El cuerpo y la sangre de Cristo (11 de junio)
08 JUNIO 2023 | POR FERNANDO C. DÍAZ
Queridas hermanas y hermanos:
La Eucaristía
sigue prolongando
la Encarnación
haciéndose tan concreta
para nuestros sentidos,
y alimentando nuestra
encarnación concreta
en la misma
encarnación de Dios.
La Eucaristía alimenta
nuestra fraternidad,
nuestra entrega,
nuestra esperanza,
y alimenta
nuestro vivir en Cristo.
Nuestra Eucaristía
-fraterna y subversiva-
alimenta la cercanía del Reino,
sostiene nuestro “anuncio
de la muerte del Señor,
la proclamación de
su Resurrección
hasta que vuelva”.
Sostiene nuestra denuncia
por las muertes cotidianas
causadas por la injusticia,
y nuestro compromiso
con los gestos sembradores
de vida y resurrección.
¡Hasta mañana en el altar!
Fernando Carlos Díaz Abajo
Consiliario General HOAC, y
M.ª Ángeles Bayo Valderrama
Responsable de Organización
y Vida comunitaria.
Del evangelio según
san Juan 6,51-58.
«El que come
mi carne
y bebe mi sangre
habita en mí
y yo en él».
En la Eucaristía asistimos
al acontecimiento
más desconcertante y sublime
de la historia de la humanidad:
El proceder del ser humano
y el proceder de Dios
han quedado unidos
para siempre:
El primero produce
la muerte de un inocente,
del mismo Jesús y todos los Jesús
que siguen muriendo cada día;
el segundo, el amor de Dios,
restituye la vida arrebatada
y genera humanidad y justicia.
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«ORAR CON
LA IGLESIA»
Corpus
Christi - Día de la Caridad
10ª Semana del
Tiempo Ordinario (Ciclo
‘A’)
Del 11 al 17 de junio de 2023.
Corpus Christi - Día de la Caridad.
10ª Semana Tiempo
Ordinario.
San Bernabé, apóstol.
11 de junio de 2023.
Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, quien, con
estos alimentos sagrados, ofrece el remedio de la inmortalidad y la prenda de
la Resurrección (elog. del Martirologio
Romano).
Hoy la Iglesia hace memoria agradecida
por el don de la Eucaristía y se postra delante de la presencia real de la
Eucaristía y la adora con fe. Dios
alimentó con el maná al pueblo hebreo mientras peregrinaba por el desierto (1 Lect). El maná prefigura el pan bajado del
cielo. Quien come de este pan vive para
siempre. Cristo no solo propone un
mensaje sino que se da a sí mismo en alimento para la vida eterna (Ev). El pan es uno y así nosotros, aunque somos
muchos, formamos un solo cuerpo, porque todos comemos del mismo Pan (2 Lect).
- Deuteronomio 8,2-3.14b-16a: Te alimentó con el maná que tú no conocías
ni conocieron tus padres.
- Salmo 147: R./ Glorifica
al Señor, Jerusalén.
- 1ª Corintios 10,16-17: El
pan es uno, y así nosotros, aunque somos muchos,
formamos un solo cuerpo.
- Secuencia (opcional): Lauda,
Sion, Salvatorem (Alaba, ¡oh Sión,! al Salvador).
Del Evangelio de san
Juan 6,51-58.
“Mi carne
es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida”.
Dijo Jesús: -"Yo soy el pan vivo que ha
bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida
del mundo. El que come mi carne y bebe
mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es
verdadera bebida. El que come mi carne y
bebe mi sangre habita en mí y yo en él. Yo
vivo por el Padre; del mismo modo, el que come vivirá por mí. Éste es el pan que ha bajado del cielo; no
como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que come este pan
vivirá para siempre".
COMENTARIO
La promesa del Señor de estar con nosotros en el
Sacramento de la Eucaristía, que es Sacramento de amor, nos ofrece la fuerza
para superar las dificultades en nuestro peregrinar por el mundo. En la Eucaristía se realiza la unión con
Cristo y entre los miembros de la comunidad.
Cristo es pan inmortal, capaz de dar vida interminable. Es el pan que ha bajado del cielo. Y junto al “pan de vida”, nos ofrece también
“el cáliz de salvación”. De este modo,
Jesús nos ofrece un pan y un vino que es “signo, fe y sacramento”. Este pan y este cáliz son anticipo de la
fiesta, del banquete del Reino de los cielos. Vive, celebra y come, este pan de vida eterna.
ORACIÓN
Gracias Señor, porque en el pan y en el vino de
la Eucaristía nos entregas tu Vida y nos llenas de tu Presencia. Gracias porque en este Sacramento nos
muestras que nos amaste hasta el final, hasta el extremo de morir por mí. Gracias porque en la Eucaristía nos hace ser
uno Contigo nos unes a tu Vida, y nos invitas a entregar la nuestra. Gracias porque en la Eucaristía podemos
renovar nuestra comunión con los hermanos/as.
Gracias porque compartir la Eucaristía nos lleva a compartir la vida, el
trabajo, el dolor, la fiesta. Gracias
porque cada día puedo continuar en mi camino de fraternidad con mis hermanos/as
y mi camino de transformación en Ti. Gracias porque la Eucaristía es la renovación del
misterio de tu amor y la prenda de la gloria futura.
Lunes de la 10ª Semana T. Ordinario.
San Onofre, eremita.
San Gaspar Bertoni, presbítero y fundador.
12
de junio de 2023.
Del Evangelio de san
Mateo 5,1-12.
“Dichosos los pobres en el
espíritu”.
Al ver Jesús el gentío, subió a la
montaña, se sentó, y se puso a hablar enseñándoles: “Dichosos los pobres en el
espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos. Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán
la tierra. Dichosos los que lloran, porque
ellos serán consolados. Dichosos los que
tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados. Dichosos los misericordiosos, porque ellos
alcanzarán misericordia. Dichosos los
limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán "los
hijos de Dios". Dichosos los
perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los
cielos. Dichosos vosotros cuando os
insulten, y os persigan, y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra
recompensa será grande en el cielo, que de la misma manera persiguieron a los
profetas anteriores a vosotros”.
COMENTARIO
Todo hombre y mujer quiere ser
feliz; en consecuencia, busca la manera de conseguirlo, conforme a lo que cada
uno entiende por felicidad. Jesús
propone un camino seguro de felicidad, nuevo y paradójico: Las
bienaventuranzas, que suponen una inversión total de los criterios mundanos
respecto de la felicidad. Él declara
dichosos, porque ya desde ahora poseen el Reino y el favor de Dios, a cuantos
el mundo tiene por infelices: los pobres y los hambrientos, los que lloran y
sufren, los misericordiosos que saben perdonar, los rectos y limpios de
corazón, los que fomentan la paz y desechan la violencia, los perseguidos por
su fidelidad a Dios.
ORACIÓN
Porque Tú Padre eres
misericordioso; que yo Señor sepa vivir la misericordia con el prójimo. Porque tu Padre eres justo; que yo Señor sepa
vivir la justicia con el prójimo. Que sepa
Señor hacer felices a los demás. Que
sepa construir la paz; tener un espíritu de hijo de Dios; compartir mi pan con
el necesitado. Que sepa vivir desde un corazón limpio y sufrir las contrariedades de
la vida con ánimo alegre hasta que un día me colmes de tu felicidad eterna. Amén.
Martes de la 10ª Semana T.
Ordinario.
San Antonio de Padua, presbítero y doctor de
la Iglesia.
13 de junio de 2023.
Del Evangelio de san
Mateo 5,13-16.
“Vosotros
sois la luz del mundo”.
Dijo
Jesús a sus discípulos: -"Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la
salarán?. Vosotros sois la luz del
mundo. Alumbre así vuestra luz a los
hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que
está en el cielo".
COMENTARIO
Los
rabinos comparaban la Ley con la sal de la comida. La sal de Palestina no es pura y puede llegar
a perder sabor. Entonces ya no sirve. Vosotros no podéis desvirtuaros así, previene
Jesús. Ser sal de la tierra es dar sabor,
poner gusto en la vida. El que puede dar
un testimonio de alegría en el vivir viene a ser como la sal. Ser luz del mundo lleva estas connotaciones: Aceptar
y practicar la verdad, darla a conocer. “El
cristianismo debe hacerse presente donde falta luz. Es mejor encender una cerilla que protestar
contra la oscuridad”.
ORACIÓN
Como
un padre, como una madre le dice a su hijo que es un sol, Tú Señor me dices que
soy sal de la tierra y luz del mundo. Hoy
te pido Señor: Acrecienta mi luz. Pon tu
luz en mi corazón, en mis oídos, en mis cabellos, en mi piel, en mi carne, en
mi sangre, en mis huesos. Que sea luz
por vivir tu misericordia, por regalar tu bondad, por dar gratis mi tiempo, por
bendecir a todos. Que sea luz Señor por
vivir de la fe, por hacer la obra de tu amor, por saber vivir la vida con
salero. Hijo:
Tú eres sal de la tierra, luz del mundo.
Miércoles de la 10ª
Semana T. Ordinario.
San Eliseo, profeta AT.
San Fortunato de Nápoles, obispo.
14
de junio de 2023.
Del Evangelio de san Mateo 5,17-19.
“No he venido a abolir, sino a dar plenitud”.
-«No
creáis que he venido a abolir la ley o los profetas: no he venido a abolir,
sino a dar plenitud. El que se salte uno
solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres, será
el menos importante en el Reino de los cielos.
Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el Reino de los cielos».
COMENTARIO
Siendo
Dios amor y siendo el hombre-mujer hijo/a de Dios, la perfección moral exige
impregnar de amor las prescripciones legales.
Jesús centró su moral en el amor. Él no vino a abolir sino a perfeccionar. “El hombre-mujer necesita leyes para no
hacerse indiferente a la vida y comportamientos sociales. Cierto que la oración y comportamientos
religiosos proceden del interior y no pueden ser violentados desde fuera. Pero la conducta del hombre-mujer no procede
sólo de impulsos interiores; recibe también el influjo exterior de usos y
costumbres. Si lo exterior se margina y
se desprecia, algo interior se rompe o se pone seriamente en peligro”. Se trata de impregnar la letra con el espíritu
de amor cristiano y sus exigencias.
ORACIÓN
Te
parece que lo has probado todo, pero aún te falta algo: Dar plenitud: A lo
bueno de ti mismo, a lo bueno de tu familia, a lo bueno de tus amigos... Da plenitud a las pequeñas cosas, los
pequeños momentos, los pequeños encuentros.
Dales plenitud en Cristo para que sean grandes, dales la plenitud del
amor que solo en Cristo puedes dar. Hoy
puedes rezar diciendo: Señor da a mi vida la plenitud del amor.
Jueves de la 10ª Semana T.
Ordinario.
Santa María Micaela del Santísimo
Sacramento, virgen y
fundadora.
San Vito, mártir.
15
de junio de 2022.
Del Evangelio de san
Mateo 5,20-26.
“Todo el
que esté peleado con su hermano será procesado”.
Dijo Jesús a
sus discípulos: -“Si no sois mejores que los letrados y fariseos, no entraréis
en el Reino de los cielos. Habéis oído
que se dijo a los antiguos: ‘No matarás, y el que mate será procesado’. Pero yo
os digo: todo el que esté peleado con su hermano, será procesado. Por tanto, si cuando vas a poner tu ofrenda
sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra
ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu
hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda”.
COMENTARIO
Jesús declara
que también es atentar contra la vida e integridad del prójimo el fomentar
palabras, gestos y actitudes injuriosas. De ahí concluye Jesús la necesidad de la
reconciliación fraterna para estar en regla con Dios. La comunidad de fe debe comenzar por estar
ella misma reconciliada en sus miembros.
Según Jesús, es imposible el culto auténtico a Dios sin amor a los
hermanos. El culto y la religión deben
reflejar la vida; y la vida cristiana debe ser amor, porque Dios, la fuente
suprema de la vida, se define como amor. Comer el cuerpo del Señor requiere amor en el
corazón y paz con los hermanos.
ORACIÓN
Creo en la
fuerza del Espíritu de Jesús que nos impulsa a un testimonio de vida; que nos
convoca a vivir en comunidades donde brille la reconciliación. Creo en la corrección fraterna. Creo en la fuerza del perdón que abre los
ojos a un nuevo modo de vivir. Creo en
Jesús que nos envía a seguir su misión. Creo que podemos vivir el perdón en la vida de
cada día y celebrarlo en el altar como culto agradable a Dios.
Sagrado Corazón de Jesús,
se conmemora el viernes después de la Octava de
Corpus Christi
(viernes del segundo domingo después de Pentecostés).
Viernes de la 10ª Semana T. Ordinario.
San Aureliano de Arlés, obispo.
16 de junio de 2023.
Solemnidad del Sacratísimo Corazón de
Jesús, que, siendo manso y humilde de corazón, exaltado en la cruz fue hecho
fuente de vida y amor, del que se sacian todos los hombres (elog. del Martirologio
Romano).
El Corazón de Cristo es el símbolo del
amor que Dios nos tiene. Ese Dios que se
enamoró del pueblo de Israel (1 Lect); ese Dios cuya misericordia dura
siempre para los que cumplen sus mandatos, que no nos trata como merecen
nuestros pecados (Sal resp); ese Dios que es amor y
que nos llama a amarnos como él nos ha amado (2 Lect). Cristo es manso y humilde de corazón y
de él debemos aprender (Ev). De su corazón traspasado, con la sangre y el
agua brotaron los sacramentos de la Iglesia, para que así, acercándose al
corazón abierto del Salvador, todos puedan beber con gozo en la fuente de la
salvación (Pf).
- Deuteronomio 7,6-11. El Señor se enamoró de vosotros y os
eligió.
- Salmo 102. R/. La misericordia del Señor dura por siempre
para aquellos que lo temen.
- 1ª Juan 4,7-16. Dios nos amó.
Del Evangelio de san Mateo 11,25-30.
“Soy manso y humilde de corazón”.
Exclamó Jesús: -"Te doy gracias, Padre,
Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y
entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie
conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel
a quien el Hijo se lo quiera revelar. Venid
a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mí yugo y aprended de mí, que soy
manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga
ligera".
COMENTARIO
El corazón, entre nosotros, se ha convertido en
símbolo de toda la persona. Decimos de
alguien que es bueno, que tiene un gran corazón, que es todo corazón. En la Biblia se aplica a Dios y, luego, a
Cristo, en el mismo sentido. Hoy
celebramos “los beneficios de su amor por nosotros” y los “infinitos tesoros de
caridad” que hay en el corazón de Cristo. Celebramos su amor y la cercanía de su
misericordiosa. Y, Jesús nos hace caer
en la cuenta de que Dios tiene predilección por las personas de corazón
sencillo y humilde, las que no están llenas de sí mismas, sino que saben
abrirse a él.
ORACIÓN
Quiero conocerte Señor y por eso te pido que me
des un corazón sencillo. SÍ, dame un
corazón humilde para que pueda conocer toda tu bondad, para que pueda conocerte
como Padre; no permitas la soberbia de mi corazón que me ciega para las cosas
de Dios. También quiero decirte Señor
que estoy cansado; cansado de tanto egoísmo, de tanta injusticia, de tanta
impiedad… y agobiado de tantas prisas, de tanta apariencia; por eso acudo a ti Señor
para encontrar descanso, para encontrar paz.
Señor dame un
corazón sencillo, a Ti acudo para encontrar descanso, para encontrar paz.
Inmaculado Corazón de María.
Se celebra el sábado después de Corpus Christi,
al día siguiente de la Fiesta del Sagrado Corazón de Jesús.
Sábado de la 10ª Semana T. Ordinario.
San Ismael, mártir. San Rainerio, peregrino.
17
de junio de 2023.
La
fiesta del Inmaculado Corazón de María, tiene lugar el sábado siguiente al
Segundo Domingo de Pentecostés. Al
día siguiente del día dedicado al Sagrado Corazón de Jesús.
Del Evangelio de san
Lucas 2,41-51.
“Conservaba
todo esto en su corazón”.
Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a la
fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús
se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres. A los tres días, lo encontraron en el templo,
sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su
madre: -“Hijo, ¿por qué nos has tratado así?. Mira que tu padre y yo te buscábamos
angustiados”. Él les contestó: -“¿Por
qué me buscabais?. ¿No sabíais que yo
debía estar en la casa de mi Padre?”. Pero
ellos no comprendieron lo que quería decir.
Él bajó con ellos a Nazaret y siguió bajo su autoridad. Su madre conservaba todo esto en su corazón.
COMENTARIO
San Lucas quiere mostrarnos que Jesús proviene de
Dios y debe ocuparse fundamentalmente de las cosas de su Padre. Para mostrar esa verdad se nos cuenta este
relato: Jesús se desliga de sus padres y se asienta en el templo donde dialoga
con los doctores de su pueblo y habita en la casa de Dios, su Padre verdadero. María y José, como padres solícitos, muestran
cuidado por el niño y le buscan angustiosamente. Sin embargo Jesús les trasciende; debe
ocuparse en las cosas de su Padre.
ORACIÓN
Señor Jesús que con doce años tuviste un disgusto
con tu familia. Haz que aprenda en los
disgustos a dialogar, a respetar, a guardar las palabras de los demás en mi
corazón. Haz Señor que aprenda a crecer
en mis sentimientos y en mi fe. Que sepa
en toda circunstancia buscar tu voluntad, y que mi corazón esté pronto a la
obediencia. Que ante los disgustos no me
hunda, ni se engría mi corazón cuando creo que tengo razón. Que a pesar de los disgustos familiares, sepa
convivir con mi familia. Haz Señor que aprenda a crecer en mis
sentimientos y en mi fe.
LECTURA DE LA PALABRA
EN CLIMA DE ORACIÓN
1.
Hago silencio, exterior e interior.
Estoy
en la presencia del Señor:
Contemplo
a Dios que me quiere, me acoge, me escucha, me habla.
2.
Petición:
«Humildemente te pido, a ti, Señor, que eres la luz verdadera y la
fuente misma de toda luz, que, meditando fielmente tu Palabra, viva siempre en
tu claridad. Por Jesucristo, tu Hijo,
nuestro Señor».
3.
Palabra de Dios:
Leo tranquila y detenidamente el texto evangélico para hoy, en
comunión con toda la Iglesia. Me fijo
bien en todos los detalles.
4.
Ante la Palabra
leída:
Ø ¿Qué dice este texto? (Lectura honda: circunstancias, actitudes…).
Ø ¿Qué me dice a mí, personalmente? (Meditación).
Ø Desde esto, ¿qué te digo yo ahora, Señor? (Oración).
Ø ¡Quiero identificarme contigo, Señor!. ¿Qué hacer?.
(Contemplación,
iluminación de mi vida concreta).
5.
Oración:
Hay una oración-reflexión propia de cada día, como inicio de respuesta
al texto evangélico. Al final puede
añadirse la siguiente:
«Gracias, Señor, por tu presencia y tu cercanía en este rato de
oración; y por la luz y la fuerza que me has dado. Ayúdame a vivir según tu voluntad y sirviendo
siempre a mis hermanos/as. Por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor».