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UNA MIRADA CRISTIANA DEL TRABAJO HUMANO Y EL BIEN COMÚN
¡ACOGE, ABRAZA, CUIDA, ACOMPAÑA...!
LA VIDA DEL MUNDO OBRERO Y DE LOS POBRES,
CON MISERICORDIA Y COMPASIÓN.


¡Bienvenido/bienvenida! al "blog" de la HOAC diocesana de Cádiz y Ceuta.


martes, 29 de diciembre de 2020

EL GOBIERNO CONGELA, INJUSTA E INSOLIDARIAMENTE, EL SMI

El Gobierno congela, injusta e insolidariamente, el SMI

CCOO y UGT reclaman al Gobierno que cumpla su promesa y suba el salario mínimo interprofesional (SMI), “imprescindible para impulsar el crecimiento y avanzar en igualdad”. No se descartan movilizaciones si la negociación no continua.

Con la decisión de congelar el SMI, tomada hoy en el Consejo de Ministros, las dos organizaciones sindicales consideran que el Gobierno “permite que las personas trabajadoras continúen pagando esta crisis” sin que haya justificación alguna “para no aumentarlo” más bien, al contrario, “refuerza la demanda, el crecimiento y el empleo estable”. Las negociaciones sobre el SMI del próximo año finalizan con la decisión del Gobierno de prorrogar la cuantía del año 2020, que no es otra cosa que congelar su subida. Una decisión política que se sitúa en los términos planteados por la CEOE durante el periodo de consultas. Muy al contario de la propuesta sindical que razonaba la viabilidad y fortaleza de aumentar esta referencia salarial para cerca de dos millones de trabajadores y de trabajadoras.

Trabajadores y trabajadoras más humildes quedan atrás

El salario mínimo interprofesional es esencial para atender los problemas de desigualdad y de pobreza laboral que tienen el país y que sufren los trabajadores y las trabajadoras y sus familias. Es, por tanto, un instrumento político de primer orden para ejercer la solidaridad y para la distribución de la riqueza, que permita avanzar en una mayor cohesión. Por el contrario, la actual congelación del SMI hace recaer sobre los más humildes una decisión sin justificación —ni social, ni económicamente–, que va en la dirección contraria a la orientación compartida de que “nadie quede atrás”. Es una decisión “inaceptable”, expresan ambos sindicatos.

Diálogo social y movilizaciones

UGT y CCOO siguen reclamando una negociación para lograr “un nuevo acuerdo” que permita acordar “lo antes posible” una subida que tenga en cuenta el Índice de Precios al Consumo (IPC), la productividad media nacional, el incremento de la participación del trabajo en la renta nacional y la coyuntura económica general (según señala el artículo 27 del Estatuto de los Trabajadores). Además de esperar esta negociación, los sindicatos abren la puerta a posibles movilizaciones. En estos términos se expresa Unai Sordo, secretario general de CCOO, que considera que el SMI debe subir de igual forma que suben otros salario de convenios colectivos, de los empleados públicos o las pensiones, “la negoción continua, no nos resignamos… y lo vamos a decir en las mesas y en las calles”.


ANTE EL AÑO NUEVO, por José Antonio Hernández Guerrero




Ante el Año Nuevo.



A pesar de que estamos convencidos de que el cambio de calendario es un ejercicio formulista y convencional, y, aunque sabemos que los años no están separados por escalones, creemos que esta transición representa una oportunidad más para dar esos saltos que nos hacen reaccionar ante la apatía, la desgana y el cansancio.


Por muy tópico que resulte, esta variación de fecha puede ser aprovechada para repasar lo que ha dado de sí el año tan agitado que estamos a punto de dejar. En este mundo tan cambiante nos vendría bien reflexionar un poco sobre el Año Pasado y sobre lo que, unidos, todavía tenemos que alcanzar: estar unidos con la familia y con los amigos es el mejor regalo que podemos desear. Los buenos propósitos de año nuevo son excelentes, especialmente cuando la meta es luchar disciplinadamente para mantener y para aumentar la salud.


Pienso que, personal, familiar y colectivamente, con realismo y, al mismo tiempo con esperanza y con ilusión, podríamos, deberíamos, hacer planes para el Nuevo Año: ojalá sea un año de oportunidades en la familia, en el trabajo, en la vida de amor, en el descanso e, incluso, en la diversión.


Ojalá represente una nueva oportunidad para seguir creciendo. Ojalá muchos de nuestros sueños -a pesar de las serias dificultades que nos saldrán al paso- gracias al esfuerzo de todos se conviertan en realidades. El comienzo de un Año Nuevo, es el momento oportuno para renovar los sueños, para buscar soluciones inteligentes y generosas, para revisar nuestras actuaciones y para proponernos unas metas más ambiciosas, aprovechando todas las oportunidades que se nos presenten.


Si seguimos trabajando unidos, seremos capaces de superar los desafíos que nos salgan al paso y de tomar unas decisiones apropiadas que nos acerquen a ese modelo de Ciudad que todos ansiamos.


Ojalá que, desde la situación en la que nos encontramos, tras el balance económico, político y social del año que está a punto de terminar, podamos dirigir hacia el nuevo año una mirada -si no optimista- al menos esperanzada. Sería una suerte que, apoyándonos en las promesas que las diferentes administraciones, nos sintiéramos más animados para seguir caminado hacia un futuro inmediato en el que realmente hubieran desaparecido esos densos nubarrones, esos obstáculos, que, obstinados, aún permanecen inalterados y que nos parecen insalvables.


No tenemos más remedio que reanimarnos mutuamente e ilusionarnos contemplando un horizonte prometedor. Desde una perspectiva realista, razonable y positiva, tras un análisis riguroso de las posibilidades y de las dificultades, deberíamos aprovechar la oportunidad para iniciar una nueva etapa que estuviera apoyada en la construcción de un entramado ciudadano, mediante la apertura de cauces de diálogo y a través de un diseño de vías de colaboración de todas las instituciones y de aquellos colectivos que tengan ganas, ilusiones, ideas y medios. Es el momento para hacer realidad nuestros irrenunciables deseos, para intentar un mayor bienestar viviendo y dejando vivir, para aprender del pasado, para disfrutar el presente y para construir un futuro mejor. ¡¡Feliz Año Nuevo!!.


José Antonio Hernández Guerrero, reflexiona, semanalmente en nuestro “blog”, sobre las Claves del bienestar humano el sentido de la dignidad humana y el nuevo humanismo. Actualmente, nos envía también una reseña semanal sobre libros de pensamiento cristiano, evangelización, catequesis y teología. Con la intención, de informar, de manera clara y sencilla, de temas y de pensamientos actuales, que gustosamente publicamos en nuestro “blog”.

PARA VER OTROS ARTÍCULOS DE JOSÉ ANTONIO HERNÁNDEZ GUERRERO, PULSAR »AQUÍ«


viernes, 25 de diciembre de 2020

ORAR EN EL MUNDO OBRERO «FIESTA DE LA SAGRADA FAMILIA» (27 DE DICIEMBRE DE 2020) CICLO “B”


Fiesta de la Sagrada Familia
(27 de diciembre de 2020)

25 DICIEMBRE 2020 | POR 

Querida hermana y hermano:

Hoy mira
con gratitud
tu familia.

Tienes un proyecto familiar
que vivir en ella,
compartido con
quienes la formáis.

Tienes un proyecto familiar
que quieres ofrecer también
a tus compañeras y
compañeros de trabajo,
de vida y de lucha.

Tienes un proyecto familiar
también que vivir
en la comunidad cristiana
de la que formas parte.

Pon tu realidad familiar
y esos proyectos
en manos de Dios.

Preséntale las alegrías
y las dificultades
que vives en ellos.

Hasta mañana en el altar.

¡A cuidarse para cuidar!

Fernando Carlos Díaz Abajo
Consiliario General HOAC, y

Mª Ángeles Bayo Valderrama
Responsable de Organización
y Vida comunitaria.



San Lucas 2,22-40.-
«Ahora, Señor, según tu promesa,
puedes dejar a tu siervo irse en paz».

Accede a más oraciones aquí.
https://www.hoac.es/que-hacemos/espiritualidad/orar-desde-el-mundo-obrero/

También en Issuu
https://issuu.com/hoac/docs

https://www.hoac.es/2020/12/25/fiesta-de-la-sagrada-familia-27-de-diciembre-de-2020/ 

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«ORAR CON LA IGLESIA»

TIEMPO DE NAVIDAD (Ciclo ‘B’) Octava de Navidad
Del 27 de diciembre de 2020 al 02 de enero de 2021.


DOMINGO DE LA SAGRADA FAMILIA:
JESÚS, MARÍA Y JOSÉ, fiesta

27 de diciembre de 2020.

 

 

Fiesta de la Sagrada Familia, Jesús, María y José, desde la que se proponen santísimos ejemplos a las familias cristianas y se invocan los auxilios oportunos (elog. del Martirologio Romano).

 

 

La familia, basada en el matrimonio entre un hombre y una mujer, es núcleo fundamental de la sociedad y de la Iglesia.  Por eso, el Hijo de Dios quiso nacer y crecer en el seno de una familia con María y José (cf. Ev.).  Una familia que se distinguía por su fe y su amor a Dios y por sus virtudes domésticas, que nosotros queremos imitar para gozar un día de los premios eternos en el hogar del cielo (1.ª orac.).  Así, la familia cristiana debe estar basada en el amor y en el respeto mutuo entre los esposos y de ambos hacia los hijos, que deben honrar a sus padres.  «Iglesia doméstica», donde se transmite y vive la fe.

 

Del Evangelio de san Lucas 2,22-40.

“El niño iba creciendo, y se llenaba de sabiduría”

Cuando llegó el tiempo de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén, para presentarlo al Señor, y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: “un par de tórtolas o dos pichones”.  Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño.  Y cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret.  El niño iba creciendo y robusteciéndose, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios lo acompañaba. 

COMENTARIO

La familia ha sido, y debe seguir siendo, el campo en el que se desarrollen todas las raíces humanas de la persona.  Eso fue la familia sagrada para Jesús, y ése ha de ser el papel de la familia hoy.  La familia ha de ser el lugar adecuado donde el hombre y la mujer "encuentren a Dios" y lo encuentren como "Padre-madre"; el lugar donde descubra el mensaje que Dios nos transmite: Que "hay que amar siempre al "otro", aunque no sea correspondido.  Ese es el gran mensaje de fe que nos llega de la sagrada familia. 

ORACIÓN

Creemos en la familia, pequeña comunidad de fe, esperanza y fraternidad; por eso la soñamos abierta y la queremos capaz de dar cabida y acoger otras personas; y construir la sobre el compartir.  Creemos en el amor, el beso y la caricia, creemos en los ojos que miran limpiamente, creemos en el diálogo que sugiere y escucha y en la fidelidad que construye el nosotros de cada día.  Creemos en el Espíritu de Dios que nos hace ser de su familia.  Señor acoge hoy la vida de los padres, las madres, los esposos los hijos los hermanos… los separados, y también la vida de las "otras familias".  Amén. 


LOS SANTOS INOCENTES, mártires,
Lunes, 28
de diciembre de 2020.

 

Fiesta de los Santos Inocentes, mártires, niños que fueron ejecutados en Belén de Judea por el impío rey Herodes, para que pereciera con ellos el niño Jesús, a quien habían adorado los Magos.  Fueron honrados como mártires desde los primeros siglos de la Iglesia, primicia de todos los que habían de derramar su sangre por Dios y el Cordero (elog. del Martirologio Romano).


 

Del Evangelio de san Mateo 2,13-18.

Herodes mandó matar a todos los niños en Belén”

Al verse burlado por los magos, Herodes montó en cólera y mandó matar a todos los niños de dos años para abajo, en Belén y sus alrededores, calculando el tiempo por lo que había averiguado de los magos.  Entonces se cumplió el oráculo del profeta Jeremías: -“Un grito se oye en Ramá, llanto y lamentos grandes; es Raquel que llora por sus hijos, y rehúsa el consuelo, porque ya no viven. 

COMENTARIO

Herodes pensaba en sí mismo y su afán era mandar; y el deseo de mantener el poder a toda costa, le hacía ver enemigos por todas partes y le empujaba a ahogar en sangre a sus posibles competidores, aunque éstos fueran unos pequeños inocentes.  Jesucristo, en cambio, no quiso hacer uso de su poder para librarse del enemigo y tuvo que ponerse a salvo huyendo a un país extranjero.  Aprendamos nosotros a no usar nunca la violencia y a respetar a los demás.  Que los días de Navidad contribuyan a crear un ambiente de respeto, de amor y de paz. 

ORACIÓN

Escucha Señor, los silencios de los hijos concebidos que no verán nunca la luz.  Atiende los gemidos de "los niños de la calle", que tienen que mendigar lastimosamente para poder vivir.  Mira a los hijos maltratados.  Acompaña a "los niños soldados" que, militan en guerras.  No olvides a los niños sometidos a duros trabajos como mano de obra barata.  Y convierte las conciencias de los que trafican con niñas y niños en un comercio sexual degradante.  A nosotros danos trabajar por la justicia y no culpar o condenar a los inocentes. 


Octava de Navidad (5º Día).
SANTO TOMÁS BECKET, obispo y mártir,

Martes, 29 de diciembre de 2020.

 

Del Evangelio de san Lucas 2,22-35.

“Luz para alumbrar a las naciones”

Cuando llegó el tiempo de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén, para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: "Todo primogénito varón será consagrado al Señor", y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: "Un par de tórtolas o dos pichones"  Cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con Él lo previsto por la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: -“Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz.  Porque mis ojos han visto a tu Salvador”. 

COMENTARIO

En estos días de Navidad es fácil ver a la Virgen junto a su Hijo recién nacido.  El anciano Simeón señaló esta íntima relación que tendrá siempre María, en cuanto madre, con la misión salvadora de su Hijo.  Jesucristo colmará las más legítimas aspiraciones de los que crean en Él, como lo hizo con el anciano Simeón a quien ya no le importaba morir después de haber visto al Salvador, que es la Luz de todas las naciones.  Que esa Luz nos ilumine también a nosotros y sepamos irradiarla a nuestro alrededor. 

ORACIÓN

Dame, Señor, sentir tu cercanía; TU LUZ, ayuda a mi pobre voluntad a identificarse con la tuya.  Por tu Madre, dichosa y creyente, te pido, Dios mío: Hazme partícipe de su fe y de su alegría; que como ella sepa ofrecer a Dios lo mejor de mi vida; que yo, como quiso e hizo ella, te reciba en mi corazón, en mis proyectos, en mi casa, en mi trabajo, en mi vida entera.  Dame ojos nuevos para ver al Salvador en Jesús el Hijo de María, el Hijo de Dios.  Amén. 


Octava de Navidad (6º Día).
Miércoles, 30 de diciembre de 2020.


Del Evangelio de san Lucas 2,36-40.

“Hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén”

Ana era una mujer muy anciana; no se apartaba del templo día y noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones.  Acercándose en aquel momento, daba gracias a Dios y hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén.  Y cuando los padres de Jesús cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret.  El niño iba creciendo y robusteciéndose, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios lo acompañaba. 

COMENTARIO

La alegría que le produjo a Ana reconocer al Salvador en brazos de Simeón, le hizo prorrumpir en una fervorosa acción de gracias y hablar de Jesucristo "a todos los que esperaban la liberación de Israel".  Nuestro gozo de encontrarnos con Cristo debe producir en nosotros esos mismos sentimientos: agradecimiento a Dios y comunicar a otros nuestra fe.  El mundo necesita de hombres y mujeres que anuncien la llegada del Reino de Dios. 

ORACIÓN

Señor Jesús, visita mi casa, mi familia: Tú que eres el Salvador; habla con cada uno de nosotros; fortalécenos en tu amor, danos tu alegría y tu esperanza, ayúdanos a ser fíeles sirviendo a Dios cada día.  Que tu nacimiento nos ilusione de nuevo y nos renueve, que nos levante la mirada más allá de nosotros mismos; que nos haga ver lo bueno que hay en los demás; que nos dé perspectiva de futuro siempre abierto por el corazón del Padre Dios. 


SAN SILVESTRE I, papa,
Octava de Navidad (7º Día).

Jueves, 31 de diciembre de 2020.

 

Del Evangelio de san Juan 1,1-18.

La Palabra se hizo carne”.

En el principio ya existía la Palabra.  La Palabra en el principio estaba junto a Dios.  En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres.  La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió.  La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre.  Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: Gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad. 

COMENTARIO

Este evangelio nos explica el sentido teológico de la Navidad, al hablarnos del misterio del Dios eterno y creador, que se hace visible y habita entre nosotros.  Designa a la segunda persona de la Santísima Trinidad con el nombre de Palabra que, al venir al mundo, se nos comunica de un modo real e inteligible.  Además, como Palabra de Dios que es, nos salva y nos trasciende, a la vez que, como palabra encarnada, indica proximidad y presencia fraternal.  Como palabra debe ser escuchada, recibida, participada, para que así, en cada uno de nosotros, se realice el plan maravilloso de Dios, que es la salvación; llegar a ser en plenitud hijos de Dios. 

ORACIÓN

Habla Señor, Tu que tienes palabras de luz, de amor, de vida eterna.  Señor, hazte presente en mi vida para transformar mis oídos sordos al llamamiento del Evangelio; que mis oídos no se cierren al grito del hambre y la miseria; que sepa escuchar la llamada de quienes esperan mi amor.  Señor, hazte presente en mi vida para transformarme de arriba abajo y para que nazca en mí el Evangelio.  Que tu Palabra me haga nacer como Hijo de Dios. Amén.  Que tu Palabra me haga nacer como Hijo de Dios. Amén. 


SANTA MARÍA, MADRE DE DIOS,
Octava de Navidad
Viernes
, 01 de enero de 2021.

 

Solemnidad de Santa María, Madre de Dios, en la Octava de la Natividad del Señor y en el día de su Circuncisión.  Los Padres del Concilio de Éfeso la aclamaron como «Theotokos», porque en ella la Palabra se hizo carne, y acampó entre los hombres el Hijo de Dios, príncipe de la paz, cuyo nombre está por encima de todo otro nombre (elog. del Martirologio Romano).


 

Para afirmar que la Virgen María es Madre de Dios, partimos de la fe de que el que nació de ella es el Hijo, enviado por el Padre para que recibiéramos la adopción filial (cf. 2 lect.).  Jesucristo es Dios y Hombre verdadero.  En su persona están unidas la naturaleza divina y la naturaleza humana.  Por otra parte, el Evangelio nos presenta la circuncisión del Niño Jesús, a los ocho días de nacer.  Un rito por el que los niños varones entraban a formar parte del pueblo de Israel y en el que Cristo derramó su primera sangre por nuestra salvación.  La 1 lect. nos presenta la fórmula de bendición a los israelitas, muy adecuada para el comienzo del año.


Del Evangelio de san Lucas 2,16-21.

“Encontraron a María y a José y al niño.  Y a los ocho días, le pusieron por nombre Jesús”

Los pastores fueron corriendo a Belén y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre.  Al verlo, contaron lo que les habían dicho de aquel niño.  Y María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.  Los pastores se volvieron dando gloria a Dios por lo que habían visto y oído.  Al cumplirse los ocho días, tocaba circuncidar al niño, y le pusieron por nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de su concepción. 

COMENTARIO

La Iglesia hace coincidir el día de Año Nuevo y la octava de Navidad con la celebración del "Día mundial de la paz" porque la venida del Mesías es la inauguración de un tiempo nuevo en el que las lanzas se convierten en podaderas, de las espadas nacen arados y los oprimidos son liberados.  Y todo esto aunque nuestra vida, siga marcada por las luchas y trabajos los sufrimientos y gozos vividos hasta el día de ayer.  Conservemos en el corazón como María el ministerio de la salvación manifestado en Jesús.  Vayamos como los pastores al encuentro de Jesús y volveremos como ellos dando gloria a Dios y anunciándolo con alegría. 

ORACIÓN

Padre nuestro, los buscadores de la paz sólo tenemos la fuerza débil de la fe, la oración y la amistad.  La oración y la amistad purifican nuestro corazón y nos ayudan a decirnos mutuamente la palabra difícil y comprometedora del perdón, gran camino de la paz.  Nos ayudan a soñar un nuevo año sin guerras, respetuoso con los pueblos, atento al medio ambiente y unido en su diversidad.  Padre universal, concede al mundo entero y a cada hombre y mujer el maravilloso don de la paz.  Virgen María Reina de la paz: Ruega por nosotros. 


SANTOS BASILIO MAGNO y
GREGORIO NACIANCENO,
obispos y doctores de la Iglesia,
Sábado, 02 de enero de 2021.

 

Del Evangelio de san Juan 1,19-28.

“En medio de vosotros hay uno que no conocéis”

Éste fue el testimonio de Juan, cuando los judíos le preguntaron: - “¿Tú quién eres?”  Él confesó sin reservas: - “Yo no soy el Mesías”.  Le preguntaron: -“¿Entonces, qué?  ¿Eres tú Elías?”  Él dijo: -“No lo soy. ¿Eres tú el Profeta?” Respondió: -“No”.  Y le dijeron: -“¿Quién eres? ¿qué dices de ti mismo?”.  Él contestó: -"Yo soy la voz que grita en el desierto: Allanad el camino del Señor”.  -"Entonces, ¿por qué bautizas si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?"  Juan les respondió: -"Yo bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de mí, y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia". 

COMENTARIO

Juan el Bautista fue el primer hombre que dio testimonio de Jesucristo.  Anunció su venida y señaló después su presencia.  Al hacerlo, no se contentaba con hablar de Cristo, sino que llevaba a la vez una vida que llamaba la atención por su santidad.  Así, su testimonio tenía fuerza.  Movía de verdad a la conversión y hacía que algunos de sus discípulos se pasaran al grupo de los seguidores de Jesús.  Aprendamos también nosotros a vivir nuestra fe en el Señor, de tal modo, que atraigamos a otros hacia el Salvador. 

ORACIÓN

Niño Jesús ¿Tú quién eres?  Haz que lleguemos a conocerte como Mesías, Salvador, Hijo de María e Hijo de Dios.  Niño Dios, Tú que llegaste al mundo para salvar, te pido años de paz.  Tú que naciste en un pesebre, te pido que no haya más miserias en el mundo.  Niño Dios, Tú que eres el Mesías salvador, sálvanos de los desastres que nos provoca la naturaleza y del desastre del pecado.  Niño Dios, tú que nos diste la vida para vivirla, que la vivamos de acuerdo a tu voluntad.  Amén.


miércoles, 23 de diciembre de 2020

ORAR EN EL MUNDO OBRERO «NAVIDAD 2020»
(25 DE DICIEMBRE DE 2020) CICLO “B”

Navidad 2020

23 DICIEMBRE 2020 | POR 

Querida hermana y hermano:

Hoy te proponemos
contemplar.

Simplemente.

Contemplar,
hacer silencio,
escuchar, acoger,
recibir, agradecer.

Busca el Nacimiento
que tengas en casa,
o llégate a tu parroquia,
y ante el Belén,
dedica un tiempo
de oración
a contemplar
el misterio de Dios
encarnado,
reconociendo
ese misterio
en la vida obrera.

Sitúate entre
los pastores,
con los magos,
ante el portal.

Lleva contigo
a tus compañeras
y compañeros
de trabajo.

Ponlos contigo
frente al misterio
del Amor.

Contempla a Dios
naciendo
en los recovecos
de esa vida obrera;
contempla
a ese Dios hecho
debilidad
en el amor.

Hasta mañana en el altar.

¡A cuidarse para cuidar!

Fernando Carlos Díaz Abajo
Consiliario General HOAC, y

Mª Ángeles Bayo Valderrama
Responsable de Organización
y Vida comunitaria.



San Lucas 2,1-14.-
«Hoy os ha nacido
un salvador».

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«ORAR CON LA IGLESIA»

TIEMPO DE NAVIDAD (Ciclo ‘B’) Octava de Navidad
25 y 26 de diciembre de 2020.


TIEMPO DE NAVIDAD (Ciclo ‘B’)
Octava de Navidad: Nochebuena y Navidad
Viernes, 25 de diciembre de 2020.

 

NOCHEBUENA

 

En medio de la noche nació Cristo, la luz del mundo, la gracia de Dios para todos los hombres.  Y esta primera venida en la humildad del pesebre es una llamada a vivir sobria, justa y piadosamente, aguardando la dicha que esperamos: su segunda venida, «la manifestación de la gloria del gran Dios y Salvador nuestro, Jesucristo» (2 lect.).  El Hijo de Dios, al asumir la naturaleza humana, nos ha unido a la naturaleza divina de modo admirable (cf. orac. sobre las ofrendas).  Hoy nos ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor.  Que haya sitio para él en nuestro corazón.  Viviendo santamente, podremos llegar un día a la perfecta comunión con Cristo en la gloria (cf. orac. después de la comunión).

 

Del Evangelio según san Lucas 2,1-14.

“Hoy os ha nacido un Salvador”.

Sucedió en aquellos días que salió un decreto del emperador Augusto, ordenando que se empadronase todo el Imperio…  También José, por ser de la casa y familia de David, subió desde la ciudad de Nazaret, en Galilea, a la ciudad de David, que se llama Belén, en Judea, para empadronarse con su esposa María, que estaba encinta.  Y sucedió que, mientras estaban allí, le llegó a ella el tiempo del parto y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre, porque no había sitio para ellos en la posada.  En aquella misma región había unos pastores que pasaban la noche al aire libre, velando por turno su rebaño.  Apareció una legión del ejército celestial, que alababa a Dios diciendo: «Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad». 

COMENTARIO

La liturgia de esta noche nos presenta las coordenadas histórico-teológicas del nacimiento de Jesús y el cumplimiento de las promesas.  Un triple anuncio: El profeta Isaías anuncia el nacimiento de un niño que es consejero y príncipe de la paz.  La noticia suscita un cántico de alegría (Is 9,1-3.5-6).  El ángel del Señor anuncia a los pastores el nacimiento del Salvador y un coro angélico canta: "Gloria a Dios en el cielo..." (Lc 2,1-14).  Pablo anuncia y explica el significado de la manifestación de la gracia de Dios y exhorta a los cristianos a hacer el bien (Tit 2,11-14)
 

ORACIÓN

En esta noche santa te queremos dar gracias por tanto amor.  Gracias por nuestra familia y por nuestro hogar.  Gracias por las personas que trabajan con nosotros.  Bendícenos en este día tan especial en el que esperamos el Nacimiento de tu Hijo.  Ayúdanos a preparar nuestros corazones para recibir al Niño Jesús con amor, con alegría y esperanza.  Estamos aquí reunidos para adorarlo y darle gracias por venir a nuestro mundo a llenar nuestras vidas.  Hoy al contemplar el pesebre recordamos especialmente a las familias que no tienen techo, alimento y comodidad.  Te pedimos por ellas para que la Virgen y San José les ayuden a encontrar un cálido hogar. 


NAVIDAD

 

El Verbo, el Hijo de Dios, se hizo carne y habitó entre nosotros (Ev.).  Es el niño que ha nacido, compartiendo nuestra condición humana, para que podamos compartir su condición divina (cf. 1.ª orac.).  Es la salvación de nuestro Dios que todos verán (cf. 1 lect. y sal. resp.).  Dios nos ha hablado por medio de su Hijo (2 lect.).  A partir de ahora será ese Verbo de Dios el que tendremos que recibir y escuchar llenos de fe y así podremos ser en verdad hijos de Dios.  En la eucaristía el Salvador sigue comunicándonos su vida divina y abriéndonos el camino para participar del don de su inmortalidad (cf. orac. después de la comunión).

 

Del Evangelio según san Juan 1,1-18.

“La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros”

En principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios.  En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres.  Vino a su casa, y los suyos no la recibieron.  Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre.  Éstos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios.  Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros. 

COMENTARIO

El Salvador nace en Belén.  Y la Palabra de Dios nos invita a vivir con gozo este acontecimiento.  El Salvador de la humanidad será, simplemente, un niño, hijo de la joven María y del carpintero José.  Pero será el Hijo de Dios que traerá consigo la paz para los hombres de buena voluntad.  El evangelista san Juan afirma que quienes le reciben son hijos de Dios.  Hoy podemos cantar con razón: Gloria a Dios en las alturas porque hay más paz en muchos corazones. 

ORACIÓN

Te diré mi amor, rey mío, con una mirada suave, te lo diré contemplando tu cuerpo nacido entre pajas, te lo diré adorando tu carne; te lo diré con mis besos, te lo diré con el amor de tu Madre y con la fe más profunda de que soy capaz: bendito seas porque has venido en esta carne; bendito seas.  Bendito seas por venir a poner paz en tanta guerra, calor donde hay tanto frío, bendito seas por venir a plantar el cielo en la tierra.  Bendito seas niño Dios por venir a salvarme bendito seas mi redentor.  Por tu nacimiento Jesús: Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el señor. 


SAN ESTEBAN, PROTOMÁRTIR,
TIEMPO DE NAVIDAD
(Ciclo ‘B’)
Octava de Navidad.
Sábado, 26 de diciembre de 2020.

 

Fiesta de san Esteban, protomártir, varón lleno de fe y de Espíritu Santo, que fue el primero de los siete diáconos que los apóstoles eligieron como cooperadores de su ministerio, y también fue el primero de los discípulos del Señor que en Jerusalén derramó su sangre, dando testimonio de Cristo Jesús al afirmar que veía al Señor sentado en la gloria a la derecha del Padre, al ser lapidado mientras oraba por los perseguidores (elog. del Martirologio Romano).


Del Evangelio según san Mateo 10,17-22.

“No seréis vosotros los que habléis, sino el Espíritu de vuestro Padre”

Dijo Jesús a sus apóstoles: -“No os fieis de la gente, porque os entregarán a los tribunales, os azotarán en las sinagogas y os harán comparecer ante gobernadores y reyes, por mi causa; así daréis testimonio ante ellos y ante los gentiles.  Cuando os arresten, no os preocupéis de lo que vais a decir o de cómo lo diréis: En su momento se os sugerirá lo que tenéis que decir; no seréis vosotros los que habléis, el Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros. 

COMENTARIO

En el evangelio hemos leído palabras que nos hablan de entregar, acusar, odiar, perseguir.  Parece que este porvenir, que Cristo predice a sus seguidores, suena mal al lado de los villancicos, que nos hablan de paz y de alegría.  La fidelidad a Cristo, una fidelidad constante, puede traernos esas consecuencias.  Así le ocurrió a san Esteban, el primer creyente que murió mártir por declarar que Jesucristo era Dios.  Tenemos que estar dispuestos a aceptarlas y saber que el Espíritu Santo nos asistirá de un modo especial y que "el que persevere hasta el final, se salvará".  Saber esto es también un motivo de fiesta y de alegría. 

ORACIÓN

Señor Jesucristo, nacido en Belén, que concediste a tu primer mártir Esteban seguir tu ejemplo.  Concédenos que, como él, sepamos perdonar a nuestros enemigos, y rogar por los que nos maltratan.  Tú, glorioso mártir San Esteban que por proclamar tu amor a Cristo en la tierra te fuiste a acompañarlo a Él en el cielo. Haz que seamos muchos, muchísimos los que con nuestras palabras y buenas obras nos declaremos amigos y seguidores de Jesús en esta vida y seamos sus compañeros en el gozo eterno del Paraíso.  Amén.