2º Domingo Adviento (5 diciembre 2021)
02 DICIEMBRE 2021 | POR FERNANDO C. DÍAZ
¡Qué necesidad
de conversión
hay en mi vida!
Cuántos recovecos
escabrosos,
caminos torcidos,
muros…
que necesitan
ser iluminados
y recobrar
la transparencia
de lo sencillo.
También los hay
en el ambiente
que me rodea,
en la vida obrera,
en las asociaciones
e instituciones…
El camino de Adviento
requiere despojarse
de carga inútil;
pero hay que
saber reconocer
aquello de lo que hemos
de desprendernos,
de lo que estorba.
San Lucas 3,1-6:
«Preparad el camino al Señor».
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«ORAR CON LA IGLESIA»
TIEMPO DE ADVIENTO (Ciclo
‘C’) 2ª Semana de Adviento
Del 05 de diciembre al 11 de diciembre de 2021.
Domingo 2ª Semana de Adviento.
San Sabas de Capadocia, abad.
05 de diciembre
de 2021.
Una de las figuras del Adviento, san Juan Bautista, precursor
del Mesías, predica un bautismo de conversión para el perdón de los pecados,
cumpliendo la profecía de Isaías: «En el desierto preparad el camino del Señor,
allanad sus senderos» (Ev.). El Adviento
es, pues, un tiempo de conversión, durante el que nos preparamos interiormente
para que cuando el Señor venga nos encuentre limpios e irreprochables (cf. 2
lect.). Es un tiempo de experimentar la
misericordia de Dios, que nos hace volver a gozar de su esplendor, dejando
atrás la oscuridad de nuestros pecados (cf. 1 lect.). Y así podremos cantar: «El Señor ha estado
grande con nosotros, y estamos alegres» (sal. resp.). Vigilemos para que los afanes de este mundo
no nos impidan nuestro encuentro con Cristo (1.ª orac.).
- Bar 5,1-9. Dios mostrará tu esplendor.
- Salmo 125.
R/. El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos
alegres.
- Flp 1,4-6.8-11.
Que lleguéis al Día de Cristo
limpios e irreprochables.
Del Evangelio según
san Lucas 3,1-6.
“Toda carne verá la salvación de Dios”.
En el año quince del reinado del emperador
Tiberio, siendo Poncio Pilato gobernador de Judea, y Herodes virrey de Galilea,
bajo el sumo sacerdocio de Anás y Caifás, vino la palabra de Dios sobre Juan,
hijo de Zacarías, en el desierto. Él
recorrió toda la comarca del Jordán, predicando un bautismo de conversión para
perdón de los pecados, como está escrito en el libro de los oráculos del
profeta Isaías: "Una voz grita en el desierto: Preparad el camino del
Señor, allanad sus senderos; elévense los valles, desciendan los montes y
colinas; que lo torcido se enderece, lo escabroso se iguale. Y todos verán la salvación de Dios".
COMENTARIO
Aparece la figura de Juan Bautista como la señal
de la llegada de la salvación de Dios. Preparar
el camino del Señor significa entrar en comunión con Él. Es hacer que nuestra vida se aproxime a lo que
Jesús espera y quiere de nosotros, "allanad los senderos... que todo lo
torcido se enderece, lo escabroso se iguale". Juan llamaba a la conversión, al
arrepentimiento de los pecados, con vista a la llegada del reino de Dios:
"Convertíos, que se acerca el reino de los cielos".
ORACIÓN
Gracias, Padre, por Jesús tu Hijo: Que viene
ahora para plantar en nuestro mundo vida y esperanza. Enséñanos, Padre, a preparar sus caminos, a
reconocerlo en cada persona y en cada acontecimiento, y sobre todo en los
pobres y en los que están necesitados de liberación. Enséñanos a descubrirlo muy cercano, muy
dentro de nosotros. Que se eleve nuestra
oración; que descienda nuestro orgullo; que se suavice nuestro egoísmo y
ambición; que se enderece nuestra conducta de excesos y defectos. Amén. ¡Ven, señor Jesús!
Segunda Semana de
Adviento.
San Nicolás de Bari, obispo,
patrono de los niños,
marineros y viajeros
Lunes, 06 de diciembre de 2021.
Del Evangelio de san
Lucas 5,17-26.
“Hoy hemos visto cosas admirables”.
Un día
estaba Jesús enseñando, llegaron unos hombres que traían en una camilla a un
paralítico subieron a la azotea y, separando las losetas, lo descolgaron con la
camilla hasta el centro, delante de Jesús. Él, viendo la fe que tenían, dijo: -"Hombre,
tus pecados están perdonados". Y
añadió: -“Para que veáis que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para
perdonar pecados -dijo al paralítico- A ti te lo digo, ponte en pie, toma tu
camilla y vete a tu casa”. Él,
levantándose al punto, a la vista de ellos, tomó la camilla donde estaba
tendido y se marchó a su casa dando gloria a Dios.
COMENTARIO
“Tus pecados
quedan perdonados”. Dios no es sólo un
ideal altísimo, Dios es Padre nuestro. El
padre siente como una ofensa toda injusticia cometida contra alguien de su
familia. Toda ofensa hecha a cada uno de
los hombres-mujeres es una ofensa a Dios mismo, que está pendiente de sus hijos
los hombres-mujeres. Por eso, el pecado
es castigado, pero también perdonado. El
milagro es la prueba de que Dios en Cristo nos perdona los pecados.
ORACIÓN
Yo sé que tú eres bueno y me perdonas; sé que
eres misericordioso con quien abre su corazón a tu amor y lealtad. Atiéndeme. Te llamo. Yo vengo a estar contigo. A quedarme junto a Ti. Me alegro de tu manera de ser, me alegro
porque eres perdonador y misericordioso. Ten compasión de mí. Tú que siempre estás pronto para ayudarme,
pronto para animar mi corazón cuando recae.
Yo se Señor que Tú
eres bueno y me perdonas.
Segunda Semana de Adviento.
San Ambrosio de Milán,
obispo y doctor de la Iglesia.
Martes, 07 de
diciembre de 2021.
Del Evangelio de san Mateo 18,12-14.
“Dios no quiere que se
pierda ni uno de estos pequeños”.
Dijo Jesús a
sus discípulos: -"¿Qué os parece? Suponed que un hombre tiene cien ovejas: Si
una se le pierde, ¿no deja las noventa y nueve en el monte y va en busca de la
perdida? Y si la encuentra, os aseguro
que se alegra más por ella que por las noventa y nueve que no se habían
extraviado. Lo mismo vuestro Padre del
cielo: No quiere que se pierda ni uno de estos pequeños".
COMENTARIO
Cuando un
hijo "desaparece de casa", los padres le buscan por todas partes; la
preocupación y el insomnio se apoderan de ellos hasta que se resuelve el
problema. Jesús acude a estos ejemplos
para hacernos comprender lo mucho que nuestro Padre Dios nos quiere, nos cuida,
nos busca, nos espera y nos perdona. El
Señor cuida de su pueblo con ternura; especialmente con los más necesitados. Alegrémonos porque Dios nos busca para darnos
su paz, porque "no quiere que ni uno se pierda".
ORACIÓN
Ven Señor a libertarnos ven, tu pueblo a redimir;
purifica nuestras vidas no tardes en venir. Te esperamos anhelantes sabemos qué vendrás
deseamos ver tu rostro que nos vengas a rescatar. Ven Señor abre tus brazos llévame en tus
hombros que perdido no quiero estar. Ven
pronto Señor y lléname de tu luz, vísteme de alegría, y lléname de tu paz. Cuando me pierda búscame Señor te necesito.
Cuando me extravíe ven a mi encuentro. Ven Señor, ven, no tardes que te esperamos ven
pronto Señor.
LA INMACULADA CONCEPCIÓN
Segunda Semana de Adviento.
Miércoles, 08 de diciembre de
2021.
Solemnidad
de la Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María, que, realmente
llena de gracia y bendita entre las mujeres en previsión del Nacimiento y de la
Muerte salvífica del Hijo de Dios, desde el mismo primer instante de su
Concepción fue preservada de toda culpa original, por singular privilegio de
Dios. En este mismo día fue definida el
año 1854 por el papa Pío IX como verdad dogmática recibida por antigua
tradición (elog. del Martirologio Romano).
En
este día celebramos llenos de gozo la victoria del Señor sobre Satanás y el
pecado (cf. sal. resp.). Una victoria
que se manifestó, antes que en nadie, en María, la Madre de Jesús, preservada
de todo pecado desde el primer instante de su ser natural. (cf. 1.ª
orac.). Así la preparó Dios para que
fuera digna madre del Hijo hecho hombre (Pf.).
En ella se cumple lo anunciado en el Génesis: «Esta te aplastará la
cabeza, cuando tú la hieras en el talón» (1 lect.). En la Virgen Inmaculada se cumple plenamente
el que nosotros hayamos sido elegidos en la persona de Cristo para que fuésemos
santos e intachables en Él por el amor (cf. 2 lect.). Por todo ello, el ángel Gabriel la saludó
como «la llena de gracia» (Ev.).
- Gén 3,
9-15.20. Pongo hostilidad entre tu
descendencia y la descendencia de la mujer.
- Salmo 97.
R/. Cantad
al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas.
- Ef 1,3-6.11-12.
Dios nos eligió en Cristo
antes de la fundación del mundo.
Del Evangelio de san Lucas 1,26-38.-
“Alégrate, llena de gracia, el Señor
está contigo”.
El ángel Gabriel fue enviado por Dios a una
virgen que se llamaba María. Entrando en
su presencia, dijo: -"Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo. No temas, María, porque has encontrado gracia
ante Dios. Concebirás en tu vientre y
darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la
fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer
se llamará Hijo de Dios". María
contestó: -"Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu
palabra".
COMENTARIO
María es grande, es paraíso, bien sin mal,
memoria de Dios, maravilla absoluta, prodigio sin fin, cima y cielo. Las cosas de Dios son grandes, no grandiosas. María es plena, rebosante, como una fuente. Eso, como una fuente que siempre está manando,
corre incesantemente, se da sin medida, y en el fondo es pura y transparente. María está llena de Dios. Cuánto han hablado los entendidos, los sabios
de María. Sí, han dicho de ella que era
inmaculada desde el primer instante, que no hubo en ella pecado, que fue como
un enclave de luz en este mundo... El
Evangelio lo dijo más sencillamente: “Llena de gracia”.
ORACIÓN
A ti, Virgen Inmaculada, predestinada por Dios
por encima de toda otra criatura como abogada de gracia y modelo de santidad
para su pueblo, renuevo hoy la confiada entrega de toda la Iglesia. Sé tú quien guíe a sus hijos en la
peregrinación de la fe, haciéndolos cada vez más obedientes y fieles a la
Palabra de Dios. Sé tú quien acompañe a
cada cristiano en el camino de la conversión y de la santidad, en la lucha
contra el pecado y en la búsqueda de la belleza auténtica, que es siempre impronta
y reflejo de la Belleza divina. Sé tú también quien alcance paz y salvación para todas
las gentes. Amén.
Segunda Semana de
Adviento.
San Juan Diego Cuauhtlatoatzin,
el vidente de la Virgen de Guadalupe.
Jueves,
09 de diciembre de 2021.
Del
Evangelio de san Mateo 11,11-15.-
“No ha nacido uno más grande que Juan
el Bautista”.
Dijo Jesús a la gente: -"Os aseguro que no
ha nacido de mujer uno más grande que Juan, el Bautista; aunque el más pequeño
en el reino de los cielos es más grande que él.
Desde los días de Juan, el Bautista, hasta ahora se hace violencia
contra el reino de Dios, y gente violenta quiere arrebatárselo. Los profetas y la Ley han profetizado hasta
que vino Juan; él es Elías, el que tenía que venir, con tal que queráis
admitirlo. El que tenga oídos que
escuche".
COMENTARIO
Todas las promesas se han realizado en
Jesucristo. El Adviento nos prepara para
recibir a Jesús que hace realidad las promesas de Dios al pueblo de Israel. Y es un nuevo profeta, Juan Bautista, quien
prepara el camino al Señor. La acción de
Dios estará orientada a liberar al hombre de su esclavitud de pecado, a
conseguir que florezca la justicia y la paz para los más necesitados, a ofrecer
"la fuente de agua que hace brotar vida eterna. El Adviento ha de empujarnos a preparar la
venida de Jesús para que su presencia cambie y haga fértiles nuestras vidas.
ORACIÓN
Por los hombres sedientos de justicia y dignidad,
te pedimos: haznos unos apasionados de la justicia y del amor. Por los pueblos aplastados por la opresión,
te pedimos: difunde en nuestros corazones la violencia de la verdad. Por los profetas que liberan el combate de la
esperanza te pedimos: aumenta cada día en ellos la fe. Por los que queremos escuchar tu palabra te
pedimos: danos oídos de fe. Por los
hombres aplastados por el peso de la miseria, ven Jesús dulce y humilde de
corazón. Por los hombres desanimados por
el peso de la ley, ven Mesías de los sencillos.
Por los hombres alejados de Dios por despecho y hastío, ven Jesús rostro
del Padre. Por tu bondad ‘Ven Señor Jesús’.
Segunda Semana de
Adviento.
Nuestra Señora de Loreto, Patrona de la Aviación.
Santa Eulalia de Mérida, virgen y
mártir.
Viernes, 10 de diciembre de 2021.
Del
Evangelio de san Mateo 11,16-19.-
“No escuchan ni a Juan ni al Hijo del
hombre”.
Dijo Jesús a la gente: -"¿A quién se parece esta generación? Se parece a los niños sentados en la plaza,
que gritan a otros: ‘Hemos tocado la flauta, y no habéis bailado; hemos cantado
lamentaciones, y no habéis llorado’. Porque
vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: ‘Tiene un demonio’. Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y
dicen: ‘Ahí tenéis a un comilón y borracho, amigo de publicanos y pecadores’. Pero los hechos dan razón a la sabiduría de
Dios".
COMENTARIO
En la historia de los pueblos el ayuno tiene un
simbolismo especial. El hombre que deja
de comer es como si rompiera con su vida anterior. Así, los fariseos dicen de Juan Bautista que
ni come ni bebe, pero a Jesús le tachan de comilón y borracho. Jesús se lamenta de que no hayan sabido
interpretar con fe estos signos del ayuno o de la comida. La salvación que Dios trae a los hombres-mujeres
se comunica mediante estos signos y testimonios divinos. Algunos los creen, otros se oponen a ellos ¿Tu
dónde te sitúas?
ORACIÓN
Tu Señor nos das signos de la bondad y cercanía
de Dios; de la alegría del reino y la buena noticia de la salvación; pero
nosotros te hemos buscado donde no estabas porque quisiéramos otros signos Señor. Abre nuestro corazón a la fe, para que, en tu
palabra, en los sacramentos, en la cercanía de tu venida, descubramos tu
presencia entre nosotros. Señor, abre nuestro corazón a la fe.
Segunda
Semana de Adviento.
San Dámaso I, papa, promotor
del culto a los mártires.
Sábado, 11 de diciembre de 2021.
Del
Evangelio de san Mateo 17,10-13.-
“Elías ya ha venido y no lo reconocieron”.
Los discípulos preguntaron a Jesús: -"¿Por
qué dicen los escribas que primero tiene que venir Elías?". Él les contestó: -"Elías vendrá y lo
renovará todo. Pero os digo que Elías ya
ha venido, y no lo reconocieron, sino que lo trataron a su antojo. Así también el Hijo del hombre va a padecer a
manos de ellos". Entonces
entendieron los discípulos que se refería a Juan, el Bautista.
COMENTARIO
El pueblo judío creía en la venida del profeta,
al que atribuía un gran poder de renovación. El profeta Juan Bautista predicó con
entusiasmo la renovación, pero no todos cambiaron de vida. Las apasionadas palabras y el ejemplo personal
pueden ejercer una influencia sobre las personas. Pero, a menudo, el cambio es solamente
aparente. Los profetas preparan la
llegada de Cristo, pero el encuentro personal con Él es absolutamente libre. ¿Reconocemos hoy la voz de Dios? A los que lo anuncian a Cristo Salvador ¿los
tratamos a nuestro antojo?
ORACIÓN
Confieso Señor, que soy un pecador necesitado de
salvación. Me doy cuenta que actúo
caprichosamente en mi vida interior para no comprometerme. Pero hoy quiero ver los signos de tu
presencia y tu bondad, quiero descubrir tu venida. Quiero recibirte Señor Jesucristo como el
Salvador. Perdona Señor mis pecados e
inscribe mi nombre en el LIBRO DE LA VIDA ETERNA. Quiero recibirte Señor Jesucristo como el Salvador.