Formación para los trabajadores de países del Sur
10 DICIEMBRE 2018 | POR OLGA
Milagros Villamarín | Como viene siendo habitual en los últimos años, queremos llamar la atención de los lectores y las lectoras sobre el Fondo de Solidaridad Internacional (FSI) de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC).
Este fondo es una iniciativa que la HOAC puso en marcha en 1991 como una humilde respuesta a las consecuencias negativas que la globalización económica (creadora de pobreza, desigualdades e injusticias) estaba haciendo soportar a los trabajadores y trabajadoras y a las familias obreras en todo el mundo. Lo triste es que la necesidad de este instrumento de solidaridad sigue siendo vigente, veintisiete años después de su creación, porque las condiciones de los trabajadores de todo el mundo no solo no han mejorado sino que han empeorado y la ayuda externa, en muchos casos, es la única posibilidad de realizar determinadas tareas y trabajos que les permitan reflexionar sobre su situación y, organizados, poder dar respuesta a sus problemas.
Los trabajadores y trabajadoras a quienes van dirigidos los proyectos de formación son los propios protagonistas de su propia formación integral como personas, como trabajadores y como cristianos. Les ayudan a la formación de su conciencia obrera, a conocer la realidad de lo que pasa y por qué les pasa y a implicarse con los demás en la transformación del trabajo y de la sociedad. El fondo se convierte en un apoyo fundamental para desarrollar esta militancia en comunión y colaboración con el resto de trabajadores y trabajadoras que viven situaciones similares en su entorno. Esta es la especificidad del FSI, así es como entendemos la formación en la HOAC y es el objetivo general que tienen los proyectos que financiamos.
Al mismo tiempo, los proyectos nos permiten conocer muy de cerca las dificultades que viven el mundo obrero y del trabajo en otros países y con ello, nos ayuda a ir concretando a toda la militancia de la HOAC la forma de vivir la dimensión internacional de la conciencia obrera cristiana. Dando pleno sentido al esfuerzo que en muchas ocasiones realizamos para mantener nuestra solidaridad económica con estos hermanos y hermanas y animándonos a buscar recursos, incluso fuera de nuestros propios medios, contando con la colaboración de otros trabajadores de nuestro entorno y con algunas organizaciones sensibles a esta iniciativa.
Durante este año que está finalizando hemos apoyado proyectos por un importe aproximado de unos 70.000 euros. Que han ido a financiar proyectos encaminados a:
- Favorecer el empoderamiento de las mujeres trabajadoras en India y Bolivia. Favoreciendo y potenciando las organizaciones de mujeres encaminadas a buscar su protagonismo en la sociedad a través de actividades que se dan de forma simultánea como la alfabetización y posalfabetización y la formación socio política pastoral desde la teología de la liberación y con los enfoques de género e interculturalidad. Conociendo las leyes y derechos que les ampara para poder demandarlos.
- La formación de los militantes de los movimientos de trabajadores cristianos de Colombia, Chile, Brasil y Ruanda apoyando la realización de seminarios y sus asambleas nacionales que les ha permitido analizar la realidad de sus respectivos países, reflexionar y profundizar sobre las actitudes que como cristianos debemos tener ante esa realidad según la DSI y cuáles deben ser sus líneas de actuación para conseguir una realidad más justa, que tenga en cuenta la dignidad de las personas y la dignidad del trabajo.
- Posibilitar el encuentro de la FRATER Intercontinental con representantes de África, América, Europa y Asia, además del Equipo Núcleo Intercontinental, donde han compartido la realidad de cada continente, han aprobado unos estatutos que recogen el espíritu y misión de este movimiento y la riqueza que supone la diversidad de culturas, de situaciones que se viven, han reflexionado sobre «El camino de la Frater: abiertos al mundo, contagiando vida» y han renovado el Equipo Núcleo Continental.
- Permitiendo a la CIJOC (Consejo Internacional de la Juventud Obrera Cristiana), que pueda realizar en las islas del Océano Índico un trabajo de formar a los jóvenes en liderazgo que permitan consolidar el movimiento en cada una de las islas.
- El movimiento de trabajadores cristianos de Togo ha podido reflexionar con un grupo de trabajadores de distintas fábricas de una zona franca, donde no se permite el acceso de los sindicatos, sobre los derechos y deberes de los trabajadores y de los empleadores.
- El acceso a la revista Noticias Obreras, en los países de habla hispana, como instrumento de formación, análisis y opinión en torno a una mirada cristiana del trabajo humano y el bien común. Así mismo, en la edición del Boletín informativo INFOR del Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos (MMTC).
- Por último, se ha financiado un proyecto de vídeos de formación que abordan La dignidad de la persona y el bien común, desde las claves de la Doctrina Social de la Iglesia, dirigido a todos los movimientos que forman parte del MMTC. Este material multimedia está editado en español, inglés y francés y, cada vídeo, tiene una duración aproximada de 4 minutos.
Para el año 2019 muchos de estos proyectos seguirán en marcha y aparecerán nuevos proyectos que se podrán financiar por la solidaridad de los trabajadores de nuestro país. El FSI está abierto durante todo el año para recibir proyectos y donaciones. Desde aquí os animamos también a compartir aquellas realidades en los países del sur que conozcáis y que puedan ser planteadas al fondo. Este fondo se nutre con la solidaridad de los militantes de la HOAC a través de sus aportaciones individuales, a través del 0,7% del presupuesto general de la HOAC y de todos los presupuestos diocesanos y las colaboraciones de pequeñas organizaciones y trabajadores cercanos al movimiento. No hay subvenciones de instituciones oficiales y queremos que esto siga siendo así, por eso es importante la difusión del fondo entre vuestras amistades y conocidos que creáis que pueden tener una sensibilidad ante la situación de radical injusticia que vive el mundo del trabajo, especialmente en los países del sur, y le invitéis a participar en él.