Una teología europea
¿progresista o de liberación?.
“Es necesario, destapar, descubrir de qué estamos hablando. Para empezar hay que decir que, son dos los medios que se viven en la Iglesia de cara a los pobres y para ello se concibe el método teológico y la perspectiva del pobre. Unas veces se da de manera explícita y otras más subterránea. Recordemos que, esta realidad de los pobres no es nueva que ya parte desde Jesús y desde el libro de los Hechos, cuando surgió el conflicto entre Pedro y Pablo sobre el seguir las leyes judías de comer con extranjeros y paganos, y que Pedro le dijo a Pablo: “No te olvides de los pobres”.
Esto de no olvidarse de los pobres es lo recogido en la teología de la liberación de una manera novedosa de entender que la pobreza tiene causas sociales, políticas y económicas, por lo que pueden ser eliminadas, de manera qué: ¿Cómo decir al pobre que Dios lo ama? ¿Cómo hablar de Dios desde el sufrimiento de los pobres?. Estas preguntas dirigidas a nosotros, no es ¿cómo es tu fe, sino cómo es tu practica de fe?.
En esto encontramos la diferencia entre una y otra, en la primera la europea es que la Teología va dirigida en atraer la no creyente, mientras que en la segunda, la de la liberación es: el no persona, el pobre, el insignificante, el excluido. Esto en la práctica es que en la teología europea se trata de alumbrar lo religioso y la existencia de Dios ante el creyente, mientras en la teología de la liberación es la práctica de un compromiso con los pobres. Una pregunta que se hace ante esta cuestión es” (Andrés Gallego. Profesor de teología, Universidad Pontificios de Perú, Instituto Bartolomé de las Casas)
“Sí la situación de dependencia y dominación de dos tercio de la humanidad con sus treinta millones de muertos anuales por hambre y desnutrición, no se convierte en el punto de partida de cualquier teología cristiana hoy …por eso …es necesario salvar la teología de su cinismo. Porque realmente frente a los problemas del mundo de hoy, muchos escritos teológicos se reducen a cinismo” (Hugo Ossmam, teólogo católico brasileño. 1933- 2008)
No obstante según testimonios de autores de aquella época se puede conocer mejor el impacto de la Teología de la Liberación en la teología general y en la teología progresista europea en especial.
Puesto a analizar si en Europa se da la dialéctica dominación-liberación…a nivel internacional “La cultura dominante en Europa y en Estados Unidos tienden a imponer sus propias respuestas a los países del Tercer Mundo” en el sentido de estar guiada por un sutil racismo, un presentar como natural la división internacional del trabajo, narrar la colonización como historia de civilización y un encubrir a las empresas multinacionales que subyugan y sacrifican sistemáticamente a sus intereses a los pueblos a los que someten. Sería una lectura ligada al eurocentrismo que invade nuestra cultura.
En el seno de las propias naciones europeas, la cultura dominante trata de obviar el problema de los pobres en Europa, insistiendo en que en nuestros países no habría pobres en el sentido estricto…
Propone como camino el de la solidaridad, que lleva a trabajar por crear colectivamente a sujetos que sean una auténtica alternativa apoyándola en el mensaje de Jesús de Nazaret que es alternativa global a la cultura y a la sociedad de su tiempo”. (Giulio Giraldi teólogo)
“En definitiva, “frente a la Teología de la liberación no cabe una vía intermedia de compromiso: o se acepta o se rechaza. La teología europea no puede continuar en su trayectoria histórica de afirmación de los “valores espirituales” prescindiendo de los sistemas de poder en que son realizado y de la función social que desarrollan esos sistemas. En esta teología, el eurocentrismo y el eclesiocentrismo van de la mano”. (Jon Sobrino).
Algunos tuvieron demasiada prisa en afirmar que el tiempo del Concilio había terminado. El Papa Pablo VI, advertía: “No podemos prescindir del concilio. Por su naturaleza es un acontecimiento importante, histórico, decisivo en la vida de la iglesia…
2- El Vaticano II había dado un gran salto: se abría a una nueva época de la iglesia en la que compartía la historia humana y compartía con todo tipo de personas e instancias la búsqueda de un nuevo camino para la humanidad. Ella no era la depositaria en exclusiva de la verdad ni el monopolio del bien.
Vino enseguida la desactivación del Concilio, aunque esté alumbraran una nueva época de la iglesia, nuevos planteamientos, nuevos estilos, nuevo concepto de identidad católica con Juan Pablo II, pronto se vio que los vientos iban por otros derroteros, una tensión en la iglesia en la que se imponían los movimientos neoconservadores, (Opus Dei, Comunión y liberación, Neocatecumenales, Legionarios de Cristo, etc.) Con los que Wojtyla se alineaba con apego al pasado y miedo al futuro. Éste traía otro una contraposición, involución frente a renovación, autoritarismo frente a democracia, clericalismo frente a pueblo de Dios, clásico contra igualdad. Más adelante con J, Ratzingger se pasó de la restauración en la iglesia a la contrarreforma a toda velocidad…
3- Juan Pablo II venía de una tradición tradicionalista, marcada por un contexto socio político antifascista y anti comunista, además de en cierto grado anti europeo por la humillación sufrida por su tierra por los distintos imperios, en todos los polacos estaban abiertas las heridas, sólo curadas en parte por la religión católica. Grandes sectores de la iglesia se sintieron decepcionados y aparcaros sus compromisos o se excluyeron de la iglesia, los teólogos que prepararon el Concilio sufrieron acosos, silencios y censuras. Un disenso clamoroso hecho público en la Declaración de Colonia-Alemania en la que 700 teólogos cuestionaba la involución de Juan Pablo II. Una contrarreforma del Vaticano II, que rompió la reconciliación con la modernidad, un diálogo con la ciencia, un apoyo a la dignidad humana en todos sus derechos, una prioridad a los problemas y causas mayores de humanidad, una activación de la sociedad por los grandes valores del Evangelio. Una siembra esta que hizo que la cristiandad, integrada especialmente por laicos estimulase la dignidad propia, la responsabilidad, la creatividad, la mayoría de edad, que se detuvo a cambio de apelación a la obediencia”. ”(Redes cristiana. Benjamín Forcano. “Teología de la liberación en Europa y España”. 2018)
Todas las grandes ideas de democracia, tolerancia, libertad que trajo las revoluciones americana y francesa que acepto el Vaticano II fueron cercenadas por esa otra idea de Wojtyla-Ratzingger, de oponerse contra la modernidad considerada por estos papas cómo si del anticristo se tratara, un retorno al catolicismo del primer milenio”. (del Teólogo Schillebeekx)
Esto de no olvidarse de los pobres es lo recogido en la teología de la liberación de una manera novedosa de entender que la pobreza tiene causas sociales, políticas y económicas, por lo que pueden ser eliminadas, de manera qué: ¿Cómo decir al pobre que Dios lo ama? ¿Cómo hablar de Dios desde el sufrimiento de los pobres?. Estas preguntas dirigidas a nosotros, no es ¿cómo es tu fe, sino cómo es tu practica de fe?.
En esto encontramos la diferencia entre una y otra, en la primera la europea es que la Teología va dirigida en atraer la no creyente, mientras que en la segunda, la de la liberación es: el no persona, el pobre, el insignificante, el excluido. Esto en la práctica es que en la teología europea se trata de alumbrar lo religioso y la existencia de Dios ante el creyente, mientras en la teología de la liberación es la práctica de un compromiso con los pobres. Una pregunta que se hace ante esta cuestión es” (Andrés Gallego. Profesor de teología, Universidad Pontificios de Perú, Instituto Bartolomé de las Casas)
No obstante según testimonios de autores de aquella época se puede conocer mejor el impacto de la Teología de la Liberación en la teología general y en la teología progresista europea en especial.
Puesto a analizar si en Europa se da la dialéctica dominación-liberación…a nivel internacional “La cultura dominante en Europa y en Estados Unidos tienden a imponer sus propias respuestas a los países del Tercer Mundo” en el sentido de estar guiada por un sutil racismo, un presentar como natural la división internacional del trabajo, narrar la colonización como historia de civilización y un encubrir a las empresas multinacionales que subyugan y sacrifican sistemáticamente a sus intereses a los pueblos a los que someten. Sería una lectura ligada al eurocentrismo que invade nuestra cultura.
En el seno de las propias naciones europeas, la cultura dominante trata de obviar el problema de los pobres en Europa, insistiendo en que en nuestros países no habría pobres en el sentido estricto…
Propone como camino el de la solidaridad, que lleva a trabajar por crear colectivamente a sujetos que sean una auténtica alternativa apoyándola en el mensaje de Jesús de Nazaret que es alternativa global a la cultura y a la sociedad de su tiempo”. (Giulio Giraldi teólogo)
“En definitiva, “frente a la Teología de la liberación no cabe una vía intermedia de compromiso: o se acepta o se rechaza. La teología europea no puede continuar en su trayectoria histórica de afirmación de los “valores espirituales” prescindiendo de los sistemas de poder en que son realizado y de la función social que desarrollan esos sistemas. En esta teología, el eurocentrismo y el eclesiocentrismo van de la mano”. (Jon Sobrino).
Algunos tuvieron demasiada prisa en afirmar que el tiempo del Concilio había terminado. El Papa Pablo VI, advertía: “No podemos prescindir del concilio. Por su naturaleza es un acontecimiento importante, histórico, decisivo en la vida de la iglesia…
2- El Vaticano II había dado un gran salto: se abría a una nueva época de la iglesia en la que compartía la historia humana y compartía con todo tipo de personas e instancias la búsqueda de un nuevo camino para la humanidad. Ella no era la depositaria en exclusiva de la verdad ni el monopolio del bien.
Vino enseguida la desactivación del Concilio, aunque esté alumbraran una nueva época de la iglesia, nuevos planteamientos, nuevos estilos, nuevo concepto de identidad católica con Juan Pablo II, pronto se vio que los vientos iban por otros derroteros, una tensión en la iglesia en la que se imponían los movimientos neoconservadores, (Opus Dei, Comunión y liberación, Neocatecumenales, Legionarios de Cristo, etc.) Con los que Wojtyla se alineaba con apego al pasado y miedo al futuro. Éste traía otro una contraposición, involución frente a renovación, autoritarismo frente a democracia, clericalismo frente a pueblo de Dios, clásico contra igualdad. Más adelante con J, Ratzingger se pasó de la restauración en la iglesia a la contrarreforma a toda velocidad…
3- Juan Pablo II venía de una tradición tradicionalista, marcada por un contexto socio político antifascista y anti comunista, además de en cierto grado anti europeo por la humillación sufrida por su tierra por los distintos imperios, en todos los polacos estaban abiertas las heridas, sólo curadas en parte por la religión católica. Grandes sectores de la iglesia se sintieron decepcionados y aparcaros sus compromisos o se excluyeron de la iglesia, los teólogos que prepararon el Concilio sufrieron acosos, silencios y censuras. Un disenso clamoroso hecho público en la Declaración de Colonia-Alemania en la que 700 teólogos cuestionaba la involución de Juan Pablo II. Una contrarreforma del Vaticano II, que rompió la reconciliación con la modernidad, un diálogo con la ciencia, un apoyo a la dignidad humana en todos sus derechos, una prioridad a los problemas y causas mayores de humanidad, una activación de la sociedad por los grandes valores del Evangelio. Una siembra esta que hizo que la cristiandad, integrada especialmente por laicos estimulase la dignidad propia, la responsabilidad, la creatividad, la mayoría de edad, que se detuvo a cambio de apelación a la obediencia”. ”(Redes cristiana. Benjamín Forcano. “Teología de la liberación en Europa y España”. 2018)
Todas las grandes ideas de democracia, tolerancia, libertad que trajo las revoluciones americana y francesa que acepto el Vaticano II fueron cercenadas por esa otra idea de Wojtyla-Ratzingger, de oponerse contra la modernidad considerada por estos papas cómo si del anticristo se tratara, un retorno al catolicismo del primer milenio”. (del Teólogo Schillebeekx)
José Manuel Carrascosa Freire, presidente diocesano de la HOAC (de 2014 a 2019), Representante de la HOAC en el Secretariado diocesano de Pastoral Obrera y Coordinador del Sector 2: «Paro, pobreza marginación y exclusión social generadas por el mercado de trabajo».