3er Domingo De Cuaresma (3 de marzo)
Templos convertidos
en mercados;
cuerpos vivientes
hechos esclavos
de la maquinaria
productiva…
y ahí nosotros,
los cristianos,
devorados por
una creciente
sed de justicia
que no llega,
que nos ahoga…
Y así vamos
sedientos
hasta que llegue
la Pascua del Amado,
¡Su Resurrección Bendita!
Del evangelio según
san Juan 2,13-25:
«Destruyan este templo,
y en tres días lo levantaré».
La
cruz y la resurrección revelarán
que la persona de Jesús es
el verdadero santuario.
La noción de templo/santuario (naos)
designa el lugar donde Dios está presente
y puede ser encontrado.
A partir de este momento,
el lugar donde Dios
puede ser encontrado es
la persona histórica de Jesús,
o lo que es lo mismo,
el Logos encarnado.
Y con Él también
en aquellos
que son hoy
su “cuerpo histórico”,
los sufrientes de
todas las historias,
los comprometidos
siempre derrotados…
los devorados
por la causa de Dios
y de los pobres.
El creer no es simplemente
tener por verdadero
el contenido escriturario,
sino que está puesto
en relación con el recuerdo.
Dicho de otra manera,
la fe se estructura
mediante la relectura
pospascual de la historia
y la enseñanza de Jesús.
“Releamos”, pues,
hermanos y hermanas.
Compártelo
en redes y entre tus contactos:
https://www.hoac.es/wp-content/uploads/2024/02/3er-Domingo-Cuaresma_compressed.pdf
TIEMPO
DE CUARESMA (Ciclo ‘B’)
Tercera Semana de Cuaresma
Del 03 al 09 de marzo de 2024.
Domingo Tercero de Cuaresma.
Santos Emeterio y Celedonio, mártires.
Santos Marino y Asterio, mártires.
03
de marzo de 2024.
No hagamos ídolos de nada ni con nadie, basta acercarnos a Dios
reconociendo nuestra pequeñez y sabiendo que solo él tiene palabras de vida
eterna. Dios quiere que nos acerquemos a
él como el eterno y el que siempre está en este Cristo crucificado que es
fuerza y sabiduría de Dios. Jesucristo
es un templo para nosotros, el nuevo templo de un culto nuevo, perfecto y
definitivo. Su cuerpo entregado en la
cruz nos muestra el amor de Dios, y todo nuestro culto y nuestra piedad se
centran en él, en su presencia resucitada.
- Éxodo 20,1-17. La Ley se dio por medio de Moisés (Jn
1,17).
- Salmo 18. R/. Señor,
tú tienes palabras de vida eterna.
- 1ª Corintios 1,22-25.
Predicamos
a Cristo crucificado, escándalo para los hombres,
pero, para los llamados, sabiduría de Dios.
Del Evangelio de san
Juan 2,13-25.
“Destruid este templo, y en tres días
lo levantaré”.
Se acercaba la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo: -"Quitad esto de aquí; no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre".
COMENTARIO
Jesús tiene una reacción airada al encontrarse con hombres-mujeres que, incluso en el templo, no buscan otra cosa sino su propio negocio. El templo deja de ser lugar de encuentro con Dios cuando nuestra vida es un mercado. El gesto de Jesús hoy expulsando a los vendedores, es un signo de purificación del templo, que solamente debe ser un lugar de oración y encuentro con Dios y con los hermanos/as. Jesús nos está llamando a pasar de una religiosidad elemental a una fe adulta y se presenta él como "el verdadero templo", lugar de encuentro entre Dios y los hombres-mujeres.
ORACIÓN
Señor, Dios vivo, te damos gracias por tu Hijo Jesucristo quien, aceptando morir en la cruz, nos ha concedido la salvación. Guárdanos junto con Él, al pie de la cruz, para que encontremos consuelo y alegría, salud y sabiduría de palabra y de obra. Abre los ojos de nuestra mente a la inteligencia de tu mensaje evangélico. Infúndenos el respeto a tus benditos mandamientos. No permitas que hagamos de lo religioso un comercio ni que coloquemos otro fundamento que el ya puesto: Jesucristo, en quien te vemos como Padre nuestro. Amén.
Lunes 3ª Semana de Cuaresma.
San Casimiro, laico.
04
de marzo de 2024.
Del Evangelio de san
Lucas 4,24-30.
“Jesús, al igual que Elías y Eliseo, no fue enviado solo a los judíos”.
Dijo
Jesús: -"Os aseguro que ningún profeta es bien mirado en su tierra. Muchos leprosos había en Israel en tiempos del
profeta Eliseo; sin embargo, ninguno de ellos fue curado, más que Naamán, el
sirio". Al oír esto, todos en la
sinagoga se pusieron furiosos y, levantándose, lo empujaron fuera del pueblo
hasta un barranco del monte en donde se alzaba su pueblo, con intención de
despeñarlo. Pero Jesús se abrió paso
entre ellos y se alejaba.
COMENTARIO
Dios
concede la salvación a quien le acepte con buena voluntad. No hace distinción de edades, raza, sexo... Solamente se alcanza la salvación cuando
nosotros/as aceptamos la voluntad de Dios, y no cuando deseamos que él acepte la
nuestra. Cuando damos acogida al Señor y
a sus enviados/as, quedamos limpios de nuestros pecados, al igual que el sirio
Naamán quedó libre de su lepra cuando cumplió lo mandado por el profeta, aunque
no fuera de su agrado. La acción de Dios
se hace grandiosa en las cosas sencillas.
ORACIÓN
Recordamos ahora Señor tu fracaso ante tus paisanos/as; que te empujaron hacia fuera, a Ti que venías a ellos para darte, para salvar, para entregarte. Señor Jesús, fue en Nazaret donde Tú dijiste que eras buena noticia para todos/as los hombres-mujeres. Que habías venido a proclamar la liberación de los oprimidos, el consuelo de los tristes, el perdón de los pecados. Que sepamos aceptarte Señor Jesús, que creamos en Ti y en tu palabra, que sepamos acogerte como el Hijo de Dios. Nuestro Salvador. Que sepa aceptarte Señor Jesús, que crea en Ti y en tu palabra, que sepa acogerte como el Hijo de Dios. Mi Salvador.
Martes
3ª Semana de Cuaresma.
San Adriano, mártir.
05
de marzo de 2024.
Del Evangelio de san
Mateo 18,21-35.
“Si cada cual no perdona de corazón a su hermano,
tampoco
el Padre os perdonará”.
Pedro
preguntó a Jesús: -"Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le
tengo que perdonar? ¿Hasta siete
veces?". Jesús le contesta: -"No
te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete”. Y añadió: -“Un rey tuvo lástima de un
empleado que le debía diez mil talentos y le suplicaba diciendo: -‘Ten
paciencia conmigo, y te lo pagaré todo’.
El Señor lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Al salir, el empleado aquel encontró a uno de
sus compañeros que le debía cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba,
diciendo: -‘Págame lo que me debes’. Entonces
el señor lo llamó y le dijo: -‘¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo
pediste. ¿No debías tú también tener
compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?’ Y el señor, indignado, lo entregó a los
verdugos hasta que pagara toda la deuda.
Lo mismo hará con vosotros mi Padre del cielo, si cada cual no perdona
de corazón a su hermano".
COMENTARIO
Jesús
nos dice que no solamente hemos de pedir perdón, sino que hemos de concederlo a
nuestros hermanos/as. Debemos perdonar y
sobre todo debemos tener una actitud personal de perdón para con los fallos de
los demás. De acuerdo con el Evangelio
de Jesús, no vale pedir perdón y no perdonar; no vale suplicar a Dios y ser
exigentes con los demás; no vale reclamar o protestar por el daño que nos
puedan haber hecho y no ser sensibles al daño que nosotros/as podemos hacer con
nuestras exigencias y posturas “fuertes”.
Pensemos en lo que dice Jesús: “¡Perdonar setenta veces siete!”.
ORACIÓN
Yo sé que me quieres, Señor porque eres bueno, porque tienes un corazón sensible, perdóname; limpia mis bajos fondos del pecado, y de mis caídas continuas levántame. Me siento pecador/a ante Ti que eres santo; mi pecado está agarrado a mí. ¡Como soy!: Contra Ti, contra Ti sólo pequé y tus ojos han visto con pena ni corazón manchado. Qué alegría que eres Padre y también misericordioso y perdonador. Gracias Señor por tu perdón generoso porque de verdad eres compasivo y misericordioso. Gracias Señor por tu perdón generoso porque de verdad eres compasivo y misericordioso.
Miércoles 3ª Semana de Cuaresma.
San Olegario de Barcelona y
Tarragona, obispo.
06
de marzo de 2024.
Del Evangelio de san
Mateo 5,17-19.
“Quien los cumpla y enseñe
será grande”.
Dijo Jesús a sus discípulos: -"No creáis que he venido a abolir la Ley y los profetas: No he venido a abolir, sino a dar plenitud. Os aseguro que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley. El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos. Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos".
COMENTARIO
El Dios de los cristianos/as, está muy cercano a sus fieles; está presente en sus afanes, en sus alegrías y en sus preocupaciones. Es posible dialogar con Él porque es “Padre” y es “Persona”. Su cercanía se deja sentir en su Palabra, en su amistad, en su amor. Pero solamente lo percibirá aquel que le reciba, que le acoja, que le acepte. Para sentirle cerca hay que buscarle, seguir sus huellas, apreciar su amistad, cumplir sus preceptos. Se está cerca de Dios cuando se cumplen con delicadeza sus mandatos, incluso los más pequeños.
ORACIÓN
Contigo Señor quiero dar plenitud a mi vida; dar la plenitud al amor, a la paz, a la misericordia, a mi crecimiento personal. Ayúdame a dar plenitud al perdón, a la compasión, a la alegría. Contigo quiero alcanzar la plenitud humana. Contigo alcanzaré la plenitud de hijo/a de Dios, contigo alcanzaré nueva vida. Ayúdame a descubrir que en Ti está la plenitud de mi vida. Contigo Señor quiero dar plenitud a mi vida.
Jueves 3ª Semana de Cuaresma.
Santas Perpetua y Felicidad, mártires.
07
de marzo de 2024.
Del Evangelio de san
Lucas 11,14-23.
“El que no está conmigo está contra mí”.
Jesús estaba echando un demonio que era mudo y, apenas salió el demonio, habló el mudo. La multitud se quedó admirada, pero algunos de ellos dijeron: -"Si echa los demonios es por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios". Él, leyendo sus pensamientos, les dijo: -"Vosotros decís que yo echo los demonios con el poder de Belzebú; y, si yo echo los demonios con el poder de Belzebú, vuestros hijos, ¿por arte de quién los echan?. Pero, si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el reino de Dios ha llegado a vosotros. El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama".
COMENTARIO
Dios llama a su pueblo por los profetas. Si escucha esa voz, encuentra el bien y la felicidad. Pero no siempre el hombre-mujer da buena acogida a la llamada de Dios. No siempre el hombre-mujer quiere estar con Dios, a veces, su egoísmo, le incita a estar contra Dios. Jesús lucha contra el mal que anida en el corazón del hombre-mujer. Ante las acciones de Jesús algunos quieren explicarlas como fruto de su alianza con el diablo. Pero Jesús afirma que quien no le ofrece buena acogida es como si le hiciese la guerra. Porque “quien no está con Él, está contra Él”. No cabe ser neutrales.
ORACIÓN
Tu reino ha llegado nosotros/as, Señor, y hay hombres-mujeres que dan su vida para arrojar el mal de nuestro mundo. Que tu Espíritu nos ilumine, para que reconozcamos en ellos a los enviados/as de tu salvación. Quiero abrir los ojos, el corazón, a tu amor Señor, postrarme ante Ti y recibirte. Quiero abrir los ojos a los signos de tu presencia, quiero ver solidaridad, lucha por la justicia, fraternidad, quiero ver que sigues echando los demonios del exceso de alcohol, del egoísmo, de la insolidaridad; quiero ver que tu reino ha llegado nosotros/as. Señor dame ojos limpios para ver que tu reino ha llegado nosotros/as.
Viernes 3ª Semana de Cuaresma.
San Juan de Dios, religioso y fundador.
08
de marzo de 2024.
Del Evangelio de san
Marcos 12,28b-34.
“El Señor, nuestro Dios, es el único Señor, y lo amarás”.
Un
escriba se acercó a Jesús y le preguntó: -"¿Qué mandamiento es el primero
de todos?". Respondió Jesús: -"El
primero es: ‘Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: Amarás
al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente,
con todo tu ser’. El segundo es éste: ‘Amarás
a tu prójimo como a ti mismo’. No hay
mandamiento mayor que éstos".
COMENTARIO
Jesús,
nos afirma que solamente hay un mandamiento: Amar con firmeza a Dios y al
prójimo como a nosotros/as mismos/as. Quien
cumple este mandamiento está en el camino que lleva al Reino, aunque no haya
sido bautizado con agua. La penitencia y
los sacrificios tienen valor y tienen mérito ante Dios, en la medida que sean
fruto del amor o nos conduzcan a Él. Pero
hoy pon el acento en cómo amar a Jesús, en cómo amar al prójimo. Escúchalo de nuevo de labios de Jesús: “Amarás
al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente,
con todo tu ser. Amarás a tu prójimo
como a ti mismo”.
ORACIÓN
Concédeme Señor amarte sobre todas las cosas, amar al hermano/a y llevar el amor hasta el extremo. Que mi inteligencia, mi actuación, mi obrar, mis pensamientos; estén iluminadas por el amor. Que la ley primera, que la ley única de mi vida sea siempre el amor Señor; pero no permitas que olvide como tengo que amar: Con todo el corazón, con todo el alma, con toda la mente, con todo mi ser. Que ame al prójimo como a mí mismo. Gracias Señor porque eres el Dios del amor.
Sábado 3ª Semana de Cuaresma.
Santa Francisca Romana, viuda y fundadora.
Santo Domingo Savio, laico.
09
de marzo de 2024.
Del Evangelio de san
Lucas 18,9-14.
“El publicano bajó a su casa justificado, y el fariseo no”.
A algunos que, teniéndose por justos, se sentían seguros de sí mismos y despreciaban a los demás, dijo Jesús esta parábola: -"Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, un publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior: ‘¡Oh Dios!, te doy gracias, porque no soy como los demás: ladrones, injustos, adúlteros; ni como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo’. El publicano, en cambio, se quedó atrás y no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo; sólo se golpeaba el pecho, diciendo: ‘¡Oh Dios!, ten compasión de este pecador’. Os digo que éste bajó a su casa justificado, y aquél no. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido”.
COMENTARIO
Jesús, el Señor afirma que Dios está junto al que se reconoce con sinceridad pecador/a. Al que reconoce su pecado, le concede su gracia y perdón. Aquel que “ofrece acción de gracias a Dios” porque es distinto de los demás, está lejos de la auténtica conversión de corazón. Dios se hace cercano a los/as humildes, a los/as pobres, y se mantiene distanciado de quienes creen que no le necesitan porque “ya son buenos/as”.
ORACIÓN
Yo sé que no soy bueno/a, que muchas veces me alejo de Ti y falsificó el amor. Bajo el peso de mis pecados me acerco a Ti, porque sé que eres un rico en misericordia. Te llamo como Padre, te invocó como amigo, pues realmente sé que soy pecador/a y que Tú eres perdonador. Confío en Ti Señor, sé que Tú estás cerca y no me abandonas jamás. Soy poca cosa, pero Tú eres perdón, ternura y misericordia. Por tu amor Señor ten piedad de mí. Amén. Soy poca cosa, pero Tú eres perdón, ternura y misericordia. Por tu amor Señor ten piedad de mí. Amén.
LECTURA DE LA PALABRA
EN CLIMA DE ORACIÓN
1.
Hago silencio, exterior e interior.
Estoy
en la presencia del Señor:
Contemplo a Dios que me quiere, me acoge, me escucha, me habla.
2.
Petición:
«Humildemente te pido, a ti, Señor, que eres la luz verdadera y la fuente misma de toda luz, que, meditando fielmente tu Palabra, viva siempre en tu claridad. Por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor».
3.
Palabra de Dios:
Leo tranquila y detenidamente el texto evangélico para hoy, en comunión con toda la Iglesia. Me fijo bien en todos los detalles.
4.
Ante la Palabra
leída:
Ø ¿Qué dice este texto? (Lectura honda: circunstancias, actitudes…).
Ø ¿Qué me dice a mí personalmente? (Meditación).
Ø Desde esto, ¿qué te digo yo ahora, Señor? (Oración).
Ø ¡Quiero identificarme contigo, Señor!. ¿Qué hacer?.
(Contemplación, iluminación de mi vida concreta).
5.
Oración:
Hay una oración-reflexión propia de cada día, como inicio de respuesta
al texto evangélico. Al final puede
añadirse la siguiente:
«Gracias, Señor, por tu presencia y tu cercanía en este rato de oración; y por la luz y la fuerza que me has dado. Ayúdame a vivir según tu voluntad y sirviendo siempre a mis hermanos/as. Por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor».