1er Domingo de Adviento (3 diciembre)
En este mundo
donde la vida,
el ser humano,
el planeta
no es lo primero.
Dios hace una apuesta
«despojándose de su
condición divina» (Fil 2)
y se hace persona humana
en y con nosotros y nosotras,
hecho uno de tantos,
hecho historia concreta.
Este Dios con 33 años
de carpintero,
predicador, sanador;
con 33 años de Dios
transitando sin privilegios
los caminos polvorientos de Galilea,
para decirnos, con obras y palabras,
que otro mundo es posible
¿puede fracasar
porque se arriesgó
a poner en
nuestras manos
sus sueños?
Del evangelio según
san Marcos 13,33-37:
«Velen, pues no saben
cuándo vendrá
el dueño de la casa».
Nos
preparamos para orar,
para conectar con el Dios de la Vida
y que la súplica nos salga
del fondo de nuestra alma.
¿Con qué estado de ánimo entro
en este tiempo de adviento?
¿Qué emoción me invade?
¿Tengo alguna petición muy concreta
que quiero/queremos hacer al Señor?
En estos
días
pongámonos las gafas
de «estar pendientes»,
mirar como Jesús,
la mirada compasiva
a la realidad.
Cuando llegue la noche
podemos poner
en manos del
Padre/Madre Dios
nombres y rostros.
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TIEMPO DE ADVIENTO (Ciclo
‘B’)
1ª Semana de Adviento
Del 03 al 09 de diciembre de 2023.
Domingo, 1ª Semana
de Adviento.
San Francisco Javier, confesor,
misionero,
sacerdote y religioso
03 de diciembre de 2023.
Primer
domingo del Adviento de nuestro Señor Jesucristo; en este tiempo se recuerda la
primera venida del Hijo de Dios a los hombres y se espera, a la vez, su segunda
venida al final de los tiempos
(elog. del Martirologio Romano).
- Isaías 63,16c-17.19c; 64,2b-7. ¡Ojalá rasgases el cielo y descendieses!
- Salmo 79. R/. Oh, Dios, restáuranos, que brille tu rostro
y nos salve.
- 1ª Corintios 1,3-9. Aguardamos la manifestación de nuestro
Señor Jesucristo.
En el tiempo de Adviento nos preparamos para salir al encuentro
del Señor, que vino, que viene y que vendrá al fin de los tiempos. Es un tiempo de alegría y esperanza. En este primer domingo se nos llama a
reflexionar sobre la necesidad que tenemos de que Dios nos salve y a pedirle
que venga y nos llene de su gracia: «¡Ojalá rasgases el cielo y descendieses!»
(1 lect.). San Pablo nos recuerda que
forma parte del ser cristiano el vivir «aguardando la manifestación de nuestro
Señor Jesucristo» (2 lect.), de la que no sabemos ni el día ni la hora. Por ello hemos de velar en la oración, sin
dormirnos (Ev.).
Del Evangelio según
san Marcos 13,33-37.
“Velad,
pues no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa”.
Dijo Jesús: —«Mirad, vigilad: Pues no sabéis cuándo es el momento. Velad, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa, si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer; no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormidos. Lo que os digo a vosotros lo digo a todos: ¡Velad!».
COMENTARIO
¡Estad en vela! Frente a lo que acontece en nuestro mundo y sociedad, no podemos ni dormirnos ni desentendernos. No podemos dormirnos ante lo que Dios está haciendo. Hay que estar alerta. No podemos delegar en nadie el encargo de vigilar y trabajar. La Iglesia nos recuerda: -Que con el Adviento iniciamos una etapa y una oportunidad nueva de salvación. -Que Cristo sigue viniendo en la historia. -Que para descubrirlo es preciso tener el oído fino, los ojos limpios y abiertos, el corazón expectante y comprometerse en el presente con lucidez, puesta la mirada en Él.
ORACIÓN
Despiértame, Señor, para que me dé cuenta que tu ternura y tu misericordia son eternas. Despiértame, Señor, para que descubra que eres rico en bondad y es más grande que el cielo tu amor por mí. Despiértame Señor y ven a salvarme. Para que a pesar del pecado siga esperando en Ti, a pesar de mi egoísmo llegue a compartir tu vida, a pesar del sufrimiento yo pueda sonreír. Despiértame Señor para que vea que Tú vienes a mi vida. Despiértame Señor para que vea que Tú vienes a mi vida.
Lunes 1ª Semana de
Adviento.
SAN JUAN DAMASCENO, presbítero y doctor de la
Iglesia
04 de diciembre de 2023.
Del Evangelio de san
Mateo 8,5-11.
“Vendrán muchos de
oriente y occidente al reino de los cielos”.
Al entrar Jesús en Cafarnaún, un centurión se le acercó
rogándole: -"Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y
sufre mucho". Jesús le contestó:
-"Voy yo a curarlo". Pero el
centurión le replicó: -"Señor, no soy quién para que entres bajo mi
techo. Basta que lo digas de palabra, y
mi criado quedará sano". Al oírlo,
Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían: -"Os aseguro que en
Israel no he encontrado en nadie tanta fe".
COMENTARIO
El profeta Isaías nos ofrece un mensaje de esperanza. El encuentro del pueblo con su Dios no puede
realizarse sin la conversión del pueblo y el perdón de sus pecados. Esa misión la realizará “el ungido”, el
“Mesías”, que implantará la justicia y el derecho, condición indispensable para
alcanzar un futuro pacífico, abierto a la esperanza. Esta promesa del profeta se cumple en Jesús
que trae la salud y la paz para quien cree y confía en Él. El centurión romano se acerca con sencillez a
Jesús pidiendo la salud para su sirviente.
Y no sólo recibió lo que pedía para otro, sino que recibió el ser
aceptado en el Reino de Dios que no hace distinción de razas ni de categorías
sociales. Rogamos al Señor que venga, a
pesar de nuestra pobreza cristiana, y nos ayude a ser constructores de ese
Reino.
ORACIÓN
Ven Señor a mi cuerpo y a mis sentidos; que te descubran mis ojos, que te oigan mis oídos, que te sientan mis manos, que te perciba mi mirada, que te pronuncien mis labios. Pero sobre todo Señor que te reciba en la fe. No soy digno de que vengas, pero, ven Señor, te necesito. Ven a mi familia, a mi techo, a mi hogar, ven a mi trabajo, a mi descanso, ven y sáname, ven y sálvame Señor. Ven Señor Jesús. Señor cuando vengas que te reciba en la fe. Repite con fe: Ven Señor Jesús.
Martes,1ª Semana de
Adviento.
Sabas el Santificado o San Sabas de
Capadocia
fue un sacerdote de Anatolia.
05 de diciembre de 2023.
Del Evangelio de san Lucas 10,21-24.
“Que en sus días
florezca la justicia y la paz abunde eternamente”.
En aquel tiempo, lleno de la alegría del
Espíritu Santo, exclamó Jesús: -“Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la
tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y a los entendidos, y las
has revelado a la gente sencilla. Sí,
Padre, porque así te ha parecido bien.
Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce quién es el Hijo, sino
el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo
quiere revelar”.
COMENTARIO
El Mesías poseído por el Espíritu del Señor
iniciará una era de justicia y de paz.
El esperado Mesías inaugurará un orden nuevo en el que se garantizará la
justicia para los pobres, el derecho para todos los hombres-mujeres y la paz y
reconciliación. Los que parecen enemigos
naturales, vivirán amistosamente. Es un
reino para “los sencillos, para los pobres, para los humildes, para los que
buscan a Dios como base de su vida. Vive
este Adviento con sencillez de corazón y conocerás los secretos del Reino de
Dios.
ORACIÓN
Señor, abre mis oídos a tu Palabra. Señor, despierta mi corazón a la esperanza. Tú vienes, vienes siempre a mi encuentro. Tú vienes siempre con amor. Haz que me ponga en camino para recibirte. Te abriré la puerta de mi vida. Nos daremos el abrazo entrañable. Y al oír los pasos de tantos caminantes del mundo, me sentiré hermano de todos y compartiré con ellos mi paz y mi esperanza. Amen.
Miércoles,1ª Semana de
Adviento.
San Nicolás de Bari, obispo.
06 de diciembre de 2023.
Del Evangelio de san Mateo 15,29-37.
“Jesús cura a muchos y multiplica los
panes”.
Acudió a Jesús mucha gente llevando
tullidos, ciegos, lisiados, sordomudos y muchos otros; los echaban a sus pies,
y Él los curaba. Jesús dijo a sus
discípulos: —«Me da lástima de la gente, porque llevan ya tres días conmigo y
no tienen qué comer. Y no quiero
despedirlos en ayunas, no sea que se desmayen en el camino». Y les preguntó: —«¿Cuántos panes tenéis?». Ellos contestaron: —«Siete y unos pocos
peces». Él mandó que la gente se sentara
en el suelo. Tomó los siete panes y los
peces, dijo la acción de gracias, los partió y los fue dando a los discípulos,
y los discípulos a la gente. Comieron
todos hasta saciarse y recogieron las sobras: Siete cestas llenas.
COMENTARIO
Dios viene para los pobres. Pero es necesario reconocer nuestra pobreza
para que el Señor pueda saciamos con sus bienes. Confiemos en que Dios quiere actuar en
nosotros este Adviento y tiene poder para curar nuestras enfermedades y
convertir nuestro corazón. Venid, el
banquete está preparado, dice Jesús. Un
Adviento para que, aceptando la invitación del Señor, quede saciada nuestra
pobreza. Digámosle con sinceridad: ¡Ven,
Señor Jesús!
ORACIÓN
Señor, Tú eres mi alimento, eres la fuerza por la que me darás la gracia de sentirme curado. Bendito seas, Señor, por Jesucristo tu Hijo. Él multiplicó el pan para los pobres, se hizo Pan triturado y roto. Haz que este Pan nos haga disponibles, atentos y sensibles a las necesidades y las hambres. Haz que nos nutramos con la vida ofrecida por tu Hijo, que no descansemos hasta conseguir una distribución más justa de las riquezas de la tierra. Ven Señor a alimentarnos a curarnos desde dentro, ven a salvarnos Señor. Amén.
Jueves 1ª Semana de Adviento.
SAN AMBROSIO, obispo y doctor de la Iglesia
07 de diciembre de 2023.
Del
Evangelio de san Mateo 7,21.24-27.
“El que hace la
voluntad del Padre entrará en el reino de los cielos”.
Dijo
Jesús a sus discípulos: -“El que escucha estas palabras mías y las pone en
práctica se parece a aquel hombre prudente que edificó su casa sobre roca. Cayó la lluvia, se salieron los ríos, soplaron
los vientos y descargaron contra la casa; pero no se hundió, porque estaba
cimentada sobre roca. El que escucha
estas palabras mías y no las pone en práctica, se parece a aquel hombre necio
que edificó su casa sobre arena. Cayó la
lluvia, se salieron los ríos, soplaron los vientos y se hundió totalmente.
COMENTARIO
Jesús
dice palabras de vida que hay que escuchar y cumplir, por eso afirma: No todo
el que me dice "Señor, Señor" entrará en el reino de los cielos, sino
el que cumple la voluntad de mi Padre. El
hombre-mujer, la sociedad, que se funda en la Palabra de Jesús no perecerá
nunca porque está basada en valores firmes e imperecederos. Jesús es la roca perpetua. Y por la fe en Cristo-Jesús nos hacemos firmes
e invencibles, a pesar de los vientos contrarios que soplen sobre nuestras
vidas. Es preciso acoger la Palabra de
Jesús con fe y practicarla con decisión y alegría.
ORACIÓN
Tú construyes sólidamente la paz Señor, para quienes confían en Ti. Te pedimos por los responsables de la paz entre los pueblos, para que construyan el futuro sobre la roca de la justicia; por los que poseen los bienes de este mundo, para que abran a todos las puertas del bienestar; por los cristianos que invocan tu nombre, para que traduzcan su fe en actos de amor y de solidaridad con los más pobres. Señor quiero cimentar mi casa en Ti porque todo lo humano se derrumba. Quiero construir sobre la esperanza de tu amor sobre la roca de tu corazón. Señor, quiero construir sobre la esperanza de tu amor, sobre la roca de tu corazón.
LA INMACULADA CONCEPCIÓN,
patrona de España,
Viernes, 1ª
Semana de Adviento.
08 de diciembre de 2023.
Solemnidad de la Inmaculada Concepción de
la bienaventurada Virgen María, que, realmente llena de gracia y bendita entre
las mujeres en previsión del nacimiento y de la muerte salvífica del Hijo de
Dios, desde el mismo primer instante de su Concepción fue preservada de toda
culpa original, por singular privilegio de Dios. En este mismo día fue definida el año 1854
por el papa Pío IX como verdad dogmática recibida por antigua tradición (elog.
del Martirologio Romano).
- Génesis 3,9-15.20. Pongo hostilidad entre tu descendencia y la
descendencia de la mujer.
- Salmo 97. R/. Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha
hecho maravillas.
- Efesios 1,3-6.11-12. Dios nos eligió en Cristo antes de la
fundación del mundo.
Celebramos hoy que la Virgen María fue
concebida sin pecado original para que así el Hijo de Dios, al hacerse hombre
en su seno, encontrara una digna morada.
Y fue preservada de todo pecado, en previsión de la muerte del Hijo
(Co). Ella es comienzo e imagen de la
Iglesia, la segunda Eva, esposa e imagen de Cristo, el nuevo Adán (Pf). En ella se cumple la profecía hecha a la
serpiente en el paraíso: la estirpe de Eva «te aplastará la cabeza cuando tú la
hieras en el talón» (1 Lect). Por todo
esto la saludamos como la llena de gracia, con quien está el Señor.
Del
Evangelio de san Lucas 1,26-38.
“Alégrate, llena de
gracia, el Señor está contigo”.
El
ángel Gabriel dijo a María: -"Alégrate, llena de gracia, el Señor está
contigo. No temas, porque has encontrado
gracia ante Dios. Concebirás en tu
vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús". Y María dijo al ángel: -"¿Cómo será eso,
pues no conozco a varón?". El ángel
le contestó: -"El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo
te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de
Dios". María contestó: -"Aquí
está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra".
COMENTARIO
María
era inmaculada desde el primer instante, no hubo en ella pecado, fue como un
enclave de luz en este mundo... El
Evangelio lo dijo más sencillamente: -"Llena de gracia". Sólo a Dios pudo ocurrírsele llamar a María,
llena de gracia. Sólo a Dios que ve
hondo y ama tanto. Proclamemos todos la
grandeza del Señor. El poderoso ha hecho
obras grandes en ella. María nos supera, es grande, paraíso, bien sin mal,
memoria de Dios, maravilla absoluta. Para
vivir esta fiesta hoy reza: "Dios te salve María…"
ORACIÓN
Virgen María en pecado no caíste como los otros cayeron, que siempre la mano os dieron con que preservada fuiste. Y yo cien mil veces caído os suplico que me deis la vuestra, y me levantéis, porque no quede perdido. Y por vuestra concepción que fueren tan gran pureza, conserva en mí la limpieza del alma y del corazón, para que de esta manera suba con vos a gozar del que sólo puede dar vida y gloria verdadera. Amen. Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo.
Sábado
1ª Semana de Adviento.
SAN JUAN DIEGO CUAUHTLATOATZIN.
09 de diciembre de 2023.
Del
Evangelio de san Mateo 9,35-10,1.5a.6-8.
“Al
ver a las muchedumbres, se compadecía de ellas”.
Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, anunciando el Evangelio del reino y curando todas las enfermedades y todas las dolencias. Al ver a las gentes, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y abandonadas, como ovejas que no tienen pastor. Y llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad para expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y dolencia. Les decía: -“Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis”.
COMENTARIO
El Evangelio nos muestra a Dios, en Jesús, abierto a las necesidades de salvación de los hombres. Dios sabe que necesitamos salvación. Pero Dios ha querido necesitar manos de hombres y mujeres para hacer su obra de salvación, para hacerse presente, para poner en marcha los signos del reino... En esta tarea no nos deja solos, nos da GRATIS su autoridad para curar y expulsar espíritus inmundos. Tomemos conciencia de la gratuidad de la salvación y preguntémonos: ¿Qué damos gratis en nuestra vida ahora? Prepara los caminos del Señor para recibir y anunciar gratis la salvación.
ORACIÓN
Que allanemos los senderos intransitables de nuestra convivencia. Que rebajemos las cimas de nuestra soberbia y nuestro orgullo. Que enderecemos las torceduras y los entuertos de nuestra conducta; para recibir gratis al Salvador y gratis anunciar la salvación. Que elevemos los valles de nuestras depresiones y pesimismos. Que igualemos las desigualdades injustas de nuestra vida social. Sólo así podrá llegar Jesús, y todos veremos tu Salvación. Que así sea.
LECTURA DE LA PALABRA
EN CLIMA DE ORACIÓN
1.
Hago silencio, exterior e interior.
Estoy
en la presencia del Señor:
Contemplo a Dios que me quiere, me acoge, me escucha, me habla.
2.
Petición:
«Humildemente te pido, a ti, Señor, que eres la luz verdadera y la fuente misma de toda luz, que, meditando fielmente tu Palabra, viva siempre en tu claridad. Por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor».
3.
Palabra de Dios:
Leo tranquila y detenidamente el texto evangélico para hoy, en comunión con toda la Iglesia. Me fijo bien en todos los detalles.
4.
Ante la Palabra
leída:
Ø ¿Qué dice este texto? (Lectura honda: circunstancias, actitudes…).
Ø ¿Qué me dice a mí personalmente? (Meditación).
Ø Desde esto, ¿qué te digo yo ahora, Señor? (Oración).
Ø ¡Quiero identificarme contigo, Señor!. ¿Qué hacer?.
(Contemplación, iluminación de mi vida concreta).
5.
Oración:
Hay una oración-reflexión propia de cada día, como inicio de respuesta
al texto evangélico. Al final puede
añadirse la siguiente:
«Gracias, Señor, por tu presencia y tu cercanía en este rato de
oración; y por la luz y la fuerza que me has dado. Ayúdame a vivir según tu voluntad y sirviendo
siempre a mis hermanos/as. Por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor».