33º Domingo del Tiempo Ordinario 'A' • 19 noviembre 2023
16 NOVIEMBRE 2023 POR JORGE HERNÁNDEZ
Estamos ya
en el penúltimo domingo
del tiempo ordinario,
el domingo XXXIII,
que lo cerraremos,
el próximo fin de semana,
con la festividad de Cristo Rey,
para iniciar con
un nuevo ciclo, el B,
con el que comenzamos
este próximo Adviento
que ya tenemos
en las puertas.
Del evangelio según
san Mateo 25,14-30:
«Has sido fiel en lo poco,
pasa al banquete de tu Señor».
La espera
cristiana
no es pasiva, es activa,
cada uno con lo que tiene
o se le ha dado.
La esperanza cristiana
tiene poco que ver
con el sillón de la tele
y las charlas de café
que hablan de que todo está mal
y lo mal que lo hacen los otros.
La esperanza cristiana
tiene mucho, y
mucho que ver,
con salir de casa,
mirar, preguntarse
¿qué puedo hacer?
e invertir tu vida
e invertirla ya…
¡cuidado con
los ladrones
del tiempo!
Hay dos
muy peligrosos,
el miedo al compromiso
y la vagancia.
Revisamos
donde tenemos
invertidos los talentos;
donde estamos
gastando la vida,
(o mejor ganando la vida).
¿Cuáles son
mis ladrones
del tiempo?
No dejemos nunca
de revisar nuestro
proyecto de vida.
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33ª Semana del Tiempo Ordinario (Ciclo ‘A’)
Del 19 al 25 de noviembre de 2023.
Domingo 33º del Tiempo Ordinario.
San Abdías, santo
del AT.
San Máximo de Cesarea, Mártir.
Santa Matilde, virgen.
19 de noviembre de 2023.
Cada persona ha recibido unos dones para
servir a Dios y al prójimo. Y del uso
que hagamos de ello nos pedirá cuentas el Señor cuando vuelva, como ladrón en
la noche, por lo que debemos estar vigilantes (2 Lect). Cada uno debe poner en juego lo que es y lo
que tiene, aunque perciba que pueda ser poco.
No podemos enterrar el talento bajo tierra, dejándonos llevar por la
holgazanería (Ev). La mujer hacendosa de la primera lectura es
un ejemplo, que pone su esfuerzo y trabajo al servicio de su familia y de los
necesitados. Pidamos al Señor que por la
eucaristía le sirvamos con amor y consigamos los gozos eternos (So).
- Proverbios 31,10-13.19-20.30-31: Trabaja como la destreza
de sus manos.
- Salmo 127: R./ Dichoso el que teme al Señor.
- 1ª Tesalonicenses 5,1-6: Que el día del Señor no os sorprenda como un ladrón.
Del Evangelio de san
Mateo 25,14-30.
“Has sido fiel en lo poco, pasa al banquete de tu señor”.
Dijo Jesús esta parábola: -“Un hombre, al irse de viaje, llamó a sus empleados y los dejó encargados de sus bienes: a uno le dejó cinco talentos de plata, a otro dos, a otro uno; a cada cual según su capacidad; luego se marchó. Al cabo de mucho tiempo volvió el señor de aquellos empleados y se puso a ajustar las cuentas con ellos. Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo: ‘Señor, cinco talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco’. Su señor le dijo: ‘Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor’”.
COMENTARIO
En el reino de Dios no cuenta haber rendido diez, cinco o dos, sino haber puesto todo lo que cada uno tiene y es al servicio del propio Reino. La fe no es algo que se guarde en una caja fuerte para protegerla; es vida que se expresa en amor y se entrega al otro. La parábola de los talentos nos muestra la confianza que el Señor tiene en nosotros al confiarnos los bienes de su Reino para que los hagamos fructificar y nos enseña que una vida cristiana basada en la entrega constituye la alegría del Señor, y de Él recibirá la recompensa.
ORACIÓN
Dios Padre que nos dejas al cargo de tus bienes, gracias, muchas gracias por la confianza que pones en nosotros/as. No permitas que te defraudemos, sino que tu confianza reanime nuestra voluntad de poner nuestras cualidades al servicio de los hermanos/as para construir juntos tu Reino de amor y justicia de verdad y de paz. Dios Padre que nos dejas al cargo de tus bienes, gracias, muchas gracias por la confianza que pones en nosotros.
Lunes de la 33º del Tiempo Ordinario.
Santos Octavio,
Solutor y Adventor, mártires.
San Félix de Valois, sacerdote trinitario.
San Edmundo, mártir.
20 de noviembre de 2023.
Del Evangelio de san
Lucas 18,35-43.
“¿Qué quieres que haga por ti? Señor, que vea otra ve”.
Había un ciego sentado al borde del camino pidiendo limosna. Al oír que pasaba gente, le explicaron: -“Pasa Jesús Nazareno”. Entonces gritó: -“¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!”. Los que iban delante le regañaban para que se callara, pero él gritaba más fuerte: -"¡Hijo de David, ten compasión de mí!". Jesús le preguntó: -“¿Qué quieres que haga por ti?”. Él dijo: -“Señor, que vea otra vez”. Jesús le contestó: -“Recobra la vista, tu fe te ha curado”. En seguida recobró la vista y lo siguió glorificando a Dios.
COMENTARIO
En el bautismo pedimos la fe. Fe es la visión de las cosas sobrenaturales y visión sobrenatural de las cosas naturales. Pero la fe es ante todo la aceptación de Jesús como enviado del Padre y redentor del mundo. Y como la visión que da la fe es siempre imperfecta, la oración de la fe encuentra su formulación en la oración de este ciego: -“Señor, que vea y cada vez con más claridad hasta el momento de la visión directa, cara a cara, de Dios como Él es”. Vivimos en permanente peligro de hacernos ciegos ante los verdaderos valores. ¡Señor, que vea!. Es una buena oración. Ver a Jesús y a través de Él la esencia de la creación destinada a glorificar a Dios. ¡Señor, que vea!
ORACIÓN
Señor que pasas por mis caminos ten compasión de mí. Dirígeme también tu palabra ¿qué quieres que haga por ti?. Señor que vea otra vez. Que vea la verdad de mi vida, que vea que Dios es mi Padre, que vea que Él es misericordioso y compasivo, que vea que me estás salvando Señor. Que vea en el prójimo a un hermano/a que vea con ojos de fe el sentido de mi vida. Necesito ver más allá de las cosas materiales; necesito verte a Ti Señor concédeme ojos de fe; corazón creyente, luz en el alma. Señor que vea. Que después de ver le siga a Cristo por el camino de la vida glorificando a Dios. Señor que vea.
Martes de la 33ª Semana T. Ordinario.
Presentación de
santa María Virgen.
San Mauro de Porec, obispo y mártir.
21 de noviembre de 2023.
Del Evangelio de san
Lucas 19,1-10.
“El Hijo
del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido”.
Zaqueo,
jefe de publicanos y rico se subió en una higuera para ver a Jesús, porque
tenía que pasar por allí. Jesús, al
llegar, levantó los ojos y dijo: -"Zaqueo, baja en seguida, porque hoy
tengo que alojarme en tu casa". Él
bajó en seguida, y lo recibió muy contento. Todos murmuraban diciendo: -"Ha entrado a
hospedarse en casa de un pecador". Pero
Zaqueo, dijo al Señor: -"Mira, la mitad de mis bienes, Señor, se la doy a
los pobres; y si de alguno me he aprovechado, le restituiré cuatro veces
más". Jesús le contestó: -"Hoy
ha sido la salvación de esta casa. Porque
el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido".
COMENTARIO
¿El
primer paso para la conversión?... “Querer”. Querer: A pesar de que otros puedan
estorbarte; a pesar de los cansancios, y las debilidades. Querer: A pesar de “tu poca estatura”; a
pesar de que te veas “pobre en tu alma”; a pesar de que te veas esclavo de
pasiones. A pesar de todo... puedes
subir al árbol de la esperanza, de la ilusión, para verle. Puedes subir... para que Dios te vea a ti. “Hoy tengo que alojarme en tu casa”. Es la respuesta de Cristo. Si tú quieres... Él irá a tu casa, y le descubrirás
dentro de ti. Vivirás la alegría de
sentir cerca la Salvación. Tu vida
empezará a tener una nueva dimensión: La vida de Jesús de Nazaret, que
trasciende lo temporal. “La mitad de mis
bienes, Señor, se la doy a los pobres”. Y
Zaqueo “se volcó”. Dio de lo suyo, y
repartió a los pobres. Si tú haces lo
mismo también escucharás de labios de Jesús: Hoy ha entrado la salvación en esta casa.
ORACIÓN
Señor yo sé que tienes que pasar por los caminos de la paz, de la concordia, del perdón, del compartir. Se que pasas por los caminos de la Iglesia y de la fe. Quiero verte en este camino Señor pero Tú me has visto primero y me llamas: Baja quiero alojarme en tu casa. Sí señor, quiero bajar de mis orgullos de mis altanerías de mi yo y recibirte muy contento. Aunque soy pecador, quiero recibirte en lo más profundo de mi ser. Quiero comprometerme a compartir mis bienes a vivir en honradez a descubrir que has venido a salvar lo que estaba perdido. Aunque soy pecador, quiero recibirte en lo más profundo de mi ser.
Miércoles de la 33ª Semana T. Ordinario.
Santa Cecilia, virgen y mártir.
22 de noviembre de 2023.
Del Evangelio de san
Lucas 19,11-28.
“¿Por qué no pusiste mi dinero en el banco?”.
Dijo
Jesús una parábola; el motivo era que estaba cerca de Jerusalén y se pensaban
que el Reino de Dios iba a despuntar de un momento a otro. Dijo, pues: -"Un hombre noble se marchó a
un país lejano para conseguirse el título de rey, y volver después. Llamó a diez empleados suyos y les repartió
diez onzas de oro, diciéndoles: -"Negociad mientras vuelvo".
COMENTARIO
Nadie
tiene derecho a dejar inactivos los dones recibidos de Dios; nadie puede
presentarse ante Dios con las manos vacías. La fe consiste en algo más que en gestos
piadosos. De nada sirve la fe guardada
celosamente como oro en un fanal. No
hacer productivos los dones de Dios predispone para ser despojado de ellos. Por tanto, la vida de fe debe caracterizarse
por una presencia activa y dinámica. El
hombre-mujer se define como proyecto, algo que debe irse realizando cada día
conforme a su naturaleza hasta la plenitud de destino. Despliega las cualidades que Dios te ha dado.
Haz productiva tu fe.
ORACIÓN
Dios nuestro, que confías en el hombre-mujer, bendito seas por siempre. En nuestras manos torpes has puesto el cielo y la tierra, para dibujar en ellos los rasgos de tu rostro. En nuestros corazones marcados por el miedo Tú pones tu gracia abundante y la revelación de tu amor. Bendito seas, porque nos libera de temores y, tanto en la audacia como en la timidez podemos darte gracias. Concédeme Señor encontrar el gozo en la fidelidad, porque es una dicha duradera y profunda, servir con audacia al creador del todo bien. Que mi vida de fe se multiplique en actos de confianza en Ti, que mis talentos se desarrollen al servicio de tu reino. Dios mío, que confías en mí, bendito seas por siempre.
Jueves de la 33ª Semana T. Ordinario.
San Columbano de Luxeuil y de Bobbio, abad.
San Clemente I Romano, papa
mártir.
23 de noviembre de 2023.
Del Evangelio de san
Lucas 19,41-44.
“¡Si comprendieras lo que
conduce a la paz!”.
En aquel tiempo, al acercarse Jesús a Jerusalén y ver la ciudad, le dijo llorando: -"¡Si al menos tú comprendieras en este día lo que conduce a la paz!. Pero no: está escondido a tus ojos. Llegará un día en que tus enemigos te rodearán de trincheras, te sitiarán, apretarán el cerco, te arrasarán con tus hijos dentro, y no dejarán piedra sobre piedra. Porque no reconociste el momento de mi venida".
COMENTARIO
ORACIÓN
Quiero reconocer lo que me conduce a la paz. Quiero reconocer que tu presencia Señor me conduce a la paz, que el saber perdonar, el compartir, el entregar la vida, me conduce a la paz. Quiero reconocer que la convivencia en armonía me conduce a la paz, quiero reconocer que la honradez, una vida en justicia, me conducen a la paz. Quiero que mis ojos no estén ciegos a la verdad de que Tú eres Padre, que Tú salvas, que Tú perdonas. Quiero comprender hoy cuál es el camino de mi vida, quiero reconocer el momento de la venida del Señor. Señor concédeme reconocer, el camino de la felicidad, de la plenitud, concédeme reconocer que Tú, Dios mío eres el camino de mi plenitud.
Viernes de la 33ª Semana
T. Ordinario.
San Andrés Dung-Lac y
compañeros, mártires.
Santas Flora y María, vírgenes y mártires.
24 de
noviembre de 2023.
Del Evangelio de san
Lucas 19,45-48.
“Habéis convertido la casa de
Dios una «cueva de bandidos»”.
Entró Jesús en el templo y se puso a echar a los vendedores, diciéndoles: -"Escrito está: Mi casa es casa de oración; pero vosotros la habéis convertido en una cueva de bandidos". Todos los días enseñaba en el templo. Los sumos sacerdotes, los letrados y los senadores del pueblo intentaban quitarlo de en medio; pero se dieron cuenta de que no podían hacer nada, porque el pueblo entero estaba pendiente de sus labios.
COMENTARIO
Un templo, una Iglesia es un edificio destinado al culto. Recibe una consagración que le convierte en lugar sagrado, santo, destinado al culto y excluido de otros usos profanos. Usarlo para otros fines se llama profanación. El templo de Jerusalén aglutinaba los afanes religiosos convirtiéndose en punto central del encuentro de los creyentes para celebrar allí los actos de culto: Peregrinación anual, servicio religioso, alabanza, lectura de la palabra de Dios... La conversión del templo en plaza de mercado y en oficinas de cambio provocó la indignación de Jesús. La casa del Padre es casa de oración, que es comunicación con el Padre para renovación espiritual de la comunidad de los creyentes.
ORACIÓN
Señor que no convierta tu casa en un mercado, que tu casa sea un lugar de encuentro, un lugar de paz, que tu casa sea para mí el hogar, el lugar de mi libertad y mi descanso, el lugar del diálogo contigo y del encuentro con los hermanos/as. Tú Señor, haces en nosotros tu morada, construida sobre tu palabra, afianzada en la Eucaristía, consolidada por tu gracia. Dios, nuestra roca, nuestra salvación, conságranos por la fuerza del Espíritu: Nosotros seremos el templo elevado en alabanza de Tu Nombre en este siglo y por los siglos venideros. Amen. Señor que la casa del Padre la respete siempre como lo que es: Casa de Oración.
Sábado de la 33ª Semana T. Ordinario.
Santa Catalina de
Alejandría, virgen y mártir.
San Pedro de Alejandría y compañeros, mártires.
25
de noviembre de 2023.
Del Evangelio de san
Lucas 20,27-40.
“No es Dios de muertos, sino de vivos”.
Jesús les dijo: -"En esta vida, hombres y mujeres se casan; pero los que sean juzgados dignos de la vida futura y de la resurrección de entre los muertos no se casarán. Pues ya no pueden morir, son como ángeles; son hijos de Dios, porque participan en la resurrección. Y que resucitan los muertos, el mismo Moisés lo indica en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor "Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob". No es Dios de muertos, sino de vivos, porque para él todos están vivos".
COMENTARIO
La vida futura no es simplemente prolongación de la presente, como si se tratara de un paraíso terrenal al estilo del anunciado por Mahoma o del servicio a domicilio por las sectas. La vida después de la resurrección es una vida nueva con un cuerpo distinto del que se puede contemplar aquí ante un espejo. A la muerte sucede, como una herencia, la plenitud de la vida en Dios. Para el no creyente todo se juzga desde esta vida o desde la muerte; para el creyente todo se juzga desde una vida diferente, la vida de Dios. Tú fe no puede ser fe en un Dios de muertos, sino de vivos.
ORACIÓN
Oh Dios esperanza nuestra, abre nuestros ojos y nuestros corazones más allá de las preocupaciones y las limitaciones de lo cotidiano y haznos reconocer en Jesús la fuente de la vida, desde ahora y por todos los siglos. Señor dueño del tiempo y de la historia tu reino no es de este mundo tu reino es un reino de Vida, amor justicia y paz. Dios de los vivientes te damos las gracias porque Tú nos llamas a la vida sin fin. Acrecienta mi fe Señor para que crea en la resurrección; crea con más fuerza en la vida futura, para que crea que Tú eres el Dios de la vida. Acrecienta mi fe Señor para que crea con fe viva en la resurrección.
LECTURA DE LA PALABRA
EN CLIMA DE ORACIÓN
1.
Hago silencio, exterior e interior.
Estoy
en la presencia del Señor:
Contemplo a Dios que me quiere, me acoge, me escucha, me habla.
2.
Petición:
«Humildemente te pido, a ti, Señor, que eres la luz verdadera y la fuente misma de toda luz, que, meditando fielmente tu Palabra, viva siempre en tu claridad. Por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor».
3.
Palabra de Dios:
Leo tranquila y detenidamente el texto evangélico para hoy, en comunión con toda la Iglesia. Me fijo bien en todos los detalles.
4.
Ante la Palabra
leída:
Ø ¿Qué dice este texto? (Lectura honda: circunstancias, actitudes…).
Ø ¿Qué me dice a mí, personalmente? (Meditación).
Ø Desde esto, ¿qué te digo yo ahora, Señor? (Oración).
Ø ¡Quiero identificarme contigo, Señor!. ¿Qué hacer?.
(Contemplación, iluminación de mi vida concreta).
5.
Oración:
Hay una oración-reflexión propia de cada día, como inicio de respuesta
al texto evangélico. Al final puede
añadirse la siguiente:
«Gracias, Señor, por tu presencia y tu cercanía en este rato de oración; y por la luz y la fuerza que me has dado. Ayúdame a vivir según tu voluntad y sirviendo siempre a mis hermanos/as. Por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor».