¿El teletrabajo y el trabajo digital contribuyen realmente
a una mayor libertad laboral?
No, si la legislación laboral sigue siendo la que es, si los sindicatos siguen en la puerta de las empresas, si se sigue persiguiendo a los trabajadores por pensar de forma diferente, si no se reduce la jornada laboral normal, etc. En este contexto, el teletrabajo desde casa solo puede significar más explotación y mayor sometimiento del trabajador –y de su familia– al trabajo.
En muchos lugares, debido a la necesidad de confinar nuestra actividad profesional en nuestro espacio vital, el teletrabajo se ha visto como la panacea para muchos males, entre ellos la dificultad de conciliar la vida laboral y profesional. Nuevas fuerzas están transformando el mundo del trabajo. La pandemia de la COVID-19 tiene consecuencias sociales y políticas: se ha establecido una «virtualización de la vida humana» y un control social. El mundo tal y como lo conocíamos se detuvo a principios de 2020 y los Gobiernos, apoyados por la ciencia, tuvieron que aplicar medidas drásticas para salvar vidas
Es cierto que la vida continúa, pero sin duda hemos adoptado la forma de trabajo más inusual de esta generación. El reto para los responsables políticos es cómo seguir protegiendo la vida y la salud de las personas sin, al mismo tiempo, causar un daño irreversible a la economía.
En este sentido, las medidas de distanciamiento físico, como el cierre de escuelas, la suspensión de vuelos, la prohibición de grandes reuniones y el cierre de centros de trabajo, fueron una herramienta temprana en la lucha contra el virus para contener su propagación. Mientras tanto, el teletrabajo está en auge.
Entre enero y marzo de 2020, a medida que la infección por el virus SARSCoV-2 se extendía por todo el mundo, los Gobiernos pidieron a los empresarios que cerraran sus empresas y, si era posible, aplicaran el teletrabajo a tiempo completo para sus trabajadores, con muy poco tiempo de preparación tanto para los empresarios como para los trabajadores.
Partiendo de la realidad de la población mundial duramente golpeada por esta pandemia, diferentes militantes de los movimientos nacionales afiliados al MMTC dan su testimonio y nos animan a reflexionar y a abrir los ojos al mundo.
Isla Rodrigues, Océano Índico (Región de África). Jean Claude Tolbize, militante de la LOAC Rodrigues y copresidente del MMTC, subraya el importante aumento del número de parados en las islas debido a la ausencia de turistas. Estas personas no tienen acceso al teletrabajo debido a su función. Esta situación se da también en otros continentes: africano, europeo, asiático y americano.
Singapur (Asia Oriental). Sinapan Samydorai, militante y Consejero de CFSM Singapur para su región, explica cómo el teletrabajador utiliza las herramientas de comunicación para realizar tareas laborales en casa o en un lugar remoto.
Brasil (América del Sur). Mariah Francisco y Mariléa Damasio señalan que el teletrabajo, también llamado home office, no es nuevo. Varias empresas se sumaron a este modelo de trabajo debido a las nuevas normas de aislamiento social durante la pandemia de la COVID19, que comenzó a principios de 2020.
Tirol del Sur, Italia (Europa). La coordinación nacional del movimiento KVW, presenta las acciones realizadas por los militantes del movimiento con los jóvenes para ayudarles a una mejor formación técnica, social y política para que cada ser humano esté en el centro del desarrollo.
República Centroafricana (RCA) (África). El vicepresidente, Joseph Roméo, explica que dentro de su movimiento, muchos miembros proceden de la economía sumergida: comerciantes, soldadores, carpinteros, agricultores, pensionistas, etc. Por lo tanto, es difícil que estas personas permanezcan confinadas en casa porque estos trabajadores se ganan así el pan de cada día.
Portugal (Europa). Un militante de LOC/ MTC, Ricardo Coelho, presenta su testimonio. Su vida cotidiana ha cambiado radicalmente. El tráfico de la hora punta de la mañana ha desaparecido, pero también el habitual desayuno con los compañeros: trabaja desde casa.
Josep Jiménez Montejo, consiliario de ACO España y de la coordinación europea MTC Europa, informa sobre el seminario organizado por el Movimiento Europeo en 2018 con el tema «Trabajo digital. Trabaja en cualquier momento y en cualquier lugar. Impacto en los trabajadores y sus familias». Entre el deseo de autonomía y la necesidad de un marco legal y normativo para el trabajo.
La realidad vivida por las y los trabajadores en los cuatro continentes donde el MMTC está presente con sus acciones de formación y compromiso, nos permite así analizar y profundizar nuestra propia situación y compromiso, a la luz de las experiencias y acciones llevadas a cabo por otros en todo el mundo.
El observatorio de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) ha destacado los efectos devastadores que la pandemia sigue teniendo sobre el empleo y los ingresos laborales, desde principios de 2020, así como el impacto negativo generalizado en el mercado de trabajo.
Por lo tanto, los responsables políticos tendrán que seguir apoyando el empleo y la seguridad de los ingresos en los próximos meses, incluido 2021, y abordar los retos fundamentales que plantea la pandemia. La armonización y la planificación a nivel político, sanitario, económico y social siguen siendo esenciales para garantizar que los hombres y mujeres trabajadores, especialmente los más pobres, no se vean aún más afectados por esta crisis sanitaria internacional.
Mariléa Damasio, Secretaria general del MMTC