Tras la matanza en la capital catalana, que ha causado al menos 13 muertos y un centenar de heridos, y un segundo ataque que deja varios heridos y cinco terroristas muertos en la costa de Tarragona, ocurrida el jueves, 17 de agosto de 2017, la Hermandad Obrera de Acción Católica y sus militantes de la diócesis de Cádiz y Ceuta.
Haciéndonos eco de la declaración de Cáritas Europa queremos manifestar nuestra repulsa por estos actos terroristas y expresar nuestra sincera preocupación por los ciudadanos de Barcelona y de otras ciudades y pueblos de Cataluña.
Lamentamos la pérdida innecesaria de vidas y la esperanza de la pronta recuperación de los heridos.
Compartimos el sufrimiento de las familias, amigos y comunidades que han perdido a un ser querido.
Al mismo tiempo, queremos recordar y llorar a las víctimas de todos los ataques anteriores y de todas las crisis en curso, en particular a todas las víctimas "invisibles" del terror en todo el mundo.
Queremos hacer una mención especial en honor a todos los Buenos Samaritanos: profesionales, voluntarios y laicos que ayer, desinteresada y tiernamente, ayudaron y cuidaron a las víctimas de la violencia.
Los buenos samaritanos que también estarán presentes hoy y mañana.
El consuelo aportado por su presencia tiene un valor incalculable para muchos.
Tomemos ejemplo de ellos y recordemos que, como dijo el Papa Francisco:
"...todos nos necesitamos [...] y sólo podemos construir el futuro uniéndonos a todos".
Debemos trabajar juntos para permitir que todos y cada uno de nosotros vivamos en paz y dignidad.
Atendiendo las palabras del Papa Francisco, debemos embarcarnos en una "revolución de la ternura" y utilizar este "camino de solidaridad" para superar los atroces desafíos que enfrentamos hoy.
"Todo el mundo puede ser un artesano de la paz".
«Recibe Señor nuestra oración y solidaridad especialmente con todas las víctimas del atentado de Barcelona y Cambrils (Tarragona) y sus familiares».
Haciéndonos eco de la declaración de Cáritas Europa queremos manifestar nuestra repulsa por estos actos terroristas y expresar nuestra sincera preocupación por los ciudadanos de Barcelona y de otras ciudades y pueblos de Cataluña.
Lamentamos la pérdida innecesaria de vidas y la esperanza de la pronta recuperación de los heridos.
Compartimos el sufrimiento de las familias, amigos y comunidades que han perdido a un ser querido.
Al mismo tiempo, queremos recordar y llorar a las víctimas de todos los ataques anteriores y de todas las crisis en curso, en particular a todas las víctimas "invisibles" del terror en todo el mundo.
Queremos hacer una mención especial en honor a todos los Buenos Samaritanos: profesionales, voluntarios y laicos que ayer, desinteresada y tiernamente, ayudaron y cuidaron a las víctimas de la violencia.
Los buenos samaritanos que también estarán presentes hoy y mañana.
El consuelo aportado por su presencia tiene un valor incalculable para muchos.
Tomemos ejemplo de ellos y recordemos que, como dijo el Papa Francisco:
"...todos nos necesitamos [...] y sólo podemos construir el futuro uniéndonos a todos".
Debemos trabajar juntos para permitir que todos y cada uno de nosotros vivamos en paz y dignidad.
Atendiendo las palabras del Papa Francisco, debemos embarcarnos en una "revolución de la ternura" y utilizar este "camino de solidaridad" para superar los atroces desafíos que enfrentamos hoy.
"Todo el mundo puede ser un artesano de la paz".
«Recibe Señor nuestra oración y solidaridad especialmente con todas las víctimas del atentado de Barcelona y Cambrils (Tarragona) y sus familiares».