Del evangelio según
san Juan 20,19-31.
«Paz a vosotros».
Cuando vivimos encerrados en nosotros
mismos
es imposible crecer en fraternidad,
porque nos cerramos por miedo al encuentro
con quien es diferente a nosotros,
con quien hace tambalear nuestra autosuficiencia,
y con quien puede reclamar de nosotros
la vivencia de la fraternidad y, por tanto,
nuestra conversión y nuestra desinstalación.
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«ORAR CON
LA IGLESIA»
Domingo Segundo de Pascua,
Fiesta de la Divina Misericordia.
Santa Engracia, virgen y mártir.
Santos Cayo y Cremencio, mártires.
16
de abril de 2023.
El domingo es el día en que san Juan tuvo
la visión de Cristo que le encargó escribir el Apocalipsis (2 Lect). El octavo día, el domingo, es el día en que
los cristianos reunidos nos encontramos con el Señor resucitado a quien no
vemos pero en quien creemos por la fe, como aquellos primeros cristianos que
creyeron por el testimonio de los apóstoles y los signos que hacían (2 Lect). Así, se apareció a los apóstoles reunidos la
tarde del día en que resucitó y a los ocho días se les apareció otra vez. Los
envía por el mundo a llevar la salvación, como el Padre lo envió a él, y les da
potestad para seguir haciendo presente la divina misericordia en el perdón de
los pecados (Ev).
- Hechos 2,42-47: Los creyentes vivían todos unidos y lo tenían todo en común.
- Salmo 117: R/. Dad
gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia.
- 1ª Pedro 1,3-9: Mediante
la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, nos ha hecho nacer de nuevo
para una esperanza viva.
- Comentario: «Hemos visto al Señor»
Del Evangelio de san
Juan 20,19-31.
“A los ocho
días, llegó Jesús”.
Al
anochecer de aquel día, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas
por miedo a los judíos. Y en esto entró
Jesús, se puso en medio y les dijo: -"Paz a vosotros". Y diciendo esto, les enseñó las manos y el
costado. Y, exhaló su aliento sobre
ellos y les dijo: -"Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los
pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan
retenidos".
COMENTARIO
Los
que nos consideramos creyentes, a menudo, vivimos como los discípulos del
Evangelio, "al anochecer", "con las puertas cerradas",
"llenos de miedo", "temerosos de las autoridades". Nuestras comunidades están plegadas, ocultas,
sin dar testimonio; es como si no tuvieran alegría, perdón y vida que
transmitir. Necesitamos que el Señor se
haga presente y reconocerlo en sus signos.
“La donación de la paz. El
soplo creador que infunde aliento de vida.
La experiencia del perdón. Los
estigmas de Jesús”. Hoy se puede
descubrir la presencia del resucitado en aquellos que llevan en sí estas
señales de sufrimiento, amor y marginación.
ORACIÓN
Porque
Cristo resucitó y es el Hijo, creo en el Padre y en los hermanos. Porque Cristo resucitó y es la Vida, creo en
la vida y no en la muerte. Porque Cristo
resucitó y es la luz, creo en la luz y en la belleza. Porque Cristo resucitó y es la Verdad, creo
en la verdad y no en la mentira. Porque
Cristo resucitó y es Palabra, creo en el diálogo. Porque Cristo resucitó, creo en el futuro y
no en el miedo. Porque Cristo resucitó y
está en la mesa, creo en la amistad. Porque
Cristo resucitó y está en el pan, creo en el compartir. Porque Cristo resucitó, creo en la justicia y
no en la opresión. Porque Cristo
resucitó y está en la comunidad, creo en la unidad no en la división. Porque Cristo resucitó y es la Paz, creo en
la paz y no en la guerra. Porque
Cristo resucitó y es el Hijo, creo en el Padre y en los hermanos.
Lunes de la 2ª Semana de Pascua.
San Inocencio de Tortona, obispo.
Santa Catalina Tekawitha, virgen.
17
de abril de 2023.
Del Evangelio de san
Juan 3,1-8.
“El que no
nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios”.
Había un fariseo llamado Nicodemo,
jefe judío. Éste fue a ver a Jesús de
noche y le dijo: -"Rabí, sabemos que has venido de parte de Dios, como
maestro; porque nadie puede hacer los signos que tú haces si Dios no está con
él". Jesús le contestó: -"Te
lo aseguro, el que no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios". Nicodemo le pregunta: -"¿Cómo puede
nacer un hombre, siendo viejo? ¿Acaso
puede por segunda vez entrar en el vientre de su madre y nacer?". Jesús le contestó: -"Te lo aseguro, el
que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el reino de Dios".
COMENTARIO
Creer en Jesús supone “nacer de
nuevo”, “renacer” de agua y de Espíritu. Nacer de nuevo indica la radicalidad del
cambio que supone el “acontecimiento Jesús” para la vida de la humanidad. El día de nuestro Bautismo recibimos por el
signo del agua y la acción del Espíritu la nueva existencia del Resucitado. La Pascua que estamos celebrando ¿produce en
nosotros efectos profundos de renacimiento?.
Nacer de nuevo es recibir la vida de Dios. Afecta a todo nuestro ser. Debemos estar, pues, en continua actitud de
renacimiento, para que esa vida de Dios, animada por el Espíritu, vaya
creciendo en nosotros.
ORACIÓN
Señor, derrama tu Espíritu Santo,
en nosotros para que nos haga ante el mundo testigos valientes del Evangelio de
Jesucristo. Tú que nos regeneraste, por
el agua y el Espíritu Santo y nos libraste del pecado escucha nuestra oración y
llénanos de espíritu de sabiduría y de inteligencia, de espíritu de consejo y
de fortaleza, de espíritu de ciencia y de piedad. Haz que,
viviendo en la santidad nos mostremos como hijos tuyos por la vida nueva
recibida en nuestro bautismo. Amén.
Martes de la 2ª Semana de Pascua.
San Eusebio de Fano, obispo y confesor.
Santa Atanasia, viuda.
San Perfecto, presbítero y mártir.
San Galdino de Milán, obispo.
18
de abril de 2023.
Del Evangelio de san
Juan 3,7b-15.
“Nadie ha
subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre”
Dijo
Jesús a Nicodemo: -“Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el
Hijo del hombre. Lo mismo que Moisés
elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del
hombre, para que todo el que cree en Él tenga vida eterna”.
COMENTARIO
El
cristiano renacido por el Espíritu debe seguir el camino de la elevación, es
decir, de la donación de sí mismo en favor de los demás. El hombre-mujer, enseña Jesús a Nicodemo, no
puede llegar a la plenitud de la vida por la observancia de la ley, sino por la
capacidad de amar. Las enseñanzas en
torno al nuevo nacimiento las centra Jesús en el hecho de su muerte redentora. Jesús será elevado para que cuantos le miren
se salven. Cristo en cruz es el
argumento por excelencia de que el Padre quiere dar a todos la vida por su
Hijo. El hombre-mujer tiene que optar
por la vida o la muerte. Quien está por
el hombre-mujer y por la vida se adhiere a Jesús.
ORACIÓN
Miro
a la cruz, y te alabo Cristo resucitado que en el misterio pascual me das vida
eterna. Te alaba Cristo, vencedor del
pecado, del odio, de la violencia, del egoísmo, de la injusticia, te alabo por
tu gran obra de amor. Te alabo Dios
Padre, porque en Cristo resucitado la vida se hace fiesta, la luz vence a la
oscuridad, el sentido de la vida adquiere su plenitud. Te alabo Espíritu Santo porque en Cristo
resucitado me resucitas al reino de la luz y de la vida. Te alabo Dios Padre, Hijo y Espíritu
por la resurrección de Jesús, mi Señor.
Miércoles de la 2ª Semana de Pascua.
San Elfego de Canterbury, obispo y mártir.
San
Expedito, mártir.
San
León IX, papa.
19 de
abril de 2023.
Del Evangelio de san
Juan 3,16-21.
“Dios envió a su Hijo para que el mundo
se salve por Él”.
Dijo Jesús a Nicodemo: -“Tanto amó
Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los
que creen en Él, sino que tengan vida eterna.
Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para
que el mundo se salve por Él”.
COMENTARIO
Si Cristo murió por todos, por esta
muerte se ofrece a todos la posibilidad de salvación. No se trata de un hecho perteneciente al
pasado sino de una realidad siempre actual, ofrecida a cada ser libre para
realizar el designio de vida eterna. Jesús
asegura sin lugar a ambigüedades que la voluntad de Dios es salvar, no
condenar. No predica Jesús una religión
de temor para los malos. Lo que predica
es el amor que salva. Cada uno debe
actuar responsablemente ante el amor generosamente ofrecido. El amor de Dios se manifiesta en que envía a
su Hijo al mundo y no para juzgar sino para salvar. La cruz es revelación del amor de Dios y
posibilidad del rechazo de ese amor. Sólo se juega y se condena a sí mismo quien
obstinadamente rechaza ese amor y salta por encima de la cruz.
ORACIÓN
Porque Cristo resucitó creo en el
amor y no en el odio. Porque Cristo
resucitó creo en el que espera y no abandona.
Porque Cristo resucitó creo en la debilidad y no en el poder. Porque Cristo resucitó y se apareció a Pedro
creo en la Iglesia confiada a hombres-mujeres pecadores. Porque Cristo resucitó y se apareció a los
Once, creo en la misión abierta a todos.
Porque Cristo resucitó y es Perdón creo en los que salvan y no condenan. Porque
Cristo resucitó y nos da su Espíritu, creo que soy hijo amado para
siempre. Dios Padre, porque Cristo
resucitó creo.
Jueves de la 2ª Semana de Pascua.
San Aniceto, papa.
San Secundino, mártir.
Santa Heliena, virgen.
Santa Inés de Montepulciano, virgen.
San Anastasio II de Antioquía, obispo y mártir.
20
de abril de 2023.
Del Evangelio de san
Juan 3,31-36.
“El Padre
ama al Hijo y todo lo ha puesto en su mano”.
Dijo Jesús a Nicodemo: -“El que es
de la tierra es de la tierra y habla de la tierra. El que viene de lo alto ha visto, ha oído y da
testimonio. Su testimonio certifica la
veracidad de Dios”.
COMENTARIO
Nicodemo, representa a los que
interpretan la ley y la realidad con categorías terrestres. Ser de abajo connota ausencia de conocimiento
de Dios, es decir, a los que no han aceptado la doctrina de Cristo. El lenguaje de abajo valora las virtudes
humanas y desvalora las teologales; el cristianismo es de arriba, es
sobrenatural en sus componentes esenciales como la fe, la gracia, la redención,
los sacramentos, la visión de Dios. Nadie puede ampararse en una espiritualidad pura para eludir sus
compromisos temporales.
ORACIÓN
Resucítame Señor para las cosas del
cielo. Resucítame de mis apatías, miedos
y envidias, de mi orgullo y soberbia. Resucítame
Señor, a una fe viva, a una esperanza alegre, a una alegría nueva. Resucítame para que vea las sonrisas de Dios
en mi vida, y sus miradas de amor limpio.
Resucítame Señor para que viva como hijo de Dios y como hermano. Resucítame Señor contigo. Hoy
repite esta jaculatoria: Resucítame Señor contigo.
Viernes de la 2ª Semana de Pascua.
San Anselmo de Canterbury, obispo y doctor de la
Iglesia.
San Apolonio, filósofo y mártir.
San Aristo de Alejandría, presbítero y mártir.
21
de abril de 2023.
Del Evangelio de san Juan 6,1-15.
“Repartió a los que estaban sentados todo lo que quisieron”.
Jesús levantó los ojos, y al ver
que acudía mucha gente, dice a Felipe: -"¿Con qué compraremos panes para
que coman éstos?". Andrés, el
hermano de Simón Pedro, le dice: -"Aquí hay un muchacho que tiene cinco
panes de cebada y un par de peces; pero, ¿qué es eso para tantos?". Jesús tomó los panes, dijo la acción de
gracias y los repartió, y lo mismo todo lo que quisieron del pescado. La gente entonces, al ver el signo que había
hecho, decía: -"Este sí que es el Profeta que tenía que venir al
mundo". Jesús, sabiendo que iban a
llevárselo para proclamarlo rey, se retiró a la montaña él solo.
COMENTARIO
El milagro de la multiplicación va
a ser interpretado como un “signo” revelador de la persona de Jesús, y en
último término referido claramente a la Eucaristía que celebra la comunidad
cristiana. En un mundo también ahora
desconcertado y hambriento, Cristo Jesús nos invita a la continuada
multiplicación de su Pan, que es Él mismo, su Cuerpo y su Sangre. Jesús se nos entrega como alimento vital y
como la respuesta a las mejores aspiraciones de la humanidad.
ORACIÓN
Señor Jesús ayúdanos a dar todo su
sentido a cada Eucaristía celebrada en la comunidad. Que este sacramento sea sentarse a la mesa con
el Señor y sea el impulso y la fuerza para vivir en un compromiso activo en la
edificación de una sociedad más equitativa y fraterna. Dios Padre y mamá que en la compasión de tu
Hijo con nosotros, manifiesta tu bondad paterna, haz que el pan multiplicado de
tu providencia sea partido con amor, y la comunión con el alimento bajado del
cielo nos abra al diálogo y al servicio de los hermanos. Por
Cristo nuestro Señor.
Sábado de la 2ª Semana de Pascua.
San Sotero, papa.
San Cayo, papa y confesor.
San Agapito I, papa.
22
de abril de 2023.
Del Evangelio de san
Juan 6,16-21.
“Vieron a
Jesús caminando sobre el lago”.
Al oscurecer, los discípulos embarcaron era ya
noche cerrada, y todavía Jesús no los había alcanzado; soplaba un viento
fuerte, y el lago se iba encrespando. Habían
remado unos cinco o seis kilómetros, cuando vieron a Jesús que se acercaba a la
barca, caminando sobre el lago, y se asustaron. Pero Él les dijo: -"Soy yo, no
temáis".
COMENTARIO
La multiplicación de los panes dejó admirados a
los discípulos del poder de Jesús. Poco
después Jesús les deja y se sienten solos ante la vida y sus peligros. Y es que la fe no elimina dificultades. La fe no conlleva privilegios. La Iglesia es simbolizada en una barca por
los mares del mundo. El mar es expresión
bíblica de lo inestable. Se usa para
predecir adversidades y los grandes acontecimientos en la historia de la
salvación. El miedo de los apóstoles es
el fenómeno natural de quien se encuentra frente a un peligro real. La noche es ausencia de Dios. Todo ello es la trama de la vida. Pero de la fe profunda brota una firme
convicción: Dios puede permitir luchas y fatigas, pero no fracasos definitivos.
ORACIÓN
No temas ante las adversidades de la vida, no
temas, date cuenta que es Él que está a tu lado. Cuando lleguen las dudas, cuando las olas de
la indiferencia religiosa te rodeen, no temas.
Él, se acerca de mil maneras a la orilla de tu vida, incluso en medio de
la tormenta para decirte: No temas, Soy Yo.
Dame Señor ojos de fe para verte caminando a mi lado, y ver que no eres
un fantasma, que eres Tú quitando mis miedos y calmando mis ansiedades y
angustias. Dame Señor oídos de fe para escuchar tu palabra
que hoy me dice: No temas Soy Yo.
LECTURA DE LA PALABRA
EN CLIMA DE ORACIÓN
1.
Hago silencio, exterior e interior.
Estoy
en la presencia del Señor:
Contemplo
a Dios que me quiere, me acoge, me escucha, me habla.
2.
Petición:
«Humildemente te pido, a ti, Señor, que eres la luz verdadera y la
fuente misma de toda luz, que, meditando fielmente tu Palabra, viva siempre en
tu claridad. Por Jesucristo, tu Hijo,
nuestro Señor».
3.
Palabra de Dios:
Leo tranquila y detenidamente el texto evangélico para hoy, en comunión
con toda la Iglesia. Me fijo bien en
todos los detalles.
4.
Ante la Palabra
leída:
Ø ¿Qué dice este texto? (Lectura honda: circunstancias, actitudes…).
Ø ¿Qué me dice a mí, personalmente? (Meditación).
Ø Desde esto, ¿qué te digo yo ahora, Señor? (Oración).
Ø ¡Quiero identificarme contigo, Señor!. ¿Qué hacer?.
(Contemplación,
iluminación de mi vida concreta).
5.
Oración:
Hay una oración-reflexión propia de cada día, como inicio de respuesta
al texto evangélico. Al final puede
añadirse la siguiente:
«Gracias, Señor, por tu presencia y tu cercanía en este rato de
oración; y por la luz y la fuerza que me has dado. Ayúdame a vivir según tu voluntad y sirviendo
siempre a mis hermanos/as. Por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor».