28º Domingo del Tiempo Ordinario
(14 octubre 2018)
Queridas hermanas y hermanos,
Esta semana el Evangelio nos invita a
reconocer la verdad de nuestro corazón, para ver dónde colocamos la seguridad
de nuestra vida.
Nuestro Consiliario General presenta así el
Orar:
“Jesús subvierte los valores de este mundo
para poner al descubierto la oposición entre el dinero y el reino de Dios;
entre dos maneras de vivir incompatibles. Lo que Dios puede hacer no es que un rico,
apegado a su riqueza, entre en el reino, sino que quien deja de ser rico y
comparte, pueda entrar en el reino porque se ha hecho discípulo. El horizonte que Jesús promete a los
discípulos no es la carencia, sino la plenitud. La plenitud que llena el espacio que queda
para la Palabra de Dios, para amar a los hermanos y para gozar de las cosas más
grandes de la vida”.
Dejemos que la Palabra nos inunde y nos
transforme.
Un abrazo en Cristo Obrero
Mª
Carmen Perea
Responsable de
Organización
y Vida comunitaria
San Marcos
10,17-30:
«¡Qué difícil les es entrar en el reino de Dios
a los que ponen su confianza en el dinero!».
«¡Qué difícil les es entrar en el reino de Dios
a los que ponen su confianza en el dinero!».
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