1er Domingo de Cuaresma (10 marzo)
El profeta Joel (2, 12) pone en boca de Dios esa invitación a la conversión, para volver a encontrarnos con el Dios compasivo y misericordioso; una invitación que resuena nuevamente en la súplica que nos llega de parte de Pablo (2Cor 5, 20): «Por el Mesías os suplicamos: Dejaos reconciliar con Dios». Toda nuestra vida, y más este tiempo de Cuaresma, es tiempo favorable para sentir que el Señor nos escucha… si queremos volver a él.
San
Lucas 4,1-13:
«El Espíritu lo fue llevando por el desierto,
mientras era tentado».
«El Espíritu lo fue llevando por el desierto,
mientras era tentado».
Para mi proyecto de vida:
La
oración me lleva a reconocer mis tentaciones, a dejarme empujar por el Espíritu
hacia el desierto, a rehacer mis opciones fundamentales de la Fe y a ponerme en camino de regreso
al Padre-Madre. Para
eso, para ser persona-cántaro, concreto compromisos en mi proyecto de vida.
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