[hoac.gif]










UNA MIRADA CRISTIANA DEL TRABAJO HUMANO Y EL BIEN COMÚN
¡ACOGE, ABRAZA, CUIDA, ACOMPAÑA...!
LA VIDA DEL MUNDO OBRERO Y DE LOS POBRES,
CON MISERICORDIA Y COMPASIÓN.


¡Bienvenido/bienvenida! al "blog" de la HOAC diocesana de Cádiz y Ceuta.


viernes, 27 de febrero de 2009

Cuaresma, camino de amor y compromiso cristiano


CARTA PASTORAL


Cuaresma,
camino de amor
y
compromiso cristiano



Cádiz, 25 de Febrero de 2009



+ Antonio Ceballos Atienza
Obispo de Cádiz y Ceuta


ESQUEMA


Introducción.

Primera parte: Cuaresma, conversión y ayuno
1.- Necesidad de conversión.
2.- Subida a Jerusalén.
3.- Purificación para el camino.
4.- El ayuno.
5.- El ayuno que Dios quiere es ayudar a los parados.
6.- Los signos de los tiempos.


Segunda parte: Reflexión cristiana ante la crisis
1.- “Bien vista tengo la aflicción de mi pueblo y he escuchado el clamor… pues ya conozco sus angustias y sufrimientos” (Éxodo 3,7).
2.- “Tu eres mi protector y mi escudo, yo confío en tu palabra” (Salmo 118, 114).
3.- “¿Qué tenemos que hacer, hermanos?” (Hechos 2, 37).


Tercera parte: “Algo nuevo está brotando ya, ¿no lo notáis?” (Is 43,19)
1.- ¿Hay una nueva alternativa?
2.- ¿Hay motivos para la esperanza?


Cuarta parte: A modo de conclusión
1.- Situación, esperanza y responsabilidad.
2.- María, Nuestra Señora de los Dolores.


Anexo para el trabajo personal y en los grupos.



Mis queridos diocesanos:

1. Al disponernos, un año más, a celebrar la Santa Cuaresma, escucho la poderosa llamada de Dios que me urge de nuevo a renovar mi fidelidad a su Palabra y a su amor. Y, como pastor de la Iglesia que peregrina hacia el reino en Cádiz y Ceuta, después de haber escuchado vuestras peticiones: la del consejo pastoral diocesano y del consejo de apostolado seglar, la de las delegaciones de caritas y apostolado seglar, la de los secretariados de pastoral obrera, migraciones, manos unidas, pastoral familiar, justicia y paz y la de los movimientos de hoac y joc, y la de las comunidades parroquiales, deseo invitaros a todos los fieles cristianos, presbíteros, diáconos, religiosos, personas consagradas y laicos, en esta Cuaresma de 2009, a fin de que juntos respondamos ante los acontecimientos y consecuentes sufrimientos de tantas personas y familias afectadas por la crisis económica y social.


2. Todos nosotros, en el Bautismo, fuimos incorporados al misterio pascual de Cristo de modo que, al compartir sus sufrimientos, pudiéramos también participar de su gloria. Este es el itinerario de la Cuaresma como preparación para la Pascua del Señor.




PRIMERA PARTE
CUARESMA, CONVERSIÓN Y AYUNO



1.- Necesidad de conversión

3. La Cuaresma nos invita a hacer un alto en el camino de nuestra vida para preguntarnos si caminamos en la dirección justa. Percibimos que algo nos habremos desviado del sendero recto porque, sin darnos cuenta, emprendemos caminos que no son caminos del Evangelio; y si esto nos ocurre en nuestra vida es, sin duda, porque nos falta fe en el Evangelio.


4. Necesitamos convertirnos, en primer lugar, personalmente. La conversión personal es la piedra angular para el cristiano y para la comunidad eclesial. Porque “no hay humanidad nueva, si no hay hombres nuevos con la novedad del bautismo y de la vida según el Evangelio” (EN 18). Convertirse es, ante todo, en primer término, rechazar el pecado, desdecirnos de todo aquello que en nosotros no coincide con el plan de Dios sobre nuestras vidas. Esta conversión personal tiene también una dimensión esencialmente comunitaria y evangelizadora. La iglesia comienza por evangelizarse a sí misma (cf. EN 15).


2.- Subida a Jerusalén

5. En esta Cuaresma de 2009, nosotros debemos pedir la luz del Espíritu que nos haga comprender mejor el sentido de nuestro camino cuaresmal, y nos haga ver que la Cuaresma debe consistir para nosotros en una “subida a Jerusalén” compartiendo, solidariamente, la situación de tantos y tantas familias que sufren ya en sus vidas esta situación económica y del paro, teniendo los mismos sentimientos que tuvo Cristo Jesús.

6. A este propósito, quiero recordar que durante tres años, 2006-2009, estamos trabajando en nuestras comunidades parroquiales y en los distintos movimientos el tema de la familia. Este curso se está trabajando sobre el proyecto de pastoral familiar que sea posible desde nuestra propia realidad. En el curso pastoral 2006-2007 se hizo un análisis de cómo se encontraban las familias de la diócesis en los aspectos social, pastoral y religioso. Me remito a la carta pastoral “Familia cristiana, buena noticia” de Agosto de 2007, donde hice una valoración y análisis de las aportaciones que habían hecho los grupos. Se hacía una denuncia de la situación laboral y económica en la que se encontraban muchas de nuestras familias y, entonces, la crisis no había dado la cara como lo está haciendo en estos momentos.


7. En un esfuerzo de aproximación a la realidad, constatamos que son las familias las que ya están sufriendo, de manera sangrante, las consecuencias de esta crisis económica y social. En todo lo que hagamos, para dar respuesta a esta situación, debemos tener muy presente a la familia, concretamente, en todo aquello que le afecta en lo económico, en lo religioso, en lo moral, en la transmisión de la fe y de los valores evangélicos y en todo lo que se refiere a las relaciones entre los esposos y de estos con los hijos. Es comprensible el desaliento, la angustia, las depresiones, y tantas otras preocupaciones por no poder llegar a fin de mes.



3.- Purificación para el camino

8. Vamos, pues, a emprender de nuevo ese camino cuaresmal que nos conduce hasta la Pascua. Un camino en el que nos ha precedido Cristo y que toda la Iglesia, tradicionalmente, ha concebido como una subida con Cristo a Jerusalén para participar en su misterio pascual.


9. La Cuaresma es un tiempo simbólico de cuarenta días que responde a lo que nos dice el evangelista Mateo (Mt 4,1) que “Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto” antes de comenzar su misión pública. Para la Iglesia es un tiempo de preparación para la celebración de la Pascua en el que los fieles cristianos Cuaresma 2009 practican la oración, la limosna y el ayuno para verificar la fe, avivar la esperanza y acrecentar la caridad. Es el tiempo del catecumenado para los que se han de bautizar en la Pascua, el momento de la conversión acercándonos al sacramento de la reconciliación y, finalmente, es el momento propicio para integrarnos más en la comunidad cristiana. De esta forma nos preparamos a la celebración de la Pascua de Resurrección.



4.- El ayuno

10. Cada año vivimos la experiencia de este camino cuaresmal hacia la Pascua, un camino que exige penitencia y conversión constante, purificación e iluminación de nuestros corazones.


11. El Papa Benedicto XVI nos recuerda en su Mensaje para la Cuaresma de 2009: “la Liturgia nos vuelve a proponer tres prácticas penitenciales a las que la tradición bíblica cristiana confiere un gran valor: la oración, el ayuno y la limosna”. Profundiza el Papa, en su Mensaje de Cuaresma, en las raíces que la tradición bíblica y patrística dedica a la práctica del ayuno. Nos dice que hoy el ayuno ha perdido algo de su valor espiritual, en cambio lo practicamos como una medida terapéutica para la salud.


12. “Al mismo tiempo, –nos sigue diciendo el Papa–, el ayuno nos ayuda a tomar conciencia de la situación en la que viven muchos de nuestros hermanos… Al escoger libremente privarnos de algo para ayudar a los demás, demostramos concretamente que el prójimo que pasa dificultades no nos es extraño”. En definitiva, ayunar voluntariamente para que otros no lo tengan que hacer forzosamente.



5.- El ayuno que Dios quiere es ayudar a los parados.

13. El Papa Benedicto XVI, en su Mensaje para la Cuaresma de 2009, nos ha hablado del ayuno a favor del prójimo, hagamos ayuno con el fin de apartarnos del resto del egoísmo, del apego excesivo a los bienes materiales o de cualquier otra clase. El verdadero ayuno debe ir unido con el amor al prójimo, como señaló, hace muchos siglos, el profeta Isaías: “el ayuno que yo quiero: partir el pan con el hambriento y recibir en tu casa a los pobres sin hogar” (Is 58,7), alcanza su pleno sentido cuando nos asemejamos a la cruz de Cristo, puesto que en nuestra sociedad actual hay muchos en el paro. Podríamos afirmar: el ayuno que yo quiero es ayudar a los parados.



6.- Los signos de los tiempos

14. Es precisamente esta dimensión solidaria de nuestra vuelta a Dios la que quiero subrayar ante vuestra consideración en este tiempo de cuaresma.


15. Los cristianos llevamos atravesado en nuestro corazón la solicitud por el destino, las angustias y las necesidades de todas las personas creyentes o increyentes, próximas o lejanas. A todos ellos nos envía Dios, ante todo, para comunicarles la grata noticia que dé sentido a toda su vida: “el hombre es amado por Dios”. Este es el profundo y sorprendente anuncio del que la Iglesia es deudora respecto al hombre y cómo ha de llegar a descubrirle en los “signos de los tiempos”.


16. Realmente, el descubrir los signos de los tiempos es una gracia de Dios. El hombre y la mujer de fe es aquella persona que sabe ver lo que Dios nos quiere revelar por medio de los acontecimientos, tanto personales como sociales y mundiales. ¿Pero cómo ver a Dios en la historia, si la forman hechos que dependen de la libertad humana llena, muchas veces, de ambiciones y crímenes? El Concilio Vaticano II cuando habla de los signos de los tiempos se refiere al mundo en el que vivimos “sus esperanzas, sus aspiraciones y contradicciones dramáticas” que con frecuencia le caracterizan. “Le corresponde a la Iglesia -sigue diciendo el Concilio- el deber permanente de escrutar los signos de los tiempos e interpretarlos a la luz del Evangelio” (GS 4). Tan importante es esto que, en una de las Plegarias Eucarísticas, hacemos esta hermosa petición: “Que todos los miembros de la Iglesia sepamos discernir los signos de los tiempos y crezcamos en la fidelidad al Evangelio; que nos preocupemos de compartir en la caridad las angustias y las tristezas, las alegrías y las esperanzas de los hombres, y así les mostremos el camino de la salvación” (V/c).


17. Mirar la crisis económica y social como un signo de los tiempos puede llevarnos a depurar nuestros sistemas y estructuras económicas para llegar a un sistema que esté más de acuerdo con una comunicación de bienes y en coherencia con el proyecto del Padre Dios. Y, por otra parte, nos puede llevar también a descubrir la miseria del ser humano que se ha dejado llevar por el egoísmo, la codicia, la competitividad, el afán de posesión, su fuerza agresiva… causando tantas injusticias en los más pobres y más débiles de la sociedad. Y lo más dramático es que estos antivalores son propuestos en los medios de comunicación, en la escuela e incluso en la familia.





SEGUNDA PARTE
REFLEXIÓN CRISTIANA ANTE LA CRISIS



18. Los cristianos, como afirma un texto antiguo en la Carta a Diogneto: “somos lo que el alma para el cuerpo”, hasta tal punto que nos sentimos responsables de la suerte de todos los hombres y de la marcha del mundo. En esta Cuaresma, Dios nos llama y nos envía, como llamó y envió a Moisés para la liberación de su pueblo en Egipto, a fin de que conozcamos la situación económica y de paro por la que estamos pasando.


19. Ahora bien, en nuestro mundo actual, son muchos los obstáculos que impiden la plena realización del hombre y son demasiadas las cadenas que esclavizan, oscureciendo su glorioso destino de ser imagen y semejanza de Dios.



1.- “Bien vista tengo la aflicción de mi pueblo y he escuchado el clamor… pues ya conozco sus angustias y sufrimientos” (Exodo 3,7).

20. Tratemos de ver esta situación con la mirada de Dios. Este conocimiento y responsabilidad actual, tal y como Dios la ve, nos compromete, además, a ser instrumentos de la fuerza del Evangelio para hacer posible el pleno conocimiento y ejercicio de la dignidad del hombre, a través de la defensa y protección de su vida y libertad y nos esforcemos por construir una sociedad más justa y solidaria.


21. En nuestro mundo actual son muchas las amenazas que se ciernen hoy sobre la vida humana: el hambre que padece un tercio de la humanidad; la violencia contra las mujeres, que en muchas ocasiones, terminan en tragedia; los accidentes de tráfico, consecuencia, casi siempre, de la irresponsabilidad; la muerte de trabajadores, en muchos casos, fruto de un liberalismo económico desbordado; las drogas que merman la libertad y arrancan la vida de tantos jóvenes; el drama del aborto que, a su gravedad intrínseca, por su dimensión voluntaria y querida de un ser humano por decisión de sus padres, se une la tragedia de su aceptación por parte de algunos. Y, en estos momentos, estamos viviendo la situación económica y del paro de forma global.


22. Según los datos facilitados por el Ministerio de Trabajo, en enero de este año, nos encontramos en la provincia de Cádiz con más de 151.000 parados, correspondiendo a la diócesis de Cádiz cerca de 84.000. Ha crecido más del 50% con relación al 2008 en poblaciones como Benalup, Conil, Chiclana, Jimena, San José del Valle y San Roque. Precisamente en estas poblaciones donde había crecido más el trabajo en épocas anteriores. Y en cuanto a lo que se refiere a la Diócesis de Ceuta son ya cerca de 7.500 las personas que están sin trabajo. Los expertos hablan de una posibilidad de 4 millones de parados en toda España, lógicamente, estos números aumentarán también entre nosotros. Sin duda, uno de los peores efectos de la crisis económica es el aumento del paro, porque lleva consigo el empobrecimiento y las dificultades vitales de las personas y de las familias.


23. Pero resulta aún más sangrante la situación de tantas familias donde han quedado todos sus miembros sin trabajo y no digamos nada de aquellos trabajadores y trabajadoras que ya no reciben ni siquiera la ayuda familiar. Los datos constatados que nos aporta caritas son tremendamente significativos: las familias que actualmente se atienden en las caritas parroquiales han aumentado en un 55%.


24. Esta situación se ceba más en los emigrantes, los jóvenes y las mujeres. Pero, qué decir del último informe APDHA en el que se denuncia que en Cádiz y provincia 111.000 personas se encuentran en situación de pobreza grave, malviviendo con 6 euros diarios.


25. No podemos olvidar que entre las víctimas de la crisis nos encontramos con los países más empobrecidos que van en aumento de forma imparable. Cerca de 1.000 millones de personas pasan hambre y lo más inmoral es que, de ellos, 10 millones son niños que mueren al año por falta de lo más elemental. ¡Dios mío, esto es para perder el sueño!


26. Desde hace unos años vengo denunciando, en mis cartas pastorales con motivo del 1 de mayo, la recesión económica que padece nuestras gentes. Esto era una crisis anunciada cuyos efectos más trágicos estamos padeciendo en estos momentos.


27. Pero por muy completas que sean las estadísticas y muy preocupantes los datos expuestos, hay unas causas externas o técnicas que han provocado esta situación de crisis económica y social. Por una parte la crisis financiera surge de la continua incitación al endeudamiento y, consecuentemente, a la falta de ahorro familiar. De esto se han beneficiado las multinacionales y los sectores más pudientes de la sociedad, tanto en España como en el mundo. Los expertos venían hablando ya de la burbuja inmobiliaria, cuyos efectos están sufriendo ahora tantos parados de la construcción. Los gobiernos de muchos países, entre ellos España, han pensado que una solución para tapar esta crisis financiera es la de inyectar grandes cantidades de dinero en las entidades financieras; es una cantidad de dinero 300 veces mayor que la que se entrega a la FAO para la emergencia contra el hambre en el mundo. Los expertos, según la posición en que se coloquen, dan una u otra razón de las causas, de los efectos y las soluciones de la crisis.


28. Considero que a nosotros, esta Cuaresma de 2009, nos invita a hacer un examen serio de conciencia y a cambiar aquellas orientaciones operativas de nuestra vida que contradicen la verdad fundamental del hombre. Se pueden cambiar las estructuras financieras y económicas; tenemos la esperanza que esto sea así para que se establezca la justicia social pero, además de este “pecado estructural”, existe el pecado personal del egoísmo, la codicia, la avaricia y el de la falta de control y sobriedad que deberíamos revisar en esta Cuaresma. Si los corazones de las personas no cambian y se convierten, se reformará la estructura pero, al poco tiempo, caeremos en la misma situación. Mucho tiene que cambiar el sistema económico actual y mucho tenemos que cambiar nosotros también. Es esta una ocasión para que todos revisemos nuestras actitudes según nos pide Dios al observar estos nuevos signos de los tiempos.



2.- “Tu eres mi protector y mi escudo, yo confío en tu palabra” (Salmo 118, 114).

29. Esta síntesis de los datos para el conocimiento de la situación no soluciona la situación actual de paro que sigue presente como uno de los grandes problemas sociales de nuestro tiempo, y manifiesta que “hay algo que no funciona y concretamente en los puntos más críticos y de mayor relieve social” (LE 18). Nuestra colaboración solidaria tampoco puede resolver tan gran problema social, pero los católicos estamos llamados a denunciar las causas y los efectos del mismo y a hacer cuanto de nosotros dependa para mitigarlo.


30. Los católicos, ante las dificultades reales para solucionar este problema, no podemos caer en el desánimo, pues tenemos la firme convicción de nuestra fe en la fuerza del Espíritu de Dios, que es el único capaz de transformar los corazones de piedra en corazones de carne y dar vida a los huesos inanimados. Por ello, permitidme, hermanos, que esta Cuaresma de 2009, como una subida a Jerusalén, os haga una llamada a compartir los sufrimientos y un esfuerzo de solidaridad con las familias que ya están padeciendo la situación económica y el paro, confiados en la Palabra de Dios, expresada en la Iglesia, que ilumina los signos de los tiempos y abre caminos nuevos a seguir.


31. Con humildad y valentía a la vez, os presento para el estudio y contemplación de esta subida a Jerusalén, unos pasajes iluminativos a tener presente en este camino que manifiesten que Dios no abandona a su pueblo, dado que cuenta con profetas que no se cansan de proclamar sus preferencias por los pobres. Así ante una crisis social y de identidad del pueblo de Israel, el profeta Jeremías grita: “Así dice el Señor: Practicad el derecho y la justicia, arrancad al oprimido del poder del opresor; no oprimáis al emigrante, al huérfano y a la viuda.” Y más adelante sigue diciendo: “¡Ay de aquél que edifica su casa con injusticias y sus pisos violando el derecho; que hace trabajar al prójimo de balde sin pagarle su sueldo” (22, 3 y 13). Dios no abandona a su pueblo que cuenta con profetas que no se cansan de proclamar sus preferencias por los pobres.


32. Jesús anuncia y practica en plenitud con su propia vida el amor preferencial por los enfermos y los pobres y se comprometió con los problemas sociales de entonces: “para dar vista a los ciegos, liberar a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor” (Lc 4,18). Jesús tiene credibilidad y autoridad para dictar principios a sus seguidores marcándoles su opción por los marginados: con los niños (Mc 10, 13-16); con los extranjeros y de otras culturas en la parábola del buen samaritano (Lc 10, 30-37); con los pecadores públicos en el caso de Zaqueo (Lc 19,1-10); y con los que sufren enfermedad (Lc 13,10-13).


33. Frente a un mundo de desigualdades y de miserias, volcado en el ganar, gastar y gozar, Jesús nos propone que sólo cabe compartir, como en la multiplicación de los panes (Mc 8,1-19); desacralizar las riquezas como en la escena del joven que quiere seguir a Jesús (Mt 19,16-22) y apasionarse por la justicia y la solidaridad, como nos describe el juicio de las naciones (Mt 25,34‑46). Finalmente, a aquellos que quieren ocupar puestos importantes, Jesús propone servir con sencillez a los demás, como en la escena de los hijos de Zebedeo (Mc 10,35-45).


34. Ya San Ambrosio en el siglo IV clamaba: “El Señor Dios quiso que esta tierra fuera poseída en comunidad por todos los hombres, ofreciendo sus productos para el bien de todos, pero es la avaricia la que reparte el derecho de propiedad”. Y, un siglo antes, San Clemente de Alejandría dijo: “Dios creó el género humano para la comunicación y la comunión de unos con otros, como Él que empezó a repartir de lo suyo, y a todos los hombres suministró su Logos común, y todo lo hizo por todos. Luego todo es común, y no pretendan los ricos tener más que los demás”.


35. A partir del siglo XIX hasta nuestros días, la Doctrina Social de la Iglesia viene dando respuestas a los problemas sociales y económicos del momento. Esta enseñanza social de la Iglesia más que una teoría está orientada a la acción, así lo propuso Juan Pablo II: “Para la Iglesia, el mensaje social del Evangelio no puede considerarse como una teoría, sino, por encima de todo, un fundamento y un estímulo para la acción” (CA 57). De esta enseñanza social de la Iglesia emanan una serie de principios fundamentales que iluminan y dan repuesta a la situación de crisis económica que estamos viviendo. De entre ellos:


36. El principio fundamental es el de la dignidad de la persona. La misión de Jesús y el ejemplo de su vida han dejado claro la dignidad de la persona humana, las necesidades de los más débiles y las víctimas de la injusticia (SRS 42). Esta dignidad de la persona humana se basa en el hecho de que ha sido creada a imagen y semejanza de Dios. El ser humano es sujeto de derechos y deberes, de ahí que todos los bienes de la tierra deban ordenarse en función de la persona, centro y cima de todos los bienes de la tierra.


37. La dignidad de la persona no se concretaría sin este otro principio: el destino universal de los bienes formulado por el Concilio Vaticano II de esta manera tan clara y precisa: “Dios ha destinado la tierra y cuanto ella contiene para uso de todos los hombres y pueblos. En consecuencia, los bienes creados deben llegar a todos en forma equitativa bajo la égida de la justicia y con la compañía de la caridad” (GS 69). Este principio, para que sea efectivo, tiene que ser acompañado por la dimensión solidaria y fraterna de todas las personas y de todos los pueblos.


38. Juan Pablo II nos recuerda: “La Iglesia proclama y no cesa de trabajar por descubrir el valor del trabajo humano, y denuncia el fenómeno del paro, como resultado de la violación de la dignidad del trabajo humano” (LE 8) Y más tarde dice: “Ante la realidad actual, en cuya estructura se encuentran profundamente insertos tantos conflictos, causados por el hombre, …se debe ante todo recordar un principio enseñado siempre por la Iglesia. Es el principio de la prioridad del trabajo sobre el capital… Este principio es una verdad evidente, que se deduce de toda la experiencia histórica del hombre” (LE 12). En cuanto a las relaciones económicas, resulta perverso e inmoral la explotación del trabajador en beneficio del capital. La falta de trabajo puede convertirse en una verdadera calamidad social, siendo particularmente dolorosa en lo que respecta a los jóvenes. La obligación de prestar subsidio a favor de los desocupados es una obligación que brota del principio fundamental de orden moral en este campo del derecho a la vida y a la subsistencia (LE 18). Si la Iglesia de Cádiz y Ceuta es solidaria con los parados, dejará entrever el reinado de Dios.



3.- ¿Qué tenemos que hacer, hermanos? (Hechos 2,37).

39. Cuando aquellos hombres y mujeres escucharon a Pedro su discurso sobre Jesús muerto y resucitado, quedaron tocados en el fondo de sus corazones y, fue entonces, cuando preguntaron qué debían hacer. Es cierto que, cuando nos llega la Palabra al fondo del corazón, nos formulamos la pregunta sobre lo que hay que hacer para ser consecuentes con esa experiencia personal de Dios.


40. Una vez que el clamor de las personas que sufren las consecuencias de la situación de crisis económica ha llegado hasta nosotros y que Dios nos ha revelado a través de su Palabra y de la Enseñanza de la Iglesia que todo esto es un signo nuevo de los tiempos, considero que somos interpelados por la pregunta de qué debemos hacer.


41. Somos conscientes de que la solución de la crisis económica y de paro en la que nos encontramos insertos, supera nuestras posibilidades. Pero estamos convencidos de que podemos hacer mucho más de lo que estamos haciendo.


42. Es verdad que las pequeñas cosas no cambian las estructuras, pero pueden cambiar a los hombres, que son los que deben cambiar las estructuras. Muchos nos hacemos a veces la pregunta: “¿Qué debe ser primero la reforma personal o la social?” La respuesta debe ir encaminada para acometer simultáneamente las dos. Se dice, con acierto, que si las estructuras no cambian, no podrán ser justas las personas. Si las personas no se convierten, no podrán cambiar las estructuras.


43. Teniendo en cuenta la situación descrita, os ofrezco algunas propuestas que pueden responder a la pregunta de qué podemos hacer:

● 1º Revisar nuestra vida personal en esta Cuaresma sobre nuestros descontroles: egoísmo, avaricia, codicia, deseos de aparentar, deseos de poseer cosas y la falta de vida sobria y sencilla. Esto lo podemos hacer personalmente o dentro de nuestros grupos de formación.

● 2º Conocer y saber lo que es pasar por la situación económica y de paro en las familias sin trabajo, jóvenes sin empleo ni esperanza, barrios marginados que carecen de casi todo lo necesario, promoviendo una adecuada toma de conciencia por parte de la comunidad cristiana que nos lleve a una actitud de solidaridad cristiana.

● 3º Atender, de manera especial, a las familias emigrantes. Y, para todos, crear unos espacios de atención y seguimiento para que entre todos se puedan encontrar soluciones conjuntas. Os propongo, con todo cariño, y sé que se hace, intensificar el acompañamiento de las personas y las de familias que vengan en busca de nuestra ayuda.

● 4º Recortar, por parte de los empresarios cristianos y de buena voluntad, las ganancias económicas en favor de mantener los puestos de trabajo, evitando los despidos. Es el momento de una justa negociación.

● 5º Entregar, empezando por mí, los sacerdotes, religiosos, religiosas y todos los cristianos de la diócesis, el 10% (el diezmo) de nuestro salario a Caritas Diocesana para los afectados por la crisis. Al menos podría hacerse esta acción durante toda la Cuaresma como limosna penitencial. Consumir menos para que otros puedan consumir.

● 6º Pongamos atención a las informaciones y propuestas que durante todo este tiempo de la crisis nos haga Caritas Diocesana que será la que distribuya entre las caritas parroquiales más necesitadas lo que generosamente vayamos entregando. Caritas nos indicará la forma más efectiva de hacerlo. Es fundamental la coordinación. Así aparece en el Plan Diocesano de Pastoral de este curso, como una tarea comunitaria de la mesa de los bienes.

● 7º Pero no basta con las acciones personales, también debemos tomar conciencia de esta situación Cuaresma 2009 en nuestras instituciones diocesanas. Por esto pido a las parroquias, a las hermandades y cofradías, a las delegaciones y secretariados, a las comunidades neocatecumenales y carismáticas, a los movimientos y asociaciones que, de sus propios ingresos, hagan también un signo visible de solidaridad y sobriedad. La Conferencia Episcopal Española ha distribuido entre las Caritas Diocesanas la cantidad de 2 millones de euros.

● 8º Concienciar, por parte de los párrocos y catequistas, a los que celebren algunos de los Sacramentos para que sean sobrios tanto en el momento de la celebración litúrgica como en la fiesta que, con tal motivo, se suele realizar.

● 9º Volver a releer en los grupos algunos textos de la Doctrina Social de la Iglesia para replantearnos los valores cristianos que siempre, pero ahora más, deberíamos tener presentes.

● 10º Hacer oraciones en la Eucaristía, en las celebraciones litúrgicas y en la catequesis de los niños, para que Dios inspire a los gobernantes y ayude a todos los hombres y mujeres a encontrar las justas soluciones al problema de la crisis económica y social.





TERCERA PARTE
“ALGO NUEVO ESTÁ BROTANDO YA¿NO LO NOTÁIS?” (Is 43,19)



1.- ¿Hay una nueva alternativa?

44. Juan Pablo II invitaba a la búsqueda de un “sistema justo” que eliminara “en su raíz” la antinomia entre el trabajo y el capital (cf. LE 13). ¿Cómo sería este nuevo sistema necesario para la hora presente? Aunque no corresponde esta tarea a la Iglesia, sino a los especialistas de la ciencia económica, sí se pide que se trate de buscar un sistema más justo donde aparezca una concepción nueva del ser humano, el hombre solidario y comprometido cuyo motor sea el amor y la misericordia; un ser humano luchador para conseguir una tierra nueva donde haya un nuevo orden económico, ecológico, político y social.



2.-¿Hay motivos para la esperanza?

45. “Esperar contra toda esperanza”, dice San Pablo dirigiéndose a los cristianos romanos (4,18). Como Abrahán esperó, a pesar de la esterilidad de Sara, nosotros tenemos que esperar a pesar de las dificultades de la situación.


46. En esta Cuaresma de 2009 os invito a descubrir de nuevo “cual es la esperanza a la que habéis sido llamados” (Ef 1,18-19). Aunque la situación y la extensión del paro pueda generar desesperanza, los cristianos tenemos la responsabilidad moral de ser germen de esperanza en la sociedad: “Nuestra esperanza debe ser sostenida, más que por la confianza que nos merece la ciencia económica y las nuevas tecnologías, por la fe en el hombre y en Dios. La esperanza de los cristianos nace, en primer lugar, de saber que el Señor está siempre obrando en nosotros y en el mundo, y, en segundo lugar, que también otros hombres colaboran en acciones convergentes de justicia y de paz, porque bajo cualquier aparente indiferencia, existe, en el corazón de cada hombre, una voluntad fraterna y una sed de justicia y de paz que es necesario satisfacer” (OA 48).


47. Por todo ello, debemos seguir predicando la esperanza cristiana, no como evasión de la realidad concreta y de sus problemas reales, sino como un principio de vida, de ilusión y de optimismo. Por otra parte debemos ser testimonio de la esperanza cristiana que se niega al fatalismo de dejar al mundo en su mal, debemos resistir al mal con el bien que lucha por superar la división entre ricos y pobres, entre poderosos y débiles. Debemos ser testimonio de apoyo a iniciativas y organizaciones de hombres de buena voluntad que intentan un mundo unido y fraterno. Debemos ser testimonio siendo profetas que urgen las necesarias reformas políticas, económicas y sociales para que la justicia alcance a todos los hombres y mujeres del mundo.


48. Estamos aún a tiempo de iluminar la sociedad actual de humanismo y racionalidad. A pesar de tanto dolor y sufrimiento de las personas y de las familias por causa de la crisis, no podemos renunciar a la esperanza. Podemos renovar, con nuestras actitudes, con nuestro testimonio y con la ayuda de Dios, una escala de valores donde predomine la responsabilidad y la solidaridad. Con nuestras actitudes cristianas estaremos alimentando la esperanza de un mundo mejor. Sabemos que Dios inspirará nuevos caminos y todos estamos convencidos de que el hombre es capaz de cambio y de más racionalidad.





CUARTA PARTE
A MODO DE CONCLUSIÓN



1.- Situación, esperanza y responsabilidad.

49. La situación que hemos descrito y contemplado nos deja muy claro que estamos en unos momentos de gracia y que es la hora y asunto de Dios.


50. Los cristianos vemos en esta nueva situación una referencia al fundamento de nuestra esperanza: Dios el Padre de todos los hombres. La espera de la llegada definitiva y gloriosa del Reino de Dios no podrá ser excusa para desentendernos de los hombres en su situación concreta en su vida social, nacional e internacional, más aún, nuestro compromiso con Dios nos exige el compromiso con los hombres.


51. Asumir la propia responsabilidad en la marcha del mundo es preguntarse sinceramente: ¿qué puedo hacer yo, según mis capacidades y mi propia vocación? Esa responsabilidad se ha de concretar, de forma real y práctica, en obras de justicia y de amor por pequeñas que parezcan. Siempre será, al menos, signo y testimonio.



2.- María, Nuestra Señora de los Dolores

52. La Virgen María subió a Jerusalén, silenciosa y anónimamente seguía a Jesús, acompañada de un grupo de mujeres. La tradición nos dice que lo encontró en la calle de la Amargura, cuando Jesús, bajo el peso de la cruz, caminaba hacia el Calvario. Ciertamente estaba allí, junto a la Cruz del Señor y, desde allí, el Señor nos la entregó como Madre. Ella participó de manera singular y excepcional del misterio de la muerte y resurrección del Hijo.


53. Que en nuestra subida a Jerusalén en la Cuaresma del presente año, Ella, modelo de familia trabajadora, esté con nosotros en esta situación de crisis económica y social que padecemos e interceda por nuestras familias. Ella, que sufrió en su carne tanta injusticia, nos conduzca por el camino de la esperanza.


54. Que el mismo Espíritu que condujo a Jesús al desierto aliente y fecunde nuestras intenciones y proyectos en sintonía con los deseos y esperanzas de nuestros hermanos y hermanas que sufren las consecuencias de esta crisis económica.




Reza por vosotros, os quiere y bendice.


+ Antonio, Obispo de Cádiz y Ceuta




Cádiz, 25 de Febrero,
Miércoles de ceniza, de 2009.





ANEXO


Para la reflexión personal y el trabajo en los grupos.

1.- Se inicia el encuentro con la invocación al Espíritu Santo.


2.- A continuación se hace una lectura reposada del documento.


3.- ¿Qué parte o párrafos del documento me han impactado e interpelado más? ¿Por qué?


4.- ¿Cómo está afectando la crisis en la comunidad parroquial o en el grupo donde planteo y vivo la fe? ¿Qué datos tengo?


5.- ¿Qué puedo hacer de las ofertas que plantea el documento en el número 43?


6.- Se concluye rezando todos juntos la oración diocesana para el Jubileo Paulino:





ORACIÓN AL APÓSTOL PABLO


Apóstol Pablo,
apasionado de Cristo y de su evangelio.
Intercede por nosotros los cristianos.


Que podamos decir contigo:

“Para mí la vida es Cristo”


Ayúdanos a convertirnos en apóstoles de Jesús,
en un mundo necesitado de Dios y de humanidad.
Que no nos cansemos de luchar en

el noble combate de la vida cristiana.
Que construyamos comunidades eclesiales auténticas
vivificadas por el Espíritu de Jesús.


Alabamos junto contigo a Dios, nuestro Padre.
A él la gloria y a Jesucristo, el Señor,
por los siglos de los siglos. Amén


jueves, 26 de febrero de 2009

CUARESMA: «BUSCA LO AUTÉNTICO»


Autor: Roberto Sayalero Sanz, agustino recoleto.
Chiclana de la Frontera (Cádiz, España)
Fuente: "Entra y verás"


Comenzamos hoy la travesía de la Cuaresma. Un momento privilegiado para encontrarnos con Dios y con nosotros mismos. No hemos de vivir estos días como una lista de prácticas pseudo ascéticas sino como un tiempo de gracia para poder mejorar.


El trabajo de los restauradores consiste en buscar con todo su empeño el aspecto primigenio de la obra en cuestión. Bisturí en mano poco a poco van levantando las distintas capas hasta que se topan con la original. Sobran los añadidos. Interesa buscar lo auténtico para dar a la pieza su aspecto original.


De igual manera sucede en este tiempo de cuaresma. Hacemos un alto en el camino de nuestro seguimiento de Jesús para mirar cómo vamos, en qué cosas nos estamos apartando de lo que es ser cristianos. Tenemos por delante cuarenta días para intentar corregir esas posibles deficiencias y renovar nuestro bautismo la noche del sábado santo. Cuarenta días para buscar lo auténtico en nosotros.


Se dice y se escribe tanto sobre la Cuaresma. Se aguza tanto la observancia que en muchos casos en vez de un tiempo de repensar, de sosiego, se convierte en una lista de prácticas externas, muchas de ellas fruto de la teología más rancia, más trasnochada, y más dañina para una espiritualidad sana y honesta, que conduce no se sabe muy bien a qué, o mejor dicho con el único fin de aplacar la ira de un Dios cascarrabias e iracundo.


Cuaresma es tiempo de conversión para acercarnos a un modo de vivir más comprometido; tiempo de ayuno para mirar alrededor de una manera más amplia; tiempo de dar a manos llenas y sin esperar nada a cambio, de actuar voluntariamente, de descubrir que el amor es lo único que no puede pagarse y lo hemos recibido de Dios gratuitamente; tiempo de oración, de silencio que nos ayude a encontrar a Dios, a escuchar y rumiar su Palabra y, por tanto, a encontrarnos con nosotros mismos...


Desde este punto de vista no acabo de comprender por qué tiene que ser un tiempo de caras largas y de persianas bajadas, como si la seriedad y la sobriedad fuesen sinónimos de tristeza. Curiosamente el evangelio nos anima a lo contrario: «Cuando ayunéis no andéis cabizbajos, perfumaos…» Intentar mejorar por propio convencimiento es un reto que exige renuncias, efectivamente, pero el punto de mira está puesto en conseguir un objetivo que a buen seguro va a hacernos más felices de lo que hasta ahora somos.


En estos días de Cuaresma hablamos mucho de sacrificios, de renuncias, ayunos y penitencias. No tanto de oración y de limosna. Por si todavía queda algún despistado, habrá que recordar que el espíritu de sacrificio no es la inmolación gratuita, ni la renuncia masoca, ni el amargarse, por parecer más virtuoso ante Dios o ante la panda de cotillas interesados en la vida del prójimo. Hay quien piensa que ayunamos para sufrir, que hay que meterse un garbanzo en el zapato para vencer no se cuantas cosas malas. Así, sin más, como si fuéramos masoquistas religiosos o seres del planeta de los papanatas espirituales. Como si tuviéramos que pasar incomodidad, malestar o dolor para tener a Dios contento. Dejemos de vivir la cuaresma como borregos, creyendo que ya la vivimos porque hemos metido el jamón en el baúl y sólo comemos langostinos. La Cuaresma implica poner en marcha el costoso ejercicio de relativizar nuestras prioridades, para ver dónde está lo necesario y eso es más complicado que quedarnos en la condena del embutido. Ayunamos para crecer. Ayunamos para recordarnos a nosotros mismos que las cosas no son el fin, sino el medio. Ayunamos como una forma de mirar alrededor, y recordar que la realidad es mucho más amplia que nuestra propia situación. Ayunar no es "dejar de comer", no es hacer dieta, es aceptar de manera consciente que no somos el centro del mundo.


Ojalá nos impliquemos a fondo por algo o alguien que nos importe. De este modo habremos aprovechado el tiempo y la Cuaresma nos habrá servido para algo más que guardar la línea y creer que tenemos a Dios en el bolsillo. Cuarenta días en los que restaurar nuestro espíritu, en los que buscar lo auténtico dejándonos de monsergas e infantilismos y poder renovar nuestro bautismo siendo mucho más auténticos y, sobre todo, estando más satisfechos y contentos con nosotros mismos porque hemos intentado mejorar, aunque sólo sea un poquito, y nos hemos acercado más a lo que Dios nos pide.


Roberto Sayalero Sanz, agustino recoleto.
Chiclana de la Frontera (Cádiz, España)

Si quieres materiales para Cuaresma pincha aquí


sábado, 21 de febrero de 2009

«HOY YA NO TENGO ESOS SUEÑOS»

Autor: Pedro Casaldáliga
Fuente: “Amerindiaenlared”
Publicado el 20-02-2009




«Hoy ya no tengo esos sueños»,
Dice el Cardenal:


El Cardenal Carlo M. Martini, jesuita, biblista, arzobispo que fue de Milán y colega mío de Parkinson, es un eclesiástico de diálogo, de acogida, de renovación a fondo, tanto de la Iglesia como de la Sociedad. En su libro de confidencias y confesiones Coloquios nocturnos en Jerusalén, declara: «Antes tenía sueños sobre la Iglesia. Soñaba con una Iglesia que recorre su camino en la pobreza y en la humildad, que no depende de los poderes de este mundo; en la cual se extirpara de raíz la desconfianza; que diera espacio a la gente que piensa con más amplitud; que diera ánimos, en especial, a aquellos que se sienten pequeños o pecadores. Soñaba con una Iglesia joven. Hoy ya no tengo más esos sueños». Esta afirmación categórica de Martini no es, no puede ser, una declaración de fracaso, de decepción eclesial, de renuncia a la utopía. Martini continúa soñando nada menos que con el Reino, que es la utopía de las utopías, un sueño del mismo Dios.



Él y millones de personas en la Iglesia soñamos con la «otra Iglesia posible», al servicio del «otro Mundo posible». Y el cardenal Martini es un buen testigo y un buen guía en ese camino alternativo; lo ha demostrado.


Tanto en la Iglesia (en la Iglesia de Jesús que son varias Iglesias) como en la Sociedad (que son varios pueblos, varias culturas, varios procesos históricos) hoy más que nunca debemos radicalizar en la búsqueda de la justicia y de la paz, de la dignidad humana y de la igualdad en la alteridad, del verdadero progreso dentro de la ecología profunda. Y como dice Bobbio «hay que instalar la libertad en el corazón mismo de la igualdad»; hoy con una visión y una acción estrictamente mundiales. Es la otra globalización, la que reivindican nuestros pensadores, nuestros militantes, nuestros mártires, nuestros hambrientos…


La gran crisis económica actual es una crisis global de Humanidad que no se resolverá con ningún tipo de capitalismo, porque no cabe un capitalismo humano; el capitalismo sigue siendo homicida, ecocida, suicida. No hay modo de servir simultáneamente al dios de los bancos y al Dios de la Vida, conjugar la prepotencia y la usura con la convivencia fraterna. La cuestión axial es: ¿Se trata de salvar el Sistema o se trata de salvar a la Humanidad? A grandes crisis, grandes oportunidades. En idioma chino la palabra crisis se desdobla en dos sentidos: crisis como peligro, crisis como oportunidad.


En la campaña electoral de EE UU se enarboló repetidamente «el sueño de Luther King», queriendo actualizar ese sueño; y, con ocasión de los 50 años de la convocatoria del Vaticano II, se ha recordado, con nostalgia, el Pacto de las Catacumbas de la Iglesia sierva y pobre. En el 16 de noviembre de 1965, pocos días antes de la clausura del Concilio, 40 Padres Conciliares celebraron la Eucaristía en las catacumbas romanas de Domitila, y firmaron el Pacto de las Catacumbas. Dom Hélder Câmara, cuyo centenario de nacimiento estamos celebrando este año, era uno de los principales animadores del grupo profético. El Pacto en sus 13 puntos insiste en la pobreza evangélica de la Iglesia, sin títulos honoríficos, sin privilegios y sin ostentaciones mundanas; insiste en la colegialidad y en la corresponsabilidad de la Iglesia como Pueblo de Dios, y en la abertura al mundo y en la acogida fraterna.


Hoy, nosotros, en la convulsa coyuntura actual, profesamos la vigencia de muchos sueños, sociales, políticos, eclesiales, a los que de ningún modo podemos renunciar. Seguimos rechazando el capitalismo neoliberal, el neoimperialismo del dinero y de las armas, una economía de mercado y de consumismo que sepulta en la pobreza y en el hambre a una grande mayoría de la Humanidad. Y seguiremos rechazando toda discriminación por motivos de género, de cultura, de raza. Exigimos la transformación sustancial de los organismos mundiales (ONU, FMI, Banco Mundial, OMC…). Nos comprometemos a vivir una «ecológica profunda e integral», propiciando una política agraria-agrícola alternativa a la política depredadora del latifundio, del monocultivo, del agrotóxico. Participaremos en las transformaciones sociales, políticas y económicas, para una democracia de «alta intensidad».


Como Iglesia queremos vivir, a la luz del Evangelio, la pasión obsesiva de Jesús, el Reino. Queremos ser Iglesia de la opción por los pobres, comunidad ecuménica y macroecuménica también. El Dios en quien creemos, el Abbá de Jesús, no puede ser de ningún modo causa de fundamentalismos, de exclusiones, de inclusiones absorbentes, de orgullo proselitista. Ya basta con hacer de nuestro Dios el único Dios verdadero. «Mi Dios, ¿me deja ver a Dios?». Con todo respeto por la opinión del Papa Benedicto XVI, el diálogo interreligioso no sólo es posible, es necesario. Haremos de la corresponsabilidad eclesial la expresión legítima de una fe adulta. Exigiremos, corrigiendo siglos de discriminación, la plena igualdad de la mujer en la vida y en los ministerios de la Iglesia. Estimularemos la libertad y el servicio reconocido de nuestros teólogos y teólogas. La Iglesia será una red de comunidades orantes, servidoras, proféticas, testigos de la Buena Nueva: una Buena Nueva de vida, de libertad, de comunión feliz. Una Buena Nueva de misericordia, de acogida, de perdón, de ternura, samaritana a la vera de todos los caminos de la Humanidad. Seguiremos haciendo que se viva en la práctica eclesial la advertencia de Jesús: «No será así entre vosotros» (Mt 21,26). Sea la autoridad servicio. El Vaticano dejará de ser Estado y el Papa no será más Jefe de Estado. La Curia habrá de ser profundamente reformada y las Iglesias locales cultivarán la inculturación del Evangelio y la ministerialidad compartida. La Iglesia se comprometerá, sin miedo, sin evasiones, en las grandes causas de la justicia y de la paz, de los derechos humanos y de la igualdad reconocida de todos los pueblos. Será profecía de anuncio, de denuncia, de consolación. La política vivida por todos los cristianos y cristianas será aquella «expresión más alta del amor fraterno» (Pío XI).


Nos negamos a renunciar a estos sueños aunque puedan parecer quimera. «Todavía cantamos, todavía soñamos». Nos atenemos a la palabra de Jesús: «Fuego he venido a traer a la Tierra; y qué puedo querer sino que arda» (Lc 12,49). Con humildad y coraje, en el seguimiento de Jesús, miraremos de vivir estos sueños en el cada día de nuestras vidas. Seguirá habiendo crisis y la Humanidad, con sus religiones y sus iglesias, seguirá siendo santa y pecadora. Pero no faltarán las campañas universales de solidaridad, los Foros Sociales, las Vías Campesinas, los Movimientos populares, las conquistas de los Sin Tierra, los pactos ecológicos, los caminos alternativos de Nuestra América, las Comunidades Eclesiales de Base, los procesos de reconciliación entre el Shalom y el Salam, las victorias indígenas y afro y, en todo caso, una vez más y siempre «yo me atengo a lo dicho: la Esperanza».


Cada uno y cada una a quien pueda llegar esta circular fraterna, en comunión de fe religiosa o de pasión humana, reciba un abrazo del tamaño de estos sueños. Los viejos aún tenemos visiones, dice la Biblia (Jl 3,1). Leí hace unos días esta definición: «La vejez es una especie de posguerra»; no necesariamente de claudicación. El Parkinson es sólo un percance del camino y seguimos Reino adentro.



Pedro Casaldáliga
Circular 2009



viernes, 20 de febrero de 2009

DON TOMÁS MALAGÓN, MODELO DE SACERDOTE


Editorial de Noticias Obreras
Núm. 1.474 [16-02-09 / 28-02-09]


En la década de los setenta lo lunes no había periódicos, los periodistas descansaban. En su lugar, la Asociación de la Prensa publicaba «La Hoja del Lunes», cuya venta le ayudaba a mantener la asociación. En «La Hoja del Lunes», de Cádiz, del día 15 de Noviembre de 1976, viene la siguiente información:


    «Martes, 16: ‘‘Coloquios sobre la conciencia política cristiana’’. En la Casa de la Iglesia —Obispo Calvo y Valera, 26— tendrá lugar a las nueve menos cuarto de la noche una charla-coloquio, a cargo de don Tomás Malagón, sobre ‘‘Conciencia política cristiana’’. El día siguiente, a la misma hora, termina este breve ciclo con el tema ‘‘Formación de la conciencia política cristiana’’, desarrollado por el mismo conferenciante».

D. Tomás dedicó buena parte de su vida a la formación de militantes cristianos, formación que incluía la dimensión política de la conciencia, pero que no se agotaba en ella, pues pretendía formar apóstoles «en el pleno sentido que hay que dar a esta palabra, constructores de un mundo tal y tan verdaderamente humano que ante el Padre y ante los hombres sea ya, en plenitud y de hecho, gloria de Cristo».


Para D. Tomás, la conciencia política cristiana surge de nuestro encuentro con la Iglesia, de nuestro primer encuentro con la Iglesia, que es el bautismo. El bautismo nos confiere un objetivo para nuestra existencia: que la vivamos en coherencia con nuestros compromisos bautismales según la vocación que hemos recibido de Dios. Para interpretar esto es necesario tener en cuenta tres aspectos: El bautismo nos da una vida nueva: la vida de los hijos de Dios; nos une a Jesucristo y a su cuerpo que es la Iglesia; y nos unge en el Espíritu Santo que nos anima a repetir la mismas palabras de Jesús en la sinagoga: «El Espíritu del Señor está sobre mí; por lo cual me ha ungido para evangelizar a los pobres, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos, y a proclamar el año de gracia del Señor» (Lc. 4,18-19). Si separamos o eliminamos alguna de estas dimensiones estamos mutilando nuestra fe.


Esto no lo han entendido las personas y movimientos que han pretendido vivir su fe al margen de los pobres, de los cautivos, ciegos, oprimidos y de todos lo que esperan que se proclame el año de gracia del Señor, el año de la justicia. Tampoco lo han entendido las personas y movimientos que han pretendido reducir su fe al compromiso y vivirlo fuera, al margen o contra la Iglesia. Pero D. Tomás estuvo ahí, en medio de estos dos sectores, aguantando los palos que le venían de los dos sitios, tratando con infinita paciencia que todos llegasen a vivir una fe adulta, y con plena conciencia del revulsivo que había puesto en marcha:


    «Cierto que con militantes bien formados esas organizaciones y sus dirigentes, sus consiliarios y sus superiores jerárquicos, van a tropezar con más de un disgusto y van a dejar de disfrutar de ciertos favores y agasajos. Pero lo peor y más escandaloso es dedicarse a vivir con comodidad cuando hace falta y se nos exige vivir con heroísmo» («Encuesta y formación de militantes», Pág.13 y 14).

Estas palabras adquieren, a los veinticinco años de su muerte, una rabiosa actualidad: Lo peor que nos puede pasar a la Iglesia, a la HOAC y a los militantes es dedicarnos a vivir cómodamente cuando se nos exige vivir con heroísmo.


Bendito sea Dios que nos ha regalado la vida de D. Tomás. ■



EDITORIAL
Publicado en NOTICIAS OBRERAS:

Núm. 1.474 [16-02-09 / 28-02-09] pág. 5






sábado, 14 de febrero de 2009

SEBASTIÁN GONZÁLEZ BARROSO, ANTIGUO MILITANTE DE LA HOAC, NOMBRADO HIJO PREDILECTO DE LA CIUDAD DE JEREZ





Sebastián o la lucha de una generación

El mundo sindical, político y vecinal se volcó con el nombramiento de Sebastián González Barroso como Hijo Predilecto de Jerez

Sebastián González pide «militancia y compromiso social» contra la crisis.






El Ayuntamiento en Pleno otorga esta distinción “por sus valores de solidaridad y compromiso social”

La alcaldesa, Pilar Sánchez, ha entregado, en la tarde del viernes 13 de febrero de 2009, a Sebastián González Barroso el título de Hijo Predilecto de Jerez, en el transcurso de un solemne Pleno extraordinario convocado para tal concesión y celebrado en el Cabildo Antiguo.

La sesión, presidida por la alcaldesa, se inició con la intervención del teniente de alcalde, Juan Manuel García Bermúdez, en calidad de instructor del expediente abierto para la realización de la noble distinción “Sebastián González representa un compromiso en la historia de Jerez y así lo demuestran los múltiples homenajes y reconocimientos que ha recibido en los últimos tiempos por parte de asociaciones vecinales, sindicatos, partidos y ciudadanos”. El instructor destacó de la figura de Sebastián González su dignidad y eficacia así como la ayuda permanente y constante a los más necesitados y desfavorecidos de la sociedad.

Seguidamente intervino Manuel Montero en representación de los promotores del nombramiento que se han hecho llamar “los amigos y amigas de Sebastián”. Montero destacó que “Sebastián representa una pluralidad amplia y diversa de Jerez, toda la generación que vivió la persecución de la dictadura, la transición y la lucha por la democracia. Todos ellos requerían y necesitaban ser reconocidos y la persona de Sebastián dignifica y llena de contenido a toda esa generación”.

A continuación, la alcaldesa entregó el título de Hijo Predilecto de Jerez a Sebastián González “como muestra de la nobleza de una ciudad que sabe reconocer a sus mejores hijos y nuestra lealtad hacia los valores de la solidaridad y el compromiso social”.

Sebastián González tomó la palabra para decir “me siento abrumado y glorioso. Es para mí un honor recibir este título. Acepto y recibo este nombramiento también en representación del grupo humano con el que compartí trabajo, lucha y sacrificio, fue fundamental para alcanzar las cotas de libertad que hoy hemos alcanzado. Quiero dar fe pública de lo rentable que ha sido la dedicación al compromiso social”.

González Barroso hizo un llamamiento a la ciudadanía: “la crisis económica ya se está cobrando sus primeras víctimas y como siempre lo pagan los más débiles. Hay que salir a la calle e intentar cambiar lo que sucede. Las herramientas son las mismas: compromiso social y la militancia, que significa meterse en el compromiso con pasión y dedicación y no a medias tintas”.

Pilar Sánchez argumentó el gesto del Ayuntamiento con el homenajeado haciendo un recorrido por los valores claves en los que ha destacado Sebastián González a lo largo de su vida “es el reconocimiento a un camino, a una vida, cuya calidad más extraordinaria es que nos conduce a muchas otras vidas, a muchos otros caminos, a una memoria colectiva que ya nunca quedará olvidada más allá de la efímera vida de quienes podemos contarlo. Jerez se reencuentra hoy con el recuerdo de años cada vez más lejanos pero que, por ser memoria viva, no son aún historia. Años de Transición en los que los jerezanos y las jerezanas, como el conjunto de los españoles, afrontábamos nuevos retos, nuevos horizontes y nuevas necesidades, y descubríamos al mismo tiempo que todo o casi todo estaba por hacer. Tiempos de serias dificultades, profundas carencias y escasez de referentes que fuimos capaces de superar con éxito gracias al trabajo abnegado, silencioso y constante de personas como Sebastián, gracias al liderazgo ilusionante y esperanzador de ciudadanos y ciudadanas anónimos que hoy se verán reflejados en este emotivo acto”.

La regidora jerezana también manifestó que “la causalidad ha querido que este reconocimiento oficial coincida en el tiempo con otra época de graves dificultades en lo económico y en lo social que tiñen nuestras vidas de incertidumbre y desesperanza. Por todo ello, este solemne Pleno debe servirnos también a todos y a todas, con el permiso de Sebastián, para recuperar la confianza en nosotros mismos, para recobrar la ilusión en el futuro y para convencernos de que un mundo mejor sigue siendo posible”.

La alcaldesa concluyó “he aquí el gran mérito del flamante Hijo Predilecto de Jerez, a quien sin embargo no debemos tener el atrevimiento de pedir un nuevo esfuerzo. Nos bastará su larga contribución, su consejo y su ejemplo para que Jerez y su ciudadanía volvamos a mirar hacia el horizonte con la plena convicción de que juntos podemos alcanzar lo que nos propongamos”.


Fuentes: Ayuntamiento de Jerez. Diario de Jerez. La Voz Digital. Blog de Joaquín del Valle (I.U.)

miércoles, 11 de febrero de 2009

25 Aniversario de la muerte de D. Tomás Malagón Almodóvar (27 de febrero de 1984-2009)


Fuente: ECLESIA DIGITAL

Su huella continúa viva en la Iglesia como:

Testigo de Jesucristo, plenamente dedicado a la evangelización del mundo obrero.

• Creador y divulgador de teología pastoral en diálogo con los movimientos filosóficos, culturales, sociales y eclesiales del momento.

• Animador y acompañante de la vida y misión de la HOAC y sistematizador de su Plan y Metodología de Formación, juntamente con G. Rovirosa.

• Ejemplo de comunión fiel y sufriente con la Iglesia.

Los actos conmemorativos tendrán lugar los días 27 y 28 de febrero en Madrid y Valenzuela de Calatrava. En ellos celebraremos sendas Eucaristías presididas por D. Antonio Mª Rouco Varela y D. Antonio Algora, respectivamente.

Para ver programa, pulsar «AQUÍ»



Tomás Malagón, el sacerdote que creyó en los pobres


Desde la otra España

Cuando Tomás Malagón volvió al seminario tras la guerra civil venía de la otra España. Para él los militantes obreros que habían luchado con la República, la mayoría de ellos católicos, no eran el monstruo que pintaba la propaganda franquista y a los que se seguía fusilando en las cárceles; es más, la convivencia con los marxistas en el frente le había cuestionado sus convicciones más profundas y, en aquella España del nacionalcatolicismo, su crisis vocacional iba a ser ciertamente atípica: se planteaba si el marxismo o el cristianismo eran la verdadera respuesta a la injusticia que sufre la clase obrera.

A pesar del ambiente de esa fábrica de líderes llamados a dirigir a otros ‘menos-persona’ que ellos que siempre ha sido Comillas, la providencia le iba a poner al lado a un santo, el P. Nieto, que aceptó el reto de escucharlo en su búsqueda de Cristo, como única respuesta definitiva a los interrogantes del hombre, también a las injusticias que oprimen a la clase obrera y a los graves errores apostólicos y políticos con que los mismos cristianos la habían echado de la Iglesia en las décadas anteriores.

De este modo la Iglesia española iba a contar con un sacerdote dispuesto de hecho a posponer sus intereses a los de Cristo, cosa nada frecuente. Un sacerdote que no sólo era una de la cabezas mejor preparadas de su tiempo para el pensamiento filosófico y teológico, sino que vitalmente estaba libre de la ideologización nacionalcatólica de la fe –de ese “falso cristianismo” que había expulsado a la clase obrera y del que tanto hablaban Pío XI y Pío XII- y que ya había superado la tentación del marxismo, que desde los años sesenta seduciría a buena parte del apostolado obrero español.


Creer en los pobres, es creer en Cristo.

Libre ya de la confusión entre la fe y el Reino de Dios con una opción política, con su lógica y su estrategia, D. Tomás podía ver la realidad descubriendo en ella la fuerza elegida por Dios para hacer avanzar la historia hacia una mayor liberación: los pobres. Los últimos de la tierra en los que Cristo se ha encarnada y que proclama como sus preferidos; esos que, por carecer de poder e influencia, Herrera Oria había rechazado, buscando sólo a los “selectos”, y que Lenin utilizaba como por “tropa de asalto” al poder a las ordenes de la élite del partido.

Y la Iglesia lo llamó para ser el sacerdote de los pobres. En 1954 llegaba a la comisión nacional de a la HOAC para ser consiliario de los obreros y poner a su servicio todas sus capacidades, colaborando mano a mano con Guillermo Rovirosa y otros conversos, en lo que ha sido una de las obras misioneras más importantes del siglo XX: la evangelización de la clase obrera y su reconciliación con la Iglesia tras la barbarie de la guerra civil.
Fueron treinta años de servicio hasta su muerte. De búsqueda y fidelidad a Cristo, la Iglesia y los pobres… en los que se añadió la Editorial ZYX, que encarnaba la adultez del apostolado laico que después reconocería el concilio Vaticano II. Ver el mundo desde la realidad: desde los empobrecidos de la tierra.

Veinticinco años después de su muerte la historia la ha dado la razón. Los medios que, junto a Rovirosa, puso en marcha para la formación de militantes también son hoy respuesta para formar militantes cristianos pobres en una nueva sociedad: los cursillos apostólicos de Conversión y Contemplación y Lucha, el Plan Cíclico, el método de encuesta,… que demostraron la eficacia histórica de los pobres permitiendo que en España hubiera una transición pacífica y una generación preparada para entender el Vaticano II, son hasta hoy herramientas válidas para la nueva evangelización.

Para ver programa, pulsar «AQUÍ»


martes, 10 de febrero de 2009

CUATRO PALABRAS CONSTITUYENTES


Fuente: CIUDAD REDONDA
Autor: Bonifacio Fernández, cmf



Hay cuatro palabras que expresan cómo se funda la alianza de amor conyugal. Cuatro palabras que robustecen la relación conyugal. Y la recrean en la vida ordinaria.


1. Te reconozco

Nadie había visto en mi lo que tu has descubierto; desde que te conozco soy distinto; nadie me había querido. Tú valoras mis cualidades; tú has creído en mí. Has confiado en mí. Me has conocido y reconocido más allá de las apariencias; más allá de mis rendimientos en los estudios o de mi posición social. Me has reconocido como una persona única, irrepetible. Me has visto cuando era invisible para muchos otros. Te has fijado en mí.

Has despertado lo mejor de mi mismo. Me llamas a la superación; a ser digno de ti. Tu presencia es vocación y evocación para mí. Tu amor me llena de energía, da sentido nuevo a mi vida. Me reconozco a través de tu mirada de amor; te reconozco a través de la mía.



2. Te prometo

Me has dado tu palabra de amor; me has dicho que me quieres, que me eliges. La palabra es promesa. Significa detener un poquito el tiempo; erguirse sobre su prisa devoradora. Me has dado estabilidad. Me has hecho confiar en la mirada al futuro.

No has despejado todos los temores. Pero tu promesa de alianza me da seguridad y confianza en el fluir del cambio y del tiempo. Puedo arriesgarme contigo, gracias a tí. Soy capaz de mirar al futuro con ojos de confianza. Tú en mí, yo en ti. Juntos acometemos un proyecto de vida especial, único, irrepetible. Juntos dejaremos padre y madre…



3. Te comunico

Tanto el reconocimiento como la promesa se expresan en la palabra. Tal vez el flechazo comenzó en la mirada, en la sonrisa. Pero la palabra es un ingrediente imprescindible. La vinculación se expresa por la palabra; se renueva por la palabra. La comunicación es la que crea la trama de la relación. Esto sucede en los grandes momentos como la declaración de amor, el sí de la boda o el sí de su renovación. Y sucede también en la comunicación de las pequeñas cosas de la vida cotidiana.

En la medida en que la comunicación es personal e incluye los sentimientos personales, las alegrías, los enfados, las decepciones, esa relación sigue estando viva. Tiene color. Es estimulante para los cónyuges mismos. Contrarresta el aburrimiento. Va expresando tanto el deseo sexual como la ternura; tanto lo que te necesito cuanto lo que te amo. Se trata de una comunicación que no oculta las decepciones y las crisis; la unidad y la distancia.



4. Te perdono

No está de moda, en tiempos del complejo de inocencia. Pero uno de los dones del matrimonio es la capacidad y el don de perdonar. La convivencia crea roces. Amar a alguien es darle la capacidad de herirme. Las personas que me resultan indiferentes no pueden herirme interiormente. No pueden decepcionarme porque propiamente hablando no espero nada de ellas. Pero la persona amada tiene un gran poder de herirme. Y a veces lo ejercita. Por acción. Por omisión u olvido.

Por eso el perdón es un aprendizaje muy necesario en la vida de pareja. Y consta tanto del pedir perdón como de otorgar el perdón. La convivencia adulta y duradera no es posible entre un hombre y una mujer si no es a base del perdón.

Perdonar es la capacidad de mirar a la persona y a su amor por mí. Es alejar la mirada de lo que ha hecho o dicho. Es ponerme en su lugar. Recibir o dar el perdón supone reconocer la vulnerabilidad propia y la de la otra persona, tocar y aceptar su debilidad y la mía. No soy irreprochable.

Matrimonios que viven así son una gran buena noticia para mi.


jueves, 5 de febrero de 2009

GAZA: MATANZA ENTRE HERMANOS


Editorial de Noticias Obreras
Núm. 1.473 [01-02-09 / 15-02-09]



Todo empezó con Abraham. De su sierva Agar nació su primer hijo, Ismael. De su mujer Sara el segundo, Isaac. Los judíos se consideran descendientes de Isaac. Los árabes de Ismael. El pueblo judío y el pueblo palestino, que llevan toda la vida enfrentados, son en realidad pueblos hermanos.


Tras la destrucción por los romanos del templo de Herodes, en el año 70 de nuestra era, los judíos empezaron a dispersarse por el mundo. El holocausto nazi, y el soborno a algunos países que estaban en contra, impulsaron a las recién creadas Naciones Unidas a promulgar la resolución 181, en la que se aprobaba la partición de Palestina para crear dos Estados, uno judío y otro árabe. Estamos a finales de 1947, pero antes, Palestina había estado, después de la dominación romana, bajo la dominación del Imperio Otomano y, después de la I Guerra Mundial, bajo la dominación de los franceses e ingleses.


El Estado de Israel se constituye en 1948. En este mismo año comienzan las guerras entre árabes y judíos, y comienza la dispersión del pueblo palestino, cuyo número de refugiados alcanza en la actualidad a cuatro millones de personas.


Podría parecer que en este espacio de tiempo, en el que la ciencia y la técnica han avanzado tanto, también lo hubiera hecho la capacidad humana para resolver conflictos. No ha sido así. El avance de la ciencia y de la técnica se ha utilizado para incrementar el poder de destrucción, terror y muerte. Lo que evidencia una vez más que razón y ciencia no acaban de encontrarse. Que la misma razón de la que surge la ciencia es la que luego la utiliza para sembrar el terror y la muerte. Que es la misma razón humana la que ordena destruir escuelas, hospitales, casas y mezquitas sin importarle lo más mínimo la vida de muchos inocentes que se pierde entre los escombros. Lo importante es que el líder, el cabecilla, ha caído, si con él lo han hecho treinta niños, treinta víctimas inocentes, hay que lamentarlo, pero son los «efectos colaterales», un eufemismo que los hombres se han inventado para eludir el calificativo de asesinos, de asesinos de inocentes, de asesinos de niños, mujeres y ancianos.


El pueblo judío y el pueblo palestino están condenados a entenderse. De las tres salidas posibles: eliminación de uno de los dos pueblos; guerra permanente y coexistencia pacífica en dos Estados diferentes, parece que la más racional, la más humana es la coexistencia, y no dudamos de que algún día se alcanzará. Lamentablemente ese día nos preguntaremos: ¿Cómo es posible que esta solución no se haya producido antes? ¿Por qué han sido necesarias decenas de miles, quizás millones, de víctimas inocentes para llegar a una solución que ya estaba al principio? No tendremos respuestas, la barbarie nunca tiene respuesta, pero sí paga un precio: la deshumanización


Nuestra humanización se hace jirones y se destruye ante tamaño desatino. El pueblo judío, con la matanza de inocentes, ha echado sobre sí una pesada lacra que lo acompañará por siempre. El pueblo palestino lamentará no haber seguido el camino de paz que emprendió Arafat. Los pueblos del resto del mundo tenemos un serio problema: salvo honradas excepciones, permanecemos impasibles ante la muerte de inocentes. ■



EDITORIAL
Publicado en NOTICIAS OBRERAS:
Núm. 1.473 [01-02-09 / 15-02-09] pág. 5














lunes, 2 de febrero de 2009

LUGO SE ENCONTRÓ CON SUS MAESTROS BOFF Y FREI BETTO


Fuente: RELIGIÓN DIGITAL

El presidente paraguayo Fernando Lugo aprovechó su estadía en Belém do Pará, Brasil, para reunirse con sus maestros de la Teología de la Liberación, Leonardo Boff y Carlos Alberto Libanio Christo, Frei Betto. En el marco de un emocionado encuentro con ambos, según relatan los reportes de la agencia EFE, el mandatario asistió ayer, en horas de la mañana, al foro sobre Teología de la Liberación.


El evento reunió a centenares de concurrentes de distintos países del continente.


"Cuando me preguntaron por qué Lugo se metió en política, respondí que lo hizo porque seguía los pasos de su maestro, el prisionero político Jesucristo", señaló Frei Betto luego de una alocución del presidente paraguayo.


Por su parte, Lugo manifestó que la Teología de la Liberación tuvo un rol fundamental en su vida e incidió además en su mirada política. Recordó que esta teología sirvió para que los cristianos pudieran tener un criterio de fe y de vida, con conciencia crítica sobre su realidad.


"La Iglesia conservadora divorció la fe de la vida y la Teología de la Liberación llegó para reunirlas", precisó.


El presidente paraguayo reconoció a Boff como su "padre espiritual" al afirmar que al introducirlo en esa línea teológica, lo "salvó de acabar convertido en un burócrata de los santos oficios".


LUGO Y JESÚS.

Frei Betto comparó la "persecución" que sufrió Jesús con lo que le tocó vivir a Lugo en la Iglesia Católica cuando decidió dedicarse a la vida política.


"Jesús fue detenido, sometido a un juicio político, torturado y condenado a muerte. Siguiendo ese ejemplo, los cristianos siempre han hecho política, aunque algunos en favor de los oprimidos y otros en favor de los opresores", sentenció.


Lugo confesó que gracias a ese movimiento religioso tuvo "el olfato necesario para tomar el camino" que le indicaba su "conciencia".


UN MERCOSUR "RELIGIOSO"

El presidente Fernando Lugo, quien ejerce la titularidad pro témpore del Mercosur, anunció ayer que introducirá un Encuentro de Iglesias en el calendario de reuniones del bloque regional. La cita está marcada para el 12 y 13 de marzo.


El objetivo es convocar a "un encuentro de Iglesias del Mercosur para que den la perspectiva de cómo ven la integración", explicó Lugo.


Planteó de esta manera que "el Mercosur también tenga un rostro religioso". Alegó que planea invitar a este "diálogo ecuménico" a destacados teólogos de la liberación como Leonardo Boff y Frei Betto.


"Que el Mercosur también tenga un rostro religioso", dijo, al anunciar que invitará a este "diálogo ecuménico" a destacados teólogos de la liberación como Leonardo Boff y Frei Betto.


El presidente de Bolivia, Evo Morales, en un debate con sus colegas de Brasil, Venezuela y Ecuador, criticó a los "jerarcas de la Iglesia Católica, enemigos de las transformaciones pacíficas".


domingo, 1 de febrero de 2009

CLAUSURA DEL NOVENO FORO SOCIAL MUNDIAL (FSM)


Foto: PRENSA LATINA
Fuente: ATRIO

    Representantes de unos cinco mil movimientos sociales concluyen hoy en Belén (Brasil) el Noveno Foro Social Mundial (FSM), con la certeza de que urge pasar a una etapa de lucha más ofensiva frente al capitalismo global.

El Foro debe prepararse para pasar a la ofensiva, remarcó el presidente venezolano, Hugo Chávez, en esta ciudad amazónica capital de la provincia de Pará y sede del encuentro.

Es hora de que veamos cómo hacemos para que la consigna Otro mundo es posible sea llevada a la práctica. No alcanza con intercambiar experiencias entre militantes de todos los continentes, opinó el intelectual brasileño Emir Sader.

Consideró Sader que con los años el movimiento se ha visto obligado a dar respuestas a realidades que superan sus propuestas iniciales, de ahí los nuevos desafíos.

Durante seis días más de 100 mil personas provenientes de 150 países examinaron temas como la crisis económica internacional, el deterioro medioambiental, las problemáticas de los indígenas, de los sin tierra y de las mujeres, y la paz mundial.

Momento histórico del FSM, que distinguió esta edición de las anteriores, fue la participación en los debates de los mandatarios Evo Morales de Bolivia, Hugo Chávez de Venezuela, Rafael Correa de Ecuador, y Fernando Lugo de Paraguay.

Pero tan importante como la presencia de los líderes políticos, ha sido la numerosa presencia de la juventud que nos describe el siguiente artículo:


En el Foro Social Mundial una nueva generación de rebeldes


    La mayoría de estos rebeldes del Siglo XXI presentes en el Foro Social Mundial de la ciudad brasileña de Belén reniega de los partidos políticos, apuesta por los movimientos sociales y promueve el fin de la cultura del consumo , un asunto que ha estado presente en todos los debates del encuentro que culmina hoy.
El Foro Social Mundial tiene ya una nueva generación encarnada por adolescentes que eran niños cuando se celebró la primera cita en 2001, y este año poblaron un campamento en el que empezaron a creer que “otro mundo es posible”.

La mayoría de estos rebeldes del Siglo XXI presentes en el Foro Social Mundial de la ciudad brasileña de Belén reniega de los partidos políticos, apuesta por los movimientos sociales y promueve el fin de la “cultura del consumo” , un asunto que ha estado presente en todos los debates del encuentro que culmina hoy.

Así como los militantes de los años 60, tienen serios compromisos políticos, pero prefieren actuar en los movimientos sociales y no en los partidos, son profundamente ecologistas y rechazan toda forma de violencia, sea de izquierdas o de derechas.

Muchos son chicos de entre 15 y 20 años, que en 2001, cuando se celebró el primer Foro Social en Porto Alegre (sur de Brasil) , pensaban más en juguetes que en tratar de hacer del mundo un lugar mejor.

“Hace nueve años yo no estuve en el foro, pero mi padre sí” , dijo a Efe Vania, una chica de 16 años que llegó a Belén con un grupo de amigos y una mochila al hombro, precisamente desde Porto Alegre.

Vania y sus amigos han pasado una semana en el “Campamento de la Juventud” , una experiencia de socialización nacida en el Foro Social de 2002 y que desde entonces se repite en cada cita del movimiento contra la globalización.

Esta vez, en Belén, el campamento ha contado con cerca de 15 mil jóvenes, que han compartido comida, sufrido las habituales lluvias de esta ciudad amazónica y socializado hasta en las duchas, colectivas y al aire libre.

Algunos chicas y chicos pudorosos optaron por ir a las duchas con playeros trajes de baño, pero también muchos decidieron ir desnudos, como en sus propias casas, y todo en la mayor armonía.

La primera impresión para quien visitó el campamento fue de que reinaba la más caótica anarquía, pero en realidad no fue así y allí imperó una militante disciplina, que reguló hasta el consumo de alcohol y de drogas, aunque con alguna concesión para la marihuana.

Los acampados fueron obligados a clasificar con el mayor cuidado la basura producida, que fue separada entre orgánica e inorgánica, y participaron cada día en cientos de actividades y debates sobre socialismo, feminismo, ecología y hasta asuntos esotéricos.

También hubo talleres de tatuajes, en los que incluso se promovió una curiosa integración de culturas.

Indios de tribus amazónicas se unieron a jóvenes latinoamericanos para enseñarles sus propias técnicas y hasta pintaron a decenas de ellos.

Uno de los espacios del campamento fue la “Aldea de la Paz” , en la que participaron jóvenes pacifistas de una treintena de países que promueven la espiritualidad ecuménica, sólo consumen alimentos orgánicos y claman por un mundo sin guerras ni fronteras.

Al caer el sol, cada noche en el campamento hubo fiesta y mucha música, contra la que quienes querían dormir no podían protestar.

“El foro es libre. Aquí se protesta contra el capitalismo, pero no contra la música” , explicó el chileno Diego Gorostiaga, que empuñaba una guitarra y entonaba con unos amigos canciones de Víctor Jara, de una época en que él “ni siquiera pensaba en nacer” , dijo.

Antiguos temas de los cubanos Pablo Milanés y Silvio Rodríguez, del uruguayo Daniel Viglietti o del venezolano Alí Primera y el reggae de Bob Marley le han dado un tono musical y militante al campamento.

D. ANTONIO CEBALLOS ATIENZA: ENTREVISTA EN EL DIARIO DE CÁDIZ


Fuente: DIARIO DE CÁDIZ
Autor: Pablo-Manuel Durio

"Yo quiero pasar desapercibido, en silencio.
Como llevo quince años"


Ceballos destaca como principales logros de su mandato la atención a los inmigrantes, la recuperación del patrimonio o el traslado del seminario de Sevilla a Cádiz · Se muestra con fuerzas para seguir


Hace quince años tomó posesión como obispo de Cádiz y Ceuta. Ahora, Antonio Ceballos Atienza (31 de julio de 1935. Alcalá la Real) hace balance del período transcurrido y de los cambios que ha sufrido la diócesis, los logros obtenidos y los aspectos por mejorar.


"No me gusta hablar de mí", asegura, insistiendo en que nunca antes se había pronunciado tan abiertamente ni había hablado de aspectos tan personales. Pero hoy, cuando cumple una década y media como máximo responsable de la Iglesia gaditana, hace una excepción.


Pregunta: -Quince años ya desde que tomó posesión como obispo de Cádiz y Ceuta, ¿cuál es su valoración?

Respuesta: -Han pasado estos años rápidamente. Entre gozos y dolores. Estoy muy contento de estar en esta querida diócesis a la que amo entrañablemente. Han sido años de intenso trabajo pastoral, realizado con ilusión y con entusiasmo; eso sí, han sido unos años rápidos, quizás por el trabajo tan intenso que he llevado a cabo, del cual no me arrepiento. He procurado servir gratuitamente a esta diócesis y a su gente, los gaditanos y los ceutíes.


P: -¿Cómo definiría esta diócesis de Cádiz y Ceuta?

R: -Me lo pones muy difícil. Es una diócesis muy compleja pero encantadora. Una diócesis que se destaca por su gente; el gaditano es una persona muy singular, tiene un ingenio que lo demuestra sobre todo en los carnavales pero también en su humor de cada día.

Esta diócesis tiene de todo. Es muy rica en dones y con muchos problemas, con unos setecientos cincuenta mil habitantes los que tiene entre Cádiz y Ceuta. Es muy muy rica y necesita de mucho tiempo y de muchas personas.


P: -¿Es complicado llevar una diócesis con dos ciudades distintas y en dos continentes distintos?

R: -Siempre recuerdo que el Papa Juan Pablo II, en la última audiencia privada que mantuve con él, me lo encontré señalando en un mapamundi Ceuta. Y le dije: "sí, Santo Padre, Ceuta, continente africano; y Cádiz, continente europa". Y él se quedó mirándome. Señalaba Ceuta por los problemas existentes entonces de los inmigrantes.

La diócesis está muy bien dotada; de sacerdotes preparados, de laicos, de religiosos, de religiosas..., que son unos grandes colaboradores. Sin ellos el obispo podría hacer muy poco. Es una diócesis en donde el obispo es como un misionero, por tierra, por mar y a veces hasta por aire; la presencia del obispo es muy importante, y eso lo he querido cuidar, me he hecho presente todo lo que he podido, lo que al mismo tiempo me lleva al conocimiento de las personas y de las instituciones. Esto es difícil, pero se lleva a cabo muy bien, sobre todo cuando se tienen buenos colaboradores.



P: -¿Y cómo se definiría usted como obispo?

R: -Ahora sí que me lo pones difícil, porque yo quiero pasar desapercibido, en silencio. Como llevo quince años. Sinceramente, soy un obispo que con sencillez y humildad desea ser un buen pastor. Con lo que tengo, soy y sé quiero servir y realizo este esfuerzo de cercanía con todos. Es decir, deseo servir a las distintas personas e instituciones presentes en la diócesis. Este esfuerzo de cercanía lo he realizado en estos quince años y seguiré realizándolo. Y trabajo y me esfuerzo por la comunión, por la hermandad...


P: -¿Destacaría algunos aspectos que haya conseguido como obispo?

R: -He dedicado diez años a la visita pastoral en toda la diócesis. Se dice muy pronto, pero han sido diez años recorriendo la diócesis, palmo a palmo; todas las parroquias y todos los rincones de la diócesis donde hay un cristiano. Y no sólo las parroquias, sino también los religiosos, los movimientos de todo tipo, todas las hermandades... He gozado mucho, pero debo reconocer que han sido muchas horas. Eso queda ahí.

También he celebrado un Sínodo Diocesano que culminó en el año 2000, en el que colaboraron diez mil personas y mil grupos. He ordenado a lo largo de este tiempo a más de cuarenta sacerdotes y en el seminario actualmente son veintiún seminaristas. El seminario está presente en la diócesis y aquí en Cádiz; era un deseo que cuando llegué de obispo vi que podía hacerlo (el Seminario estaba en Sevilla entonces) y hoy creo que debemos estar contentos por esta determinación.



P: -¿Ha cambiado la diócesis desde que usted llegó hasta hoy? ¿En qué aprecia esos cambios?

R: -En primer lugar hay que considerar cómo la diócesis sufre los cambios en lo social, en lo político, en lo religioso,... En quince años ha sufrido muchos cambios y eso ha repercutido enormemente en la vida de todos los que formamos la diócesis. Ha sufrido la ola de laicismo, la mentalidad materialista, el relativismo, el consumismo. Y hay algo que también me preocupa, ese vacío de Dios. Pero ante esto tiene una riqueza, la religiosidad popular y las hermandades y cofradías, que el obispo cuida muchísimo en medio de las dificultades. También está viviendo ahora la situación de crisis y de paro.

Un fenómeno destacado ha sido el de la inmigración, realidad que me encontré apenas llegar y que me obligó a nombrar un delegado. Esta diócesis se define por la sensibilidad de todos hacia la atención a los inmigrantes, una atención, hay que reconocerlo, exquisita. Junto a ello, la atención a los pobres en todas las parroquias, donde Cáritas trabaja magníficamente, y ahora más dado la situación que vivimos.

Otra cosa que destaco es la atención al Patrimonio. Si Dios quiere, en este tiempo va a quedar prácticamente todo el patrimonio consolidado, rehabilitado y embellecido; que no es poco, lo que hay que agradecer a todos los que han colaborado.


P: -¿Cómo se encuentra en la actualidad la Iglesia de Cádiz y Ceuta?

R: -Seré muy breve. La Iglesia diocesana goza de buena salud en medio de toda esta situación que estamos viviendo.


P: -¿Cuáles son sus puntos fuertes y sus necesidades más destacadas?

R: -Todos están trabajando muy bien: los religiosos, los sacerdotes, los jóvenes, la familia, a la que hemos dedicado tres años de trabajo no sólo teórico. Se está trabajando en la atención a los inmigrantes, que antes se marchaban y ahora se quedan aquí. Tenemos que destacar aquí el centro "Tierra de Todos", donde se está realizando una magnífica labor. También hay que destacar las hermandades y cofradías, que están con sus reglamentos al día y cuyos problemas yo creo que hay que hacer como las familias, arreglarlos en casa.

Lo que más me preocupa es el paro, la economía, los inmigrantes, el mundo de la cultura, la formación religiosa permanente e integral de las personas...

Otro aspecto donde no hemos llegado a la altura ha sido en los medios de comunicación social. Para esto, lo último que he hecho ha sido mandar a un sacerdote a que haga periodismo, he visto que ahí está la clave: si tenemos una persona así, tendremos los medios al día. Si no, estaremos un poco ahí renqueando.



P: -¿A qué se refiere con el mundo de la cultura?

R: -A la formación cultural, al nivel cultural, a estos problemas, por ejemplo, que hoy existen de la huida de los jóvenes del Bachillerato. El mundo de la cultura es muy importante y en Cádiz se está trabajando, y aquí también, porque es necesario que todos pongamos de nuestra parte porque es de enorme importancia en este siglo XXI.


P: -¿Ser obispo le ha aportado más alegrías que tristezas, o viceversa?

R: -Fíjate qué pregunta me haces. Vine para servir a esta diócesis. Y realmente que este servicio me ha llenado de muchas alegrías. También de mucho dolor. El dolor y la tristeza me han acompañado en estos quince años, porque cuando estás cerca de la gente y las instituciones participas de sus dolores y tristezas. Yo diría que el agridulce está a la orden del día de un obispo.


P: -¿Cuál ha sido su mejor recuerdo como obispo de Cádiz y Ceuta?

R: -El mejor, porque han sido muchos, el cariño de acogida de los gaditanos y ceutíes tanto cuando llegué como en todos estos años. También el llevar a cabo el Sínodo Diocesano, el trabajo con los pobres e inmigrantes, el traer aquí el seminario...


P: -¿Y el peor momento?

R: -El peor momento, que se me quedó muy grabado, la sepultura de nueve inmigrantes en Barbate cuyos féretros no tenían nombre. También los muertos de inmigrantes en el Estrecho e incluso un niño pequeño en Tarifa. Y también los tres pescadores del Pepita Aurora. Son momentos de mucho dolor, tanto que apenas se puede contener.


P: -El 31 de julio de 2010 cumplirá los 75 años, edad a la que tiene que presentar su renuncia como obispo. ¿Se siente con fuerzas para seguir?

R: -Soy hijo de obediencia. Cuando llegue ese momento presentaré al Papa Benedicto mi disponibilidad para cesar en la tarea como obispo. Y estoy dispuesto a continuar el tiempo que el Papa me lo indique con la misma ilusión, entusiasmo y entrega hasta que el Santo Padre decida otra cosa y determine. Mi vida seguirá siendo un servicio gratuito y pastoral a todos los gaditanos y ceutíes.








La Iglesia alcanzó en 2008 un déficit de casi dos millones de euros.

La diócesis cuenta en la actualidad con 120 sacerdotes y 770 religiosos.



Fuente: DIARIO DE CÁDIZ
Autor: P-M. Durio

El obispo diocesano, Antonio Ceballos, cumple hoy quince años al frente de la Iglesia de Cádiz y Ceuta. Un período que él ha valorado en la entrevista concedida a este medio. ¿Pero cuál es la situación actual de la Iglesia gaditana? ¿Cuáles son las cifras de la diócesis?.


El Obispado ha aportado una serie de datos requeridos por Diario de Cádiz para dar a conocer precisamente esta situación. De estos datos, lo que más llama la atención es que el pasado año se alcanzó un déficit de casi dos millones de euros, lo que el Obispado ha compensado mediante una póliza de crédito. Concretamente, el vicecanciller del Obispado, José Luis Caburrasi, ha informado que los ingresos ascendieron a 1.803.712 euros, mientras que los gastos sumaron un total de 3.762.205 euros.


Esto plantea un problema, el económico, que la diócesis plantea como la principal dificultad en la actualidad, seguida de la falta de personas "con mayor compromiso, tiempo y preparación", según se explica. Las necesidades prioritarias de la Iglesia en Cádiz se centran en, por un lado, la construcción de nuevos complejos parroquiales y templos en algunas zonas pastorales, y, por otro lado, la ampliación del número de sacerdotes y laicos comprometidos.


En la actualidad hay 114 parroquias en Cádiz y Ceuta, a las que tienen que hacer frente un total de 120 sacerdotes en activo (a los que se suman otros 24 que están jubilados canónicamente o enfermos). Al margen, existen un total de 105 comunidades religiosas diferentes, que suman 770 religiosos y religiosas en la diócesis.


En cuanto a las personas no consagradas, el Obispado contabiliza cuatro mil laicos (entre catequistas, Cáritas y otros movimientos), cifrando la participación en la misa dominical en torno al 10% de la población correspondiente a la diócesis -que el obispo ha cifrado en 750.000 habitantes-.