Aumentan las enfermedades relacionadas con el trabajo
20.510 enfermedades relacionadas con el trabajo han sido declaradas en 2021, lo que supone un aumento del 11,47% respecto al año anterior.
La incidencia de las enfermedades profesionales y patologías no traumáticas correspondientes al año 2021 muestra un total de 20.510 enfermedades relacionadas con el trabajo, que supone un aumento del 11,47% respecto a 2020, según los datos publicados por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
Muchas de las actuales enfermedades relacionadas con el trabajo tienen un origen multicausal y no exclusivo del marco laboral, como es el caso de los cánceres y las enfermedades cardiovasculares. Por ello, hay un exceso de enfermedades que tienen un origen laboral no son consideradas como tales. Como muestra, la ausencia de las patologías relacionadas con los riesgos psicosociales o la ausencia de la COVID-19 en en el listado de enfermedades profesionales español, conforme indica la OIT, para las patologías, y la Comisión Europea, en el caso del contagio por la pandemia.
Las últimas estimaciones conjuntas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) indicaban que cada año se producen en el mundo 745.000 muertes por enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares, por las largas jornadas de trabajo (55 o más horas a la semana) o la exposición a materias, gases y humos. Esto supone que las enfermedades relacionadas con el trabajo son cuatro veces más letales que los accidentes laborales.
Proteger la vida de las personas trabajadoras
En este sentido, la Unión General de Trabajadoras y de Trabajadores plantea una serie de demandas que permitan proteger la vida de las personas trabajadoras. Medidas como la actualización del Listado de Enfermedades Profesionales del país, incluyendo la COVID-19 dentro del Grupo 3 (causadas por agentes biológicos); reforzar el control de la realización de la vigilancia de la salud colectiva por parte de los servicios de prevención ajeno, mancomunados o propios, así como establecer criterios de calidad para la realización de los reconocimientos médicos de carácter individual para detectar posibles patologías derivadas del trabajo; y, por último, proteger a los trabajadores y trabajadoras expuestos a medicamentos peligrosos, desarrollando protocolos de vigilancia de la salud para este tipo de riesgo laboral.