VER: DIOS QUIERE TANTO AL MUNDO…
…que quiere ver reír a los que
lloran
y comer a los hambrientos;
quiere ver trabajar a los parados
y con un trabajo decente
a los que trabajan en precario;
quiere ver sanos a los enfermos
y a los emigrantes
reconocidos y respetados…
y comer a los hambrientos;
quiere ver trabajar a los parados
y con un trabajo decente
a los que trabajan en precario;
quiere ver sanos a los enfermos
y a los emigrantes
reconocidos y respetados…
Dibujos de Cerezo
ORAR EN EL MUNDO OBRERO
Ciclo “B” (2014-2015)
Ciclo “B” (2014-2015)
«ASÍ DEMOSTRÓ DIOS SU AMOR»
(15 de marzo de 2015)
DOMINGO IV DE CUARESMA
«Acercarse a la luz de la cruz
es vivir la vida obrera
en la única verdad,
que no consiente el doble juego,
la duplicidad de vida:
es vivir la vida obrera
en la única verdad,
que no consiente el doble juego,
la duplicidad de vida:
Decir, pero no hacer,
amar, pero sin obras,
buscar la felicidad, pero sin riesgo.
amar, pero sin obras,
buscar la felicidad, pero sin riesgo.
Sólo el que obra el bien y la justicia,
no se asusta de la luz de la cruz».
no se asusta de la luz de la cruz».
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15 de marzo de 2015
4º domingo de Cuaresma (B)
Lectura del segundo libro de las Crónicas 36, 14-16. 19-23
La ira y la misericordia del Señor
se manifiestan en la deportación
y en la liberación del pueblo.
Salmo 136, 1-2. 3. 4. 5. 6 (J.: 6a)
Que se me pegue la lengua al paladar
si no me acuerdo de ti.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 2, 4-10
Estando muertos por los pecados,
nos ha hecho vivir con Cristo.
Lectura del santo evangelio según san Juan 3, 14-21
Dios mandó su Hijo al mundo
para que el mundo se salve por él.
El amor de Dios salva.
Ciro, el rey de Persia, y Cristo, rey de reyes,
son los liberadores del pueblo.
Israel purifica sus pecados en el exilio
y Ciro le concede la libertad (1 lect.).
El otro libertador es Jesús,
que no ha venido a condenar sino a salvar.
Es el estandarte levantado en medio del mundo.
El que acepta la luz se salva,
el que prefiere las tinieblas
se condena a sí mismo (Ev.).
El amor de Dios al hombre es grande,
pues en su Hijo nos ha liberado gratuitamente
de la esclavitud del pecado (2 lect.).