Navidad 2021 y Clausura del 75 Aniversario
de la HOAC (1946-2021)
¡¡Te invitamos a que participes con la HOAC!!
DÍA: Sábado, 18 de diciembre de 2021.
CELEBRACIÓN DE LA EUCARISTÍA: A las 19:00 horas.
LUGAR: En
Cádiz. Barrida de “La Paz”.
Parroquia de San Francisco Javier.
Avda. Del Guadalquivir, núm. 15 – Dpdo.
¡Te deseamos una Gozosa y Solidaria
Navidad
y un Feliz Año 2022!
«ESPERAMOS Y SOÑAMOS EL SUEÑO DE DIOS»
La memoria nos orienta en esperanza
Con el Hijo de Dios que nace, soñemos juntos…
«TENDER PUENTES, DERRIBAR MUROS»
75 Años de Encuentro entre
la Iglesia y el Mundo Obrero
VIVAMOS LA NAVIDAD CON LOS EMPOBRECIDOS
DEL MUNDO OBRERO Y DEL TRABAJO
MENSAJE DE NAVIDAD 2021
«ESPERAMOS Y SOÑAMOS EL SUEÑO DE DIOS»
La
memoria nos orienta en esperanza
La mejor manera de celebrar la memoria agradecida de estos 75 años es
orientar en esperanza nuestro camino presente y futuro. Esperanza que nos
conduce -soñando el mismo sueño de Dios- a hacer de nuestra vida una continua
acción de gracias -un compromiso- por el Reino de Dios.
La fe es creer a pesar de lo que tantas veces vemos.
Es «creer contra toda esperanza»: he aquí, según
san Pablo, el carné de identidad del cristiano.
Sabe bien que «el hilo de la esperanza», incluso en los momentos más difíciles,
«corre a lo largo de la historia de la salvación: es más, es fuente de alegría».
Cuando no hay esperanza humana, está esa virtud que te conduce hacia adelante,
humilde, sencilla, pero que te da alegría, en algunas ocasiones una gran alegría,
otras veces sólo la paz.
Pero nunca disminuye «la seguridad»,
porque esa esperanza no defrauda[1]
Y en este Adviento, tiempo de esperanza y de alegría,
a pesar de lo que se ve, incluso esperanza y
alegría en medio de lo que se vive, la invitación que sostiene y orienta
nuestro camino es la que nos hace también el papa a soñar el mismo sueño de
Dios: el sueño de la fraternidad, del amor, de la justicia. El sueño del reino
de Dios.
Con el Hijo de Dios que nace, soñemos juntos…
Soñar, y soñar juntos, soñar entre nosotros, tiene más sentido en Navidad,
cuando celebramos la razón de nuestro sueño y nuestra esperanza. Dios se hace obrero.
De María, mujer trabajadora, esposa de trabajador, madre del Jesús Obrero,
nace Dios en medio de la vida obrera.
Su luz ilumina hasta los más oscurecidos rincones de la existencia,
y nos desvela las sendas de humanidad que podemos transitar para llegar hasta él y,
como los pastores y los magos, reconocerle y adorarle.
Su luz ilumina las sendas por las que volver a
nuestro quehacer cotidiano convertidos por el encuentro,
dispuestos a seguir soñando y a compartir el sueño.
Soñar es descubrir en la pequeñez de lo vulnerable, de lo insignificante y marginal,
las semillas escondidas del Reino, las que ya están sembradas en la vida,
y aquellas de las que somos portadores -como los magos y los pastores-
para ofrecer y sembrar en la vida obrera y eclesial.
Es seguir percibiendo los signos frágiles y vulnerables del Reino
donde surgen, como un niño envuelto en pañales,
en las periferias de la vida.
Es percibirlos, reconocerlos, y cuidarlos.
Soñar es vivir la fe en el proyecto del reino,
convencidos de que el amor de Dios tiene la palabra
definitiva sobre la historia y la humanidad,
y que esta es, siempre, una palabra de amor y de vida,
de dignidad y esperanza, de comunión y de santidad.
Soñar es poner cauces de realidad a la Esperanza.
Soñar es ilusionarnos con el proyecto de comunión
que Dios pone en nuestras manos.
Soñar es experimentarnos amados por Dios en
toda circunstancia de nuestra existencia.
Soñar es construir juntos “un mañana más grande”.
Es hacer Iglesia.
Soñar es comprometernos en ese mañana posible, en ese presente abierto al sueño de Dios.
Es hacerlo con gratitud y con gratuidad generosa.
Es hacerlo tejiendo redes, sumando esfuerzos, tendiendo puentes.
Es seguir tejiendo historias de encarnación y de abrazo.
Es seguir cuidando de los empobrecidos.
Es seguir impulsando una cultura de la solidaridad
que haga cada vez más posible el trabajo decente.
Es seguir construyendo juntos con nuestras hermanas
y hermanos el sueño de Dios, el sueño del Reino.
Es seguir tejiendo la solidaria historia de amor de Dios con la humanidad.
Navidad es tiempo de soñar. De gozar de los sueños, y de empezar a hacerlos realidad. Nos insiste
Francisco: ¡Qué importante es soñar juntos! […] Solos se corre el riesgo de
tener espejismos, en los que ves lo que no hay; los sueños se construyen
juntos». Soñemos como una única humanidad, como caminantes de la misma carne
humana, como hijos de esta misma tierra que nos cobija a todos, cada uno con la
riqueza de su fe o de sus convicciones, cada uno con su propia voz, todos
hermanos. (FT 8)
Que, en este tiempo de Navidad sigamos cuidando del Reino, de los pobres, del mundo obrero y del trabajo, y de la Iglesia. Sigamos soñando. Juntos. Entre nosotros.
LA COMISIÓN PERMANENTE
[1] Francisco. Meditaciones Misa Santa Marta 17, marzo 2016.
FELICITACIÓN DE NAVIDAD DE LA HOAC DIOCESANA
¡GOZOSA Y SOLIDARIA NAVIDAD!
Y UN ¡FELIZ AÑO 2022!
Querido amigo/a:
La Comisión Diocesana de la
HOAC de Cádiz y Ceuta,
le deseamos una
¡GOZOSA Y SOLIDARIA NAVIDAD!
Y UN ¡FELIZ AÑO 2022!
Vivamos la Navidad,
con los empobrecidos
del mundo obrero
y del trabajo.
Que el Señor les llene
de bendiciones a Vd.,
su familia, seres queridos…
y que les acompañe siempre,
en su compromiso por buscar
el bien, la paz, la igualdad
el amor y la justicia.
Reciba junto a su familia
toda nuestra cercanía,
nuestro abrazo fraternal
y nuestras más sinceras
felicitaciones.
Contra la pandemia vacunarse y prevenir,
salud y cuidarse para cuidar.
LA COMISIÓN DIOCESANA DE
LA HOAC DE CÁDIZ Y CEUTA
CLAUSURA DEL 75º ANIVERSARIO DE LA HOAC
EN LA DIÓCESIS DE CÁDIZ Y CEUTA
La HOAC diocesana de Cádiz y Ceuta con la celebración de una Eucaristía concelebrada por D. Guillermo Domínguez Leonsegui y Eugenio Díaz Melero Consiliario diocesano de la HOAC, en la parroquia de San Francisco Javier de Cádiz, el sábado 18 de diciembre concluye la celebración del 75 aniversario de la fundación de la HOAC.
MONICIÓN DE ENTRADA
El primer gesto de María, tras acoger las palabras del ángel y, en ellas, la invitación de Dios a sumarse a su proyecto, es ponerse en camino y marchar aprisa junto a la mujer que, en esos momentos, necesita su cercanía y ayuda, María se dispone a acompañar la vida de Isabel, en sus circunstancias concretas.
El papa Francisco nos lo recuerda. Que con María, la Madre de Jesús, queremos ser una Iglesia que sirve, que sale de casa, que sale de sus templos, que sale de sus sacristías, para acompañar la vida, sostener la esperanza, ser signo de unidad…
Nuestra vida tiene sentido en la medida en que se hace misión, en la medida en que descubrimos que la vida se nos da para entregarla. Este Adviento es tiempo de conversión en esa dirección de mayor entrega, de mayor vida, de mayor amor y por tanto de mayor esperanza. Nuestra esperanza requiere también, la aceptación de lo que hemos de cambiar en nuestra vida.
La
HOAC en la clausura de su “75 Aniversario” (a nivel de España y el 70 a
nivel diocesano) miramos el camino recorrido en su misión evangelizadora, vemos
a muchos hombres y mujeres entregados en llevar la Buena Nueva del Evangelio a
los empobrecidos del Mundo Obrero, muchas veces con grandes dificultades e
incomprensiones, pero siempre hemos mantenido nuestra fidelidad a Jesucristo, a
su Iglesia y al Mundo Obrero, procurando ser testimonios vivos de la fe. Hoy como ayer, la inmensa mayoría de los
pobres lo son a causa de la falta de trabajo o del trabajo precario, y nos
necesitan como ayer a ser acompañados.
Por tanto seguimos esperanzados y animados en ser testimonios del
Evangelio en el Mundo Obrero.
ORACIÓN DE LOS FIELES
Por la Iglesia, para que, en el camino sinodal que hemos comenzado a recorrer, nos renovemos en la fidelidad a Jesucristo y hagamos cada día más nuestra la misión del anuncio del evangelio de Jesucristo a los pobres. ¡Roguemos al Señor¡.
Por todas las personas víctimas de la injusticia y la explotación, que padecen la pobreza, la violencia, el paro y la precariedad laboral, la exclusión social…, las que están presas, privadas de libertad para que encuentren en la Iglesia y en las organizaciones solidarias esperanza y apoyo para luchar por su dignidad. ¡Roguemos al Señor¡.
Por quienes nos gobiernan, para que pongan en el centro de la política las necesidades de los más vulnerables, buscando siempre el bien común. ¡Roguemos al Señor¡.
Por la HOAC, para que crezcamos en la espiritualidad del encuentro personal y comunitario con Jesucristo, y en la encarnación en la pobreza y debilidad del mundo obrero, para así anunciar con nuestra vida la buena noticia de Jesucristo. ¡Roguemos al Señor¡.
Para que el proyecto de fraternidad del Reino sea cada día más visible y real, para que en nuestro mundo se abran caminos de fraternidad y comunión, para que entre todos busquemos el Bien Común, desde los últimos. ¡Roguemos al Señor¡.
Por nuestras y nuestros militantes y consiliarios difuntos, fallecidos en el campo de honor del trabajo y de la lucha, especialmente por quienes han fallecido en este tiempo de pandemia, para que hayan sido acogidos en el tierno abrazo consolador de Dios Padre-Madre, y podamos volver a reunirnos con ellos en la resurrección plena. ¡Roguemos al Señor¡.
OFERTORIO
Junto al altar colocamos dos elementos que configuran nuestra vida y misión. En ellos y lo que representan ofrecemos nuestra propia existencia:
El casco quiere expresar nuestra encarnación en la vida del mundo obrero y del trabajo al que como Iglesia acompañamos para caminar con él al encuentro de Jesucristo.
El Evangelio hace presente nuestra fe, nuestra formación, nuestro quehacer y la espiritualidad que nos nutre y sostiene.
Junto a ellos, el pan y el vino, alimento para el camino. Cristo mismo que se ofrece por
nosotros para transformarnos a su imagen.
ACCIÓN DE GRACIAS
La HOAC queremos dar gracias a Dios por tantas vidas entregadas a la causa de la justicia y por el legado que nos han dejado a lo largo de estos 75 años, especialmente al Siervo de Dios Guillermo Rovirosa, a D. Eugenio Merino y D. Tomás Malagón, que hicieron posible una HOAC evangelizadora de los ambientes obreros.
Damos gracias por esta comunidad de San Francisco Javier que desde los tiempos del Centro Bermang y en su posterior creación de la Parroquia, siempre nos ha acogido y colaborado con nosotros.
Damos gracias por el Padre Miguel Mougan, que ha sido consiliario diocesano del movimiento durante muchos años.
Finalizamos agradeciendo al Papa Francisco su carta y leemos los últimos párrafos de la misma:
«Sigan mirando al futuro, siendo Iglesia plantada en medio de
la vida obrera, y sigan tejiendo historias de encarnación y de abrazo. Es bueno narrar historias que nos ayudan a
hacer Historia. Las historias que narran
ponen de manifiesto la importancia de la gratuidad en sus vidas. La Iglesia sigue necesitando de hombres y
mujeres que saben que su entrega es necesaria, aunque no vean el fruto; que su
vida es sembrarse y desvivirse para que otros puedan vivir.
Yo los pongo, hermanos y hermanas de la Hermandad Obrera
de Acción Católica, ante el amoroso cuidado de María de Nazaret, mujer
trabajadora, esposa de un trabajador, madre de un trabajador, capaz de fiarse
plenamente de Dios, que hoy sigue alzando de la basura al pobre, hasta el punto
de descubrir su amorosa acción liberadora en la historia, y cantar exultante su
fidelidad. No se olviden de rezar por mí y por el Sínodo; y como dicen ustedes
desde hace 75 años al despedirse:
¡Hasta mañana en el altar!»
(De la carta del Papa Francisco en la Clausura del 75º de la HOAC )
Querido amigo y amiga:
Un abrazo de la Comisión diocesana de la HOAC.
https://www.hoac.es/2021/12/21/la-diocesis-de-cadiz-y-ceuta-concluye-el-75o-aniversario-de-la-hoac/
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