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UNA MIRADA CRISTIANA DEL TRABAJO HUMANO Y EL BIEN COMÚN
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LA VIDA DEL MUNDO OBRERO Y DE LOS POBRES,
CON MISERICORDIA Y COMPASIÓN.


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jueves, 11 de agosto de 2022

ORAR EN EL MUNDO OBRERO «XX DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO» (14 DE AGOSTO DE 2022) CICLO “C”


20º Domingo del Tiempo Ordinario C
14 agosto 2022

11 AGOSTO 2022 | POR 

Queridas hermanas y hermanos:

Nuestro mundo es un mundo
dividido, enfrentado,
sometido a particulares e
inconfesables intereses egoístas,
que incapacitan para apelar
a un proyecto común.

Esa división
no es humana.

Frente a ella,
Jesús nos propone
otra división,
otra oposición,
otro enfrentamiento
que construye
paradójicamente
la unidad perdida,
porque prioriza
el Reino de Dios.


Fernando Carlos Díaz Abajo
Consiliario General HOAC, y

Mª Ángeles Bayo Valderrama
Responsable de Organización
y Vida comunitaria.



Del evangelio según
san Lucas 12,49-53.
«He venido a prender
fuego a la tierra».

El reino de Dios no viene sin oposición.
Si fuera sólo algo privado,
o solo cuestión de ideas, quizá.

Pero el reino de Dios tiene que ver
con las estructuras injustas de esta sociedad,
con el pecado personal,
y también con los pecados estructurales
de nuestra sociedad,
con las injustas estructuras de opresión
sobre las que hemos construido esta deshumanidad.

Por eso anunciar y vivir el reino de Dios
provoca conflicto y división.

 

https://www.hoac.es/wp-content/uploads/2022/08/20o-Domingo-TO.pdf

 

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«ORAR CON LA IGLESIA»

20ª Semana del Tiempo Ordinario (Ciclo ‘C’)
Del 14 al 20 de agosto de 2022.


Domingo 20º del Tiempo Ordinario.
San Maximiliano María Kolbe, presbítero y mártir.
14 de agosto de 2022.

Amar a Dios en todo y sobre todas las cosas para que consigamos alcanzar sus promesas es lo que pedimos al comienzo de la liturgia de hoy (cf. 1ª. orac.).  Esto se traduce en optar por Cristo, a pesar de las dificultades que esto pueda traer, incluso en las relaciones familiares (Ev.).  Tenemos que correr la carrera que nos toca, sin retirarnos, quitándonos de todo lo que nos estorba y del pecado que nos ata, contemplando a Cristo, que, renunciando al gozo inmediato, soportó la cruz y la oposición de los pecadores (cf. 2ª. lect.).  Perdamos el miedo a vivir y manifestar la fe por las críticas o persecuciones que ello pueda suponer.  Acudamos al Señor en medio de las dificultades, ya que Él cuida de nosotros y es nuestro auxilio y nuestra liberación (cf. 1ª. lect. y sal. resp.).

- Jeremías 38,4-6.8-10: Me has engendrado para pleitear para todo el país.

- Salmo 39: R./ Señor, date prisa en socorrerme.

- Hebreos 12,1-4: Corramos con perseverancia en la carrera que nos toca.

Del Evangelio de san Lucas 12,49-53.
“No he venido a traer paz, sino división”.

Dijo Jesús a sus discípulos: -“He venido a prender fuego en el mundo, ¡y ojalá estuviera ya ardiendo!  Tengo que pasar por un bautismo, ¡y qué angustia hasta que se cumpla!  ¿Pensáis que he venido a traer al mundo paz?  No, sino división.  En adelante, una familia de cinco estará dividida: tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra.

COMENTARIO

El Evangelio nos manifiesta las dificultades, divisiones y enfrentamientos que se producen a causa de la fe en Jesucristo.  En aquel entonces como en el día de hoy, ese enfrentamiento, latente o abierto existe.  Todos deben tomar partido ante Jesús.  No cabe neutralidad.  Seguir a Jesús requiere una opción personal consciente y responsable.  Y ese seguimiento entraña una guerra permanente con los criterios del mundo que nos rodea.

ORACIÓN

Que tu reino Señor, se propague en nuestro mundo, que le dé tu luz, para que guíe hacia Ti a todos los hombres-mujeres; que establezca en nuestro modo de obrar la ley suprema del amor que implante en todas las naciones un reino de justicia.  Pero sabemos Señor que ante tu reino tenemos que decidirnos, tenemos que optar.  Ayúdanos a optar por la justicia aunque esta opción nos traiga violencia; ayúdanos a optar por el respeto, aunque esta opción nos traiga división.  Ayúdanos Señor a optar por tu reino.


LA ASUNCIÓN DE LA VIRGEN MARÍA
Lunes de la 20ª Semana T. Ordinario
15 de agosto de 2022.

Solemnidad de la Asunción de la Bienaventurada Virgen María, Madre de nuestro Dios y Señor Jesucristo, que, consumado el curso de su vida en la tierra, fue elevada en cuerpo y alma a la gloria de los cielos.  Esta verdad de fe, recibida de la tradición de la Iglesia, fue definida solemnemente por el papa Pío XII en 1950 (elog. del Martirologio Romano).

Celebramos hoy que la Virgen María, una vez que murió, no conoció la corrupción del sepulcro, sino que fue llevada en cuerpo y alma al cielo, donde está ya para siempre intercediendo por nosotros.  Así, ha sido la primera en vivir la resurrección de los muertos, la que concibió en su seno al autor de la vida, Jesucristo nuestro Señor (cf. Pf.).  En la Asunción a los cielos alcanzan su plenitud las palabras de María en el Magníficat: «El Señor ha hecho obras grandes por mí: enaltece a los humildes» (Ev.).  Ella es figura y primicia de la Iglesia que un día será glorificada.  Y al contemplarla ya en el cielo nos animamos en nuestro peregrinar y crece nuestra esperanza de llegar a la gloria de la resurrección (cf. Pf. y orac. después de la comunión).


-
Apocalipsis 11,19a;12,1-6a.10ab. Una mujer vestida del sol, y la luna bajo sus pies.

- Salmo 44. R/. De pie a tu derecha está la reina, enjoyada con oro de Ofir.

- 1ª Corintios 15,20-27a. Primero Cristo, como primicia; después todos los que son de Cristo.

Del Evangelio de san Lucas 1,39-56.
“El Poderoso ha hecho obras grandes en mí; enaltece a los humildes”.

María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.  En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó de alegría la criatura en su vientre.  Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: -“¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!.  Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá”.  María dijo: -“Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava”.

COMENTARIO

La Virgen nos invita hoy a participar en su cántico de agradecimiento a Dios, que la ha salvado, porque ha mirado la humillación de su esclava.  Ella, desde arriba: Nos ayuda, anima, nos da fuerza y seguridad.  Ella no habla sólo de la mirada de Dios sobre la humillación de su esclava, sino de enaltecer a los humildes.  No debemos imaginar un cielo que nada tenga que ver con la tierra.  Tampoco una tierra que nada tenga que ver con el cielo.  Hemos de tomar en serio las cosas de la tierra y del cielo.  Las de la tierra, porque si no, no se hubiera encarnado Cristo.  Las del cielo, porque no podemos olvidar a dónde nos dirigimos.

ORACIÓN

Dijo María: Ahora me doy cuenta lo grande que es Dios.  Y dirán que soy la más feliz del mundo.  A todos los que se encuentren conmigo les diré que lo que ha hecho en mí es algo impresionante.  Él, que es santo y poderoso.  Él nos ama.  Se ha metido en esta historia, ha hecho cosas maravillosas.  A los que creían valer algo les ha desbaratado todos sus planes; a los seguros, a los satisfechos les ha dejado totalmente desorientados; a los poderosos los ha bajado de sus tronos, a los humildes les ha puesto en el camino de la vida y la felicidad; a los ricos, de corazón satisfecho les hace comprender que por dentro están vacíos porque las cosas de este mundo no les hacen felices.  Él ha llevado a su pueblo de la mano y nunca se olvida de su amor porque cumple lo que promete.


Martes de la 20ª Semana T. Ordinario.
San Esteban de Hungría, rey.
16 de agosto de 2022.

Del Evangelio de san Mateo 19,23-30.

“Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja,
que a un rico entrar en el reino de Dios”.

Dijo Jesús a sus discípulos: -"Os aseguro que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos.  Lo repito: Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios".  Al oírlo, los discípulos dijeron espantados: -"Entonces, ¿quién puede salvarse?".  Jesús se les quedó mirando y les dijo: -"Para los hombres es imposible; pero Dios lo puede todo".

 

COMENTARIO

Jesús manifiesta que el Reino “no se gana” como se gana el dinero, sino que se “recibe” por el amor gratuito de Dios.  Por eso también los ricos pueden entrar en el Reino si no están apegados a la riqueza.  Al que lo deja todo y le sigue a Jesús; ¿qué le va a tocar?  Escúchalo de labios de Jesús: El que por mí deja casa, hermanos o hermanas, padre o madre, mujer, hijos o tierras, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna.

 

ORACIÓN

Tu Señor rechazaste el poder de las riquezas y proclamaste dichosos a los pobres que te siguen.  Vuelve a nosotros tu mirada porque son muchos los bienes que nos impiden seguirte.  No dejes que el dinero nos esclavice, ni permitas que se pegue nuestro corazón a los bienes de este mundo.  Que por Ti y por el Evangelio seamos capaces de dejar casa y hermanos bienes y sentimientos para alcanzar la salvación y la vida eterna.  Gracias Señor por regalarnos cien veces más de lo que por Ti dejamos y por darnos la vida eterna.


Miércoles de la 20ª Semana T. Ordinario.
San Eusebio, papa y confesor.
17 de agosto de 2022.

Del Evangelio de san Mateo 20,1-16a.
¿Vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?”.

-“El Reino de los cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña.  Se ajustó con ellos en un denario por jornada, y los mandó a la viña.  Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo y les dijo: ‘Id también vosotros a mi viña y os pagaré lo debido’.  Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde; al caer la tarde e hizo lo mismo.  Cuando oscureció, el dueño dijo al capataz: ‘Llama a los jornaleros y págales el jornal’.  Vinieron los del atardecer y recibieron un denario cada uno.  Cuando llegaron los primeros, pensaban que recibirían más, pero recibieron un denario cada uno”.

COMENTARIO

Las distintas horas de la llamada están en función de proclamar la bondad gratuita de Dios, que supera la justicia humana.  Quizás nosotros hubiéramos hecho como los trabajadores contratados a primera hora: Protestar contra el amo.  Pero escucha la réplica del señor: “Amigo, no te hago ninguna injusticia.  ¿No nos ajustamos en un denario?  Toma lo tuyo y vete.  Quiero darle a este último igual que a ti.  ¿Es que no tengo libertad para hacer lo quiera en mis asuntos?  ¿O vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?”.  Así, los últimos serán los primeros, y los primeros, los últimos.

ORACIÓN

No salgo de mi asombro, Jesús mío, viendo tu justicia, ante la que a veces yo también quisiera protestar, porque me parece que tengo más derechos que otros… porque siempre estuve trabajando en tu viña, porque me entregué generosamente a tu servicio.  Hazme comprender Señor, que ante un Padre no hay derechos, sino colaboración para el bien de la familia.  Comprender que Tú nos das con bondad gratuita con misericordia desmedida.  Hazme comprender Señor que no puedo juzgar las cosas del Reino con mis categorías humanas.


Jueves de la 20ª Semana T. Ordinario.
Santa Elena, reina.
18 de agosto de 2022.

Del Evangelio de san Mateo 22,1-14.
“A todos los que encontréis, convidadlos a la boda”.

Jesús habló en parábolas diciendo: -"El reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo.  Mandó criados para que avisaran a los convidados a la boda, pero no quisieron ir.  Los convidados no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios; los demás les echaron mano a los criados y los maltrataron hasta matarlos.  El rey montó en cólera, luego dijo a sus criados: "La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían.  Id ahora a los cruces de los caminos, y a todos los que encontréis, convidadlos a la boda".  Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos.

COMENTARIO

Jesús siempre nos habla de que el Reino es gozo y alegría.  Es una continua fiesta para quien lo quiere recibir.  "Quien rechaza su invitación, no se sentará a su mesa como amigo".  El hombre "sin el vestido de conversión, sin el deseo de aceptar lo que significa sentarse a la mesa del Señor, sin poner de su parte lo mínimo que se exige para la fiesta", no es digno de estar en el banquete que se le ofrece de modo tan gratuito.  Hay que ir revistiéndose de la misma vida de Cristo; es el vestido apropiado para disfrutar del banquete en el Reino.

ORACIÓN

Bendito seas Padre por invitarnos al banquete en el que tu Hijo se nos regala como alimento.  Concédenos ir revestidos de la dignidad de cristianos; de las actitudes y los gestos de Jesús; de su dulzura y bondad, de su actitud de servicio y de su misericordia.  Haz que ya desde ahora buenos y malos aceptemos tu invitación y los afanes de la vida no nos apartan de la fiesta del banquete eterno.  Haz Señor que un día podamos sentarnos en la mesa eterna de tu reino.


Viernes de la 20ª Semana T. Ordinario.
San Juan Eudes, presbítero y fundador.

19 de agosto de 2022.

Del Evangelio de san Mateo 22,34-40.
“Amarás al Señor, tu Dios, y a tu prójimo como a ti mismo”.

Los fariseos, al oír que había hecho callar a los saduceos, se acercaron a Jesús, y uno de ellos le preguntó para ponerlo a prueba: -“Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?”.  Él le dijo: -“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser.  Este mandamiento es el principal y primero.  El segundo es semejante a él: ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo’.  Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los Profetas”.

COMENTARIO

Jesús define el amor a Dios y al hermano/a como el centro y esencia de la ley de Dios.  La unidad del precepto de amar a Dios y al hermano/a es indisoluble, afirma Cristo; más todavía, ahí se resume la ley entera y los profetas, es decir, toda la Escritura.  Pero el amor a Dios y al prójimo tiene que ser sin reservas; por eso enfatiza: Con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser.  Hoy recibe esta invitación que Cristo te hace a vivir en el amor; pero no te olvides de mirar ¿cómo amas?.

ORACIÓN

Dios Padre quiero tener las manos ofrecidas para el abrazo y el cuerpo dispuesto para la danza, por verte y amarte.  Señor, haznos sencillamente solidarios, gratuitos... los ojos abiertos, muy abiertos a los dolores de los hombres y mujeres, pero también muy abiertos a los gozos que se escuchan en cada casa y en cada persona.  Haznos personas dispuestas al amor en consuelo, la acogida, el perdón ofrecido, la mano tendida.  Que en el empeño del amor ponga todo mi corazón, toda mi alma, todo mi ser.  Amén.


Sábado de la 20ª Semana T. Ordinario.
San Bernardo de Claraval, abad y doctor de la Iglesia
20 de agosto de 2022.

Del Evangelio de san Mateo 23,1-12.
“Ellos dicen, pero no hacen.  No hacen lo que dicen”.

Jesús dijo: -“Haced y cumplid lo que os digan los letrados y fariseos; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen.  Ellos lían fardos insoportables y se los cargan a la gente, pero no están dispuestos a mover un dedo para empujar.  Todo lo que hacen es para que los vea la gente.  Vosotros, no os dejéis llamar maestro, porque uno solo es vuestro Maestro, y todos vosotros sois hermanos.  Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo.  No os dejéis llamar jefes, porque uno solo es vuestro Señor, Cristo.

COMENTARIO

Jesús no pone en tela de juicio la autoridad de los rabinos para explicar la ley mosaica.  No obstante, con absoluta libertad critica su hipocresía y abuso de autoridad.  Nos dice no viváis en la ley hipócrita del embudo: la parte ancha para mí y la estrecha para el otro.  Ni viváis una religiosidad de escaparate y de cara a la galería; no tengáis un protagonismo arrogante en el porte y atuendo.  Por el contrario en la comunidad: El primero entre vosotros será vuestro servidor.  El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.

ORACIÓN

Confieso Dios mío que solo Tú eres Padre, porque sólo Tú eres dueño y dador de vida.  Confieso que Cristo es el único maestro; porque solo Él nos enseña e ilumina el camino de la plenitud.  Quiero confesar con mis obras que todos los hombres-mujeres son mis hermanos/as.  Permanece a mi lado Señor; para que viva en la humildad y el servicio.  Perdóname mis infidelidades, robustéceme en mis debilidades, alégrame en mis trabajos, hazme generoso con mis hermanos/as, para que todo lo que hoy haga sea a tu mayor gloria. Amén.