Inmaculada Concepción de María (8 de diciembre)
La Santísima Virgen ocupa
un lugar especialísimo,
que destaca
desorbitadamente
sobre todos los demás
Santos de Dios.
Para mí, personalmente,
el gran soporte para
mi miserable vida de cristiano
es el mirar a Jesús en la Cruz,
que también me mira;
y el escuchar a la Virgen María,
de pie junto a la Cruz,
que me dice siempre lo mismo:
-Para que tú pudieses ser hijo mío
di la vida a este Hijo de mis entrañas
que ahora ofrezco al Padre.
Y tú, ¿no querrás ser mi hijo,
viendo lo que por ti hago
y las ansias que tengo
de que me aceptes por Madre?
¿Qué más pude hacer
para merecer tu amor?
(Rovirosa, OC, T.I. 400)
San
Lucas 1,26-38.-
«Hágase en mi según tu Palabra».
¿Qué
límites necesito atreverme
a traspasar en mi vida,
para vivir desde la misma
confianza de María
en la voluntad de Dios?
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LA INMACULADA CONCEPCIÓN
2ª Semana de Adviento.
Martes, 08 de
diciembre de 2020.
Solemnidad
de la Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María, que, realmente
llena de gracia y bendita entre las mujeres en previsión del Nacimiento y de la
Muerte salvífica del Hijo de Dios, desde el mismo primer instante de su
Concepción fue preservada de toda culpa original, por singular privilegio de
Dios. En este mismo día fue definida el
año 1854 por el papa Pío IX como verdad dogmática recibida por antigua
tradición (elog. del Martirologio Romano).
Celebramos
hoy que la Virgen María fue concebida sin mancha de pecado original, en
previsión de la muerte de Jesucristo y para prepararle una digna morada (cf.
1.ª orac.). En María Inmaculada se
cumple la promesa de Dios: «Pongo hostilidad entre ti y la mujer, entre tu
descendencia y su descendencia» (1 lect.).
Ella, primer miembro de la Iglesia, elegida en la persona de Cristo
-antes de crear el mundo- para ser santa e intachable por el amor, es la llena
de gracia desde el primer instante de su ser natural (cf. 2 lect. y Ev.). Que por su intercesión el Señor nos guarde
limpios de todo pecado (cf. orac. sobre las ofrendas).
Del Evangelio de san Lucas 1,26-38.-
“Alégrate, llena
de gracia, el Señor está contigo”.
El ángel Gabriel dijo a María: -"Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo". -"No temas, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Y María dijo al ángel: -"¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?". El ángel le contestó: -"El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. María contestó: -"Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra".
COMENTARIO
María era inmaculada desde el primer instante, no hubo en ella pecado, fue como un enclave de luz en este mundo... El Evangelio lo dijo más sencillamente: -“Llena de gracia”. Sólo a Dios pudo ocurrírsele llamar a María, llena de gracia. Sólo a Dios que ve hondo y ama tanto. Proclamemos todos la grandeza del Señor. El poderoso ha hecho obras grandes en ella. María nos supera, es grande, paraíso, bien sin mal, memoria de Dios, maravilla absoluta. Para vivir esta fiesta hoy reza: -“Dios te salve María…”
ORACIÓN
Virgen María en pecado no caíste como los otros cayeron, que siempre la mano os dieron con que preservada fuiste. Y yo cien mil veces caído os suplico que me deis la vuestra, y me levantéis porque no quede perdido. Y por vuestra concepción que fueren tan gran pureza, conserva en mí la limpieza del alma y del corazón, para que de esta manera suba con vos a gozar del que sólo puede dar vida y gloria verdadera. Amen. “Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo”.
TIEMPO DE ADVIENTO (Ciclo ‘B’)
Miércoles, 09 de diciembre de
2020.
Tomó Jesús la palabra y dijo: -“Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera”.
COMENTARIO
Hoy Jesús nos dice algo a primera vista difícil de entender: para encontrar alivio en los agobios y cruces de la condición humana, hay que aceptar su "yugo". El "yugo de Cristo" es vivir para los demás por amor. Es moldear los sentimientos de nuestro corazón según los sentimientos de Jesús, humilde y bondadoso de corazón. El "yugo de Cristo" nos trae la paz y la libertad, fruto del amor.
ORACIÓN
Ven, Señor Jesús, te necesitamos, haznos sentir tu presencia, refuerza nuestra fe. Tú conoces mejor que nadie nuestra debilidad y nuestros miedos. Ven, y ayúdanos a descubrirte vivo. Sabemos que te haces presente en el pobre, que te dejas reconocer en las personas que sufren, en quienes viven sin cariño, en cada víctima de cualquier injusticia. Señor, ¡ábrenos los ojos de la fe! ¡Ven, Señor Jesús, y siembra tu esperanza. Amén.
TIEMPO DE ADVIENTO (Ciclo ‘B’)
Jueves,
10 de diciembre de 2020.
Dijo Jesús a la gente: -"Os aseguro que no
ha nacido de mujer uno más grande que Juan, el Bautista; aunque el más pequeño
en el reino de los cielos es más grande que él.
Desde los días de Juan, el Bautista, hasta ahora se hace violencia
contra el reino de Dios, y gente violenta quiere arrebatárselo. Los profetas y la Ley han profetizado hasta
que vino Juan; él es Elías, el que tenía que venir, con tal que queráis
admitirlo. El que tenga oídos que
escuche".
COMENTARIO
Todas las promesas se han realizado en Jesucristo. El Adviento nos prepara para recibir a Jesús que hace realidad las promesas de Dios al pueblo de Israel. Y es un nuevo profeta, Juan Bautista, quien prepara el camino al Señor. La acción de Dios estará orientada a liberar al hombre de su esclavitud de pecado, a conseguir que florezca la justicia y la paz para los más necesitados, a ofrecer "la fuente de agua que hace brotar vida eterna. El Adviento ha de empujarnos a preparar la venida de Jesús para que su presencia cambie y haga fértiles nuestras vidas.
ORACIÓN
Por los hombres sedientos de justicia y dignidad, te pedimos: haznos unos apasionados de la justicia y del amor. Por los pueblos aplastados por la opresión, te pedimos: difunde en nuestros corazones la violencia de la verdad. Por los profetas que liberan el combate de la esperanza te pedimos: aumenta cada día en ellos la fe. Por los que queremos escuchar tu palabra te pedimos: danos oídos de fe. Por los hombres aplastados por el peso de la miseria, ven Jesús dulce y humilde de corazón. Por los hombres desanimados por el peso de la ley, ven Mesías de los sencillos. Por los hombres alejados de Dios por despecho y hastío, ven Jesús rostro del Padre. Por tu bondad ‘Ven Señor Jesús’.
2ª Semana de Adviento.
Viernes, 11 de diciembre de 2020.
Dijo Jesús a la gente: -"¿A quién se parece esta generación? Se parece a los niños sentados en la plaza,
que gritan a otros: ‘Hemos tocado la flauta, y no habéis bailado; hemos cantado
lamentaciones, y no habéis llorado’. Porque
vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: ‘Tiene un demonio’. Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y
dicen: ‘Ahí tenéis a un comilón y borracho, amigo de publicanos y pecadores’. Pero los hechos dan razón a la sabiduría de
Dios".
COMENTARIO
Las gentes no sintonizan con los mensajes que
Jesús les ofrece. Sin embargo, Jesús
cada día nos hace una invitación a vivir la alegría o superar la tristeza, y
vivir la salvación. El gran
acontecimiento de la vida de Jesús es que murió y resucitó, haciendo firme su
mensaje de salvación. El Adviento debe
ayudarnos a comprender que tenemos que sintonizar con Jesús. Pidamos que el Señor nos ayude a vivir un
Adviento "cristiano".
ORACIÓN
Preparar el Adviento es acoger a Jesús que viene, es caminar, acoger la luz que se nos ofrece en las personas y acontecimientos de la vida; es ser buena noticia es sobre todo confiar. Preparar el Adviento es saber que llegas Señor, saber que vienes, es tener una disposición en el corazón para decir sí a tus proyectos, es ver lo positivo de la vida; es interpretar los acontecimientos de cada día desde la sabiduría de la fe. No permita Señor que ande buscando los lados oscuros de cada cosa haz que sepa ver y colaborar con todo el bien que hay a mi alrededor. Preparar el Adviento es acoger a Jesús que viene.
2ª Semana de
Adviento.
Sábado,
12 de diciembre de
2020.
Los discípulos preguntaron a Jesús: -"¿Por qué dicen los escribas que primero tiene que venir Elías?". Él les contestó: -"Elías vendrá y lo renovará todo. Pero os digo que Elías ya ha venido, y no lo reconocieron, sino que lo trataron a su antojo. Así también el Hijo del hombre va a padecer a manos de ellos". Entonces entendieron los discípulos que se refería a Juan, el Bautista.
COMENTARIO
Era creencia popular que volvería el profeta Elías a preparar el camino del Mesías. Aparece Juan que presenta las mismas características del profeta Elías. Pero la gente no conoció al bautista como el nuevo Elías y tampoco descubrió en Jesús al Mesías prometido. Si el Bautista murió en el cumplimiento de su misión, a Jesús no le espera una suerte distinta, pues el martirio forma parte del ministerio profético. Pidamos al Señor en este Adviento que nos ayude a recibirle como Salvador.
ORACIÓN
Dios bondadoso que la venida de tu hijo ahuyente las tinieblas del pecado y nos manifieste como hijos de la luz. Cuando vengas Señor que sepamos reconocerte como el Salvador y que sepamos tratarte como lo que eres: el Hijo de Dios. Que nuestros antojos no oscurezcan nuestra mirada de fe. Cuando vengas Señor amanecerá en nuestros corazones el resplandor de tu gloria. Cuando vengas Señor concédenos un favor que sepamos acogerte con alma limpia y corazón generoso. Amén.
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