34º Domingo del Tiempo Ordinario (26 noviembre)
23 NOVIEMBRE 2023 | POR JORGE HERNÁNDEZ
Con la festividad de
Cristo Rey
finalizamos este fin de semana
el año litúrgico.
La próxima semana
comenzamos el Adviento.
El evangelista Mateo ha sido
nuestro compañero de viaje
y un guía muy especial
para el seguimiento
de las huellas del maestro Jesús
durante todo este ciclo A.
Su evangelio lo hemos escuchado,
rumiado, admirado,
también nos ha interpelado,
cuestionado, convertido,
nos ha vinculado como comunidad
de seguidores y seguidoras de Jesús.
Damos gracias al Padre por Mateo
y las comunidades que hicieron posible
que hoy, veinte siglos más tarde,
nos regale la Buena Noticia de Jesús,
viva, y transformadora.
Este fin de semana nos habla
de un rey muy especial,
o mejor, una forma
de reinar alternativa.
Del evangelio según
san Mateo 25,31-46:
«Se sentará en el trono de
su gloria
y separará a unos de otros».
Estamos
llamados
a encontrar a cada pobre
y a cada tipo de pobreza,
sacudiendo de nosotros
la indiferencia y la banalidad
con las que escudamos
un bienestar ilusorio”.
Solo desde la cercanía,
la empatía o más todavía
desde la encarnación
podemos reconocer a Jesús
en la persona empobrecida.
Solo desde ahí podemos ir
“sintiendo con Cristo”
y se nos va abriendo
todo un proceso
de conversión.
Seguir
a Jesús,
requiere gafas nuevas,
para reconocerle y
encontrarle donde realmente
se hace presente
en nuestra historia cotidiana…
ésta es una de las claves
de la espiritualidad cristiana.
Esas gafas,
esa forma
de mirar la vida
y a las personas,
tiene capacidad para
cambiar el mundo…
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«ORAR CON LA IGLESIA»
JESUCRISTO REY DEL UNIVERSO
34ª Semana del Tiempo Ordinario (Ciclo
‘A’)
Del 26 de noviembre al 02 de diciembre de 2023.
Jesucristo, Rey del Universo.
Domingo 34º del
Tiempo Ordinario.
San Conrado de Constanza, obispo.
26 de noviembre de 2023.
Solemnidad de nuestro Señor Jesucristo,
Rey del Universo. A él el poder, la gloria y la majestad para siempre, por los
siglos de los siglos (elog. del Martirologio Romano).
Jesucristo es Rey. Y el suyo es un «reino eterno y universal: el
reino de la verdad y la vida, el reino de la santidad y la gracia, el reino de
la justicia, el amor y la paz» (Pf).
Un reino que va creciendo hasta que sean aniquilados sus enemigos, el
pecado y la muerte (2 Lect). Cristo es Rey y Pastor que quiere que todas
sus ovejas se salven (1 Lect). «El Señor es mi pastor, nada me falta: en
verdes praderas me hace recostar» (Sal resp). Y Cristo vendrá al fin de los tiempos y
separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras y,
entonces, al atardecer de nuestras vidas seremos examinados sobre el amor (Ev).
- Ezequiel 34,11-12.15-17: A vosotros mis ovejas voy
a juzgar entre oveja y oveja.
- Salmo 22: R./ El Señor es mi pastor, nada me falta.
- 1ª Corintios 15,20-26.28: Devolverá a Dios Padre su
reino
y así Dios lo será todo para todos.
Del Evangelio de san
Mateo 25,31-46.
“Se sentará en el trono de su gloria y separará a unos de otros”.
Dijo Jesús: -"Cuando venga en su gloria el
Hijo del hombre, separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de
las cabras. Entonces dirá el rey a los
de su derecha: ‘Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino
preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer,
tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo
y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme’. Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con
uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis".
COMENTARIO
Lo que cuenta ante Dios es la actitud de amor o
indiferencia hacia cualquier ser humano necesitado; lo que se hace con uno de
los más pequeños, se hace con Dios. Hay
que estar alerta, de forma activa, con la mirada puesta en el rostro concreto
de cada ser humano necesitado. Lo que
hacemos a los pobres, a los más pequeños, a los hambrientos, extranjeros,
encarcelados... es lo que cuenta, es lo que hemos hecho a Dios. No se menciona la oración, ni la comunidad, ni
el culto, ni la Eucaristía... ni la fe en Jesucristo. Lo esencial del verdadero cristiano: La opción
por los pobres. Todo lo demás, sin esto,
de nada sirve.
ORACIÓN
Creo en Ti Cristo Jesús rey de amor y justicia,
que nos has revelado que Dios es Padre y es amor. Creo que Tú has sido proclamado rey en la
cruz para instaurar en el mundo un nuevo reino de paz y perdón de verdad y de
vida. Quiero pertenecer a tu Reino
apoyando la vida, procurando la paz, perdonando. Creo en la palabra que por tu misericordia
dirigiste al buen ladrón y me diriges a mi: ‘Estarás conmigo en el paraíso’. Creo en Ti Cristo Jesús rey de amor y justicia.
Lunes de la 34ª Semana T. Ordinario.
San Valeriano de
Aquilea, obispo.
San Virgilio de Salzburgo, obispo.
27 de noviembre de 2023.
Del Evangelio de san Lucas 21,1-4.
“Vio una viuda pobre que
echaba dos reales”.
Alzando
Jesús los ojos, vio unos ricos que echaban donativos en el arca de las
ofrendas; vio también una viuda pobre que echaba dos reales, y dijo: -"Sabed
que esa pobre viuda ha echado más que nadie, porque todos los demás han echado
de lo que les sobra, pero ella, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía
para vivir".
COMENTARIO
Dios no
necesita de nuestras grandes obras ni de nuestros bienes para hacer presente el
“reino de Dios en el mundo”. Lo que sí
necesita es una gran buena voluntad, como la de esta pobre viuda. En muchas ocasiones, Jesús tiene palabras
duras para los ricos porque suelen poner mucha confianza en el dinero y poca en
el Señor. Luchan por el dinero y no les
queda corazón para Dios. Hoy tiene
palabras de alabanza para una mujer pobre que pone a disposición de los demás
cuanto posee. Esa es su gran riqueza: ¡la
generosidad!. Siendo pobre, ha dado todo
lo que tenía empobreciéndose más. Su
pobreza le ha enseñado a vivir desprendida. Su corazón está libre para vivir la riqueza de
Dios. Y su limosna es signo de la
entrega total de su vida en manos de Dios.
ORACIÓN
Dios de
los hombres y mujeres de buena voluntad, entréganos al amor generoso y sin
reservas para que vivamos en la total confianza en Ti. Sumérgenos en la muerte de tu Hijo para que
renazcamos a la vida y participemos de su resurrección. Haz que nuestra vida sea una ofrenda a tu
gloria y tu alabanza; una ofrenda en la que nos demos a nosotros mismos con
todo lo que somos y tenemos. Señor hoy quiero entregarte
mi memoria, mi entendimiento, mi voluntad, cuanto tengo y poseo para gloria de
tu nombre. Amén.
Martes de la 34ª Semana T. Ordinario.
San Irenarco, mártir.
Santa Teodora de
Rossano, abadesa.
28 de noviembre de 2023.
Del Evangelio de san Lucas 21,5-11.
“No quedará piedra sobre piedra”.
Jesús les dijo: -"Cuidado con
que nadie os engañe. Porque muchos
vendrán usurpando mi nombre, diciendo: ‘Yo soy’, o bien: ‘El momento está cerca’,
no vayáis tras ellos. Cuando oigáis
noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque eso tiene que ocurrir primero, pero el
final no vendrá en seguida".
COMENTARIO
Mueren los hombres-mujeres y las
culturas. Todas las grandes obras
conservadas en museos, las catedrales... son obras condenadas a pasar. Ninguna aguanta el paso del tiempo
eternamente. Sólo Dios permanece, sólo Él
es eterno. Todo lo humano tiene carácter
provisional. Antes del fin aparecerán
falsos profetas anunciándose como mesías. No hay que dejarse engañar por ellos: Sólo
Dios salva. No escuches a los profetas
de desgracias, el evangelio siempre es buena noticia no escuches a los que
anuncian calamidades, están mintiendo; la benevolencia de Dios es la última
palabra, créelo el final es feliz.
ORACIÓN
Dios y Padre nuestro Señor de los
siglos y de la historia; los tiempos de tu promesa se cumplen, el mundo antiguo
desaparece, llega la nueva tierra. Haz
que por la fuerza del Espíritu pasemos a tu reino; que cantemos con todos los
bienaventurados el cántico de los salvados.
Mientras llega ese momento definitivo aviva nuestra esperanza porque por
encima de guerras Tú eres el Dios de la paz; por encima de la violencia tu
Espíritu es comunión; por encima de la muerte Tú eres el Dios de la vida. Por
encima de guerras y violencias Tú eres Dios de paz y de vida.
Miércoles de la 34ª
Semana T. Ordinario.
Santa Iluminada, virgen.
San Saturnino de Toulouse, obispo
y mártir.
San Saturnino de Cartago, mártir.
29 de noviembre de 2023.
Del Evangelio de san Lucas 21,12-19.
“Todos os odiarán por causa mía, pero ni un cabello de vuestra cabeza
perecerá”.
Dijo Jesús a sus discípulos: -"Os
echarán mano, os perseguirán, estregándoos a los tribunales y a la cárcel, y os
harán comparecer ante reyes y gobernadores por causa de mi nombre: así tendréis
ocasión de dar testimonio. Y hasta
vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os traicionarán, y matarán a
algunos de vosotros, y todos os odiarán por causa de mi nombre. Pero ni un cabello de vuestra cabeza
perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas".
COMENTARIO
En este pasaje se previene a los
seguidores del Evangelio de todo tipo de dificultades que los discípulos/as han
de arrostrar por fidelidad a su fe. El
discípulo/a debe dar testimonio de su fe. Si no es testigo de Dios en el mundo terminará
siendo testigo del mundo contra Dios. Nadie
debe entristecerse si sufre por su fidelidad.
En todas partes, de múltiples maneras se puede sufrir persecución de
propios y extraños. Y en toda
circunstancia se puede dar testimonio de la fe y esperanza con una conducta de
amor. Aún en medio de la persecución
debes saber que: “Ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra
perseverancia salvaréis vuestras almas".
ORACIÓN
Dios y Padre nuestro, fiel a tu
promesa, Tú no sostienes con tu Espíritu en las pruebas de este tiempo. Consérvanos en la fe, en la esperanza y en la
caridad: Que nuestra perseverancia nos obtenga la vida. En la hora del desaliento, Señor, se nuestra
fuerza. En la hora de la desgracia, se
nuestra paz. En la hora de nuestra caída
se nuestro perdón. En todo tiempo danos
el pan de tu misericordia para que perseveremos hasta el final de la historia. Amén. En
la hora del desaliento, Señor, se nuestra fuerza. En la hora de la desgracia, se nuestra paz. En
la hora de nuestra caída se nuestro perdón.
San Andrés apóstol
Jueves de la 34ª Semana
T. Ordinario.
30 de noviembre
de 2023.
Fiesta de san Andrés, apóstol, natural de Betsaida, hermano de
Pedro y pescador como él. Fue el primero
de los discípulos de Juan el Bautista a quien llamó el Señor Jesús junto al
Jordán y que le siguió, trayendo consigo a su hermano. La tradición dice que, después de
Pentecostés, predicó el Evangelio en la región de Acaya, en Grecia, y que fue
crucificado en Patrás. La Iglesia de
Constantinopla lo venera como muy insigne patrono (elog. del Martirologio
Romano).
Del Evangelio de san Mateo 4,18-22.
“Inmediatamente dejaron
las redes y lo siguieron”.
Pasando Jesús ante el lago de
Galilea, vio a dos hermanos, a Simón, al que llaman Pedro, y a Andrés, su
hermano, que estaban echando el copo en el lago, pues eran pescadores. Les dijo: -"Venid y seguidme, y os haré
pescadores de hombres". Inmediatamente
dejaron las redes y lo siguieron.
COMENTARIO
Todos los hombres-mujeres pueden
participar del plan salvador de Dios por la fe del corazón; y, la expresión
externa de la fe es: Proclamar que Jesús es Señor. Para llegar a esta fe es necesario haber oído
hablar del Señor. Los que “hablan” son
los “enviados”: Los Apóstoles. Su
palabra es la de Cristo, por eso puede provocar la fe. La fe lleva a la adhesión de todos los
hombres-mujeres a Cristo: En su corazón y en su boca. No son los apóstoles quienes eligen al
Maestro, sino Él como Señor es quien los llama. Comparten su vida, “le siguen”. Participan de su misión de reunir a los
hombres-mujeres. Renuncian a todo por el
Reino de Dios. San Andrés predicó el
Evangelio en muchos lugares y fue crucificado en Acaya. Hoy, confesando tu fe apostólica reza: Jesús es el Señor.
ORACIÓN
Señor que nunca sea insensible a tu
llamada a tu Evangelio al Misterio de la Salvación. Que sepa ver en los apóstoles a repartidores
de tus divinos misterios, a personas que difunden los tesoros de tu palabra, de
tu gracia, a ministros de tu mediación eficaz. Que comprenda que Tú estás aquí, donde está la
Iglesia, Sacramento e instrumento tuyo que anuncia y que hace presente la Salvación. Que creyendo en la palabra de tus enviados
confiese que Tú eres el Señor. Que crea con el corazón y confiese con los labios que tú eres el
Señor.
Viernes de la 34ª Semana T. Ordinario.
San Eloy, obispo
y fundador de monasterios.
01 de diciembre de 2023.
Del Evangelio de san
Lucas 21,29-33.
“Cuando veáis que suceden estas cosas, sabed
que está cerca el reino de Dios”.
Puso Jesús una parábola a sus
discípulos: -"Fijaos en la higuera o en cualquier árbol: cuando echan
brotes, os basta verlos para saber que el verano está cerca. Pues, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed
que está cerca el reino de Dios. Os
aseguro que antes que pase esta generación todo eso se cumplirá. El cielo y la tierra pasarán, mis palabras no
pasarán".
COMENTARIO
En Palestina la primavera es
cortísima; por eso el Señor les pone la comparación de la higuera. En cuanto vean sus yemas tienen que pensar que
el verano se les echa encima enseguida. Con
la misma certeza que sabemos que cuando despuntan las yemas de los árboles es
que ya llega el verano, con esa misma certeza es seguro, que el Reino viene,
que está cerca; lo que necesitamos es ver los signos de su cercanía sabiendo
que en nuestra propia vida se cumplirá la palabra del Señor. Así, el cristiano tiene que estar preparado
en todo momento para presentarse sin temor el día del juicio del Señor.
ORACIÓN
Dame la certeza Señor de saber que
aunque mi padre y mi madre me abandonaran Tú estarás siempre fiel a mi lado. Mi corazón me dice que Tú me quieres y que
estás presente en mí; que te preocupas de mis problemas y que está cerca el día
en que tu Reino se manifieste con toda plenitud. Porque sé Señor que el cielo y la tierra
pasarán, pero tus palabras no pasarán. Dame la certeza Señor de saber que estarás siempre fiel a mi lado.
Sábado de la 34ª Semana T. Ordinario.
Santa Bibiana de
Roma, Mártir.
02 de diciembre de 2023.
Del Evangelio de san
Lucas 21,34-36.
“Estad siempre despiertos, para escapar de todo lo que está por venir”.
Dijo Jesús a sus discípulos: -"Tened
cuidado: no se os embote la mente con el vicio, la bebida y los agobios de la
vida, y se os eche encima de repente aquel día; porque caerá como un lazo sobre
todos los habitantes de la tierra. Estad
siempre despiertos, pidiendo fuerza para escapar de todo lo que está por venir
y manteneros en pie ante el Hijo del hombre".
COMENTARIO
Todo cuanto hay en este mundo es caduco: Las
lecturas de los últimos días del año litúrgico que hoy termina lo han descrito
con impresionantes imágenes. El hombre-mujer
muere y pasa... para entrar a poseer lo permanente. El hombre-mujer debe vivir vigilante para no
dejarse seducir por lo transitorio con peligro de perder lo permanente. La vigilancia desde la fe se llama oración
para no dejarse sorprender, para evitar el mal irremediable. Dios no juega al escondite con sus criaturas
ni les prepara traidoras emboscadas: Previene con amor para evitar el mal
irremediable. Vigilar significa estar
atentos, no distraerse con las cosas. El
Señor mismo, puede llegar en cualquier momento. A Él esperamos en la impaciencia del amor fiel
que clama: “¡Ven, Señor Jesús!”.
ORACIÓN
Danos Señor la gracia de estar siempre
despiertos, no permitas que se embote nuestra mente, ni que el vicio, la
bebida, los agobios de la vida echen a perder nuestra existencia. Te pido Señor fuerza para escapar de la
trampa de este mundo. Señor y Dios
nuestro, Tú lo has puesto todo en manos de tu Hijo amado. Concédenos la gracia de resistir firmes en la
fe y vivir de su luz. Que lleguen para
nosotros el tiempo de tu gracia y el día siempre nuevo de la eternidad. Amen“ ¡Ven, Señor Jesús!”. Que lleguen para nosotros el tiempo de tu gracia y el día siempre
nuevo de la eternidad. Amen.
LECTURA DE LA PALABRA
EN CLIMA DE ORACIÓN
1.
Hago silencio, exterior e interior.
Estoy
en la presencia del Señor:
Contemplo
a Dios que me quiere, me acoge, me escucha, me habla.
2.
Petición:
«Humildemente te pido, a ti, Señor, que eres la luz verdadera y la
fuente misma de toda luz, que, meditando fielmente tu Palabra, viva siempre en
tu claridad. Por Jesucristo, tu Hijo,
nuestro Señor».
3.
Palabra de Dios:
Leo tranquila y detenidamente el texto evangélico para hoy, en
comunión con toda la Iglesia. Me fijo
bien en todos los detalles.
4.
Ante la Palabra
leída:
Ø ¿Qué dice este texto? (Lectura honda: circunstancias, actitudes…).
Ø ¿Qué me dice a mí, personalmente? (Meditación).
Ø Desde esto, ¿qué te digo yo ahora, Señor? (Oración).
Ø ¡Quiero identificarme contigo, Señor!. ¿Qué hacer?.
(Contemplación,
iluminación de mi vida concreta).
5.
Oración:
Hay una oración-reflexión propia de cada día, como inicio de respuesta
al texto evangélico. Al final puede
añadirse la siguiente:
«Gracias, Señor, por tu presencia y tu cercanía en este rato de
oración; y por la luz y la fuerza que me has dado. Ayúdame a vivir según tu voluntad y sirviendo
siempre a mis hermanos/as. Por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor».