CELEBRACIÓN DE LA
NAVIDAD,
CONVIVENCIA Y COMPARTIR:
Vivir con alegría esta celebración
del Nacimiento del
Mesías.
Cádiz, 12 de
Diciembre de 2023 (martes)
¡¡Te invitamos a que participes
con la HOAC!!
CELEBRACIÓN
DE LA EUCARISTÍA, CONVIVIMOS Y COMPARTIMOS
Hora de comienzo: 17:00 horas (5 de la tarde) y
Lugar: Parroquia de San
Francisco Javier (Cádiz),
Salón de Actos.
Avda. del Guadalquivir,
15 dpdo. (Barriada de La Paz)
¡Te deseamos una Gozosa y Solidaria Navidad
y un Feliz y Próspero Año 2024!
VIVAMOS LA NAVIDAD CON LOS EMPOBRECIDOS
DEL MUNDO OBRERO Y DEL TRABAJO
MENSAJE DE NAVIDAD 2023
«LA TERNURA DE DIOS ES PUENTE DE HUMANIDAD»
¡OJALÁ RASGASES EL CIELO Y DESCENDIESES!
(Is 63,19c)
«Eres nuestra esperanza, somos esperanza»
La XIV
Asamblea General de la HOAC nos hace un informe potente de la realidad, de la realidad de las
personas empobrecidas y la realidad del mundo obrero. Coloca todos los acentos y sus causas,
también los motivos de esperanza, pero la realidad no miente y es «tozuda», los
datos nos hablan
Ø Situación de desigualdad
económica creciente y alarmante.
Ø Una cultura de consumismo.
Ø Una fragmentación del mundo del
trabajo.
Ø Normalización de aporofobia y
racismo.
Ø Violencia y desigualdad de
género.
Ø Una gran desmovilización social.
Ø Cierta indiferencia ante el
dolor de las personas más empobrecidas y excluidas socialmente.
Ø Una polarización social que ya
tiene rasgos de violencia.
Ø Guerras que crecen a nuestros
alrededores con un tinte de crueldad nunca visto en la historia.
Ø Sensación de vulnerabilidad con
distintas crisis que se salen del marco de las naciones, crisis financieras,
pandemias.
«¡Ojalá rasgases el
cielo y descendieses!»
Ante esta
realidad el grito de Isaías lo hacemos nuestro, porque necesitamos al Dios apasionado y cercano
a la historia de la humanidad y de cada hombre y mujer. Le necesitamos, no para que nos haga lo que
nosotras y nosotros podemos hacer, no. No
le necesitamos para que nos resuelva los líos en los que nos hemos metido
rompiendo el proyecto, el sueño que Dios tenía antes de la fundación del mundo.
Le necesitamos para quedarnos preñados de Él, porque su fuerza, su poder, su Espíritu, es capaz de ayudarnos a la gran tarea de hacer Reino. Necesitamos que sus sueños se encarnen en nuestras vidas, nuestros equipos, en la HOAC, en este potente nosotros y nosotras que es la Iglesia.
Necesitamos
que se rompa el cielo y descienda el Espíritu para que, «sentir con Cristo», sea todo un proceso de «conversión» y el
Adviento es conversión. Y nos pongamos a
preparar el camino, preparar la venida y preparar nuestras vidas para venir con
Él. Le gritamos que venga, pero sabemos
que ya ha venido y ha hecho su apuesta por la vida, por un mundo nuevo, y nos
invita a cada uno, a cada una de nosotras y nosotros a seguirle y ser criterio
de verificación de esa apuesta de Dios. Dios,
en Jesús, nos ha hecho cómplices de sus sueños.
En este mundo
donde la vida, el ser humano, el planeta no es lo primero. Dios hace
una apuesta «despojándose de su condición divina» (Fil 2) y se hace persona humana en y con nosotros y nosotras, hecho uno
de tantos, hecho historia concreta. Este Dios con 33 años de carpintero,
predicador, sanador; con 33 años de Dios transitando sin privilegios los
caminos polvorientos de Galilea, para decirnos, con obras y palabras, que otro
mundo es posible ¿puede fracasar porque se arriesgó a poner en nuestras manos
sus sueños?
Al final el
grito de Isaías también es el grito del Dios encarnado y de la tierra, de la humanidad herida y dolorida de
injusticia, desigualdad, violencia y guerra, destrucción del hogar de la
tierra, pobreza y marginación… ¿será el grito del poeta?
Sí, sí, y,
como María, queremos, deseamos, necesitamos que vuelva a nacer, porque sigue apostando por esta humanidad que
tiene brotes, signos, señales, que podemos «ir y ver», es más, podemos decir: «vengan y
vean», es posible,
porque hay experiencias alternativas, es posible otras formas de vivir personal
y socialmente.
Ha confiado
en nosotras y nosotros, y por eso también somos parte del Adviento, a Él le seguimos esperando,
Él también nos espera, y somos motivo de esperanza para muchas personas que nos
rodean.
Dios es Adviento
en Jesús, el Cristo.
Nosotros y nosotras
somos Adviento también
en Cristo y con Cristo.
Somos tarea
esperanzada de un Dios
que ama apasionadamente la humanidad y confía plenamente en nuestra capacidad
para amar como Él en Jesús nos ha amado.
Somos pues,
esperanza de Dios en el mundo obrero, somos esperanza con y en el mundo obrero para el mundo obrero y para la
humanidad. Y somos con la Iglesia y en la
Iglesia caminantes junto con otras y otros en sinodalidad.
Sentirnos responsables
y que formamos parte de la tarea de Dios no nos libera de colocarnos en el camino del Espíritu, recordemos que, a
Dios, le necesitamos como Padre/Madre creador y providente, como Hijo comprometido,
presente en todo lo que somos y tenemos y como Espíritu Santo, fortaleza y desbrozador de caminos, luz y
sabiduría en la construcción del Reino. Y como Tres en esa «danza Trinitaria» que nos recuerda que
somos un nosotros y nosotras, comunidad, Iglesia.
Vivimos esto
desde la pobreza, la humildad y el sacrificio, porque «no cuentan ni el que planta ni el que riega; Dios, que hace crecer,
es el que cuenta» (1Cor 3,7). «Yo
soy la vid ustedes las ramas. Quien
permanezca conmigo y yo con él, ése produce mucho fruto, porque sin mí ustedes
no pueden hacer nada» (Jn 15,5). Al final
diremos «lo que teníamos que hacer lo hicimos» (Lc 17,10).
COMISIÓN PERMANENTE DE LA HOAC
FELICITACIÓN DE NAVIDAD DE LA HOAC DIOCESANA
¡GOZOSA Y SOLIDARIA NAVIDAD!
¡FELIZ Y PRÓSPERO AÑO NUEVO 2024!
Querido amigo/a:
Que en esta Navidad
sigamos soñando
y haciendo posible
un trabajo digno
y que este trabajo
se reparta entre
todas y todos.
Que sigamos siendo testimonio
de esa comunidad de Iglesia
que nace entre los empobrecidos
del Mundo Obrero y del Trabajo,
tejiendo vínculos de fraternidad.
Que el Señor les llene
de bendiciones junto
a su familia y seres queridos…
Reciba junto a su familia
toda nuestra cercanía,
nuestro abrazo fraternal
y nuestras más sinceras
felicitaciones.
«LA TERNURA DE DIOS ES
PUENTE DE HUMANIDAD»
LA COMISIÓN DIOCESANA DE
LA HOAC DE CÁDIZ Y CEUTA