La Hermandad Obrera de Acción Católica celebraremos el Día de la HOAC el próximo domingo 26 de abril de 2009 bajo el lema: «Trabajar y consumir, ¿Eso es VIDA?» Este año queremos hacerlo en el marco del proceso de preparación de nuestra XII Asamblea General que tendrá lugar en Madrid del 13 al 16 de agosto.
Para nosotros y nosotras, este día, es un momento privilegiado de encuentro donde celebrar y compartir la vida de la HOAC con el mundo obrero. Con él queremos reafirmar nuestro compromiso de recuperar el sentido de la dignidad de la persona, de ser obrero y de ser hijo e hija de Dios, de emplear todas nuestras fuerzas para conseguir un sano bienestar para todos y todas, con decisión, alegría y optimismo; pero sobre todo, nuestra esperanza de contribuir en devolver a Cristo a los pobres, al mundo obrero.
Este año queremos reflexionar sobre lo que supone para el ser humano la cultura consumista que domina en nuestra sociedad.
Una sociedad consumista no es simplemente aquella en la que se consume mucho, sino aquella donde se ve razonable situarse en la vida como si todo, las personas, el trabajo, la naturaleza…, fueran objetos de consumo: elegibles, flexibles, sustituibles y prescindibles. Así a mayor capacidad de elección, más libertad creemos tener. Uno de los pilares fundamentales del consumismo es la insatisfacción permanente, muchas veces creada de forma artificial, sobre todo por la publicidad. Por eso se ha extendido un mecanismo en la sociedad y en nuestra vida que nos induce a movernos guiados por el principio de la satisfacción individual y a alejarnos de todo lo que puede incomodarnos, especialmente del dolor y del sufrimiento de los otros.
Todo esto está configurando un tipo de persona y una cultura, un modelo de vida, que provoca empobrecimiento y deshumanización y devalúa la pasión por la justicia. La crisis económica actual está poniendo en evidencia lo que esto significa.
Jesucristo nos muestra que la persona encuentra la felicidad cuando sale de si misma para servir al otro, especialmente para servir al empobrecido. Este servicio se concreta en el amor-justicia: amor que se realiza en la justicia y justicia que se fundamenta en el amor. Para realizar nuestra humanidad es fundamental recuperar el verdadero sentido de nuestra libertad. Libertad que encuentra su sentido más profundo cuando se pone al servicio del amor y de la justicia. No somos libres para elegir lo que nos satisface prescindiendo de todo lo demás, somos libres para amar practicando la justicia.
Por eso nosotros sabemos y experimentamos que se puede vivir de otra forma, con otro estilo de vida donde la persona se pueda desarrollar plenamente como ser humano y sea el centro de todo, de la economía, la política, la cultura..., donde su dignidad sea respetada y no utilizada como una “mercancía” más, donde el trabajo sea también un proceso creativo, y no sólo productivo pues sólo así podrá ser asumido como un proceso de humanización y sociabilidad que posibilite que la persona se realice y se relacione con otros en libertad e igualdad.
Sabemos que todo esto no lo podemos hacer solos, sino que es necesario que entre todos y todas busquemos caminos de justicia que construyan otro modelo de persona y de sociedad.
Para nosotros y nosotras, este día, es un momento privilegiado de encuentro donde celebrar y compartir la vida de la HOAC con el mundo obrero. Con él queremos reafirmar nuestro compromiso de recuperar el sentido de la dignidad de la persona, de ser obrero y de ser hijo e hija de Dios, de emplear todas nuestras fuerzas para conseguir un sano bienestar para todos y todas, con decisión, alegría y optimismo; pero sobre todo, nuestra esperanza de contribuir en devolver a Cristo a los pobres, al mundo obrero.
Este año queremos reflexionar sobre lo que supone para el ser humano la cultura consumista que domina en nuestra sociedad.
Una sociedad consumista no es simplemente aquella en la que se consume mucho, sino aquella donde se ve razonable situarse en la vida como si todo, las personas, el trabajo, la naturaleza…, fueran objetos de consumo: elegibles, flexibles, sustituibles y prescindibles. Así a mayor capacidad de elección, más libertad creemos tener. Uno de los pilares fundamentales del consumismo es la insatisfacción permanente, muchas veces creada de forma artificial, sobre todo por la publicidad. Por eso se ha extendido un mecanismo en la sociedad y en nuestra vida que nos induce a movernos guiados por el principio de la satisfacción individual y a alejarnos de todo lo que puede incomodarnos, especialmente del dolor y del sufrimiento de los otros.
Todo esto está configurando un tipo de persona y una cultura, un modelo de vida, que provoca empobrecimiento y deshumanización y devalúa la pasión por la justicia. La crisis económica actual está poniendo en evidencia lo que esto significa.
Jesucristo nos muestra que la persona encuentra la felicidad cuando sale de si misma para servir al otro, especialmente para servir al empobrecido. Este servicio se concreta en el amor-justicia: amor que se realiza en la justicia y justicia que se fundamenta en el amor. Para realizar nuestra humanidad es fundamental recuperar el verdadero sentido de nuestra libertad. Libertad que encuentra su sentido más profundo cuando se pone al servicio del amor y de la justicia. No somos libres para elegir lo que nos satisface prescindiendo de todo lo demás, somos libres para amar practicando la justicia.
Por eso nosotros sabemos y experimentamos que se puede vivir de otra forma, con otro estilo de vida donde la persona se pueda desarrollar plenamente como ser humano y sea el centro de todo, de la economía, la política, la cultura..., donde su dignidad sea respetada y no utilizada como una “mercancía” más, donde el trabajo sea también un proceso creativo, y no sólo productivo pues sólo así podrá ser asumido como un proceso de humanización y sociabilidad que posibilite que la persona se realice y se relacione con otros en libertad e igualdad.
Sabemos que todo esto no lo podemos hacer solos, sino que es necesario que entre todos y todas busquemos caminos de justicia que construyan otro modelo de persona y de sociedad.
LA COMISIÓN PERMANENTE DE LA HOAC
Para contactar con nosotros, dirigirse a:
Casti Oliva Peña
Responsable General de Difusión de la HOAC
C/ Alfonso XI, 4, 4º
28014-MADRID
Tlf. 917014085 - Fax: 915227403
difusion@hoac.es
Nota: En breve les llegará por correo postal el material que hemos preparado para este día (cartel y folleto).
En la diócesis de Cádiz y Ceuta:
Responsable Diocesano de Difusión
Francisco González Álvarez
MAIL: fgalvarez44@hotmail.com;
franciscogonzalez.alvarez@gmail.com
Teléfono 856 076 705 - Móvil 636 232 790
Paseo Príncipe de Asturias, Port. 1.- 3º - C.
11012 CÁDIZ (España)
http://www.redasociativa.org/hoac/
Casti Oliva Peña
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Nota: En breve les llegará por correo postal el material que hemos preparado para este día (cartel y folleto).
En la diócesis de Cádiz y Ceuta:
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