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Las dimensiones psicológicas de
las virtudes sobrenaturales.
Es sabido que los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola, a lo largo de su dilatada historia, han sido adaptados de diferentes maneras. Se han seleccionado sus contenidos, se ha reducido su extensión y se han añadido nuevos conceptos y ejemplos extraídos de las Sagradas Escrituras, de los Santos Padres y de reflexiones teológicas, psicológicas y de las demás ciencias humanas. El texto original nos ofrece la posibilidad de “acomodar” sus contenidos a los diversos destinatarios y a las distintas situaciones pastorales y espirituales. Si inicialmente constituían el trayecto introductorio para la formación ascética de los aspirantes a integrarse en la Compañía de Jesús, después han sido también unos instrumentos utilizados para discernir las diferentes vocaciones religiosas, sacerdotales y laicales, y una herramienta para entrar en la profundidad del alma, para lograr la serenidad del espíritu y para evitar el autoengaño: para facilitar la apertura al misterio y la entrega a los hermanos.
En mi opinión, con esta propuesta el jesuita Gaetano Piccolo, profesor de la Universidad Gregoriana de Roma, nos proporciona un instrumento que, además de original y sugerente, está dotado de una notable capacidad para adaptarse a las múltiples realidades religiosas del mundo actual y a los diferentes perfiles psicológicos de los creyentes. Dando por supuesto el lugar nuclear que ha de ocupar la oración -la escucha atenta de la llamada amorosa y comprometedora de Dios- él explica y aplica en este libro unos fragmentos del Cantar de los Cantares, ese caudal de metáforas profundas y esclarecedoras de los diferentes procesos de comunicación entre Dios y los seres humano.
Me llama la atención de manera especial su acierto al profundizar en las dimensiones psicológicas de los valores y de las virtudes sobrenaturales, y los contenidos emotivos de nuestras respuestas a las llamadas de Dios como, por ejemplo, sus análisis sobre los sentimientos y, en especial, sobre los deseos. Estoy de acuerdo en que, efectivamente, nuestras convicciones y, por lo tanto, nuestras actitudes y nuestros comportamientos poseen unos contenidos emocionales que hemos de tener en cuenta para interpretarlos de una manera correcta. A mi juicio, la reflexión más interesante, luminosa y orientadora es la lectura del Cantar de los Cantares como el poema del amor de Dios por Israel y la relectura cristiana como ha sido interpretada y vivida por los grandes místicos. En ella se profundiza el camino que Dios quiere que recorran las almas, esa senda que, partiendo del deseo originario, llega a la “unión íntima” a través de la conocida “contemplación para alcanzar amor”. Apoyándose en unas exégesis convincentes de los textos sagrados y, sobre todo, de las palabras de San Ignacio, nos muestra cómo el crecimiento de la vida espiritual ha de apoyarse, como se explica en los Ejercicios, además de en la gracia, en consideraciones psicológicas e, incluso, en algunas inevitables referencias corporales.
En mi opinión, con esta propuesta el jesuita Gaetano Piccolo, profesor de la Universidad Gregoriana de Roma, nos proporciona un instrumento que, además de original y sugerente, está dotado de una notable capacidad para adaptarse a las múltiples realidades religiosas del mundo actual y a los diferentes perfiles psicológicos de los creyentes. Dando por supuesto el lugar nuclear que ha de ocupar la oración -la escucha atenta de la llamada amorosa y comprometedora de Dios- él explica y aplica en este libro unos fragmentos del Cantar de los Cantares, ese caudal de metáforas profundas y esclarecedoras de los diferentes procesos de comunicación entre Dios y los seres humano.
Me llama la atención de manera especial su acierto al profundizar en las dimensiones psicológicas de los valores y de las virtudes sobrenaturales, y los contenidos emotivos de nuestras respuestas a las llamadas de Dios como, por ejemplo, sus análisis sobre los sentimientos y, en especial, sobre los deseos. Estoy de acuerdo en que, efectivamente, nuestras convicciones y, por lo tanto, nuestras actitudes y nuestros comportamientos poseen unos contenidos emocionales que hemos de tener en cuenta para interpretarlos de una manera correcta. A mi juicio, la reflexión más interesante, luminosa y orientadora es la lectura del Cantar de los Cantares como el poema del amor de Dios por Israel y la relectura cristiana como ha sido interpretada y vivida por los grandes místicos. En ella se profundiza el camino que Dios quiere que recorran las almas, esa senda que, partiendo del deseo originario, llega a la “unión íntima” a través de la conocida “contemplación para alcanzar amor”. Apoyándose en unas exégesis convincentes de los textos sagrados y, sobre todo, de las palabras de San Ignacio, nos muestra cómo el crecimiento de la vida espiritual ha de apoyarse, como se explica en los Ejercicios, además de en la gracia, en consideraciones psicológicas e, incluso, en algunas inevitables referencias corporales.
José Antonio Hernández Guerrero, reflexiona, semanalmente en nuestro “blog”, sobre las Claves del bienestar humano el sentido de la dignidad humana y el nuevo humanismo. Actualmente, nos envía también una reseña semanal sobre libros de pensamiento cristiano, evangelización, catequesis y teología. Con la intención, de informar, de manera clara y sencilla, de temas y de pensamientos actuales, que gustosamente publicamos en nuestro “blog”.
[«El perfume del esposo.
Ejercicios espirituales con
el “Cantar de los Cantares”».
Gaetano Piccolo
Madrid, Paulinas, 2018]
[«El perfume del esposo.
Ejercicios espirituales con
el “Cantar de los Cantares”».
Gaetano Piccolo
Madrid, Paulinas, 2018]
