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UNA MIRADA CRISTIANA DEL TRABAJO HUMANO Y EL BIEN COMÚN
¡ACOGE, ABRAZA, CUIDA, ACOMPAÑA...!
LA VIDA DEL MUNDO OBRERO Y DE LOS POBRES,
CON MISERICORDIA Y COMPASIÓN.


¡Bienvenido/bienvenida! al "blog" de la HOAC diocesana de Cádiz y Ceuta.


jueves, 20 de julio de 2023

ORAR EN EL MUNDO OBRERO «XVI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO» (23 DE JULIO DE 2023)
CICLO “A”


16º Domingo del Tiempo Ordinario (23 julio)

20 JULIO 2023 | POR 

Queridas hermanas y hermanos:

El Reino de Dios
se hace presente en la historia,
pero que haya comenzado,
que ya esté aquí,
que crezca entre nosotros
no significa que
el mal y la injusticia
ya se hayan erradicado
por completo.

Al contrario, nuestro mundo
-incluso con la presencia
naciente del Reino-
es una mezcla de bien y mal,
de justicia e injusticia,
de opresión y de vida digna…
y por ello una tarea sin concluir,
que Dios pone en nuestras manos.

¡Hasta mañana en el altar! y buena semana.

Fernando Carlos Díaz Abajo
Consiliario General HOAC, y

M.ª Ángeles Bayo Valderrama
Responsable de Organización
y Vida comunitaria.



Del evangelio según
san Mateo 13,24-43.


«Al recoger la cizaña
podéis arrancar también el trigo».

La tentación puede ser
la de querer arrancar ahora, y ya,
la cizaña populista,
la cizaña del capitalismo
que descarta a las personas,
la cizaña de la indiferencia y
el individualismo insolidario,
la que va contra el bien común.

La tentación puede ser
la de instaurar dictaduras
que nos salven.

Y la propuesta desconcertante
del Evangelio no es esa,
sino dejar que continúen
hasta el tiempo de la siega.

Porque entonces es cuando
puede diferenciarse
de verdad entre trigo y cizaña.

Lo nuestro no es tanto
arrancar la cizaña
cómo cuidar el trigo.

¿Cómo acojo el Reino
que, en medio del mal,
va naciendo como
semilla de mostaza,
como levadura,
en lo pequeño
de nuestra vida?

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«ORAR CON LA IGLESIA»

16ª Semana del Tiempo Ordinario (Ciclo ‘A’)
Del 23 al 29 de julio de 2023.


Domingo 16º del Tiempo Ordinario.
Santa Brígida de Suecia, fundadora.

23 de julio de 2023.

La primera lectura y el Evangelio de hoy —con la parábola de la cizaña— son una llamada de atención sobre la tentación de meternos a jueces de los demás, excluyéndolos del reino de los cielos.  Nos olvidamos de que Dios en el pecado da lugar al arrepentimiento.  Solo cuando vuelva el Señor al fin de los tiempos quedará claro quiénes son el trigo y quiénes la cizaña, y será Él el que lo juzgará.  Mientras, pidamos que nos conceda abandonar el pecado y pasar a una vida nueva, (De) sabiendo que Dios es clemente y misericordioso (Sal resp) y que el Espíritu acude en ayuda de nuestra debilidad e intercede por nosotros con gemidos inefables (2 Lect).

- Sabiduría 12,13.16-19: En el pecado das lugar al arrepentimiento.

- Salmo 85: R./ Tú, Señor, eres bueno y clemente.

- Romanos 8,26-27: El Espíritu intercede por nosotros con gemidos inefables.

Del Evangelio de san Mateo 13,24-43.
“Dejadlos crecer juntos hasta la siega”.

Jesús propuso otra parábola a la gente: -"El reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero, mientras la gente dormía, su enemigo fue y sembró cizaña en medio del trigo y se marchó.  Cuando empezaba a verdear y se formaba la espiga apareció también la cizaña.  Entonces fueron los criados a decirle al amo: ‘Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo?  ¿De dónde sale la cizaña?’.  Él les dijo: ‘Un enemigo lo ha hecho’.  Los criados le preguntaron: ‘¿Quieres que vayamos a arrancarla?’.  Pero él les respondió: ‘No, que, al arrancar la cizaña, podríais arrancar también el trigo.  Dejadlos crecer juntos hasta la siega y, cuando llegue la siega, diré a los segadores: Arrancad primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo almacenadlo en mi granero’".

COMENTARIO

La eficacia en la proclamación del Reino no está en arrancar la mala hierba sino en dejar que la fuerza de la semilla buena produzca su fruto.  Para ello, el trabajador, el apóstol, el cristiano, tiene que sembrar esa semilla, cuidarla, atenderla con esmero y, su propia fuerza producirá la cosecha.  Hay que dejar en manos de Dios el discernimiento entre trigo y cizaña, pues nosotros llegaríamos a equivocarnos.  El poder misericordioso hará, incluso, que la cizaña se convierta en buen trigo.  Nunca es tarde para la conversión.

ORACIÓN

Enséñanos Señor a convivir con los que nos parecen malos sin querer arrancarlos de nuestras vidas.  Que en lugar de arrancarlos los vayamos transformando con nuestro ejemplo, con nuestra bondad, con nuestra comprensión.  Que sepamos tener paciencia para el bien sin convertirnos en jueces.  Enséñanos Señor a convivir con nuestras cosas buenas y malas.  Que descubra que en mi corazón hay trigo pero también cizaña y que sepa cultivar todo el bien y transformar lo negativo.  Gracias Señor por todo lo bueno que ha sembrado en nuestros corazones.


Lunes de la 16ª Semana T. Ordinario.
San Sarbelio Makhluf, presbítero y eremita.
Santa Cristina, virgen y mártir.
24 de julio de 2023.

Del Evangelio de san Mateo 12,38-42.

“Cuando juzguen a esta generación, la reina del Sur se levantará”.

Algunos escribas y fariseos dijeron a Jesús: -“Maestro, queremos ver un signo tuyo”.  Él les contestó: -“Esta generación perversa y adúltera exige un signo; pero no se le dará más signo que el de Jonás.  Tres días y tres noches estuvo Jonás en el vientre del cetáceo; pues tres días y tres noches estará el Hijo del hombre en el seno de la tierra.  Cuando juzguen a esta generación, los hombres de Nínive se alzarán y harán que la condenen, porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás”.

COMENTARIO

No hay milagro cuando falta fe.  Vemos en los evangelios que los milagros de Dios vienen a confirmar la fe.  Jesús mismo era el gran signo y sacramento de Dios, la gran señal de la presencia de su Reino; pero los jefes religiosos del pueblo judío lo rechazaron.  En cambio, lo aceptaron los no judíos.  El día del juicio los que creyeron serán testigos de cargo contra los que no creyeron, porque no se convirtieron oyendo la palabra de Cristo y viendo su persona y su vida.  Nosotros, escuchando la Palabra de Jesús ¿nos convertimos?.

ORACIÓN

Dios, Padre de infinita bondad, con el corazón apesadumbrado, acudimos a Ti.  Escucha nuestra oración, ten misericordia de nuestro pueblo, atiende las súplicas de quienes te invocan con el deseo de volver a Ti.  Fortalece nuestra fe, llénanos de tu gracia y de tu paz.  Haz que escuchando cada día las Palabras del Evangelio volvamos al camino de la justicia; y viendo la muerte y resurrección de Cristo demos crédito a las obras de tu amor.  Te lo pedimos Padre por Jesucristo nuestro Señor.  Amén.


Santiago el Mayor, Apóstol, Patrono de España.
Martes de la 16ª Semana T. Ordinario.
25 de julio de 2023.

Solemnidad del apóstol Santiago, hijo del Zebedeo y hermano de san Juan Evangelista, que con Pedro y Juan fue testigo de la transfiguración y de la agonía del Señor.  Decapitado poco antes de la fiesta de Pascua por Herodes Agripa, fue el primero de los apóstoles que recibió la corona del martirio. (elog. del Martirologio Romano).

El apóstol Santiago fue el primero que sufrió el martirio cuando por orden de Herodes fue degollado en Jerusalén (1 Lect).  Se cumplió así en él la promesa de Jesús: «Mi cáliz lo beberéis» (Ev).  Esto se extiende a todos los que, como cristianos, viven y anuncian el Evangelio: «Mientras vivimos, continuamente nos están entregando a la muerte por causa de Jesús» (2 Lect).  Trasladados sus restos a Galicia, Santiago es patrono de España y por eso pedimos hoy al Señor que por su intercesión siga protegiéndonos siempre (De).


-
Hechos 4,33; 5,12.27-33; 12,2. El rey Herodes hizo pasar a cuchillo a Santiago.

- Salmo 66. R/. Oh, Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben.

- 2ª Corintios 4,7-15. Llevamos siempre y en todas partes en el cuerpo la muerte de Jesús.

Del Evangelio de san Mateo 20,20-28.
“Mi cáliz lo beberéis”.

Se acercó a Jesús la madre de los Zebedeos para hacerle una petición.  –“Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda”.  Replicó Jesús: -“¿Sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber?”.  Contestaron: -“Lo somos”.  Él les dijo: -“Mi cáliz lo beberéis; pero el puesto a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre”.  Los otros diez, se indignaron.  Pero Jesús, reuniéndolos, les dijo: -“El que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor”.

COMENTARIO

El cristiano debe saber que sólo hay un camino para ser grande al estilo de Jesús es el camino del servicio desinteresado a los demás.  Se ha querido hacer de Santiago, el discípulo invitado por Jesús al servicio y al martirio, una especie de guerrero mitológico y poderoso, encargado de salvar la patria y luchar contra sus enemigos.  Debemos ir purificando nuestra religión de todo lo que la falsea y distorsiona convirtiendo nuestro cristianismo en caricatura del Evangelio.  La comunidad cristiana llamada a ser comunidad de perdón, de fraternidad, de apertura y servicio a todos, puede degenerar en formas que se alejan de lo que debe ser una comunidad creyente.  En la comunidad cristiana no hay jerarquía de mando ni puestos de honor.  Sólo le cabe al discípulo “beber la copa como Jesús”.

ORACIÓN

Señor Santiago enséñame que la vida es camino, tras las huellas de Cristo; la vida es saber beber su cáliz hasta llegar en peregrinación a la casa del Padre.  Que hoy comprenda que la fe es lucha, poner la vida en las manos de Dios.  Ábreme a la verdad que aprendiste del maestro.  Dame, testigo del Evangelio la fuerza de amar siempre la vida.  Contigo, Santiago apóstol quiero peregrinar por este mundo sabiendo que Cristo es hoy y siempre el camino, la verdad y la vida.  Contigo, Santiago apóstol quiero peregrinar por este mundo sabiendo que Cristo es hoy y siempre el camino, la verdad y la vida.


Miércoles de la 16ª Semana T. Ordinario.
San Joaquín y Santa Ana,
Padres de la Santísima Virgen María.
26 de julio de 2023.

Del Evangelio de san Mateo 13,1-9.
“Cayó en tierra buena y dio fruto”.

Jesús les habló en parábolas diciendo: -“Salió el sembrador a sembrar.  Al sembrar, un poco cayó al borde del camino; vinieron los pájaros y se lo comieron.  Otro poco cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra, y, como la tierra no era profunda, brotó de seguida; pero, en cuanto salió el sol, se abrasó y por falta de raíz se secó.  Otro poco cayó entre zarzas, que crecieron y lo ahogaron.  El resto cayó en tierra buena y dio grano: Unos, ciento; otros, sesenta; otros, treinta.  El que tenga oídos que oiga.

COMENTARIO

¿En qué espacios de tu corazón el Evangelio está dando fruto del ciento, el sesenta, el treinta por uno?.  ¿Qué cosas buenas de tu vida hacen que el Evangelio fructifique en ti?.  Jesús es optimista sobre el resultado de la predicación del Evangelio porque en la recolección final, la sementera del Reino tiene asegurada una espléndida cosecha, pues la productividad de la tierra buena: El ciento, el sesenta, y el treinta por uno, compensa más que holgadamente la yerma esterilidad del sendero, las piedras y los espinos.  Si aceptamos el reino de Dios, necesariamente debemos irradiar alegría, testimoniar esperanza y contagiar optimismo, como hizo Jesús.

ORACIÓN

Hijo: Nunca digas que no vales, que no puedes, que no tienes fuerzas; se valiente y humilde para reconocer las semillas de vida y Evangelio que yo ha sembrado en tu corazón.  Si en ti sembré alegría que tu alegría no falte en la fiesta de los pobres.  Si te hice reflexivo que tu reflexión no falte a la hora de medir los pasos para conseguir un mañana mejor.  Si te hice entendido aporta tu entendimiento para que la comunidad crezca.  Si te hice creyente que tu fe fructifique dando el ciento; el sesenta; o el treinta, pero no dejes estéril el don de Dios en ti.


Jueves de la 16ª Semana T. Ordinario.
San Pantaleón, mártir.
San Celestino I, papa.
27 de julio de 2027.

Del Evangelio de san Mateo 13,10-17.

“A vosotros se os ha concedido conocer
los secretos del reino de los cielos y a ellos no”.

Los discípulos le preguntaron a Jesús: -“¿Por qué les hablas en parábolas?”.  Él les contestó: -“A vosotros se os ha concedido conocer los secretos del reino de los cielos y a ellos no.  Les hablo en parábolas, porque miran sin ver y escuchan sin oír ni entender.  Así se cumplirá en ellos la profecía de Isaías: Oiréis con los oídos sin entender; miraréis con los ojos sin ver; porque está embotado el corazón de este pueblo, son duros de oído, han cerrado los ojos; para no ver con los ojos, ni oír con los oídos, ni entender con el corazón, ni convertirse para que yo les cure”.

COMENTARIO

Cristo asume la increencia de los judíos; es algo que está previsto en la Escritura: Es el rechazo al profeta que habla en nombre de Dios; es la obstinación voluntaria en la incredulidad.  De todo ello resulta que, mientras en unos la semilla del Reino es improductiva por respuesta nula o insuficiente, en otros produce mucho fruto: El treinta, el sesenta y el ciento por uno.  El verdadero discípulo de Cristo es un oyente que escucha, entiende, obedece y produce fruto con su obediencia.  Con un corazón abierto al Evangelio escucharás: ¡Dichosos vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos, porque oyen!.

ORACIÓN

Cuántas veces Señor te digo en la oración que me escuches; pero hoy me dices Tú: Escucha, pueblo mío, mi enseñanza, inclina el oído a las palabras de mi boca: ¡Ojalá escuchéis hoy mi voz: No endurezcáis el corazón!.  Quiero escucharte Señor, por eso dame un corazón abierto y sensible a tu palabra, unos oídos que sepan entender, unos ojos que no estén cerrados a la verdad.  Quiero entender tu palabra con el corazón, convertirme y vivir.  Ayúdame Señor.

Viernes de la 16ª Semana T. Ordinario.
Santos Nazario y Celso, mártires.
San Pedro Poveda, Presbítero.
28 de julio de 2023.

Del Evangelio de san Mateo 13,18-23.
“El que escucha la palabra y la entiende, ése dará fruto”.

Dijo Jesús: -“Si uno escucha la palabra del reino sin entenderla, viene el Maligno y roba lo sembrado en su corazón.  Esto significa lo sembrado al borde del camino.  Lo sembrado en terreno pedregoso significa el que la escucha y la acepta en seguida con alegría; pero no tiene raíces, es inconstante, y, en cuanto viene una dificultad o persecución por la palabra, sucumbe.  Lo sembrado entre zarzas significa el que escucha la palabra; pero los afanes de la vida y la seducción de las riquezas la ahogan y se queda estéril.  Lo sembrado en tierra buena significa el que escucha la palabra y la entiende; ése dará fruto y producirá ciento o sesenta o treinta por uno.

COMENTARIO

El mensaje del Evangelio de hoy es claro: "Quien acoge la Palabra de Dios y la cuida en sí mismo, dará mucho fruto".  ¿Dedicas tiempo a entender la palabra?  ¿Las dificultades de la vida, la poca constancia, arrancan de tu corazón la palabra de Dios?.  ¿Los afanes de la vida dejan que la Palabra quede estéril en tu vida?.  ¿Acoges y produces mucho fruto?.

ORACIÓN

Señor estoy envuelto en tantos ruidos que me cuesta escuchar tu palabra, que al menos hoy sepa guardar tu palabra en el corazón.  Señor, sacude las pobres raíces de mi corazón para que sea constante y no sucumba ante la dificultad.  Son tantas las prisas que tengo Señor... tantas las cosas que tengo que hacer, que al final ahogo tu palabra en la seducción de las riquezas; perdóname.  Que hoy, al menos hoy dedique tiempo a escuchar y comprender tu palabra para que mi vida fructifique en Evangelio.


Santas Marta, María y Lázaro.
Sábado de la 16ª Semana T. Ordinario.
29 de julio de 2023.

Del Evangelio de san Juan 11,19-27.
“Creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios”.

Cuando Marta supo que Jesús estaba llegando, salió a recibirle; pero María se quedó en la casa.  Marta dijo a Jesús: -“Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.  Pero aun ahora yo sé que Dios te dará cuanto le pidas”.  Jesús le contestó: -“Tu hermano volverá a vivir”.  Marta le dijo: -“Sí, sé que volverá a vivir cuando los muertos resuciten, en el día último”.  Jesús le dijo entonces: -“Yo soy la resurrección y la vida.  El que cree en mí, aunque muera, vivirá; y ninguno que esté vivo y crea en mí morirá jamás.  ¿Crees esto?”.  Ella le dijo: -“Sí, Señor, yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo”.

COMENTARIO

Marta se queda por debajo del nivel de fe propio del discípulo.  Ella, ve en Jesús un mediador infalible ante Dios (sé que todo lo que le pidas a Dios, te lo concederá).  Espera una intervención milagrosa de Jesús, como la del profeta Eliseo, que había resucitado a un muerto.  Jesús responde a Marta restituyéndole la esperanza: La muerte de su hermano no es definitiva.  Contra lo que ella habría deseado, no le dice "yo resucitaré a tu hermano", sino simplemente tu hermano resucitará.  No atribuye la resurrección a una nueva acción suya personal, pues la resurrección no es más que la persistencia de la vida definitiva comunicada con el Espíritu.

ORACIÓN

Conocerte a Ti, Señor, ha sido la mayor ALEGRÍA de nuestras vidas.  ¿A quién se te puede comparar?.  Todo es nuevo contigo: El amor, la vida, las relaciones humanas.  Conocerte a Ti, Señor, es vivir continuamente en la novedad del mandamiento nuevo: El de dar la vida por amor y darse a todos "como yo os he amado".  Haznos amar y vivir hoy las palabras y los gestos de Jesucristo.  Dirige los anhelos de nuestro corazón y de nuestros actos diarios hacia el Reino.  Haznos siempre mensajeros de la alegría de que Tu Señor eres la resurrección y la vida para el que cree.


LECTURA DE LA PALABRA
EN CLIMA DE ORACIÓN

1.      Hago silencio, exterior e interior.

Estoy en la presencia del Señor:

Contemplo a Dios que me quiere, me acoge, me escucha, me habla.

2.      Petición:

«Humildemente te pido, a ti, Señor, que eres la luz verdadera y la fuente misma de toda luz, que, meditando fielmente tu Palabra, viva siempre en tu claridad.  Por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor».

3.      Palabra de Dios:

Leo tranquila y detenidamente el texto evangélico para hoy, en comunión con toda la Iglesia.  Me fijo bien en todos los detalles.

4.      Ante la Palabra leída:

Ø  ¿Qué dice este texto? (Lectura honda: circunstancias, actitudes…).

Ø  ¿Qué me dice a mí, personalmente? (Meditación).

Ø  Desde esto, ¿qué te digo yo ahora, Señor? (Oración).

Ø  ¡Quiero identificarme contigo, Señor!.  ¿Qué hacer?.

(Contemplación, iluminación de mi vida concreta).

5.      Oración:

Hay una oración-reflexión propia de cada día, como inicio de respuesta al texto evangélico.  Al final puede añadirse la siguiente:

«Gracias, Señor, por tu presencia y tu cercanía en este rato de oración; y por la luz y la fuerza que me has dado.  Ayúdame a vivir según tu voluntad y sirviendo siempre a mis hermanos/as. Por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor».