El arte y la creación de la mente:
Las artes aumentan nuestra capacidad para experimentar el mundo que habitamos.
El conocimiento humano y, por lo tanto, su aprendizaje son procesos complejos en los que intervienen diferentes facultades. Para informarnos de los significados de los objetos y para interpretar los episodios que forman parte de nuestras vidas necesitamos ejercitar todas nuestras capacidades sensitivas, imaginativas, emocionales y racionales. Sí, es indispensable que usemos la vista, el olfato, el oído, el gusto y el tacto. Como afirma Antonio Machado: “Hay que tener los ojos muy abiertos para ver las cosas como son; aún más abiertos para verlas otras de las que son; más abiertos todavía para verlas mejores de lo que son”. Me atrevo a decir que, sin el uso adecuado de los sentidos no es posible que funcione ni la imaginación, ni el sentimiento, ni la inteligencia.
En esta obra el autor nos explica el papel de las artes en la transformación de la conciencia y cómo el cultivo de las artes orienta y a veces determina nuestra comprensión de los episodios cotidianos. ¿Por qué y para qué? Porque “refina nuestros sentidos” para aumentar nuestra capacidad de experimentar el mundo en el que habitamos y “para que podamos imaginar lo que realmente no podemos ver, saborear, tocar, oír u oler”. Nos explica con claridad cómo la imaginación es una forma de pensamiento que “engendra imágenes de lo posible y que también desempeña una función cognitiva de importancia fundamental”.
Oportuna, a mi juicio, es su detallada explicación de los principios, criterios y pautas que hemos de seguir con el fin de determinar los objetivos, la metodología y los usos educativos de la evaluación en la enseñanza efectiva de las artes plásticas, y especialmente oportuna en mi opinión, es su detallada descripción de los beneficios que proporciona a los alumnos y a los profesores la enseñanza artística.
Elliot W. Eisner, profesor de arte de la Universidad de Standfort, parte del supuesto de que todas las formas poseen cualidades que expresan o suscitan sentimientos o emociones y de que todas ellas se someten -o se pueden someter- al control inteligente de la experiencia y de la técnica. Explica con detalle y con claridad cómo, si para ver es imprescindible aprender a ver, el arte es un cauce directo para educar el gusto y para orientar la vista y los demás sentidos: “Las artes nos invitan a prestar atención a las cualidades de lo que oímos, vemos, saboreamos y palpamos para poderlo experimentar”. A mi juicio, es una obra oportuna y válida para que los docentes de las diferentes disciplinas científicas, humanas y artísticas revisemos algunas de nuestras teorías y prácticas pedagógicas y para que nos preguntemos si es conveniente y necesario adoptar algunas de estas ideas.
En esta obra el autor nos explica el papel de las artes en la transformación de la conciencia y cómo el cultivo de las artes orienta y a veces determina nuestra comprensión de los episodios cotidianos. ¿Por qué y para qué? Porque “refina nuestros sentidos” para aumentar nuestra capacidad de experimentar el mundo en el que habitamos y “para que podamos imaginar lo que realmente no podemos ver, saborear, tocar, oír u oler”. Nos explica con claridad cómo la imaginación es una forma de pensamiento que “engendra imágenes de lo posible y que también desempeña una función cognitiva de importancia fundamental”.
Oportuna, a mi juicio, es su detallada explicación de los principios, criterios y pautas que hemos de seguir con el fin de determinar los objetivos, la metodología y los usos educativos de la evaluación en la enseñanza efectiva de las artes plásticas, y especialmente oportuna en mi opinión, es su detallada descripción de los beneficios que proporciona a los alumnos y a los profesores la enseñanza artística.
Elliot W. Eisner, profesor de arte de la Universidad de Standfort, parte del supuesto de que todas las formas poseen cualidades que expresan o suscitan sentimientos o emociones y de que todas ellas se someten -o se pueden someter- al control inteligente de la experiencia y de la técnica. Explica con detalle y con claridad cómo, si para ver es imprescindible aprender a ver, el arte es un cauce directo para educar el gusto y para orientar la vista y los demás sentidos: “Las artes nos invitan a prestar atención a las cualidades de lo que oímos, vemos, saboreamos y palpamos para poderlo experimentar”. A mi juicio, es una obra oportuna y válida para que los docentes de las diferentes disciplinas científicas, humanas y artísticas revisemos algunas de nuestras teorías y prácticas pedagógicas y para que nos preguntemos si es conveniente y necesario adoptar algunas de estas ideas.
[Elliot W. Eisner
El arte y la creación de la mente
Barcelona, Paidós, 2022].
José Antonio Hernández Guerrero, reflexiona, semanalmente en nuestro “blog”, sobre las Claves del bienestar humano el sentido de la dignidad humana y el nuevo humanismo. Actualmente, nos envía también una reseña semanal sobre libros de pensamiento cristiano, evangelización, catequesis y teología. Con la intención, de informar, de manera clara y sencilla, de temas y de pensamientos actuales, que gustosamente publicamos en nuestro “blog”.
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