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«ORAR CON
LA IGLESIA»
Domingo de
Pentecostés
Día de la Acción Católica y del Apostolado Seglar
10ª
Semana del Tiempo Ordinario (Ciclo ‘C’)
Del 05 al 11 de junio de 2022.
Domingo de Pentecostés.
10ª Semana Tiempo Ordinario.
San Bonifacio de Maguncia,
obispo y mártir.
05 de junio de 2022.
Día de Pentecostés, en el que
se concluyen los sagrados cincuenta días de la Pascua y se conmemoran, junto
con la efusión del Espíritu Santo sobre los discípulos en Jerusalén, los
orígenes de la Iglesia y el inicio de la misión apostólica a todas la tribus,
lenguas, pueblos y naciones (elog. del Martirologio Romano).
El Misterio pascual culmina
con el envío del Espíritu Santo sobre la Virgen María y los apóstoles (1
lect.). Pentecostés es la fiesta de la
Nueva Alianza, con una ley no escrita en tablas de piedra sino en el corazón de
los creyentes por el Espíritu Santo que hemos recibido. Su venida dio lugar al nuevo pueblo de Dios,
la Iglesia. Por eso, bautizados en un
mismo Espíritu formamos un solo cuerpo (2 lect.): un solo cuerpo místico de
Cristo, dado a luz espiritualmente por María, la Madre de la Iglesia, por obra
y gracia del Espíritu Santo en Pentecostés.
Jesús nos había prometido no dejarnos solos cuando se fuera y que nos
enviaría al Espíritu Santo, que, por el ministerio de la Iglesia, nos sigue
perdonando los pecados y dándonos su gracia (cf. Ev.).
- Hechos 2,1-11. Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a
hablar.
- Salmo 103. R/. Envía tu Espíritu, Señor, y repuebla la faz de la tierra.
- 1 Corintios 12,3b-7.12-13. Hemos
sido bautizados en un mismo Espíritu,
para formar un solo cuerpo.
- Secuencia: Ven,
Espíritu divino.
Del Evangelio de san Juan 20,19-23.
“El Espíritu de la verdad os guiará
hasta la verdad plena”.
Estaban los discípulos en una casa,
con las puertas cerradas, por miedo a los judíos. En esto entró Jesús se puso en medio y les
dijo: -“Paz a vosotros. Como el Padre me
ha enviado, así también os envío yo”. Y,
dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: -“Recibid el Espíritu
Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se
los retengáis, les quedan retenidos”.
COMENTARIO
Jesús cumple su promesa de enviar al
Espíritu y nos hace portadores del mensaje de la salvación. Necesitamos del Espíritu para vivir la unidad
de fe y disponer de fuerza y coraje para dar testimonio de ella en nuestro
mundo. Hoy más que nunca, ya que nos
encontramos en una sociedad materializada en exceso, es preciso abrir las
puertas al Espíritu; dejar que su acción se note en nuestra vida y en nuestro
mundo. Es preciso ser “espirituales”
porque estamos sintiendo seriamente los estímulos del materialismo.
ORACIÓN
Ven, Espíritu Divino, manda tu luz
desde el cielo. Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor
consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso
de nuestro esfuerzo, tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo
que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz y
enriquécenos. Mira el vacío del hombre, si
tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado, cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón
enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma el espíritu
indómito, guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones, según la fe de tus siervos; por tu bondad y tu
gracia, dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
Santa María, Madre de la Iglesia.
Lunes de la 10ª Semana T. Ordinario.
San Norberto de Magdeburgo, obispo y fundador.
06 de junio de 2022.
Memoria de la bienaventurada
Virgen María, madre de la Iglesia, a quien Cristo encomendó sus discípulos para
que, perseverando en la oración al Espíritu Santo, cooperaran en el anuncio del
Evangelio (elog. del Martirologio Romano).
Del Evangelio de san Juan 19,25-34.
“Ahí tienes a tu hijo. Ahí tienes a tu madre”.
En aquel
tiempo, junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre,
María la de Cleofás, y María, la Magdalena. Jesús, al ver a su madre y junto a ella al
discípulo que tanto amaba, dijo a su madre: -«Mujer, ahí tienes a tu hijo». Luego dijo al discípulo: -«Ahí tienes a tu
madre». Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa. Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo
estaba cumplido, para que se cumpliera la Escritura, dijo: -«Tengo sed». Jesús, dijo: -«Está cumplido». E, inclinando la cabeza, entregó el espíritu.
COMENTARIO
Jesús
desde la cruz, da su madre a Juan; este regalo ha sido interpretado como, que
Juan representa a la iglesia como el Cuerpo de Cristo. Esto significa que María como madre de la
Iglesia sabe estar, acompañar en alegrías y dificultades, en el crecimiento y
el desarrollo, en las crisis y en los éxitos. María, la mujer, estuvo junto a la Cruz de
Jesús, para acoger el don de la Vida, ella cuida y acompaña el camino de la
vida comunitaria de la Iglesia. Al pie
de la Cruz de Cristo, vemos la unión de María y Jesús en el misterio de la
Salvación, y recibimos a María como madre de la Iglesia.
ORACIÓN
María
hoy nos vemos bajo tus cuidados de madre; madre, que cuidas la vida de cada uno
y de la comunidad-Iglesia, porque eres también Madre de la Iglesia. Tú acompañaste a tu hijo con el amor de madre
en la vida y en la muerte en Cruz. Acompáñanos,
ayúdanos a sentirnos hijos e hijas de la Iglesia. María, madre nuestra, danos tu abrazo materno.
Cuida a esta Iglesia Santa y pecadora;
cuida su corazón, sana sus heridas y ayúdanos a sentirnos parte de la Iglesia. Jesús Tú le pides en la cruz, a María y a
Juan, que hagan espacio en sus vidas para una nueva relación de cuidado. Que esta petición la hagamos nuestra en la
Iglesia. María te acogemos como Madre
de la Iglesia, modelo de esperanza y de verdadera alegría. Amén.
Martes de la 10ª Semana T. Ordinario.
San Colmán de Dromore, abad y obispo.
07 de junio de 2022.
Del Evangelio de san Mateo 5,13-16.
“Vosotros sois la luz del
mundo”
Dijo Jesús a sus discípulos: -"Vosotros
sois la sal de la tierra. Pero si la sal
se vuelve sosa, ¿con qué la salarán?. No
sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo
alto de un monte. Tampoco se enciende
una vela para meterla debajo de un celemín, sino para ponerla en el candelero y
que alumbre a todos los de casa. Alumbre
así vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria
a vuestro Padre que está en el cielo".
COMENTARIO
Bella manera de definir el
cometido del cristiano: Ser sal de la tierra, sal humilde, fundida, sabrosa,
que actúa desde dentro, que no se nota, pero que es indispensable. Gozosa responsabilidad la nuestra: Descubrir
el rostro auténtico y la cara oculta de Dios, ser la sal y el sabor de la vida,
ser gracia festiva, ser esperanza y optimismo para el tedio y el aburrimiento
de la existencia. El mundo que necesita
nuestras “buenas obras”, como la sal y la luz, para conocer y bendecir a Dios,
el Padre de todos. No podemos perder el
sabor y la luminosidad cristiana diluyéndolos en palabrería. Como la sal y la luz, nuestra fe y condición
cristianas no admiten términos medios: O transforman e iluminan la vida, o no
sirven para nada.
ORACIÓN
Ante un mundo materialista en el
que dinero cuenta más que las personas; ayúdanos Señor a poner la luz del
Espíritu. Ante un mundo sin interés por
los problemas de los demás, que se desentiende de los ancianos, aparca a los
enfermos, rechaza a los inmigrantes. Ayúdanos
Señor a poner la luz del Espíritu. Ante
un mundo de gente desalentada o resentida que no encuentra ya sentido a la
vida. Nosotros queremos ser sal y
construir una comunidad con más canto y que contagie la alegría de la
reconciliación de Cristo resucitado. Queremos construir una comunidad
que cree en la vida, en la paz y fraternidad de la Humanidad, siempre en camino
hacia la casa del Padre. Amén.
Miércoles de la 10ª
Semana T. Ordinario.
San Maximino de Aix, obispo.
08 de junio de 2022.
Del Evangelio de san Mateo 5,17-19.
“No he venido a abolir, sino a dar plenitud”.
Dijo Jesús a sus discípulos: -“No
creáis que he venido a abolir la ley o los profetas: No he venido a abolir,
sino a dar plenitud. Os aseguro que
antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra
o tilde de la ley. El que se salte uno
solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres, será
el menos importante en el Reino de los cielos.
Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el Reino de los cielos.
COMENTARIO
Jesús no viene a destruir la ley
mosaica; tampoco a consagrarla como intangible. Viene a darle con su enseñanza y conducta
personal un alcance nuevo y definitivo en el que se realiza en plenitud la
finalidad que la ley pretendía: El encuentro con Dios. La alternativa a la ley mosaica no es la
simple abolición, sino una mayor perfección y exigencia, una fidelidad más
radical y una santidad más profunda que superan la letra de la ley para abundar
en su espíritu. Entre el cristiano y la
ley existe una mediación que es esencial: La justificación que nos viene por la
fe en Cristo.
ORACIÓN
Señor en este día vengo a pedirte
paz, sabiduría y fuerza. Hoy quiero
mirar el mundo con ojos llenos de amor; ser paciente, comprensivo, humilde, y
bueno. Hazme ver detrás de las
apariencias, a tus hijos como los ves Tu mismo, para así poder apreciar la
bondad de cada uno. Cierra mis oídos a
toda murmuración guarda mi lengua de toda maledicencia. Que mi vida te bendiga. Revísteme
de tu bondad Señor y haz que durante este día yo te refleje para que así unido
a Ti dé plenitud a mi vida.
Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote.
Jueves de la 10ª Semana T. Ordinario.
San Efrén, diácono y doctor de la Iglesia.
09 de junio de 2022.
El jueves posterior a la Solemnidad
de Pentecostés se celebra la fiesta de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote.
Fiesta de Nuestro Señor Jesucristo,
Sumo y Eterno Sacerdote, según el rito de Melquisedec, en quien el Padre se ha
complacido desde toda la eternidad, mediador entre Dios y los hombres que, para
cumplir la voluntad del Padre, se ofreció a sí mismo en el altar de la cruz de
una vez para siempre como víctima de salvación en favor de todo el mundo. Al instituir el sacrificio de la eterna
alianza, elige con amor de hermano a hombres de este pueblo para que, al
repetirlo constantemente en la Iglesia, se renueve la abundancia de la gracia
divina con la que nacerá el cielo nuevo y la tierra nueva, y se realizará hasta
los confines del mundo lo que el ojo no vio ni el oído oyó ni el hombre puede
pensar (elog. del Martirologio Romano).
- Isaías
6,1-4.8: Santo, santo, santo es el Señor del universo.
- Salmo
22: R./ El Señor es mi pastor, nada me falta.
Del Evangelio de san Juan 17,1-2.9.14-26.
“Por ellos
yo me santifico a mí mismo, para que también ellos
sean santificados en la verdad”.
Jesús, levantando los ojos al cielo, oró, diciendo: -“Padre santo, no
sólo por ellos ruego, sino también por los que crean en mí por la palabra de
ellos, para que todos sean uno, como tú, Padre, en mí, y yo en ti, que ellos
también lo sean en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado. Padre, éste es mi deseo: que los que me
confiaste estén conmigo donde yo estoy y contemplen mi gloria, la que me diste,
porque me amabas, antes de la fundación del mundo.
COMENTARIO
En este día te alabamos Padre porque constituiste a tu Hijo único,
Sumo y Eterno Sacerdote "para gloria tuya y salvación del género
humano". Nos alegramos de que Dios
haya conferido el honor del Sacerdocio real a todo su pueblo santo; a todos los
fieles que se han incorporado a Cristo por el Bautismo. Damos gracias a Dios por el sacerdocio
ordenado de los presbíteros y obispos; que renuevan, en nombre de Cristo, el
sacrificio de la redención; preparan a tus hijos el banquete pascual, donde el
pueblo santo se reúne en tu amor, se alimenta de tu palabra y se fortalece con
tus sacramentos. La unión entre los
seguidores de Cristo es una tarea inacabada que nos pide oración, capacidad
dialogadora y humildad.
ORACIÓN
Señor nuestro Jesucristo, que oraste por los que iban a ser tus
discípulos hasta el fin del mundo, para que todos fueran uno, compadécete de
tanta división como existe entre quienes profesan la fe en Ti. Derriba los muros de separación que divide hoy
a los cristianos... Mira con
misericordia las almas que han nacido en una u otra comunión cristiana. Atráelos a todos a esta única comunión que
implantaste desde el principio: A la Iglesia, Una, Santa, Católica y
Apostólica... Como en el cielo solamente existe una sociedad santa, que no exista en
la tierra más que una comunión que confiese y glorifique tu santo nombre. Amén.
Viernes de la 10ª Semana T. Ordinario.
San Landerico de París, obispo.
10 de junio de 2022.
Del Evangelio de san Mateo 5,27-32.
“El que
mira a una mujer casada deseándola, ya ha sido adúltero”.
Dijo Jesús a
sus discípulos: -"Habéis oído el mandamiento ‘no cometerás adulterio’. Pues yo os digo: El que mira a una mujer
casada deseándola, ya ha sido adúltero con ella en su interior. Si tu mano derecha te hace caer, córtatela y
tírala. Si tu ojo derecho te hace caer,
sácatelo y tíralo. Más te vale perder un
miembro que ser echado entero en el infierno.
Está mandado: ‘El que se divorcie de su mujer, que le dé acta de repudio’. Pues yo os digo: El que se divorcie de su
mujer, excepto en caso de impureza, la induce al adulterio, y el que se case
con la divorciada comete adulterio".
COMENTARIO
El
matrimonio es sagrado y ha de ser considerado tal como Dios lo instituyó. Por eso considera que el adulterio no
solamente existe cuando uno se divorcia de su mujer, sino que el adulterio
brota del interior del corazón, aunque no se llegue a realizar públicamente. Jesús afirma que es preciso vivir el Evangelio
en su profunda radicalidad. Cristo-Jesús
exige fidelidad al Evangelio hasta el sacrificio. Y el Señor es tajante, radical, con aquel que
escandalice a los demás. Jesús es
exigente, pero muy comprensivo con las debilidades. Por algo llegó a extender sus brazos en la Cruz.
ORACIÓN
Concédeme Señor
vivir desde el corazón limpio, desde la mirada limpia hacia la mujer, hacia el
varón. Ayuda Señor a todos los
matrimonios para que vivan desde el compromiso interior. Ayuda también a todos los que se han
divorciado, que sientan en sus vidas la cercanía de tu misericordia. Que mis ojos no se llenen de ambición sino de
respeto y de fe. Que mis manos vivan en
la generosidad. Que mis debilidades no
me lleven al fracaso en la vida. Concédeme
Señor vivir desde el corazón limpio, desde la mirada limpia.
San Bernabé, Apóstol.
Sábado de la 10ª Semana T. Ordinario.
11 de junio de 2022.
Del Evangelio de san Mateo 10,7-13.
“Id y proclamad que el
reino de los cielos está cerca”.
Dijo Jesús a
sus apóstoles: -"Id y proclamad que el reino de los cielos está
cerca. Curad enfermos, resucitad
muertos, limpiad leprosos, echad demonios.
Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis. No llevéis en la faja oro, plata ni
calderilla; ni tampoco alforja para el camino, ni túnica de repuesto, ni
sandalias, ni bastón; bien merece el obrero su sustento. Al entrar en una casa, saludad, si la casa se
lo merece, la paz que le deseáis vendrá a ella.
Si no lo merece, la paz volverá a vosotros".
COMENTARIO
San Bernabé
no perteneció al grupo de los Doce, pero en el Nuevo Testamento se le llama
“apóstol”. Era natural de Chipre y judío
(de la tribu de Leví). Acompañó a Pablo
en sus primeros viajes, luego a Marcos y más tarde vuelve con Pablo. Nada se sabe de él a partir del Concilio de
Jerusalén ni dónde ni cómo murió. La
comunidad de Jerusalén le envía a que visite la comunidad de Antioquia, de un
espíritu más abierto, más misionero, más flexible respecto a las costumbres
judías. Vio Bernabé la mano del Espíritu
en lo que sucedía en aquella ciudad, se alegró y les exhortó a seguir por ese
camino. Imítale en esto que dice el
libro de los Hechos acerca de Bernabé: “Era hombre de bien, lleno de espíritu
santo y fe”.
ORACIÓN
Que pueda
Señor ser digno de tu confianza, como lo fue el apóstol Bernabé que como él
pueda merecer el don de llegar a ser tu testigo, dedicando mi vida a tu
servicio y al de mis hermanos. Que todos
sepamos cómo Bernabé experimentar tu presencia en la comunidad y en cada uno de
nosotros. Ilumínanos para captar tu
acción en nuestra historia humana. Inspíranos
el testimonio de la fe, llénanos de paz y de esperanza incluso en medio de las
dificultades y de las tribulaciones que nos rodean. Que pueda Señor ser digno de tu confianza, como
lo fue el apóstol Bernabé.