UNA MIRADA CRISTIANA DEL TRABAJO HUMANO Y EL BIEN COMÚN ¡ACOGE, ABRAZA, CUIDA, ACOMPAÑA...! LA VIDA DEL MUNDO OBRERO Y DE LOS POBRES, CON MISERICORDIA Y COMPASIÓN. ¡Bienvenido/bienvenida! al "blog" de la HOAC diocesana de Cádiz y Ceuta.
La mala suerte se ha cebado en tan sólo 72 horas con la factoría de Navantia en Puerto Real, que ha sufrido dos accidentes laborales desde el pasado viernes. En concreto, las lesiones las han sufrido dos operarios de empresas de industria auxiliar que realizaban sus faenas.
Según pudo saber este periódico, el más reciente ocurrió alrededor de las dos de la tarde de ayer martes cuando, por causas que se desconocen, uno o varios tubos que transportaba una máquina empleada para este fin se soltaron, impactando contra un operario de contrata que resultó herido en ambas piernas. Fue trasladado a la enfermería del astillero, donde fue atendido por el médico y un traumatólogo. Allí se decidió su transporte en la ambulancia de Navantia hasta el hospital de Puerto Real donde se optó por llevarlo al Puerta del Mar de Cádiz para seguir tratándole las heridas.
La dirección de Navantia abre una investigación y se reunirá con la industria auxiliar
El otro accidente ocurrió el pasado viernes cuando, por causas que también se investigan, un empleado de otra contrata que se encontraba realizando labores de mantenimiento programado sufrió quemaduras en los brazos, parte de la cara y el pecho. Al parecer, fue al empezar a soldar bajo una máquina de transporte cuando empezó a caerle aceite encima, lo que provocó la deflagración. Ayer se recuperaba de las quemaduras, fuera de peligro, en la unidad de quemados del Virgen del Rocío, en Sevilla.
La dirección de Navantia ha abierto ya una investigación interna y dio parte de inmediato a la Inspección de Trabajo. De hecho, hoy mismo se ha convocado una reunión urgente para tratar lo ocurrido con la industria auxiliar. Hay que recordar que, en la actualidad, hay casi 3.000 personas trabajando a diario en el astillero y la factoría puertorrealeña posee los índices de siniestralidad más bajos de toda la compañía.
11,30.- Ponencia sobre la síntesis de los temas trabajados.
12,30.- Descanso.
13,00.- Iniciativas y propuestas.
13,45.- Finalización.
Se celebró en el Colegio San José, de las Esclavas del Sagrado Corazón (Avda. de Andalucía, 50, Cádiz). Presidido por el obispo diocesano, Mons. Rafael Zornoza, el sábado 17 de junio de 2017.
La jornada, comenzó a las 10.00 horas tras la acogida de asistentes y finalizó a las 14.00 horas. Durante el encuentro hubo distintas ponencias, que estuvieron a cargo de los miembros de la comisión organizadora. Además, se tuvo un tiempo de diálogo y exposición sobre lo trabajado por los distintos grupos participantes.
En representación de la HOAC diocesana, asistieron:
José
Manuel Carrascosa Freire (Presidente diocesano).
Eugenio Díaz Melero (Consiliario diocesano).
Francisco
Güeto Moreno (Responsable de formación). Eduardo Soto Bordoy (Secretario del grupo de reflexión).
Fernando Parra: "La Iglesia de hoy necesita discípulos valientes"
Publicado: 19 de Junio, 2017Actualizado: 02:07 - 19 de Junio, 2017
Diócesis
El obispo diocesano, Mons. Rafael Zornoza, presidió el pasado sábado, 17 de junio, en Colegio San José, de las Esclavas del Sagrado Corazón, el Encuentro Diocesano de Laicos.
La jornada, a la que asistieron alrededor de doscientas personas, tuvo como invitado a Fernando Parra, presidente de los Cursillos de Cristiandad de Sevilla, que disertó sobre la importancia dejar nuestras vidas en manos del Señor y dejarse guiar por Él. Así, en su ponencia titulada Encomienda tu camino al Señor, confía en Él, y Él actuará quiso recalcar el sentido y el principal objetivo de la Iglesia, "evangelizar". Para ello, Fernando Parra aseguró que "debemos asumir el nuevo reto que se nos plantea con la Nueva Evangelización".
De esta manera, el presidente de los Cursillos de Cristiandad de Sevilla, apuntó a la falta de fe como uno de los principales problemas a la hora de evangelizar, sumado un, cada día más, desconocimiento del cristianismo. "Nosotros decimos que creemos en Dios, pero cuando llega la hora de dar un paso hacia delante y demostrar nuestra fe, no terminamos de decidirnos".
Como pilares básicos para evangelizar, Fernando Parra aseguró que es necesario "ir juntos de la mano, no dejarse etiquetar por los distintos carismas y participar de todos ellos".
Por su parte, Mons. Zornoza mostró su deseo porque de estos encuentros surja una expansión nueva, que dé un decidido impulso a la evangelización. "La vocación de los laicos es ser la prolongación de Cristo en el mundo. La Iglesia es comunión y el lugar donde los laicos encuentran la dignidad bautismal, por eso hay que vivirla en la práctica. La acción evangelizadora solamente podrá realizarla un laicado adulto y responsable que viva en comunión".
Además, durante el encuentro hubo otras ponencias, que estuvieron a cargo de los miembros de la comisión organizadora, y un tiempo de diálogo y exposición sobre lo trabajado por los distintos grupos participantes.
Con el fin de contribuir en el logro de ese “saludable silencio” que, en reiteradas ocasiones he propuesto, y con la intención de colaborar para mitigar esos ruidos atronadores que tanto nos espantan y esas permanentes cantinelas que tanto nos aburren, he decidido suprimir estos artículos semanales hasta, quizás, el comienzo del nuevo curso.
He llegado a la conclusión de que este silencio nos puede servir -aún más que las benévolas palabras- para serenar nuestros ánimos, para tranquilizar nuestras conciencias, para infundirnos esperanzas, para controlar los temores y, en resumen, para estimular las ganas de vivir apaciblemente. Estoy convencido de que este apagón tendrá unos saludables efectos, al menos, simbólicos. Será una terapia que nos limpiará el corazón de humores y nos purificará la sangre de esos virus contagiosos que envenenan la convivencia social y que, a veces, agrian el bienestar familiar. Servirá, al menos, para que seamos conscientes de que la saturación de palabras hirientes, petulantes o vanas, nos agobia, nos irrita y nos empacha hasta, a veces, hacernos vomitar.
Es posible que este tiempo de silencio nos sirva para ahorrar energías, para leer con mayor tranquilidad otros artículos más profundos, interesantes y divertidos, para escuchar plácidamente música o para releer con fruición algunos de esos libros que, en nuestra juventud, nos distraían. Ya verán cómo nos resuenan de otra manera y, quizás, hasta nos hacen soñar. Podemos emplearlo también en conversar con nuestra pareja, con nuestros hijos y con nuestros amigos, pero, probablemente, el mejor resultado de este tiempo de silencio será un lavado de la contaminación acústica que favorezca la reflexión, el descanso o, simplemente, que nos ayude a mantener la mente en blanco para disminuir el estrés y para ahorrar esas energías que necesitamos para otras tareas más importantes y más gratificantes.
José Antonio Hernández Guerrero, reflexiona, semanalmente en nuestro “blog”, sobre las Claves del bienestar humano el sentido de la dignidad humana y el nuevo humanismo.
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