Epifanía del Señor (6 enero 2023)
Queridas y queridos hermanos:
Descubrir la alegría de dar…
y, más aún, la de compartir.
No solo regalos,
lo que tenemos,
sino lo que somos.
Nuestra vida,
nuestros bienes,
nuestro compromiso
y acción.
Como Dios Trinidad,
con generosa
desmesura.
Para eso,
tendremos que
ponernos en camino,
y en búsqueda.
Fernando Carlos Díaz Abajo
Consiliario General HOAC, y
Mª Ángeles Bayo Valderrama
Responsable de Organización
y Vida comunitaria.
Del evangelio según san Mateo 2,1-12.
«Y tú, Belén, no eres ni
mucho menos la última».
Hay también,
afortunadamente,
regalos gratuitos,
que nacen del amor,
y en los que, por amor,
se regala quien los hace
y, por amor,
acoge quien lo recibe,
con el regalo,
a la persona que lo hace.
Volver
por otro camino a lo cotidiano
es también nuestra siguiente etapa.
¿Qué debe incorporar tu proyecto de vida
para que se note que vives
desde este encuentro con Dios,
desde la alegría de la esperanza?.
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TIEMPO
DE NAVIDAD (Ciclo ‘A’)
Octava y II Semana de Navidad
06 y 07 de enero de 2023.
EPIFANÍA
DEL SEÑOR.
06 de enero de 2023 (Viernes).
Solemnidad de la Epifanía del Señor, en la que se recuerdan tres
manifestaciones del gran Dios y Señor nuestro Jesucristo: en Belén, Jesús niño,
al ser adorado por los magos; en el Jordán, bautizado por Juan, al ser ungido
por el Espíritu Santo y llamado Hijo por Dios Padre; y en Caná de Galilea,
donde manifestó su gloria transformando el agua en vino en unas bodas (elog. del Martirologio Romano).
Jesucristo es Salvador para todo el mundo. Así se expresa en el relato evangélico que
nos presenta a unos gentiles —los magos de Oriente— que guiados por la luz de
la fe representada por la estrella, adoraron al niño que estaba con María, su
madre. Y le ofrecieron oro, como rey;
incienso como Dios; y mirra como hombre que habría de sufrir para salvarnos. En la segunda lectura el apóstol san Pablo
afirma claramente que «también los gentiles son coherederos, miembros del mismo
cuerpo, y partícipes de la promesa en Jesucristo, por el Evangelio». Contemplemos con la luz de la fe el misterio
de Cristo y vivámoslo con amor, y llevémoslo a todos, comenzando por los más
alejados.
- Isaías 60,1-6: La gloria del Señor amanece sobre ti.
- Salmo 71: R./ Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra.
- Efesios 3,2-6: Ahora ha sido revelado que los gentiles son coherederos de la promesa.
Del Evangelio de
san Mateo 2,1-12.
“Venimos de Oriente para
adorar al Rey”.
Jesús nació en tiempos del rey Herodes. Entonces, unos Magos de Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando: -“¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido?. Porque hemos visto salir su estrella y venimos a adorarlo”. Les contestaron: -“En Belén de Judá”. Ellos, se pusieron en camino, y de pronto la estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño. Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra.
COMENTARIO
Dios se nos ha manifestado plenamente en Jesús de forma visible, cercana y palpable; se manifiesta para acercarse a nosotros, abrirnos su corazón, para hacernos partícipes de su vida y visión. Los Magos sienten alegría, se ponen en camino, reconocen a Jesús como rey de los judíos y le adoran. También tú, ponte en camino, reconoce a Jesús; adórate y pídele que su estrelle te guíe en la vida, será tu gran regalo de Reyes.
ORACIÓN
Recuérdanos Señor por medio de los Reyes Magos que siempre se puede encontrar a Dios. Ellos buscaban, y Dios guiaba su búsqueda. Ellos creyeron a la estrella que les guiaba, y, llegados a Ti, te ofrecieron sus dones. Nosotros, que hemos de dar a los otros, a todos, amistad y esperanza, te pedimos un corazón ancho, para que como la estrella, seamos para todos una luz verdadera en los caminos del día a día. Señor que en este día de ilusiones infantiles todos sepamos buscarte con ilusión y encontrarte en Cristo.
Segunda
Semana de Navidad
Sábado después de Epifanía.
San Raimundo de Peñafort,
presbítero
07 de enero de 2023 (Sábado).
Del Evangelio de san
Mateo 4,12-17.23-25.
“Está cerca el reino de los cielos”.
Al enterarse Jesús de que habían arrestado a Juan se retiró a Galilea. Dejando Nazaret, se estableció en Cafarnaún, junto al lago. Así se cumplió lo que había dicho el profeta Isaías: -"El pueblo que habitaba en tinieblas vio una luz grande; a los que habitaban en tierra y sombras de muerte, una luz les brilló". Entonces comenzó Jesús a predicar diciendo: -"Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos". Recorría toda Galilea, enseñando en las sinagogas y proclamando el Evangelio del reino, curando las enfermedades y dolencias del pueblo.
COMENTARIO
Jesús empieza la predicación por esta tierra marginada, encrucijada de pueblos diferentes por origen, religión y cultura. Su ocupación consistía en ir, desplazarse allá donde la humanidad doliente más le necesitaba: “Le traían toda clase de enfermos y Él los curaba. Le seguían muchedumbres de todas partes y su fama era grande. Desde tus enfermedades y dolencias, desde tus debilidades interiores y exteriores; pide al Señor la gracia de recibir su luz para dar un paso más hacia Él. Y haz el esfuerzo de convertirte al Señor, es la primera petición que Él te hace. ¿Le responderás convirtiéndote?.
ORACIÓN
Conviérteme a tu luz Señor, ayúdame a dar el paso, fundar mi vida en tu poder y en tu bondad para que Tú seas el manantial interior que me haga comenzar cada día de nuevo con esperanza. Que mi mente y mi corazón se vuelvan a ti Señor, para que deje de habitar en tinieblas y sombras de muerte. Señor misericordioso, dame luz para conocer tu palabra que alimenta, que fortalece, que libera, que salva. Dame fortaleza en las debilidades y constancia en la conversión. Conviérteme a tu luz Señor.
LECTURA DE LA PALABRA
EN CLIMA DE ORACIÓN
1.
Hago silencio, exterior e interior.
Estoy
en la presencia del Señor
Contemplo a Dios que me quiere, me acoge, me escucha, me habla.
2.
Petición:
«Humildemente te pido, a ti, Señor, que eres la luz verdadera y la fuente misma de toda luz, que, meditando fielmente tu Palabra, viva siempre en tu claridad. Por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor».
3.
Palabra de Dios:
Leo tranquila y detenidamente el texto evangélico para hoy, en comunión con toda la Iglesia. Me fijo bien en todos los detalles.
4.
Ante la Palabra
leída:
Ø ¿Qué dice este texto? (Lectura honda: circunstancias, actitudes…).
Ø ¿Qué me dice a mí, personalmente? (Meditación).
Ø Desde esto, ¿qué te digo yo ahora, Señor? (Oración).
Ø ¡Quiero identificarme contigo, Señor!. ¿Qué hacer?.
(Contemplación, iluminación de mi vida concreta).
5.
Oración:
Hay una oración-reflexión propia de cada día, como inicio de respuesta
al texto evangélico. Al final puede
añadirse la siguiente:
«Gracias, Señor, por tu presencia y tu cercanía en este rato de oración; y por la luz y la fuerza que me has dado. Ayúdame a vivir según tu voluntad y sirviendo siempre a mis hermanos/as. Por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor».
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