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Valoración de la Comisión Permanente de la HOAC del Congreso de Laicos #PueblodeDiosEnSalida
La celebración del Congreso de Laicos «Pueblo de Dios en salida», ha sido un acontecimiento eclesial importante, y como tal hay que valorarlo. Ha supuesto la movilización del laicado en las diócesis, en muchos casos adormecido y, en otros, ignorado.
Es de resaltar la gran riqueza y diversidad del laicado, de movimientos y asociaciones de todo tipo. Ha permitido conocer y valorar distintas experiencias laicales en muy diversos campos: la educación, la familia, los migrantes, el mundo del trabajo, niños, jóvenes, mujeres y mayores.
Consideramos muy positiva la experiencia de comunión vivida en el desarrollo del congreso, tomar conciencia de la pluralidad de testimonios y experiencias compartidas en los encuentros desarrollados en las distintas líneas de acción. Conocer distintas realidades y testimonios ha permitido tender puentes y profundizar en el conocimiento mutuo con otros movimientos y realidades eclesiales. Ha permitido convivir, conocerse y estrechar lazos entre los congresistas de la misma diócesis y con las demás.
Queremos destacar el gran trabajo de coordinación, colegialidad y sinodalidad que han desarrollado las distintas comisiones responsables de la organización y desarrollo del congreso, de cuyos componentes hay que agradecer su entrega generosa, gratuita, y su dedicación personal para que el congreso se pudiera realizar en todas sus fases, como los participantes en la fase previa, que llevó a la elaboración del Instrumentum laboris (pdf)
Ha servido para reafirmar la tarea y misión de los laicos y laicas en la sociedad, empuja a tomar mayor conciencia del papel del laicado tanto al interior de la iglesia como en la sociedad. A impulsar nuestra presencia pública en la sociedad dando razón de nuestra fe, haciendo visibles los valores del Evangelio en las distintas realidades sociales en las que estamos inmersos.
Quizás no ha estado lo suficientemente presente, o ha pasado de puntillas, que queremos estar en salida para hacer la experiencia de encuentro con los pobres y excluidos, los sobrantes que dice el papa.
Se ha reafirmado la necesidad e importancia de la formación del laicado, y la necesidad de crecer en el conocimiento y la vivencia de la Doctrina Social de la Iglesia. Hemos reafirmado la necesidad de vivir nuestra fe comunitariamente como soporte y referente de nuestra presencia en la realidad social.
El congreso abre expectativas que deberán tener su continuidad, ser desarrolladas en las diócesis, en los movimientos y asociaciones laicales. La dinámica desarrollada en la preparación del congreso en las diócesis, en los movimientos y asociaciones, en la Comisión de Contenidos y en la de Organización no debería terminar aquí, sino abrir caminos reales de sinodalidad y participación efectiva del laicado en la marcha de la Iglesia en todos los ámbitos. De los laicos y laicas depende, especialmente, que todo este camino recorrido no sea simplemente algo para el recuerdo.
Que Dios de la convicción y coraje suficiente a nuestros pastores, para recorrer juntos estos caminos de salida en comunión y sinodalidad.
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