«TEOLOGÍA PARA SER AMIGO DE DIOS Y TEOLOGÍA PARA COMPRENDER AL MAGISTERIO», por José Manuel Carrascosa Freire.

En la línea que llevo de compartir textos que me parecen interesantes, estos dos nos muestras dos aspectos de la Iglesia,
el uso positivo y el otro del negativo.

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«Teología para ser amigo de Dios y
Teología para comprender al Magisterio».

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Samuel Forero Buitrago, O.P. Decano académico de la facultad de teología.

Martín Gelabert Ballester. O.P.

I.- Teología para ser amigo de Dios[1].

Ser cristiano es algo más que ser buenas persona: es ser amigo de Dios. Para eso sirve, antes que para otras cosas. Santo Tomás de Aquino explica que el estudio de la teología es el más perfecto, sublime de todos los estudios humanos, el más perfecto, porque en la medida en que aprendemos, poseemos ya de alguna forma la verdadera bienaventuranza; más sublime porque por él, el hombre se asemeja principalmente a Dios y, como la semejanza es causa de amor, el estudio de teología nos une especialmente a Dios por amistad.


Cierto, la oración también nos hace amigo de Dios. Nunca he olvidado que yo siendo novicio, escuche a un provincial decir en un monasterio de monjas contemplativas: “menos teología y más oración”. Pero no hay contraposición entre teología y oración. La primera es la continuidad de la segunda. Sin ella no hay buena oración, no hay un correcto encuentro con Dios, y si no hay correcto encuentro no se puede amar con toda la fuerza y la intensidad que requiere el amado…. No puede amarse lo que no se conoce, o se conoce superficialmente. Cuando estamos ante algo más decisivo para la propia vida, es necesario el discernimiento y el estudio. Un buen médico no es sólo el que conoce la enfermedad, sino el que sabe dar buenas explicaciones al paciente y ofrece buenos remedios para superarla. Con la Palabra de Dios ocurre lo mismo: no basta con saber lo que “dice”, sino que es necesario saber por qué lo dice, qué significa, qué consecuencias tiene, a dónde conduce y sobre todo, qué luz aporta para el hoy y el ahora de mi vida.

[1] Revista Albertus Magnus.



II.- Teología para comprender al Magisterio.

La teología es necesaria para leer bien los documentos de Magisterio. Para comprenderlos bien hay que ir más allá de la literalidad y tener criterios para valorarlos y situarlos en su justo contexto. Cuando no se sabe de teología, nos convertimos en más papistas que el papa, endurecemos el discurso papal, nos quedamos en los aspectos accidentales y corremos el riesgo de no prestar atención a lo verdaderamente importante…


Hay cristianos y pastores que consideran que apelando a la autoridad ya esta resuelta las cuestiones y zanjada toda discusión. Olvidan que la personas cultas y formadas buscan motivos y razones… la Evangelización del mundo requiere dejar de apelar a la autoridad y ofrecer inteligentemente sus buenas razones, pues si la autoridad no tiene razones estamos ante el triunfo de la sinrazón y entonces nos hacemos odiosos e inaceptables.[2]*

[2] * El primero de los textos nos muestra la importancia de la teología y su función positiva para la evangelización. El segundo de los textos nos muestra la ausencia de la teología y el uso del autoritarismo que dificulta la evangelización. Sirva como ejemplo de esto, el obispo de Cádiz Ceuta que por sus actuaciones y, que por sus discursos es seco y aburrido.

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José Manuel Carrascosa Freire, presidente diocesano de la HOAC (de 2014 a 2019), Representante de la HOAC en el Secretariado diocesano de Pastoral Obrera y Coordinador del Sector 2: «Paro, pobreza marginación y exclusión social generadas por el mercado de trabajo».

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