Adiós a Antonio Ceballos,el pastor que se hizo pequeño y pobre
Fallece Don Antonio Ceballos Atienza,a los 87 años.
pero como creyentes, sentimos la alegría de que él ya va camino del Padre.
Gracias D. Antonio por habernos dado tanto amor.
DEP hermano e intercede por nosotros ante nuestro Señor.
El obispo de Cádiz y Ceuta, Mons. Rafael Zornoza, ha lamentado la triste noticia y pide oraciones por su eterno descanso.
Próximamente se ofrecerán datos relativos al funeral del que fuera Obispo de Cádiz y Ceuta durante 18 años.
Sobre el Obispo Emérito
ANTONIO CEBALLOS ATIENZA, nació en Alcalá la Real en 1935. Fue en los seminarios Mayor y Menor diocesanos de Jaén donde inició los estudios de Humanidades y posteriormente los Estudios Teológicos, obteniendo el Doctorado en la Facultad de Teología de Granada, recibiendo el orden sacerdotal en la solemnidad de San Pedro y San Pablo del año 1962.
Pasó entonces a desempañar diversos cargos paulatinamente, como Vicario Cooperador en Jódar, Director del Seminario Mayor de Jaén o Delegado del Clero, entre otros, labores que compaginó con su actividad docente en el Seminario Menor y en el Mayor de Jaén; todo ello antes de ser nombrado en 1982 Canónigo de la Catedral y Director del Secretariado de la Comisión Episcopal del Clero de la Conferencia Episcopal Española (1985).
Fue ordenado Obispo en la Catedral de Ciudad Rodrigo y tomó posesión de aquella Diócesis el 25 de marzo de 1988, siendo en la actualidad Vocal de la Comisión Episcopal del Clero.
En 1991 visitó un buen número de Seminarios Mayores españoles como Visitador Apostólico, delegado por la Santa Sede y durante los últimos años ha organizado el Curso y el Mes de Renovación Sacerdotal en Salamanca, con gran éxito de participación y aprovechamiento por parte del alumnado.
El 10 de diciembre de 1993 fue nombrado Obispo de Cádiz y Ceuta, y Administrador Diocesano de la Diócesis de Ciudad Rodrigo, hasta que tomó posesión canónica de la nueva Diócesis el 29 de Enero de 1994.
Escritor prolífico, entre sus publicaciones podemos destacar “La argumentación teológica-bíblica en la “Biblia Parva” de San Pedro Pascual”, en “Estudios Bíblicos” vol. 42 (1984) Madrid, además de numerosas Cartas Pastorales y artículos.
El 30 de agosto de 2011, el Papa Benedicto XVI nombró Obispo Electo para la Diócesis de Cádiz y Ceuta a Don Rafael Zornoza Boy, siendo nombrado ese mismo día Obispo Administrador Apostólico hasta la toma de posesión de su Sucesor, que tuvo lugar, el 22 de octubre de 2011. A partir de este momento, pasó a ser Obispo Emérito de la Diócesis de Cádiz y Ceuta.
La Catedral de Cádiz acogerá el funeral del obispo emérito la mañana del viernes
En la noche de hoy, 21 de septiembre de 2022, la capilla ardiente se instalará en la Capilla Mayor del Seminario Diocesano de Jaén, donde se podrá velar los restos mortales de monseñor Antonio Ceballos, entre las 22h y las 24h de esta noche y las 8 y las 10:30 de la mañana de este jueves. La Catedral de la Asunción de la Virgen acogerá a las 11 horas una misa por el eterno descanso de su alma.
Posteriormente el cuerpo será trasladado a Cádiz y se instalará de nuevo, la capilla ardiente en la Iglesia de Santiago (Seminario diocesano de San Bartolomé). El viernes, 23 de septiembre, a las 12 horas, en la Catedral de Cádiz, se oficiará su entierro y sus restos serán depositados como era su deseo, en el primer Templo de la capital gaditana.
Palabras del Obispo de Cádiz y Ceuta ante el fallecimiento de Mons. Antonio Ceballos
Estamos viviendo un momento de profundo dolor por la noticia del fallecimiento de nuestro querido D. Antonio Ceballos, Obispo emérito de Cádiz y Ceuta. Sabíamos que estaba delicado y perdiendo salud, pero se ha precipitado su muerte de modo inesperado.
Ha sido un hombre muy humilde y enormemente bondadoso que ha dejado un rastro de vida evangélica y de pastor bueno, entregado a todos y muy orante. Ha sido muy querido en Jaén, su tierra, pero también en Ciudad Rodrigo, su primera sede episcopal y en Cádiz y Ceuta, donde ejerció desde el año 1993 al 2011, cuando el Santo Padre aceptó su renuncia por edad. Su pastoreo fue decisivo en la aplicación de la renovación del Concilio Vaticano II y en una orientación de la vida pastoral que afrontaba ya un cambio cultural que llega hasta hoy. El Sínodo Diocesano del año 2000 convocado por el dejó una impronta y unas directrices de trabajo que están aún presentes.
Pido a todos los fieles que nos unamos en una oración por su eterno descanso y demos gracias por su entrega como pastor de la diócesis durante tantos años que el Señor recompensará con creces.
+Rafael, Obispo de Cádiz y Ceuta
Hasta mañana en el altar, Don Antonio
Militantes de la HOAC y el Delegado de Pastoral Obrera despidieron en la catedral con un “hasta pronto” al obispo amigo, Don Antonio Ceballos, en una celebración de la Eucaristía muy emotiva y con palabras conmovedoras por parte de nuestro obispo, Don Sebastián Chico.
Monseñor Ceballos Atienza, obispo durante 5 años en Ciudad Rodrigo, 18 años en la diócesis de Cádiz-Ceuta, y en los últimos años de su vida en la Residencia de Las Hermanitas de Los Pobres de Jaén, donde fue visitado por militantes de la HOAC de Jaén y de Cádiz. La última vez en mayo de 2022 manifestando entonces con pesadumbre su dificultad de no poder celebrar el 1º de mayo con la HOAC diocesana de Jaén.
Como bien manifestó el Obispo de Jaén, fue una persona de una profunda espiritualidad, un hombre orante y de un compromiso fiel y convincente hacia los más pobres y entre ellos los parados y trabajadores inmigrantes.
Llevó hasta el final su total desapego hacia las riquezas, tal es así que nunca tuvo vivienda propia y entregó todo su dinero al final de su vida a los pobres.
No podemos dejar de recordar como en la visita realizada en mayo de este año nos manifestaba su grata impresión por poder compartir la marcha de la HOAC, de los militantes y de sus familias. También nos comunicó que a pesar de su estado de salud leería con mucho entusiasmo el libro de la HOAC “Ahora más que nunca” que le fue entregado y que ha sido editado por Ediciones HOAC en su 75 aniversario y algunos otros materiales de su fundador, Guillermo Rovirosa.
Fue una jornada memorable donde expresamos la comunión de vida y de acción con el que fue un buen pastor y, al que desde la HOAC de Jaén le expresamos nuestro agradecimiento y reconocimiento con las palabras que nombraba siempre el primer militante obrero de la HOAC, Guillermo Rovirosa “Hasta mañana en el altar”.
Hermandad Obrera de Acción Católica. HOAC -Jaén
MUCHAS
GRACIAS POR ENVIARNOS ESTE ARTÍCULO DIOCESANO DE JAÉN SOBRE D. ANTONIO CEBALLOS
ATIENZA, por José Manuel Carrascosa Freire
Aún con el dolor de la pérdida física, que no espiritual, de nuestro siempre obispo Antonio Ceballos damos gracias a Dios por habernos regalado a esta diócesis de Cádiz a un santo pastor, pobre y para los pobres, aún conservan mis ojos y mi corazón esa tierna y agradecida sonrisa y estoy seguro que también a cuántos estuvimos allí en la visita en mayo, esa sonrisa igual que la de un padre cuando va a visitarlos sus hijos.
Así como a mis padres biológicos nunca los olvidaré, a D. Antonio Ceballos Atienza, mi buen padre espiritual, tampoco lo podré olvidar fue tan buen pastor para todos, en especial para los obreros parados, inmigrantes, pueblo de Cádiz y Ceuta el que tuvimos, que lo guardaremos siempre en nuestros corazones.
Al que le pedimos que interceda por toda la HOAC, y por esta de Cádiz ante el Padre para que nos envíe obreros a su mies. Hasta mañana en el Altar hermano Antonio.
José Manuel Carrascosa Freire
Vida Nueva digital
Pobre y para los pobres
Sin duda, este fue uno de los rasgos definitorios de la personalidad espiritual de D. Antonio: el desasimiento de todo. Su modelo de vida fue Cristo humilde y pobre. Y así vivió: humilde, pobre y para los pobres. Nacido en el seno de una familia sencilla, jamás se desclasó, y mantuvo siempre un estilo de vida de trabajo y austeridad. D. Antonio jamás supo de cuentas corrientes, ahorros o propiedades. Había que estar muy atentos a sus necesidades básicas, porque jamás pedía nada.
Su sueldo se le entregaba en mano, en billetes pequeños, que se echaba en el bolsillo, para distribuirlos entre los indigentes de Cádiz, que cada día acudían a él aprovechando su caminar desde su casa al obispado. Ciertamente, los pobres ocuparon un lugar preferente en su corazón. Mantuvo una especial preocupación por la acogida e integración social, laboral y eclesial de los migrantes. Sus cartas del 1º de mayo eran muy esperadas y nunca dejaban indiferente. Supo hacer aplicaciones valientes y muy concretas de la Doctrina Social de la Iglesia, siempre en favor de una mayor justicia social.
En ese espíritu de desasimiento de todo, D. Antonio vivió su ministerio episcopal según el mandato del Señor, como un servidor que lava los pies de todos. La humildad, la paciencia y la misericordia fueron las claves de su trato con sacerdotes, consagrados y laicos. Todos encontramos en él a un padre benévolo, magnánimo y paciente, que ejercía la corrección fraterna siempre con delicadeza, buscando ayudar.
En diálogo con el Señor
El gran amor de su vida fue Jesucristo. Dedicaba horas y horas al diálogo con Él ante el sagrario. Nos enseñó que la mejor oración para el apóstol consiste en llevar cada momento o situación de la vida al diálogo con el Señor, a la luz de su Palabra. Y allí, preguntarle: “¿Qué quieres que haga?”, para terminar ofreciendo lo que se percibe como voluntad de Dios, aunque cueste la propia vida. Siempre con la confianza de que la gracia todo lo hace posible. Él nos exhortaba con frecuencia a sumergirnos en el misterio pascual, porque –insistía– solo aceptando morir del todo nacemos a la vida nueva del Espíritu.
La Iglesia fue su otro gran amor. Al servicio de la Iglesia consagró todas sus energías y desvelos. Convocó un Sínodo para la renovación pastoral y espiritual de la Iglesia de Cádiz y Ceuta. Fue una preciosa experiencia de sinodalidad, que concluyó en el año 2000, dejando unas conclusiones que siguen siendo válidas y que anticiparon las orientaciones pastorales del magisterio pontificio posterior.
Dedicó una atención especial a los sacerdotes, cuidando nuestra formación integral, vida espiritual y necesidades materiales. Nos quiso como un padre, y nos animó continuamente a vivir entre nosotros un ideal de fraternidad apostólica. Promovió con empeño las vocaciones. Para ello, restableció el Seminario en la diócesis, cancelando una prolongada ausencia de varias décadas. También fue un decidido promotor del laicado, alentando su formación y confiando a los seglares tareas de gran responsabilidad.
Muchas cosas se podrían decir y contar de D. Antonio Ceballos. Fue, sin duda, un hombre de Dios, un testimonio vivo del Evangelio, un obispo santo. La Diócesis de Cádiz y Ceuta no puede menos que bendecir a Dios y darle gracias por haber podido disfrutar de este “pastor según su corazón”.
*Óscar González Esparragosa es vicario general de la Diócesis de Cádiz y Ceuta
Obituario.
FALLECE ANTONIO CEBALLOS ATIENZA,
UN SERVIDOR EN EL SENTIDO DE LA PALABRA Y EN EL SIGNIFICADO EVANGÉLICO, por José Antonio
Hernández Guerrero
Fallece Antonio Ceballos Atienza,
un servidor en el sentido de la palabra
y en el significado evangélico.
Aunque soy consciente de que el sacerdocio es un constituyente esencial y explícito de la condición episcopal, en este caso me parece oportuno subrayarlo porque, sin duda alguna, es el rasgo que mejor definía el perfil humano y cristiano de este hombre bueno, sencillo y laborioso que, dotado de un singular sentido pastoral, desde que escuchó la llamada de Jesús, se consideró un servidor de los hombres. Su permanente a la oración y su apertura a la amistad con Jesús de Nazaret constituían su explicación del acercamiento servicial al hombre. Esta relación personal con Cristo era la clave explícita de sus tareas concretas con los sacerdotes, sus hermanos, con los fieles y con los demás hombres y mujeres de cualquier condición y edad.
Como él mismo declaró el día en el que tomó posesión de las tareas de Obispo de Cádiz y Ceuta, vino dispuesto a servir en el sentido más estricto de la palabra y en el significado más ajustado a la concepción evangélica. No es extraño, por lo tanto, que, desde el primer momento, adoptara una actitud silenciosa y atenta con el fin de escuchar y de interpretar las demandas de los diocesanos. Es comprensible, además, que declarara abiertamente su decisión de orar para orientar sus acciones pastorales de acuerdo con las claves del Evangelio.
En reiteradas ocasiones le escuchamos explicar cómo, en este mundo saturado de ruidos, necesitamos confortables espacios de silencio e instantes prolongados para la oración, para la interiorización personal y para la apertura solidaria. Solía terminar sus homilías animando a los fieles para que, en silencio, serenos y tranquilos, miráramos hacia lo alto, hacia nuestro interior y hacia los que teníamos al lado con el fin de que, animados, progresáramos humanamente y creciéramos cristianamente. Que descanse en paz.
Religión Digital.
"No tenia nada, por no tener jamás tuvo casa propia ni propiedades"
El obispo Ceballos: un hombre sencillo,
pobre y de oración profunda
"Era un hombre de Dios. De palabra frágil pero de fe recia.
Su voz débil no reflejaba lo que era su espíritu y su fortaleza de fe"
" De una austeridad ejemplar porque él la vivía,
y de un desapego a las cosas digno de mencionar.
No tenia nada, por no tener jamás tuvo casa propia ni propiedades"
"No era Obispo de despacho.
La cercanía con la gente y con sus curas la sentía,
la vivía, la expresaba y le dedicaba tiempo.
No fue Obispo gestor, fue Obispo pastor"
"Fue tremendamente humano
y eso lo hizo ser divino y rezumar a Dios y evangelio
y eso queda sembrado para siempre"
| Julio Millán, cura de Jaén
Era todavía un adolescente cuando conocí a Don Antonio.
Era un hombre de Dios. De palabra frágil pero de fe recia.
Su voz débil no reflejaba lo que era su espíritu y su fortaleza de fe.
Hombre de profunda fe y honda oración que no tenia nada que ver
con ñoñerías de espiritualidad fácil y aparente.
De una austeridad ejemplar porque él la vivía,
y de un desapego a las cosas digno de mencionar.
No tenia nada, por no tener jamás tuvo casa propia ni propiedades.
Durante un tiempo fue mi párroco y mi rector a la vez,
en tiempos difíciles y he de confesar que soy sacerdote por él,
porque el obispo de entonces jamás me habría ordenado.
Confiaba tanto en mi y me quería tanto que
“dio la cara por mi” y se la jugó con valentía.
No le fallé.
Es verdad que se desvivía por sus curas y siempre estaba.
No era Obispo de despacho.
La cercanía con la gente y con sus curas la sentía,
la vivía, la expresaba y le dedicaba tiempo.
No fue Obispo gestor, fue Obispo pastor.
Era un hombre y un sacerdote curtido en la escucha
siempre serena y sin prisa y de palabra acertada
que además transmitía paz y serenidad.
Con él aprendí a hacer homilías durante el tiempo de mi diaconado;
cada sábado por la mañana dedicaba su tiempo a enseñarnos
y además lo hacia en clima de oración
para que lo que luego debíamos transmitir saliera
del corazón y la vivencia y no solo del conocimiento.
Propio de un hombre de Dios y de profunda oración.
Tengo múltiples ejemplos con él al respecto, no importaba la hora.
“Aquel día que me atrasé en mi llegada al Seminario,
ya en el último año, y al entrar por la puerta me encuentro
que estaba esperándome en pijama en la capilla
y no se acostaba hasta que no llegara”.
Solo para decirme: “vienes tarde y no me gusta,
pero mañana hablamos. Buenas noches”.
Siempre de buen talante, alegre y cariñoso,
hombre de poco ruido, salvo cuando jugaba
el Real Madrid y marcaba algún gol,
que él lo celebraba sin rubor.
Obispo cercano a los pobres y humildes de su Diócesis.
En Cádiz es conocido de todos su cercanía
a marginados, inmigrantes, gente de la calle…”
el Obispo de lo social” que ponía rostros a las necesidades.
En Ceuta con toda su problemática de inmigración
siempre daba la cara y era ejemplo de sensibilidad social
y de defender siempre al débil. No le estorbaban los pobres!.
Ha muerto Don Antonio Ceballos,
pero su semilla sembrada en el surco de la vida por donde pasó,
queda ahí para siempre.
No ha muerto, se ha ganado estar en la “casa del Padre”
y esta nueva etapa de su vida, al resplandor de quien es la Luz verdadera,
nos sirve a todos y nos ayuda a todos.
Predicó y sembró con el ejemplo y eso herencia se queda para siempre.
Se va a la casa del Padre con 87 años
después de sesenta años de servicio pastoral
y cinco de Obispo en Ciudad Rodrigo
y dieciocho en Cádiz-Ceuta.
Fue tremendamente humano y eso lo hizo ser divino
y rezumar a Dios y evangelio y eso queda sembrado para siempre.
Como dijo un día el Obispo Casaldaliga, ahora el Señor le dirá:
“Antonio, ¿has vivido, has amado?
Y él sin decir nada, abrirá su corazón lleno de nombres”.
Y detrás de cada nombre una vida, una historia,
tal vez un sufrimiento del que nunca huyó y siempre lo hizo suyo.
Por eso su vida ha sido “pan partido
en la mesa de la vida” como la de Jesús.
Hermano, amigo, compañero y Obispo has llegado a donde siempre
quisiste llegar: a la Casa del Padre.
Ojala nos veamos y nos reconozcamos
y riamos juntos recordando historietas,
y tú con tu sonrisa siempre puesta y tu voz quebrada
sigas alabando siempre al Padre tal y como nos enseñaste.
https://diocesisdejaen.es/fallece-monsenor-antonio-ceballos-atienza-obispo-emerito-de-cadiz-ceuta/
Fallece Monseñor Antonio Ceballos Atienza, obispo emérito de Cádiz Ceuta
La capilla ardiente se instalará en el Seminario, donde se podrá velar el cuerpo, entre las 10 y las 12 de esta noche y las 8 y las 10:30 de la mañana de este jueves. La Catedral acogerá a las 11 horas una misa por el eterno descanso de su alma antes de trasladar su cuerpo a Cádiz donde se oficiará su entierro y reposarán sus restos.
En la tarde de hoy, ha fallecido Don Antonio Ceballos Atienza, Obispo emérito de Cádiz-Ceuta en la residencia de las Hermanitas de los Pobres de Jaén capital, donde residía desde que fue declarado emérito en octubre de 2011.
Monseñor Ceballos Atienza, natural de Alcalá la Real, y de 87 años de edad, ha fallecido por causas naturales, tras varios años con un delicado estado de salud.
El Obispo de Jaén, Don Sebastián Chico Martínez, ha mostrado su pesar por “el fallecimiento de este hombre de Dios que tanto trabajó por la Iglesia en España desde sus distintas responsabilidades, en especial por la de Jaén donde desempeñó distintos e importantes cargos pastorales”. A la vez, que ha pedido una oración por el eterno descanso de su alma y ha agradecido a Dios “una vida de entrega al servicio de la Iglesia”.
La capilla ardiente se instalará en Casa de la Iglesia de Jaén (Seminario diocesano), donde se podrá velar el cuerpo, entre las 10 y las 12 horas de esta noche y desde las 8 a las 10:30 de la mañana de este jueves. Allí podrán darle el último adiós a este obispo tan querido entre los jiennenses y los sacerdotes con los que compartió ministerio. La Catedral de Jaén acogerá, a las 11 horas, de este jueves, una misa por el eterno descanso de su alma, que presidirá el Obispo de Jaén.
Posteriormente, el cuerpo será trasladado hasta el Seminario de Cádiz donde se instalará, de nuevo, la capilla ardiente. El viernes, 23 de septiembre, a las 12 horas, en la Catedral de Cádiz, se oficiará su entierro y sus restos serán depositados, como era su deseo, en el primer Templo de la capital gaditana.
Los últimos años en los que ha permanecido en Jaén, después de que el Papa aceptara su renuncia, por edad, Monseñor Ceballos ha participado en numerosas celebraciones diocesanas, como las Misas Crismales; la apertura del proceso de beatificación de los mártires, ordenaciones sacerdotales, la presentación del Plan de Pastoral… hasta que su deterioro físico se lo impidió.
Biografía
Nació el 31 de julio de 1935 en Alcalá la Real (Jaén). Cursó las Humanidades y los Estudios eclesiásticos respectivamente en los Seminarios Diocesano Menor y Mayor de Jaén. Posteriormente obtuvo el Doctorado en la Facultad de Teología de Granada. Fue ordenado sacerdote el 29 de junio de 1962.
Cargos pastorales
Ha desempeñado, entre otros, los cargos de Vicario Cooperador en la Parroquia de Jódar (1962) y Profesor del Seminario Menor y Mayor.
Por otro lado, fue Director espiritual del Seminario Mayor de Jaén en Granada y Delegado del Clero en 1967. En 1972 fue Rector del Seminario Mayor de Jaén y Profesor de Teología y en 1977 Delegado del Clero y de Vocaciones. También fue Párroco de la Parroquia de San Bartolomé en Jaén (1972) y Canónigo de la Catedral desde 1982. Fue ordenado Obispo en la Catedral de Ciudad Rodrigo y tomó posesión de aquella Diócesis el 25 de marzo de 1988.
En 1991 visitó un buen número de Seminarios Mayores españoles como Visitador Apostólico, delegado por la Santa Sede.
El 10 de diciembre de 1993 fue nombrado Obispo de Cádiz y Ceuta, y Administrador Diocesano de la Diócesis de Ciudad Rodrigo, hasta que tomó posesión canónica de la nueva Diócesis el 29 de Enero de 1994. El martes 30 de agosto de 2011, la Santa Sede hizo público que el Papa Benedicto XVI aceptaba la renuncia al gobierno pastoral de la Diócesis de Cádiz y Ceuta que, Mons. D. Antonio Ceballos Atienza, le había presentado en conformidad con el canon 401, párrafo 1 del Código de Derecho Canónico.
https://www.vidanuevadigital.com/tribuna/adios-a-antonio-ceballos-el-pastor-que-se-hizo-pequeno-y-pobre/
Adiós a Antonio Ceballos,el pastor que se hizo pequeño y pobre
Sin molestar
“Yo figuro, entre los pequeños y los pobres…”. Y sin molestar, como siempre hizo, se fue el que fue obispo de Cádiz y Ceuta durante casi dos décadas, al no superar un ictus que le sorprendió ayer. Murió esta tarde en Jaén a los 87 años. En su tierra, donde fue ordenado sacerdote hasta que desde Roma le confiaron como obispo la ciudad de Ciudad Rodrigo. Y donde volvió para ser uno más, sin entrometerse en las cuitas del presente. Se retiró en la residencia de las Hermanitas de los Pobres, sin distinciones mitrales ni baculares en el mantel o en los pasillos. Como tampoco las quiso antes.
Con los parados
“Yo figuro, entre los pequeños y los pobres…”. Y abrazó a los parados. Y se manifestó con y por las víctimas de esa economía que mata. Y, cuando en plena crisis otros se despistaban con protestas cargadas de moralina, se bajó el sueldo y el de todo el clero para destinar el 10 por ciento del salario a Cáritas.
“Yo figuro, entre los pequeños y los pobres…”. A buen seguro, que también lo hará en el cielo. Donde ellos y él viajan en preferente.
"¡Qué buen Padre! ¡Qué buen hermano! ¡Qué buen amigo! ¡Qué buen hijo!"
El anillo de monseñor Ceballos
"Nadie como él ha encarnado con tanta generosidad y claridad las bellas palabras del salmista".
"Un pastor bueno, magnánimo, generoso, entregado, humilde, sencillo; con olor no sólo a oveja, sino a migrante, a encarcelado, a enfermo, a humanidad, que supo vivir sin miedo su lema episcopal: 'In omnibus caritas'".
"Palabras como poder, tener, crecer, acaparar, medrar, subir, escalar, acumular, imponer, obligar, distancia, vanagloria, falsa modestia, dignidad del cargo, riquezas, juicio, castigo, y un largo etc. no tenían lugar ni resquicio en su vida".
Y su rostro resplandecerá al reconocer, a un lado y a otro, a tantos a los que ayudó, confortó, sirvió y amó, dándolo todo. O mejor dicho, de los que tanto recibió, se fortaleció y se sintió amado.
Y su rostro resplandecerá al reconocer, a un lado y a otro, a tantos a los que ayudó, confortó, sirvió y amó, dándolo todo. O mejor dicho, de los que tanto recibió, se fortaleció y se sintió amado.
Palabras como poder, tener, crecer, acaparar, medrar, subir, escalar, acumular, imponer, obligar, distancia, vanagloria, falsa modestia, dignidad del cargo, riquezas, juicio, castigo, y un largo etc no tenían lugar ni resquicio en su vida. Sin embargo, otras palabras tales como pobres, sencillo, humilde, desapego, misericordia, sin molestar, comprensión, perdón, austeridad, sencillez, uno más entre los últimos, padre de todos, sin entrometerse, sin distinciones, se colaban con facilidad en su existencia como un pequeño florilegio, que alumbraba e irradiaba en su caminar.
¡Qué buen Padre! ¡Qué buen hermano! ¡Qué buen amigo! ¡Qué buen hijo! Te echaremos de menos. No te olvides de nosotros, e intercede por la Iglesia.
jueves, 22 de septiembre de 2022
HA MUERTO ANTONIO CEBALLOS, OBISPO EMÉRITO DE CÁDIZ. Juan Cejudo
Ha muerto Antonio Ceballos, obispo de Cádiz y Ceuta. Se une así a la lista de obispos de Cádiz ya fallecidos que he conocido: D. Tomás Gutiérrez , Antonio Añoveros y Antonio Dorado.
Al obispo que más traté fue a Añoveros. También a Dorado y con Ceballos, menos porque justamente los años que él estuvo de obispo en Cádiz (de 1993 a 2.011) yo estaba fuera de Cádiz por motivos de trabajo. Pero tuve algunas ocasiones de hablar con él y también de enviarle algunas cartas. Quiero hablar de él desde esta experiencia mía personal. Otros podrán opinar de otros muchos aspectos de su vida.
Y mi experiencia con él ha sido muy positiva. Siempre me trató con amabilidad y afecto en las visitas que le hice en el obispado y guardo de él, como obispo, un magnífico recuerdo. Un hombre sencillo, cercano a todos, sin discriminar nunca a nadie. Vivía austeramente y dialogaba con todos los sacerdotes sin excepción, sin tener problema con ninguno. Era un pastor, no un funcionario ni un burócrata, ni un economista.
Muy sensible con los problemas sociales de la diócesis que son muchos: el paro, el problema de la vivienda, la inmigración, los problemas de los trabajadores y preocupado por la pastoral obrera.
Y es que él venía de un ambiente sencillo y además era un hombre que quería vivir los valores del Evangelio de Jesús.
Hace ya muchos años, en un encuentro estatal de MOCEOP un compañero me preguntó, al poco de llegar Ceballos a Cádiz, qué tal lo estaba haciendo Ceballos aquí como obispo y le hablé bien de él. Me dijo que él lo conocía como persona, pues había trabajado de pareja con él como obrero en la construcción y me dijo que como trabajador era muy buena persona, pero quería saber qué tal lo hacía como obispo.
En una ocasión que le envié una carta lo comentó con un primo mío a quien le dijo: "He recibido de tu primo una carta preciosa, que me ha encantado".
Creo que ha muerto un obispo de la línea de Francisco, pastor y cercano a todos, dialogante con todos, que vivió austeramente, sencillamente, queriendo vivir el Evangelio, no tan preocupado de cuestiones burocráticas, económicas etc...
Desde aquí mi recuerdo afectuoso a Ceballos a quien se le echa mucho de menos en la diócesis.
Ya él está gozando de una vida nueva junto a Dios, Padre-Madre.
LA
CATEDRAL DE CÁDIZ SE QUEDA PEQUEÑA PARA DESPEDIR A MONS. ANTONIO CEBALLOS
ATIENZA
Desde que quedara instalada la capilla ardiente en la tarde de ayer en la Iglesia de Santiago, cientos de fieles y sacerdotes se han acercado para orar por el eterno descanso del que fuera obispo de la Diócesis de Cádiz y Ceuta entre los años 1993 y 2011.
A primera hora de esta mañana todavía eran muchos los que hacían cola para mostrar sus respetos y su cariño a un obispo que destacó por su bondad y su cercanía a los más necesitados.
A las once de la mañana quedaba clausurada la capilla ardiente para proceder a su traslado a la Catedral, donde, a las doce del mediodía, daba comienzo el funeral y la misa corpore insepulto.
Muchas personas se han quedado a las puertas de la seo gaditana ante la imposibilidad de acceder a ella debido a la gran afluencia de fieles que han asistido al funeral. Con el féretro presidiendo el altar mayor, sacerdotes, obispos como el de Jaén, Mons. Sebastián Chico Martínez; el de Huelva, Mons. Santiago Gómez Sierra; y el arzobispo emérito de Sevilla, Mons. Juan José Asenjo Pelegrina; así como autoridades civiles y militares, y numerosos fieles han estado presentes en la ceremonia para rezar por el alma de Mons. Ceballos.
El Obispo de Cádiz y Ceuta, Mons. Rafael Zornoza, ha recordado brevemente la figura de su antecesor y la labor pastoral que realizó en nuestra diócesis, destacando su apertura a la nueva evangelización, el Sínodo diocesano convocado en el año 2000, su atención a los pobres y su impulso a la pastoral de migraciones. “Aquí, en su casa, en la Diócesis de Cádiz y Ceuta, sabemos que dejó lo mejor de sí mismo. Entregó su propia persona y su vida, por lo que siempre le tendremos presente con gratitud y con verdadero cariño”.
Así, Mons. Zornoza ha dado gracias por la vida y el ministerio de D. Antonio Ceballos, del que ha afirmado que era “un hombre humilde de verdad, enormemente bondadoso, que ha dejado por donde ha pasado un rastro de vida evangélica y de pastor bueno, entregado a todos, siempre orante, de una piedad profunda y sincera. Ha sido un hombre de Dios, cuyo ministerio sólo puede entenderse desde la clave y la lógica evangélica del servicio. Lo decisivo para nosotros es saber que ha representado a Cristo, ha sido su sacramento. Su corazón estaba en Cristo, Jesús y en María, la Virgen”.
Por último, el prelado ha afirmado que “el testamento que nos deja D. Antonio va unido sobre todo a la huella de su fe. Por eso, conmovidos, agradecemos a Dios su persona y su ministerio, y pedimos al Buen Pastor que le otorgue la paz eterna”.
Al término de la ceremonia, los restos de Mons. Antonio Ceballos fueron trasladados a la cripta del primer templo de la diócesis, quedando en el lugar reservado para los obispos.
http://www.obispadocadizyceuta.es/2022/09/23/la-catedral-de-cadiz-se-queda-pequena-para-despedir-a-mons-antonio-ceballos-atienza/
https://www.diariodecadiz.es/cadiz/Muere-Cadiz-Antonio-Ceballos-Atienza_0_1722429675.html
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