«S.O.S.»
DERECHOS HUMANOS
Manifestación, lunes,
10 de diciembre, 6 de la tarde
Plaza San Juan de Dios de Cádiz
Campaña para el Día de los Derechos Humanos
El próximo 10 de diciembre se conmemora el 64
aniversario de la aprobación por la ONU de la Declaración Universal de los
Derechos Humanos, en un contexto en que esos derechos, los de todos y todas,
están en peligro… Las primeras víctimas
de unas políticas contra la crisis que olvidan a las personas son los derechos
humanos. Con la excusa de la crisis,
quieren acabar con todo lo que tanta lucha costó conseguir.
LOS DERECHOS SOCIALES COMO PARTE MUY IMPORTANTE DE LOS DERECHOS HUMANOS.
Por estar vinculados a la dignidad de la persona, los derechos sociales son una parte muy importante de los derechos humanos. Las personas, sólo por el hecho de serlo, tenemos derecho a la salud, a una educación gratuita, a prestaciones sociales y, en general, a todas esas conquistas que la sociedad por mediación de sus organizaciones y personas comprometidas han conseguido con riesgo de su disolución o prohibición , las primeras, y de su seguridad e integridad psíquica y física, las segundas; incluso la pérdida de la vida de quienes han trabajado y luchado por la justicia ha sido en muchas ocasiones el tributo pagado por desafiar a los poderes económicos y políticos.
Más concretamente, en el mundo obrero, el campo en que l@s militantes de la HOAC nos movemos, esas conquistas protagonizadas por el Movimiento Obrero han hecho posible que gradualmente los trabajadores y trabajadoras puedan, con mucho esfuerzo y sacrificio, desarrollar su trabajo en condiciones más dignas que las generaciones anteriores, al menos en una parte de nuestro mundo. Gracias a las luchas obreras y sociales de los dos siglos precedentes y en los años que llevamos vividos del actual, la opinión pública ha llegado al convencimiento de que sin el reconocimiento práctico y efectivo de los derechos sociales es muy difícil -diríamos imposible- llevar una vida digna de seres libres.
Más concretamente, en el mundo obrero, el campo en que l@s militantes de la HOAC nos movemos, esas conquistas protagonizadas por el Movimiento Obrero han hecho posible que gradualmente los trabajadores y trabajadoras puedan, con mucho esfuerzo y sacrificio, desarrollar su trabajo en condiciones más dignas que las generaciones anteriores, al menos en una parte de nuestro mundo. Gracias a las luchas obreras y sociales de los dos siglos precedentes y en los años que llevamos vividos del actual, la opinión pública ha llegado al convencimiento de que sin el reconocimiento práctico y efectivo de los derechos sociales es muy difícil -diríamos imposible- llevar una vida digna de seres libres.
Francisco González Alvarez
Presidente diocesano de la HOAC.
Presidente diocesano de la HOAC.
Manifiesto del Día Internacional de los Derechos Humanos
10 de diciembre de 2012
10 de diciembre de 2012
Las políticas frente a la crisis
acaban con los Derechos Humanos
acaban con los Derechos Humanos
La crisis capitalista, generada por la avaricia, la codicia y
la falta de regulación, ha supuesto el retroceso para los derechos de la
mayoría de la sociedad, especialmente los más débiles y aquellos que menos
tienen. Si al comienzo de la crisis se
hablaba de la refundación del capitalismo, este nuevo capitalismo está
siendo aún más perverso y más dañino contra los derechos humanos.
En España, el Partido Popular planteó su llegada al poder con
una agenda supuestamente reformista para alcanzar el objetivo de sacar al país
de la crisis. Pero no son reformas,
son recortes. Y no se trata sólo de
una crisis, sino de una estafa: una generalización de recortes que ha afectado
a las personas en situaciones más débiles y ha supuesto un debilitamiento de
los derechos de la mayoría de la sociedad.
También el anterior Gobierno del PSOE contribuyó decisivamente
a esta situación, orquestando, junto con el Partido Popular, una reforma de
la Constitución que supuso la derrota definitiva del Estado del Bienestar
al imponer el objetivo del pago de la deuda ilegítima, como obligación
principal para el Estado por delante del resto de derechos de los ciudadanos y
obligaciones de los poderes públicos.
La deuda y sus intereses sirven de excusa a una política mal
llamada de austeridad, porque esta austeridad, en realidad, es una auténtica
asfixia social. No se trata de purgar
los “excesos” que hemos cometido, porque la mayoría de la sociedad no ha
vivido por encima de sus posibilidades. Ha
sido el sistema financiero, alentado por los gobiernos, quien ha promovido un
endeudamiento insostenible y un consumismo desaforado. En todo este panorama no debemos olvidar que
estamos hablando de la vida de muchas personas, del empobrecimiento de la clase
media y de la generalización de la exclusión. No es que los recortes hayan provocado que sea
más difícil llegar a fin de mes. Las
consecuencias son aún más graves: los recortes sociales matan. Tienen víctimas
reales, de carne y hueso.
El punto de partida, sin duda, debe ser la angustiosa
situación económica y laboral. Las cifras de paro resultan absolutamente
alarmantes: casi seis millones de parados en España y un porcentaje de paro
del 36% en nuestra provincia, marcan una realidad insoportable para muchas
familias. El derecho al trabajo,
reconocido constitucionalmente, es una auténtica quimera.
La excusa de la crisis ha sido utilizada por los poderes
económicos y por los gobiernos para debilitar la posición de los trabajadores
en el mercado laboral, recortando sus derechos y reforzando a los empresarios
que ahora disponen de más y mejores armas para fomentar la explotación y
liberalizar el despido. El trabajo ya no
es un salvavidas ante la exclusión. Se
detecta un incremento de trabajadores que viven por debajo del umbral de la
pobreza. Pero, sin duda, los parados se
llevan la peor parte puesto que crece su número y el de los que no reciben
prestación alguna. En este marco se
explica el aumento de la pobreza infantil, de la actividad de los comedores
sociales, de personas sin vivienda,…
Sin embargo, quienes están pagando esta situación son los
ciudadanos que contribuyen con sus impuestos al rescate de los bancos mientras
que comprueban, día a día, que las entidades bancarias mantienen su dureza
frente a quienes no pueden soportar el pago de sus hipotecas. La cifra
escalofriante es de más de 200.000 familias desahuciadas desde que comenzó la
crisis sin que se presenten soluciones adecuadas.
Parecería lógico que si cada vez son más los que menos tienen,
fuera el momento de incrementar el apoyo social y las ayudas sociales. Sin embargo, en este país se ha perdido la
lógica de las cosas y, justo en el peor momento, las ayudas sociales sufren
en los Presupuestos Generales del Estado un recorte sin precedentes del 40% en
los servicios sociales municipales.
Si de cifras hablamos, el recorte sanitario alcanza el 22%.
Pero el recorte esconde algo más: el
final de la universalidad y la gratuidad de la sanidad en España. El copago y la situación de los extranjeros
sin autorización de residencia ejemplifican este final. Pretenden esquilmar la sanidad pública para
privatizar y reforzar la sanidad privada, de manera que el derecho a la
salud cede ante el negocio y el beneficio. Se oculta una agenda para desprestigiar la
sanidad pública y crear un doble sistema sanitario: de pago para quienes pueden
afrontarlo, gratuito para los demás, casi a modo de beneficencia. Planteamiento que también está presente en el
ámbito educativo. La nefasta política
del ministro Wert ha supuesto un recorte de 5.212 millones de euros en
educación, situándonos a la cola de la OCDE y la Unión Europea. Un recorte que se plasma en el despido de
miles de profesores y en la masificación de las aulas. Y que esconde también un proyecto de modelo
educativo clasista, abandonando criterios de igualdad y no discriminación.
La crisis, esta crisis, está sepultando los derechos
sociales y generando un panorama que resulta desolador. Pero no es todo, ante el rechazo social, los
poderes económicos y políticos plantean un recorte en derechos de expresión,
manifestación, reunión,… Y en general se
suman a una ola conservadora en lo ideológico que supone un retroceso en los
derechos de las mujeres y en las políticas de igualdad. Y que también supone la vuelta al modelo
desarrollista sin cortapisas que agrede al medio ambiente y compromete el
futuro. O el retroceso a niveles de hace tres décadas en las políticas de
cooperación con el Tercer Mundo.
Es por ello que en un día como el 10
de Diciembre, en el que conmemoramos la aprobación de la Declaración
Universal de los Derechos Humanos por la ONU, la sociedad debe plantarse
como una exigencia irrenunciable, exigir el cumplimiento de estos derechos
y denunciar su aniquilación a manos del capitalismo depredador que, escudado en
la crisis, está dibujando un horizonte de desesperanza, miedo y frustración.
Que no sea así, depende de todos y
todas.
Necesitamos el
compromiso y la rebelión cívica de toda la sociedad. Rebelión activa y desobediencia civil ante
normas ilegítimas, son compromisos ante los que todos y todas estamos
concernidos.
Diciembre de 2012
«"Todas estas políticas
antidemocráticas se están llevando a cabo a espaldas de las mayorías de la
población. Bajo el falso argumento de
que no hay alternativas, intentan conseguir lo que siempre desearon: un estado
de excepción permanente para la eliminación del Estado de Bienestar, así como
el expolio de los recursos y la mercantilización de la naturaleza”. Las grandes corporaciones y bancos son
responsables de la actual crisis global, presionando a favor de medidas más
duras contra la población y beneficiándose de todas las “medidas de choque” con
excusa de la “crisis” (planes de rescate a la banca, fondos de la UE en
infraestructuras, etc.) . Estas medidas tienen particular crudeza en los países
del Sur global, pero también en los países enriquecidos. Las corporaciones privatizan los servicios
públicos y expolian los recursos, esclavizan la mano de obra y violan a los
derechos humanos. Su creciente monopolio
económico, poder político y control de la justicia destruye nuestro derecho a
una vida digna».
Participantes de la HOAC diocesana en la manifestación del lunes 10 de diciembre en Cádiz por los Derechos Humanos.
crisis económica Concentración ciudadana
Las personas son lo primero
Centenares de personas se manifiestan convocados por 90 entidades sociales en defensa de los derechos humanos y contra las políticas de recortes del Gobierno
DIARIO DE CÁDIZ Melchor Mateo / Cádiz | Actualizado 11.12.2012 - 08:41
Paro, desahucios, banca, recortes, sanidad, inmigración, dependencia. ¿Les suena de algo? Todos esos temas tan de actualidad en los últimos tiempos estaban presentes y otros muchos en la manifestación que celebraron cientos de personas convocadas por más de 90 organizaciones sociales de la provincia bajo el lema 'SOS Derechos Humanos. Los derechos humanos que no se defienden, se pierden".
Había de todo, la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía, la HOAC, la plataforma de parados, la plataforma por la sanidad pública... todos ellos se unieron bajo el mismo paraguas de protestar por las medidas que está tomando el Gobierno central contra la crisis, "porque las primeras víctimas de unas políticas como estas que se olvidan de las personas son los derechos humanos".
La marcha partió desde la plaza de San Juan de Dios y concluyó en la Subdelegación del Gobierno, donde la cantante del grupo Ea!, Pilar la Mónica, leyó un manifiesto aprobado por las 90 asociaciones en el que se criticó que "con la excusa de la crisis, quieren acabar con todo lo que tanta lucha costó conseguir". Uno de las dianas de las críticas fue la reforma laboral aprobada por el Gobierno central que "facilita el despido e imposibilita la capacidad de negociación de los trabajadores".
Pancartas como puñales: "La vivienda es un derechos y no un negocio", "Con nuestro futuro no se juega. No a los recortes sociales" o "La persona es lo primero. Por una sociedad contra el paro, la pobreza y la exclusión", todas ellas con dramas a las espaldas de cada palabra.
El presidente de la Asociación Pro Derechos Humanos en la provincia de Cádiz, Rafael Lara, destacaba que toda estas políticas que está aplicando el Gobierno de Mariano Rajoy (PP) tienen una mayor incidencia en una provincia como la de Cádiz. Lara ponía como ejemplo que hasta hace poco tres de cada diez personas en la provincia están en situación de pobreza, pero ahora ya son cuatro, y de ellas dos "en miseria extrema".
Por ello Lara entiende que la situación que vive es de "emergencia social" y considera que más que por los recortes hay que abogar por "una política económica productiva".
MÁS DE 1000 PERSONAS DE CERCA DE 100 COLECTIVOS DE LA PROVINCIA DE CÁDIZ PARTICIPAN EN LA MANIFSTACIÓN DEL DÍA INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS.
Ver "Blog" de Juan Cejudo
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