22º Domingo del Tiempo Ordinario C
28 agosto 2022
Nuestra vida militante transcurre,
con el pasar de los años,
en dirección a una cierta lejanía y acomodo,
que nos hace algo más insensibles
a la suerte de las personas empobrecidas,
sin que nos demos cuenta.
El cansancio, la fatiga,
los compromisos
una y otra vez empeñados
sin, aparentemente, ver resultados,
acaban por cansarnos
y normalizar lo que no es normal.
Necesitamos volver a escuchar
la tierna voz de Dios
que nos dice bienaventurados
cuando sólo podemos sentirnos
bien pagados por su amor,
por el amor que nos llega
en los pobres.
Acojo mis fatigas y cansancios,
mis desalientos militantes,
y los pongo, una vez más,
ante la misericordia de Dios.
Del evangelio según
san Lucas 14,1.7-14.
«Serás bienaventurado
porque no pueden pagarte».
Jesús nos invita a actuar desde
la gratuidad y la comunión solidaria
opuesta a toda lógica de este mundo;
opuesta a la lógica del individualismo
y del capitalismo en que vivimos.
Mi
proyecto de vida
quiere construirse
desde esa
lógica del Reino,
fraterna,
agraciada
y agradecida.
Puedo preguntarme
en qué banquetes
me siento, con quiénes,
quiénes son los invitados
a los que convido a mi vida,
con quienes la comparto…
y desde qué esperanza.
https://www.hoac.es/wp-content/uploads/2022/08/22o-Domingo-TO.pdf
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22ª Semana del Tiempo Ordinario (Ciclo ‘C’)
Del 28 de agosto al 03 de septiembre de 2022.
Domingo 22º del Tiempo Ordinario.
San Agustín de Hipona, Obispo y Doctor de la
Iglesia.
28 de agosto de 2022.
La 1ª lect. de hoy nos
invita a proceder con humildad y sencillez porque así alcanzaremos el favor de
Dios, que revela sus secretos a los humildes, y el afecto de los demás. El Evangelio nos invita a ocupar los últimos
puestos porque el que se humilla será enaltecido, como Jesucristo, que no vino
a ser servido sino a servir. También se
nos llama a dar y a darnos gratuitamente sin esperar a cambio recompensa alguna
en esta vida. Es lo que ha hecho Cristo
por nosotros, que se entregó gratuitamente por todos, solamente por su deseo de
ser nuestro Salvador. La 2ª lect. opone
la experiencia de los israelitas en el Sinaí con la de los cristianos en la
eucaristía, pues la liturgia que celebramos en esta vida es un anticipo de la
liturgia del cielo, como lo expresamos, por ejemplo, en el canto del Santo.
- Eclesiástico
(Siracusa) 3,17-18.20.28-29: Hazte pequeño y alcanzarás el
favor de Dios.
- Salmo
67: R./ Tu bondad, oh, Dios, preparó una casa para los pobres.
- Hebreos 12,18-19.22-24a: Os habéis acercado al monte Sión, ciudad del Dios vivo.
Del Evangelio de san Lucas 14,1.7-14.
“El que se
enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido”.
Jesús notando que los convidados a una comida escogían los primeros puestos, les propuso esta parábola: -"Cuando te conviden a una boda, no te sientes en el puesto principal, no sea que hayan convidado a otro de más categoría que tú; y vendrá el que os convidó a ti y al otro y te dirá: ‘Cédele el puesto a éste’. Entonces, avergonzado, irás a ocupar el último puesto. Al revés, cuando te conviden, vete a sentarte en el último puesto, para que, cuando venga el que te convidó, te diga: ‘Amigo, sube más arriba’. Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido".
COMENTARIO
Jesús nos presenta la humildad como la actitud indispensable para presentarnos ante Dios. La humildad, la sencillez, la generosidad, son virtudes muy queridas por Dios y muy gratas a los ojos de los hombres-mujeres. Porque el humilde se sabe solidario y abierto a los demás; mientras que el soberbio, el orgulloso, el que aspira a los primeros puestos cueste lo que costare, no tiene en cuenta a los demás a no ser para utilizarlos en su provecho. El humilde es capaz de comprender y compartir los problemas del prójimo y por eso tiene una actitud servicial para todos.
ORACIÓN
Señor, no te pido brillo ni triunfo, ni fama ni poder. Te pido humildad para acoger con sencillez cada día tu gracia, tu palabra, tu voluntad. Hazme sensible a las necesidades y al cuidado de los que no cuentan para este mundo. No me dejes caer en la tentación de quedar bien, de justificar mis actitudes, de acumular méritos engañosos. Aléjame del orgullo y la vanidad. Hazme andar en la verdad. Hoy, te pido humildad Señor.
El Martirio de san Juan Bautista.
Lunes de la 22ª
Semana T. Ordinario.
29 de agosto de 2022.
Del Evangelio de san
Marcos 6,17-29.
la cabeza de Juan, el Bautista”.
Herodías aborrecía a Juan y quería quitarlo de en medio. Herodes respetaba a Juan, sabía que era un hombre honrado y santo, y lo defendía. Herodes, por su cumpleaños, dio un banquete. La hija de Herodías entró y danzó, gustando mucho a Herodes y a los convidados. El rey le dijo a la joven: -“Pídeme lo que quieras, que te lo doy”. La joven instigada por su madre dijo al rey: -“Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan, el Bautista”. El rey se puso muy triste; pero, por el juramento y los convidados le mandó a un verdugo que trajese la cabeza de Juan. Fue, lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en una bandeja y se la entregó a la joven; la joven se la entregó a su madre. Al enterarse sus discípulos, fueron a recoger el cadáver y lo enterraron.
COMENTARIO
Juan Bautista es admirable por su ejemplo de entereza en la defensa de la verdad y por su valentía en la denuncia del mal. Hoy recordamos su muerte, su "martirio". El profeta había denunciado públicamente la unión de Herodes y Herodías: "Juan le decía que no le era lícito tener la mujer de su hermano". Hay que tener claro que al proclamar la Buena Noticia de la salvación, a veces tendremos que denunciar también la injusticia y la falsedad. El Evangelio nos hace estar dispuestos a decir palabras valientes, a dar testimonio con una vida coherente de la justicia y la verdad.
ORACIÓN
Señor Jesús, Tú por medio de Juan Bautista nos invitas a vivir desde la valentía y el testimonio. Nos invitas a servir desde la coherencia y la fidelidad, a confiar en Ti, porque nos pueden quitar la vida del cuerpo, pero no podrán arrebatarnos la vida del Espíritu. Señor, Tú eres nuestra fortaleza, nuestro refugio, nuestro defensor; Tú eres nuestra justicia y la vida nueva, Tú eres la esperanza que tenemos de tener la plenitud de tu Reino. Señor, con Juan Bautista quiero dar testimonio de tu Reino.
Martes de la 22ª Semana T. Ordinario.
San Pammaquio, laico.
30 de agosto de 2022.
Del Evangelio de san
Lucas 4,31-37.
“Sé quién eres: El Santo de Dios”.
Jesús bajó a Cafarnaúm, y los sábados enseñaba a la gente. Se quedaban asombrados de su enseñanza, porque hablaba con autoridad. Había en la sinagoga un hombre que tenía un demonio inmundo, y se puso a gritar a voces: -“¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno. Has venido a destruirnos?. Sé quién eres: el Santo de Dios”. Jesús le intimó: -“Cierra la boca y sal”. El demonio tiró al hombre por tierra en medio de la gente, pero salió sin hacerle daño. Todos comentaban estupefactos: -“¿Qué tiene su palabra?. Da órdenes con autoridad y poder a los espíritus inmundos, y salen”.
COMENTARIO
El significado más profundo de la curación de los “endemoniados” por Jesús es su dimensión liberadora de la persona. El anuncio del Reino hoy, como en vida de Jesús, debe acompañarse con gestos de liberación del hombre-mujer actual, “poseído” por el mal, es decir, alienado por todo lo que es inhumano: La tiranía de la injusticia y del fatalismo, de la desesperanza y la indiferencia, del tener y gastar, del acaparar y consumir, de la soberbia y del sexo, de la insolidaridad, del egoísmo y del desamor. Que hoy vivas la palabra salvadora del Evangelio.
ORACIÓN
Que tu palabra de autoridad nos libere hoy del consumismo agobiante, y nos haga comprender las necesidades de todos los hombres-mujeres. Que nos libere de la injusticia reinante y nos haga compartir con generosidad tus planes, para comprometernos en promover la paz y la justicia. Que la autoridad de tu palabra nos haga superar el materialismo que impregna nuestras vidas para sumarnos al esfuerzo actual de solidaridad. Que tu palabra arraigue en nuestro corazón para responder al Evangelio con la confesión de la fe.
Miércoles de la 22ª Semana T. Ordinario.
San Ramón Nonato,
presbítero y religioso.
31 de agosto de 2022.
Del Evangelio de san
Lucas 4,38-44.
“También a
los otros pueblos tengo que anunciarles
el Reino de Dios, para eso me han enviado”.
Al salir Jesús de la sinagoga, entró en casa de Simón. La suegra de Simón estaba con fiebre muy alta, y le pidieron que hiciera algo por ella. Él, de pie a su lado, increpó a la fiebre, y se le pasó; ella, levantándose en seguida, se puso a servirles. Al ponerse el sol, los que tenían enfermos con el mal que fuera, se los llevaban; y él, poniendo las manos sobre cada uno, los iba curando. De muchos de ellos salían también demonios, que gritaban: -“Tú eres el Hijo de Dios”.
COMENTARIO
Los milagros de Jesús deben enfocarse, desde la liberación integral que el Reino de Dios, trae para el hombre-mujer a quien Dios ama. El milagro es una manifestación del poder salvador de Dios. Porque Jesús estaba ungido con la fuerza del Espíritu, se mostró señor de la naturaleza, señor de la vida, vencedor del diablo y de la muerte. La historia evangélica de los milagros está íntimamente vinculada a la fe y nos estimula al compromiso liberador de la fe.
ORACIÓN
Señor no te pido milagros, te pido que ilumines la mañana con tu esplendor y el mediodía con el fuego de tu luz. Apaga en nosotros los fuegos de la discordia, apacigua el calor de las disputas, danos la salud de los cuerpos y la paz verdadera a nuestros corazones. Fortifica Padre clementísimo, nuestra fe, sánanos de nuestros egoísmos, levántanos de nuestras fiebres. Con una fe confiada en Ti queremos confesar que Jesús es el Hijo de Dios.
Jueves de la 22ª Semana T. Ordinario.
San Egidio o Gil,
monje, abogado de los pecadores.
01 de septiembre de 2022.
Del Evangelio de san
Lucas 5,1-11.
“Dejándolo todo, lo siguieron”.
Jesús dijo a Simón: -“Rema mar adentro y echad las redes para pescar”. Simón contestó: -“Maestro, nos hemos pasado la noche bregando y no hemos cogido nada; pero, por tu palabra, echaré las redes”. Y, puestos a la obra, hicieron una redada de peces tan grande, que reventaba la red. Al ver esto, Simón Pedro, se arrojó a los pies de Jesús, diciendo: -“Apártate de mí, Señor, que soy un pecador”. Jesús dijo a Simón: -“No temas: desde ahora serás pescador de hombres”. Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón, sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.
COMENTARIO
La vocación cristiana a la fe y al bautismo es la vocación universal y básica a la santidad evangélica mediante el seguimiento de Cristo, que se va especificando en los diversos estados de vida. A pesar de nuestros errores y mezquindad, el Señor nos renueva su amor y su llamada en todo momento. Siempre es tiempo de responderle generosamente y de empezar de nuevo cada mañana el seguimiento. Dios te confía una misión. Y te dice hoy en Jesús: -“Remad mar adentro y echad las redes para pescar”.
ORACIÓN
Ayúdanos Señor: A limpiar nuestras redes de todo desaliento. Aprender a cuidar la barca del desgaste de golpes y vientos. A buscar las respuestas, yendo a fondo, mar adentro. A darnos a nosotros mismos la oportunidad de un nuevo intento. A escuchar siempre tu voz que nos manda, REMA MAR ADENTRO. A seguirte dejándolo todo, por Ti el Dios eterno. Ayúdanos, Señor: A arrojarnos a tus pies y reconocer que somos pecadores. Amen.
Viernes de la 22ª Semana T. Ordinario.
San Justo de
Lyon, monje y obispo.
02 de septiembre de 2022.
Del Evangelio de san
Lucas 5,33-39.
“Llegará el día en que se
lleven al novio, y entonces ayunarán”.
Dijeron a Jesús los fariseos y los letrados: -"Los discípulos de Juan ayunan a menudo y oran, y los de los fariseos también; en cambio, los tuyos, a comer y a beber". Jesús les puso esta comparación: -"Nadie recorta una pieza de un manto nuevo para ponérsela a un manto viejo, porque se estropea el nuevo, y la pieza no le pega al viejo. Nadie echa vino nuevo en odres viejos, porque revientan los odres, se derrama, y los odres se estropean. A vino nuevo, odres nuevos”.
COMENTARIO
A la acusación de no guardar el ayuno precede un altercado dialéctico entre los discípulos de Jesús y los del bautista. Eran dos concepciones distintas de la espiritualidad. La ascética de Juan representaba lo antiguo, la de Jesús lo nuevo. Lo fácil, enseña Jesús, es instalarse en la rutina, aunque ésta sea buena. Lo mejor consiste en la adaptación a las exigencias de cada momento. Tras estas sencillas comparaciones late una permanente sabiduría. Jesús invita a la renovación haciendo ver las incompatibilidades entre lo nuevo y lo viejo, entre los usos antiguos de la Antigua Alianza y la Nueva.
ORACIÓN
Quiero alejarme de la rutina Señor y vivir hoy lo novedoso del Evangelio. Quiero vivir hoy contigo Señor, atento a tu llamada, fijos mis ojos en los tuyos, anhelando tus caricias y tus besos. Quiero estar pendiente de tus labios para escucharte decir que Dios es mi Padre y mi mamá, para oírte decir: “Te Quiero”. Quiero hacer nueva la alegría y nuevo el anuncio de tu amor a todos los hombres-mujeres. Quiero hacer nueva la alegría y nuevo el anuncio de tu amor a todos los hombres-mujeres.
Sábado de la 22ª Semana T. Ordinario.
San Gregorio
Magno, papa y doctor de la Iglesia.
03 de septiembre de 2022.
Del Evangelio de san
Lucas 6,1-5.
“¿Por qué hacéis en sábado lo que no está permitido?”.
Un sábado, Jesús atravesaba un sembrado; sus discípulos arrancaban espigas y, frotándolas con las manos, se comían el grano. Unos fariseos les preguntaron: -“¿Por qué hacéis en sábado lo que no está permitido?”. Jesús les replicó: -“¿No habéis leído lo que hizo David cuando él y sus hombres sintieron hambre?. Entró en la casa de Dios, tomó los panes presentados -que sólo pueden comer los sacerdotes-, comió él y les dio a sus compañeros”. Y añadió: -“El Hijo del hombre es señor del sábado”.
COMENTARIO
Jesús no admite que el sábado, día de liberación, se haya convertido por la acción de los leguleyos, en día de esclavitud. La santificación del día del Señor, no es solo una obligación, sino una necesidad vital de expresar y compartir la fe en comunidad mediante el culto y la alabanza a Dios. También para el cristiano el domingo es un memorial de la liberación definitiva, gracias a la resurrección de Jesucristo en ese día como vencedor del pecado y de la muerte. El sentido cristiano del domingo se centra en la celebración eucarística. Ella es fuente y culmen para la vivencia de la fe del Evangelio de la vida familiar, la comunidad cristiana, la oración, la caridad...
ORACIÓN
Gracias Señor por recordarnos en este día que estamos llamados a la libertad y no a la esclavitud, a vivir el Espíritu y no la ley; a estar al servicio de las personas y no de las normas que esclavizan. Danos tu ayuda Señor para celebrar en el domingo la resurrección de Cristo y la esperanza de participar de la vida resucitada. Celebrar la vida, el encuentro con los hermanos y hermanas y en la alabanza a la obra salvadora de Dios. Señor, queremos santificar este día; celebrar la fe y la Buena Noticia de la redención, celebrar el domingo con el descanso y el encuentro contigo Señor.
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