enséñame a permanecer contigo junto a la cruz de Cristo.
Martes de la 8ª Semana T. Ordinario
San Beda el Venerable, presbítero y doctor
de la Iglesia,
25 de mayo de 2021.
Del Evangelio de san
Marcos 10,28-31.
“Recibiréis en este tiempo cien veces más, con persecuciones, y en la
edad futura, vida eterna”
Pedro le decía a Jesús: -“Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido”. Jesús dijo: -"Os aseguro que quien deje casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por Mí y por el Evangelio, recibirá ahora, en este tiempo, cien veces más -casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones-, y en la edad futura, vida eterna.
COMENTARIO
El discípulo encontrará en la comunidad del Reino, nuevas relaciones personales y apoyo material. Jesús le promete para el presente una recompensa centuplicada y para el futuro la vida eterna. El inciso "con persecuciones", sería un toque de realismo, alusivo a la experiencia de las persecuciones que Jesús anunció a los suyos. Por el seguimiento de Cristo el discípulo está lejos de tener resueltos todos los problemas. Actuar por la causa de Jesús y por el Evangelio es tener un nuevo modo de vivir.
ORACIÓN
Tu persona y tu proyecto Señor, me han cautivado y seducido. Hazme abierto, generoso y disponible a tu palabra de vida. Concédeme una mirada amorosa, un corazón grande, un coraje siempre renovado y una fe que mueva montañas. Inspira mi vida para que sea testimonio auténtico de tu amor. Cuenta conmigo para sembrar la semilla de tu evangelio; semilla que produce frutos de fraternidad y amor. Cuenta conmigo, Señor. Tengo ilusión y ganas de ser de tu grupo, ayúdame a dejarlo todo por Ti y por el Evangelio.
Miércoles de la 8ª Semana T. Ordinario
San Felipe Neri, presbítero.
26
de mayo de 2021.
Del Evangelio de san
Marcos 10,32-45.
“Mirad, estamos subiendo a Jerusalén, y
el Hijo del hombre va a ser entregado”
Jesús se puso a decirles: -“Mirad, el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas, lo condenarán a muerte lo matarán; y a los tres días resucitará”. Se le acercaron los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, y le dijeron: -“Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda”. Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra Santiago y Juan. Jesús, reuniéndolos, les dijo: -“El que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos. Porque el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar la vida en rescate por todos”.
COMENTARIO
La comunidad cristiana tendrá una autoridad fundada en el servicio y no en el poder. El discípulo no puede vivir con actitudes de dominio o de poder sino de servicio y entrega. Ser seguidor de Jesús es ser capaz de ir entregando la vida a favor de los demás. ¿Con qué actitudes vives? ¿Servicialidad, dominio, entrega, generosidad con los demás?
ORACIÓN
Te pedimos, Padre, fascinación por tu Reino; entregarnos a él como quien saca un tesoro fabuloso. Te pedimos que lo entendamos no según nuestros deseos, sino al modo de Jesús: Como ENTREGA, DONACIÓN, SERVICIO, que prende llamas de fraternidad. Como siembra discreta de semillas de vida; como llama de tu Espíritu y de tu Hijo, como testimonio ofrecido de la verdad que conduce a la vida; como buena noticia para los pobres del mundo. Que no queramos hacernos importantes como anunciadores del Reino. Amén.
Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote
Jueves de la 8ª Semana T. Ordinario
27
de mayo de 2021.
El jueves posterior a la Solemnidad de Pentecostés se celebra la
fiesta de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote.
Fiesta de Nuestro Señor Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote,
según el rito de Melquisedec, en quien el Padre se ha complacido desde toda la
eternidad, mediador entre Dios y los hombres que, para cumplir la voluntad del
Padre, se ofreció a sí mismo en el altar de la cruz de una vez para siempre
como víctima de salvación en favor de todo el mundo. Al instituir el sacrificio de la eterna
alianza, elige con amor de hermano a hombres de este pueblo para que, al
repetirlo constantemente en la Iglesia, se renueve la abundancia de la gracia
divina con la que nacerá el cielo nuevo y la tierra nueva, y se realizará hasta
los confines del mundo lo que el ojo no vio ni el oído oyó ni el hombre puede
pensar (elog. del Martirologio Romano).
Del Evangelio de san
Marcos 14,12a.22-25.
“Esto es
mi cuerpo. Esta copa es la nueva alianza, sellada con mi sangre”
El primer día de los Ázimos, Jesús, mientras comían cogió un pan, pronunció una bendición, lo partió y se lo dio a los discípulos, diciendo: -“Tomad, esto es mi Cuerpo”. Y, cogiendo una copa, pronunció una acción de gracias, se la pasó y todos bebieron de ella. Y les dijo: -“Esta es la sangre de la alianza mía, que se derrama por todos”.
COMENTARIO
En este día te alabamos Padre porque constituiste a tu Hijo único, Sumo y Eterno Sacerdote "para gloria tuya y salvación del género humano". Nos alegramos de que Dios haya conferido el honor del Sacerdocio real a todo su pueblo santo; a todos los fieles que se han incorporado a Cristo por el Bautismo. Damos gracias a Dios por el sacerdocio ordenado de los presbíteros y obispos; que renuevan, en nombre de Cristo, el sacrificio de la redención; Preparan a tus hijos el banquete pascual, donde el pueblo santo se reúne en tu amor, se alimenta de tu palabra y se fortalece con tus sacramentos.
ORACIÓN
Señor, Jesús, reúnenos a todos en tu Persona por el banquete salvador de la Eucaristía que Tú y nosotros ofrecemos en el altar durante los días de nuestra peregrinación por este mundo. Señor, Jesucristo, nuestro Sumo Sacerdote, tu cruz remedie nuestros males, tu Resurrección nos renueve, tu Espíritu Santo nos santifique, tu Realeza nos glorifique y nos redima tu Sacerdocio, para que podamos unirnos contigo como Tú lo estas con el Padre en el Espíritu Santo. Amén.
Viernes de la 8ª Semana T.
Ordinario
San Germán de París, obispo.
Padre de los pobres.
28 de mayo de 2021.
Del Evangelio de san
Marcos 11,11-26.
“Mi casa será casa de oración para todos los pueblos. Tened fe en Dios”
Llegaron a Jerusalén, entró en el templo y se puso a echar a los que traficaban allí, volcando las mesas de los cambistas y los puestos de los que vendían palomas. Y no consentía a nadie transportar objetos por el templo. Y los instruía, diciendo: -"¿No está escrito: ‘Mi casa se llamará casa de oración para todos los pueblos’? Vosotros, en cambio, la habéis convertido en cueva de bandidos".
COMENTARIO
El templo, lugar de encuentro con Dios y centro de la vida del pueblo, ha sido profanado al convertirlo en lugar de comercio. Demasiadas solemnidades y sacrificios, pero poca atención y justicia con los hombres-mujeres. Como ésa no es la finalidad del «templo de Dios», Jesús lo purifica. La comunidad cristiana, el nuevo pueblo de Dios, ha de caracterizarse por una fe intensa, una confiada oración, y una vida coherente de comunión fraterna con todos, sean judíos o gentiles, porque todos somos hijos del mismo Padre-Dios.
ORACIÓN
Jesús, ¿quieres mis manos para pasar este día ayudando a pobres y enfermos que lo necesitan? Señor, hoy te doy mis manos. Señor, ¿quieres mis pies para pasar este día visitando a aquellos que tienen necesidad de un amigo? Señor, hoy te doy mis pies. Señor, ¿quieres mi voz para pasar este día hablando con aquellos que necesitan palabras de amor? Señor, hoy te doy mi voz. Señor, ¿quieres mi corazón para pasar este día amando a cada hombre-mujer sólo porque es un hombre-mujer? Señor, hoy te doy mi corazón. Que este sea Señor el culto agradable que presente ante tus ojos. Amén.
Sábado de la 8ª Semana T. Ordinario
San Pablo VI, papa
29
de mayo de 2021.
Del Evangelio de san
Marcos 11,27-33.
“¿Con qué autoridad haces esto?”
Los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos viendo que había expulsado a los mercaderes del templo le preguntaron a Jesús: -“¿Con qué autoridad haces esto?”. Jesús les respondió: -“Os voy a hacer una pregunta y, si me contestáis, os diré con qué autoridad hago esto: El bautismo de Juan ¿era cosa de Dios o de los hombres?”. Se pusieron a deliberar: Si decimos que es de Dios, dirá: ¿Y por qué no le habéis creído? Pero como digamos que es de los hombres... Temían a la gente, porque todo el mundo estaba convencido de que Juan era un profeta. Y respondieron a Jesús: -“No sabemos”. Jesús les replicó: -“Pues tampoco yo os digo con qué autoridad hago esto”.
COMENTARIO
Jesús no solamente da vuelta a las mesas sino que vuelca las instituciones religiosas y pone «patas arriba» la forma en que se ofrecía el culto a Dios. Según el funcionamiento de las estructuras religiosas, Jesús no había sido investido de ninguna autoridad para actuar de aquella manera en el templo. Por la pregunta que Jesús les hace sobre el bautismo de Juan y el silencio o la ignorancia en la respuesta que le dan, queda clara la postura de las autoridades religiosas: Si no creyeron al Bautista, tampoco creen en Jesús como Enviado e Hijo de Dios.
ORACIÓN
Queremos, Señor, ser tus testigos, luz en medio del mundo, sal que sazone la tierra. Ser tus testigos, para llevar a los hombres tu amor, tu esperanza verdadera, tu gozo de ser amor en medio de los hombres. Haznos testimonio de un amor que nunca pasa de moda, de una luz en un mundo a oscuras, de una paz en una tierra en guerra. Sabemos, Señor, que ser testigos es tener tus sentimientos, es tomarse en serio tu Evangelio, es sembrar los caminos de tu amor. Queremos Señor en el hermano darte culto verdadero. Amén.