2º Domingo De Cuaresma (25 Febrero)
Ya estamos en el segundo
domingo de Cuaresma,
como es tradicional,
en el primero, aparecen
las tentaciones
de Jesús en el desierto
y en este segundo
la transfiguración.
Contada desde
el evangelista
que tenemos
en este ciclo B,
Marcos.
Del evangelio según
san Marcos 9,2-10:
«Este es mi
Hijo amado».
Que
resuene, entonces,
en nuestros oídos,
en toda la cuaresma,
este mandato de Dios:
¡escuchen a Jesús!
Y este mandato es tanto más apremiante
cuanto más el discípulo,
adentrándose en un compromiso como el suyo,
prueba en sí mismo la dureza de la cruz inevitable.
Entonces ¡más que nunca!
se ha de escuchar a Jesús
y a nadie más que a Él.
Los cristianos podemos llegar
en nuestro compromiso
hasta el final porque Él, Jesús
¡siempre estará con nosotros!
Y la gloria que nos mostró en la montaña
se nos aparecerá una y otra vez
incluso en los momentos
en que nos encontremos
tan asustados y perdidos
que no sepamos qué decir…
ni qué hacer.
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«ORAR CON LA IGLESIA»
TIEMPO
DE CUARESMA (Ciclo ‘B’).
Segunda Semana de Cuaresma.
Del 25 de febrero al 02 de marzo de 2024.
Domingo Segundo de Cuaresma.
San Cesáreo, laico.
San Néstor de Magido, obispo y mártir.
Santa Aldetrudis, abadesa.
25 de febrero de 2024.
Pasamos del desierto y la tentación del primer domingo a la
elevación y la transfiguración de este segundo domingo. Este Jesús que conoce nuestros desiertos y
tentaciones se nos presenta resplandeciente, para iluminarnos con su
verdad. Esta verdad pasa por la cruz, y
pide de nosotros una mirada limpia para contemplar su rostro con la esperanza
de que caminaremos en su presencia en el país de los vivos. Jesús mismo es la revelación de Dios y su
rostro transfigurado es el rostro misericordioso de Dios. Solo con nuestras fuerzas no podemos
contemplar el rostro del Señor, nos tenemos que dejar guiar por la gracia que
el Señor nos otorga en la vida espiritual que se manifiesta en los sacramentos
y en la oración de su Iglesia.
- Génesis 22,1-2.9a.10-13.15-18: Vocación de Abrahán, padre del pueblo de Dios.
- Salmo 115: R/. Caminaré en presencia del Señor, en el país de la vida.
- Romanos 8,31b-34: Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros?.
- Comentario: Dios está en favor nuestro
Del Evangelio de san
Marcos 9,2-10.
“Este es mi
Hijo, el amado; escuchadlo”.
Jesús se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan, subió con ellos solos a una montaña alta, y se transfiguró delante de ellos. Sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador. Se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús. Entonces Pedro tomó la palabra y le dijo a Jesús: -"Maestro, ¡qué bien se está aquí! Vamos a hacer tres tiendas, una para Ti, otra para Moisés y otra para Elías". Estaban asustados, y no sabía lo que decía. Se formó una nube que los cubrió, y salió una voz de la nube: -"Éste es mi Hijo amado; escuchadlo".
COMENTARIO
La experiencia en el monte Tabor ilumina la verdadera identidad de Jesús. Él es el Hijo de Dios. De ahí que ser creyente sea vivir escuchando a Jesús. Sólo desde la escucha nace la verdadera fe cristiana. Si se comienza a escuchar a Dios, se está salvado. A veces escuchar a Jesús puede resultar desconcertante, porque no siempre lo que nos dice coincide con nuestras expectativas. Escuchar a Jesús es descubrir, por fin, a alguien que dice la verdad. Alguien que sabe por qué vivir y por qué morir. Hoy presta atención a lo que se oyó en el monte Tabor: -"Este es mi Hijo amado: ¡Escuchadlo!”.
ORACIÓN
Ayúdame a hacer silencio, Señor. Quiero escuchar tu voz. Me hace falta la calidez de tu voz, quiero callar para que me hables Tú. No solo quiero oír Señor, quiero escuchar la voz de tu Hijo y decirle que sí. Te pido capacidad para escuchar el Evangelio para que en medio de tantas voces sepa distinguir la de tu Hijo amado. Quiero vivir, Señor, como los amantes, porque es tu amor el que me hace atento. Quiero vivir en obediencia a tu voz.
Lunes 2ª Semana de Cuaresma.
San Alejandro de Alejandría, obispo.
San Porfirio de Gaza, eremita y obispo.
26 de febrero de 2024.
Del Evangelio de san
Lucas 6,36-38.
“Perdonad, y seréis perdonados”.
Dijo Jesús a sus discípulos: -"Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: Os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante. La medida que uséis, la usarán con vosotros".
COMENTARIO
Es costumbre en Jesús trasmitirnos con palabras sencillas las verdades más trascendentales. En el Evangelio hoy nos ofrece una norma de vida, muy difícil de cumplir, por medio de unas palabras sumamente suaves. Nos hacen pensar. Nosotros, que somos propensos a usar la “ley del embudo”, no debemos olvidar la norma del Señor, Jesús: “La medida que uséis la usarán con vosotros”.
ORACIÓN
Vengo Señor a Ti, que eres compasivo, para tener tu compasión. Sé que Tú eres misericordia, bondadoso por naturaleza, compasivo siempre. Tú me llamas a tener tus sentimientos a estar abierto a la ternura, cerrado al egoísmo, gracias por tu derroche de amor, porque eres impresionante; conocerte a Ti, ha sido la aventura más increíble. Ayúdame a liberarme de la seducción del pecado y a entregarme al cumplimiento de tu santa voluntad. Ayúdame a no juzgar a nadie, a perdonar siempre, a dar sin esperar nada a cambio. Amen. Vengo Señor a Ti, que eres compasivo, para tener tu compasión.
Martes 2ª Semana de Cuaresma.
San Gregorio de Narek, monje, abad y doctor
de la Iglesia.
San Gabriel de la Virgen de los Dolores
Possenti, religioso.
27 de febrero de 2024.
Del Evangelio de san
Mateo 23,1-12.
“Ellos dicen, pero no hacen”.
Jesús habló diciendo: -En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: Haced y cumplid lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen. Todo lo que hacen es para que los vea la gente: Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar maestro, porque uno solo es vuestro maestro, y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo. No os dejéis llamar consejeros, porque uno solo es vuestro consejero, Cristo. El primero entre vosotros será vuestro servidor.
COMENTARIO
Apliquemonos en concreto la dura advertencia de Jesús a los fariseos, que eran unos catedráticos a la hora de explicar cosas, pero ellos no las cumplían. La hipocresía puede ser precisamente el pecado de “los buenos”. Nos resulta fácil hablar, explicar a los demás el camino del bien, y luego corremos el peligro de que nuestra conducta esté muy lejos de lo que explicamos. Aplícate hoy estas palabras de Jesús: El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido. El primero entre vosotros será vuestro servidor.
ORACIÓN
Haznos, Señor, experimentar la fuerza de este tiempo santo; ábrenos a tu Espíritu que llama a conversión, para poder ayudar a la conversión de la Iglesia y del mundo. Danos, Señor, que podamos entrar, una vez más, en este camino de la conversión cristiana, interior, actual, discreta y sencilla, expresada en los gestos de la Cuaresma. Señor, líbranos de la hipocresía; líbranos de decir y no hacer, para que vivamos teniendo a Dios por único Padre, a Cristo como maestro, al prójimo como hermano.
Miércoles 2ª Semana de Cuaresma.
San Román, abad.
Santas Marana y Cira, vírgenes reclusas.
28 de febrero de 2024.
Del Evangelio de san
Mateo 20,17-28.
“Lo condenarán a muerte”.
Se le acercó la madre de los Zebedeos y se postró para hacerle una petición. Él le preguntó: -"¿Qué deseas?" Ella contestó: -"Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda". Pero Jesús replicó: -"No sabéis lo que pedís. ¿Sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber?". Contestaron: -"Lo somos". Él les dijo: -"Mi cáliz lo beberéis; pero el puesto a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre".
COMENTARIO
En el Reino de Dios no hay lugar para quienes quieren situarse “cómodamente” o tener un puesto de influencia. No se conceden “puestos de honor”. En el Reino de Dios lo que hay es servicio fraternal. Escúchalo de labios de Jesús: -"Sabéis que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: El que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo. Igual que el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos".
ORACIÓN
Señor, haznos libres de todo afán, de influencia dominadora; concédenos la humildad de vivir en una iglesia servidora de los pobres, ajena a toda ambición. Que entre nosotros nada de dominio sobre las conciencias o las personas sino servicio desinteresado. Que, por amor al hermano, seamos capaces de hacer los siervos, atentos a las necesidades de los que nos rodean. Que siguiendo tu ejemplo Señor Jesús, sepamos vivir desde una posición baja y humilde. Que por amor al hermano estemos atentos a sus necesidades.
Jueves 2ª Semana de Cuaresma.
San Hilario, papa.
29 de febrero de 2024.
Del Evangelio de san
Lucas 16,19-31.
mientras que tú eres atormentado”.
Dijo Jesús: -«Un hombre rico se vestía de púrpura y banqueteaba espléndidamente cada día. Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, con ganas de saciarse de lo que tiraban de la mesa del rico. Y, estando el rico en el infierno, en medio de los tormentos, vio de lejos a Abrahán, y a Lázaro en su seno, y gritó: -‘Padre Abrahán, manda a Lázaro a casa de mi padre, para que, con su testimonio, evites que mis hermanos vengan a este lugar de tormento’. Abrahán le dice: -‘Tienen a Moisés y a los profetas; que los escuchen’. El rico contestó: -‘No, padre Abrahán. Pero si un muerto va a verlos, se arrepentirán’. Abrahán le dijo: -‘Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no harán caso ni, aunque resucite un muerto’».
COMENTARIO
Mucha gente pone su confianza en la riqueza. Piensan que la riqueza les proporcionará toda clase de felicidad. Y no es así. Si el dinero abre muchas puertas en la tierra, cierra las del cielo si no se sabe compartir con el necesitado. El Evangelio de hoy destaca dos caminos a seguir, dos actitudes y dos destinos. Invita también a aceptar su Palabra con buena voluntad. De no hacerlo así, aunque presenciáramos el milagro de la resurrección de un muerto no le creeríamos. Ni un milagro salva al incrédulo.
ORACIÓN
Se Señor, que en la vida sólo hay dos caminos: el de la despreocupación del prójimo y el del amor. Dos caminos que jamás se encuentran. Uno desciende hacia la ruina, el otro va hacia la vida. Cuando la despreocupación paralice mi corazón, abre mis ojos Señor y no permitas que pierda la vida. Cuando el pobre llamé a mi puerta, abre mi corazón Señor y dame la alegría de saber compartir mis bienes con el que está a mi lado. Dame fe Señor, para creer que el camino de la vida pasa por saber compartir con el hermano.
Viernes 2ª Semana de Cuaresma.
San Albino de Angers, obispo.
San Rosendo de Dumio, abad y obispo.
01
de marzo de 2024.
Del Evangelio de san
Mateo 21,33-43.45-46.
“Este es el heredero: venid, lo matamos”.
Dijo
Jesús: -«Un propietario plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó en ella
un lagar, construyó la casa del guarda, la arrendó a unos labradores y se
marchó de viaje. Llegada la vendimia,
envió sus criados a los labradores, para percibir los frutos que le
correspondían. Pero los labradores,
agarrando a los criados, apalearon a uno, mataron a otro, y a otro lo
apedrearon. Por último, le mandó a su
hijo. Los labradores, al ver al hijo, se
dijeron: -“Éste es el heredero: Venid, lo matamos y nos quedamos con su
herencia”. Y, agarrándolo, lo empujaron
fuera de la viña y lo mataron. Y Jesús
les dice: -“Por eso os digo que se os quitará a vosotros el reino de Dios y se
dará a un pueblo que produzca sus frutos”».
COMENTARIO
El
Reino de los cielos no es monopolio de nadie. Lo alcanzará quien acepte a Jesús con buena
voluntad. A nosotros nos lo ha ofrecido
el Señor. Pero si maltratamos a Jesús y
no aceptamos su Evangelio, retirará su invitación y la ofrecerá a otras
personas que la acojan con mayor fidelidad.
Mataron al dueño de la viña, pero no pudieron quedarse con la propiedad
de la viña. El dueño la cedió a otros. Nuestro egoísmo puede cerrarnos las puertas
del Reino y dicho Reino se entregará a otros que lo hagan fructificar.
ORACIÓN
Estoy delante de Ti Señor, con mi pobreza, con mi pequeñez, para que Tú lo transformes todo en fruto de amor. Si Tú no estás conmigo ¿cómo podré dar fruto? Ven Señor a mi vida llénala de tu amor, mírala con tu paz. Hazme tu instrumento para sembrar alegrías, para dar fruto de amor. ¿Qué sería de mi sin Ti? Déjame experimentar la esperanza de saber que unido a Ti como la vida al sarmiento daré fruto de amor. Si Tú no estás conmigo ¿cómo podré dar fruto?
Sábado 2ª Semana de Cuaresma.
Santa Inés de Bohemia, virgen y fundadora.
Santa Ángela de la Cruz Guerrero González, virgen y fundadora.
02
de marzo de 2024.
Del Evangelio de san
Lucas 15,1-3.11-32.
“Este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido”.
Jesús les dijo: -«Un hombre tenía dos hijos; y les repartió los bienes. El hijo menor, juntando todo lo suyo, emigró a un país lejano, y allí derrochó su fortuna viviendo perdidamente y empezó él a pasar necesidad. Recapacitando: Se puso en camino adonde estaba su padre; cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se conmovió; y, echando a correr, se le echó al cuello y se puso a besarlo. Su hijo le dijo: -"Padre, he pecado contra el cielo y contra Ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo". El padre dijo a sus criados: -"Celebremos un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado". Y empezaron el banquete. Su hijo mayor al volver del campo le preguntó a uno de los mozos, qué pasaba. Éste le contestó: -"Ha vuelto tu hermano". Él se indignó y se negaba a entrar; pero su padre salió e intentaba persuadirlo. El padre le dijo: -"Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo: Deberías alegrarte, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado"».
COMENTARIO
Hoy, con la parábola del hijo pródigo, se nos manifiesta: La gran misericordia de Dios; el deseo de perdonar hasta el punto de salir corriendo a abrazar a su hijo cuando le ve regresar a casa; La gran alegría de volver a tener a su lado al hijo, organizando fiesta en la casa; la gran comprensión con aquel que ha pecado: No reprocha, no pide cuentas, sino que resalta la importancia del regreso a casa; la gran confianza que manifiesta al hijo mayor, porque “todo lo mío es tuyo”.
ORACIÓN
Padre, me alejé de Tí buscando una nueva vida. Pero malgasté mi vida sin conseguir lo que buscaba, las cosas me decepcionaron no logré ser feliz pase hambre me quedé solo/a. Entonces me acordé de Ti Padre y me levanté con el deseo de volver al Hogar. Gracias porque Tú sales corriendo a buscarme cuando me alejó de Ti, me abrazas con toda tu ternura, me llenas de besos, me haces comprender que en Ti está la fuente de la vida. Gracias porque haces fiesta por mí, aunque no lo merezco. Ayúdame a aceptar siempre a mis hermanos/as.
LECTURA DE LA PALABRA
EN CLIMA DE ORACIÓN
1.
Hago silencio, exterior e interior.
Estoy
en la presencia del Señor:
Contemplo a Dios que me quiere, me acoge, me escucha, me habla.
2.
Petición:
«Humildemente te pido, a ti, Señor, que eres la luz verdadera y la fuente misma de toda luz, que, meditando fielmente tu Palabra, viva siempre en tu claridad. Por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor».
3.
Palabra de Dios:
Leo tranquila y detenidamente el texto evangélico para hoy, en comunión con toda la Iglesia. Me fijo bien en todos los detalles.
4.
Ante la Palabra
leída:
Ø ¿Qué dice este texto? (Lectura honda: circunstancias, actitudes…).
Ø ¿Qué me dice a mí personalmente? (Meditación).
Ø Desde esto, ¿qué te digo yo ahora, Señor? (Oración).
Ø ¡Quiero identificarme contigo, Señor!. ¿Qué hacer?.
(Contemplación, iluminación de mi vida concreta).
5.
Oración:
Hay una oración-reflexión propia de cada día, como inicio de respuesta
al texto evangélico. Al final puede
añadirse la siguiente:
«Gracias, Señor, por tu presencia y tu cercanía en este rato de oración; y por la luz y la fuerza que me has dado. Ayúdame a vivir según tu voluntad y sirviendo siempre a mis hermanos/as. Por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor».
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