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lunes, 13 de septiembre de 2021

FISCALÍA ESPECIALIZADA: UNA NECESIDAD CONTRA LA SINIESTRALIDAD LABORAL

Foto | Josue Isai Ramos Figueroa (unsplash)

Fiscalía especializada: una necesidad contra la siniestralidad laboral

Hay multitud de ejemplos. Ante problemas complejos, profundos, nunca hay un reset para recomenzar desde cero.

Abordar estos problemas con seriedad, supone siempre tener presente multitud de planos interactuando entre sí. Implica atacar cada uno de esos ángulos de manera particular, sin olvidar los demás. Solo así, después de un tiempo (seguramente largo) y mucho esfuerzo colectivo, podremos albergar la esperanza de llegar a un escenario sanador del problema.

Por supuesto, la siniestralidad laboral, la falta de salud en el trabajo, es uno de esos temas en los que la visión panorámica es imprescindible para abordarlo.

La salud de quien trabaja está en peligro desde el momento en que se inventó el trabajo. Dicho peligro creció exponencialmente al entrar en escena el capitalismo y su concepción tremendamente utilitarista de la mano de obra… y de quienes la aportan. Desde entonces nos golpea con dureza (dos muertes diarias en España en los últimos años) y tiene poderosas raíces que lo alimentan. Acabar con este monstruo implica cortar cada una de esas raíces. Nos va la vida en ello.

A modo de inventario, hablamos de factores como:

  • Concienciación sobre el problema en la población trabajadora y en la sociedad en general. Que la siniestralidad laboral sea visible ante los ojos de la gente de una vez.
  • Formación real y efectiva en materia de prevención. Pasar del concepto de «cubrir el expediente» al de «aprender a protegerme».
  • Replanteamiento sindical para ganar en presencia en la pequeña empresa. A más sindicato, menos siniestralidad laboral.
  • Replanteamiento en la patronal para que entienda, por fin, que la prevención es, además de justa y necesaria, una inversión, nunca un gasto.
  • Potenciar la Inspección del Trabajo dotándola de más recursos y especializándola más y mejor en este problema.
  • Cuidar la Ley de Protección de Riesgos Laborales, mejorando reglamentos y puliendo su aplicación: Cumplir con el espíritu de esta ley y no solo con su letra.
  • Vigilar el papel de las mutuas de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales para que sea imposible favorecer a una parte (perjudicando, por tanto, a la otra) en cualquier caso de enfermedad o accidente laboral.
  • Luchar contra la precariedad laboral, horarios y ritmos de trabajo inhumanos, temporalidad excesiva… Es decir, todos aquellos aspectos que no están directamente relacionados con la salud en el trabajo, pero que influyen gravemente sobre ella.
    Todas y cada una de estas aristas tienen su cuota en el problema. Todas y cada una de estas teclas deben ser pulsadas para empezar a solucionarlo.

Dentro de la trayectoria de la Asociación de Víctimas de Accidentes y Enfermedades Laborales de Andalucía (AVAELA) últimamente nos hemos encontrado con un actor indispensable en esta lucha: el Ministerio Fiscal. Un factor que puede (y debe) influir de manera profunda en buena parte de ese «puzle» que hemos descrito antes.

El cometido de esta institución habla de promover la acción de la Justicia en defensa de la legalidad, los derechos ciudadanos y el interés público y procura la satisfacción del interés social ante los tribunales. Es, por tanto, una herramienta diseñada para que los derechos de la ciudadanía prevalezcan sobre intereses particulares o contrarios al bien común. Y… ¿no es la salud una cuestión de interés público, un derecho ciudadano y obrero?

En este sentido, es una buena noticia la mera existencia de un cuerpo especializado de fiscales, actuando en todo el territorio español. La Fiscalía de Sala de Siniestralidad Laboral (así se llama) tiene varias funciones. Las más interesantes son:

  • Coordinación en todo el Estado.
  • Control y seguimiento de las causas judiciales.
  • Profundización en la intervención activa del Ministerio Fiscal en las mismas.
  • Unificación de criterios para la intervención fiscal en estos conflictos.

No soy experto en materia jurídica o procesal. Pero con la osadía del ignorante, me permito señalar algunas fortalezas y debilidades de esta institución con la que recientemente hemos mantenido un contacto rico y esperanzador.

El cometido de esta institución habla
de promover la acción de la Justicia en defensa
de la legalidad, los derechos ciudadanos y
el interés público

Fortalezas

La simple existencia de un cuerpo de fiscales especializados en la siniestralidad laboral ya es una gran noticia. Especialización significa cercanía, conocimiento y un mayor entendimiento de los resortes profundos que hacen que todavía haya tantas personas muertas en el tajo en nuestro país.

La coordinación en todo el Estado. La salud en el trabajo vale lo mismo en la Rioja y en Andalucía. Es justo que reciba igual trato cuando se vea amenazada.

Por la simple dinámica del día a día (y creo que por convicción), el contacto estrecho entre Fiscalía e Inspección de Trabajo es otra gran noticia en la lucha contra este gran problema.

Por último, en nuestro acercamiento al Fiscal de Sala percibimos una gran sensibilidad por su parte hacia el sufrimiento de las víctimas. Cualquier iniciativa «técnica», si se aborda presidida por la empatía hacia quienes están sufriendo, estoy seguro que saldrá fortalecida y orientada en el camino justo.
No obstante, creo que también hay cuestiones a mejorar.

Debilidades

La Justicia sigue siendo demasiado lenta. Resolver estos conflictos supone más de cinco años de media. Algo inhumano para alguien que, en muchas ocasiones, depende del resultado de un juicio para empezar a tener unos recursos vitales estables. Es imprescindible ganar en «agilidad procesal».

Esta Fiscalía solo es competente en la vía penal. Por tanto, todos los juicios «por lo civil» quedan fuera de su jurisdicción. Obviamente sería importante que toda la actividad judicial (no solo la penal) pasara por la lupa de una fiscalía como esta.

Ya lo hemos señalado. Hay muchas raíces bajo la siniestralidad laboral. Solo una acción multidisciplinar y fuertemente coordinada entre distintas instituciones puede plantar cara. Estoy hablando del mundo sindical, político y empresarial, la sociedad civil con organizaciones como AVAELA y otras más y, cómo no, la imprescindible aportación del mundo judicial. La existencia del Fiscal de Sala de siniestralidad laboral debe suponer (y tengo esperanza en ello) otro paso más para poner a la persona, y su dignidad humana, en el centro de este problema.

Convirtamos esto en un paso más hacia unas relaciones laborales justas que imposibiliten tantas muertes, tanta enfermedad en el trabajo. •

Presidente de AVAELA

“Dentro de nosotros existe algo que no tiene nombre,
y eso es lo que realmente somos”
{José Saramago}