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UNA MIRADA CRISTIANA DEL TRABAJO HUMANO Y EL BIEN COMÚN
¡ACOGE, ABRAZA, CUIDA, ACOMPAÑA...!
LA VIDA DEL MUNDO OBRERO Y DE LOS POBRES,
CON MISERICORDIA Y COMPASIÓN.


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jueves, 16 de diciembre de 2021

ORAR EN EL MUNDO OBRERO «IV DOMINGO DE ADVIENTO» (19 DE DICIEMBRE DE 2021) CICLO “C”


4º Domingo Adviento (19 diciembre 2021)

16 DICIEMBRE 2021 | POR 

En la vida hacemos
muchos viajes.

Unos de turistas
casi por la superficie de la vida,
y otros hondamente vitales;
de esperanza y solidaridad,
que ponen a punto de luz
nuestra vida.

No es necesario recorrer
muchos kilómetros
para hacer estos
viajes existenciales
que nos llevan
al encuentro vivido
con quienes
nos necesitan.

A veces basta
levantar los ojos
del ordenador,
salir al rellano
de la escalera,
cruzar la calle,
darte una vuelta
por el barrio,
coger el autobús,
llegarte a la parroquia
o la asociación,
ir al sindicato,
acudir a la manifestación,
o mirar a tus compañeras de trabajo…

Recuerda tus últimos viajes vitales,
tus encuentros
(vuelve a pasarlos
por el corazón),
¿a quién te llevaron?,
¿a qué te llevaron?

Un abrazo, y hasta
mañana en el altar.

Fernando Carlos Díaz Abajo
Consiliario General HOAC, y

Mª Ángeles Bayo Valderrama
Responsable de Organización
y Vida comunitaria.



San Lucas 1,39-45:
«¡Bendita tú entre las mujeres!».

Accede a más oraciones aquí.
https://www.hoac.es/que-hacemos/espiritualidad/orar-desde-el-mundo-obrero/


También en Issuu
https://issuu.com/hoac/docs

https://www.hoac.es/2021/12/16/4o-domingo-adviento-19-diciembre-2021/ 

https://www.hoac.es/wp-content/uploads/2021/12/4o-Domingo-Adviento.pdf 

https://issuu.com/hoac/docs/4_domingo_adviento 

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«ORAR CON LA IGLESIA»

TIEMPO DE ADVIENTO (Ciclo ‘C’) 4ª Semana de Adviento
FERIA DE NAVIDAD
Del 19 al 25 de diciembre de 2021.

TIEMPO DE NAVIDAD (Ciclo ‘C’) Octava de Navidad
25 de diciembre de 2021.


Domingo de la Cuarta Semana de Adviento.
San Urbano V, papa, que, siendo monje,
fue elevado a la cátedra de Pedro.
19 de diciembre de 2021.

En María, el Hijo de Dios se hizo hombre para que nosotros, por su Pasión y cruz podamos llegar a la gloria de la resurrección (cf. 1.ª orac.).  Y esto fue posible gracias a su fe, con la que aceptó obediente el anuncio del ángel: «Dichosa tú que has creído» (Ev.).  Esa obediencia es la que tuvo el Hijo desde el momento de su encarnación: «Aquí estoy para hacer tu voluntad» (2 lect.).  María, con el Hijo de Dios en su seno, es el arca de la Nueva Alianza que visita a Isabel.  Y con ella nos dirigimos hacia Belén donde nacerá el jefe de Israel (cf. 1 lect.).  El Espíritu Santo sigue haciendo presente a Cristo en la eucaristía (orac. sobre las ofrendas).

- Miq 5,1-4a. De ti voy a sacar al gobernador de Israel.

- Salmo 79. R./ Oh, Dios, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve.

- Heb 10,5-10. He aquí que vengo para hacer tu voluntad.

Del Evangelio según san Lucas 1,39-45.

¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?

 

María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.  En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre.  Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: -"¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!  ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?  En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre.  Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá".

 

COMENTARIO

María acogió, gozosa y sorprendida, el mensaje del ángel de Dios.  Y no se lo guardó para sí misma, sino que lo compartió inmediatamente.  Comparte su gozo con los demás y no se enorgullece egoístamente de su privilegio.  Hoy felicita a María con las palabras de Isabel: ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!  Hoy deja que Cristo nazca en tu corazón, para que puedas decir desde dentro: FELIZ NOCHE BUENA; FELIZ NAVIDAD.

 

ORACIÓN

Te diré mi amor, mi Rey, viéndote nacido en Belén.  Te lo diré contemplando tu cuerpo que entre pajas yace.  Te diré mi amor, mi Rey, adorándote en la carne; te lo diré con mis besos, te lo diré con el amor de tu madre.  Te diré mi amor, mi Rey, con los hombres-mujeres y los ángeles, con los labios de fe llenos y el corazón de alegría rebosante.  Te diré mi amor, mi Rey, Dios del amor más grande, bendito Tú que has venido a nuestro valle.  Te diré mi amor, mi Rey con el amor de tu madre.  Amén.


Feria de Navidad
Cuarta Semana de Adviento.
Santo Domingo de Silos, abad.
Lunes, 20 de diciembre de 2020.

Del Evangelio según san Lucas 1,26-38.
Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo 

El ángel Gabriel dijo a María: -"Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo".  "No temas, porque has encontrado gracia ante Dios.  Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús”.  Y María dijo al ángel: -"¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?".  El ángel le contestó: -"El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios”.  María contestó: -"Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra".

COMENTARIO

La fortaleza de Dios se manifiesta en la pobreza y sencillez de las criaturas.  Solamente pide: la generosidad y la humilde acogida a sus acciones.  El Espíritu descenderá sobre María y la fuerza del Altísimo la cubrirá con su sombra.  Sólo necesita que alguien diga "aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra", para que realice verdaderos milagros.  En estos días muy próximos a la Navidad, preparemos nuestro corazón para decirle al Señor lo que María dijo: "Hágase en mí según tu palabra".

ORACIÓN

Queremos salir a los caminos de la vida Señor, y ver que tu vuelves, que vuelves como la nieve en Navidad, como el pájaro al nido.  Queremos ver en ti al profeta, al mensajero de Dios, que viene para que vestir nuestro mundo de esperanza, llenar nuestra vida de sentido.  Que en la esperanza cierta de tu venida Señor, alabemos a Dios y le bendigamos, y que en nuestras vidas no se frustren los proyectos de Dios.  Que te acojamos Señor, como María diciendo: Hágase en mí según tu palabra.


Feria de Navidad
Cuarta Semana de Adviento.
San Pedro Canisio, presbítero y doctor de la Iglesia.
Martes, 21 de diciembre de 2021.

Del Evangelio según san Lucas 1,39-45.

“¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?”

María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.  En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre.  Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: -“¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!”

COMENTARIO

Las lecturas nos hablan hoy de la espera; del encuentro amoroso de Dios con el hombre-mujer y del hombre-mujer con Dios.  Con el ansia de una persona enamorada tenemos que esperar la venida del Señor.  María, la llena de gracia, convertida en templo de Dios, se abre a los demás; a la comunicación.  María sale de sí misma y se pone en camino.  Corre a saludar y a servir a la anciana Isabel.  Ofrece cercanía, presencia y servicio.  Le da su tiempo y amistad.  Sobre todo, lleva a Cristo, que trae la alegría y la gracia.  La encarnación de Dios en el hombre empuja a los hombres a buscarse y a ponerse en actitud de servicio.  La verdadera caridad más que dar es darse.

ORACIÓN

Dios todopoderoso, Tu que inspiraste a la Virgen María, cuando llevaba en su seno a tu Hijo, el deseo de visitar a su prima Isabel, concédenos, que, dóciles al soplo del Espíritu, podamos, con María, cantar tus maravillas durante toda nuestra vida.  Concédenos Padre de bondad, saber escuchar, saber bendecir, saber visitar llevando la presencia de Dios en la propia vida.  Concédenos Padre de bondad, saber escuchar, saber bendecir, saber visitar llevando la presencia de Dios en la propia vida.


Feria de Navidad
Cuarta Semana de Adviento.
Santa Clotilde, Viuda.
Miércoles, 22 de diciembre de 2020.

Del Evangelio según san Lucas 1,46-56.

“El Poderoso ha hecho obras grandes por mí”.

María dijo: -“Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava.  Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: Su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación”.

COMENTARIO

La experiencia religiosa de María le hace proclamar palabras de alabanza y de acción de gracias.  Alaba a Dios por las maravillas que ha obrado en ella.  Describe también qué hace Dios en la Historia, bendice, favorece a los pobres, a los sencillos, a los humildes.  Y afirma, María finalmente, que Dios es fiel a su palabra, que cumple sus promesas de salvación.  Vivamos agradecidos a Dios celebrando lo que Él hizo en Jesús y hace hoy en nuestras vidas.

ORACIÓN

Con María te agradezco Señor que confundas a los soberbios de corazón, derribes del trono a los poderosos y enaltezcas a los humildes, que a los hambrientos los colmes de bienes y a los ricos los despidas vacíos.  Te agradezco Padre tu misericordia y que seas fiel para siempre a tus promesas.  Quiero agradecerte tu mirada llena de ternura y que por medio de María nos hayas dado a Cristo nuestro salvador.  Amén.


Feria de Navidad
Cuarta Semana de Adviento.
San Juan Cancio de Kety, presbítero,
filósofo polaco, Patrono de Polonia y Lituania.
Jueves, 23 de diciembre de 2020.

Del Evangelio según san Lucas 1,57-66.

“El nacimiento de Juan Bautista”

A Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo.  Se enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor le había hecho una gran misericordia, y la felicitaban.  A los ocho días fueron a circuncidar al niño, y lo llamaban Zacarías, como a su padre.  La madre intervino diciendo: -"¡No! Se va a llamar Juan".  Le replicaron: -"Ninguno de tus parientes se llama así".  Entonces preguntaban por señas al padre cómo quería que se llamase.  Él pidió una tablilla y escribió: -"Juan es su nombre".

COMENTARIO

Se nos ha descrito el nacimiento del precursor de Cristo.  Su nombre significa "Dios se ha compadecido".  La imposición del nombre, la curación del mutismo de Zacarías, la impresión que todo ello produce a la gente, son signos de la cercanía de Dios.  Juan preparó los corazones de los hombres y mujeres para recibir al Mesías mediante la conversión.  Preparemos también nosotros el nacimiento del Salvador.

ORACIÓN

Descúbrenos Señor la alegría de la paciente espera, comprometida por la vida de los que nos rodean.  Enséñanos a hacer crecer la esperanza; no permites que nos puedan los cansancios y egoísmos, anímanos a entregar nuestras vidas para la construcción del Reino.  Que con mis oídos escuché que hoy me invitas a allanar los senderos, a preparar el camino para que vengas.  Ven, Señor Jesús, convierte mi esperanza en luz, que mi vida resplandezca porque en ella Tú estás presente.  Ven, Señor Jesús.


Feria de Navidad
Cuarta Semana de Adviento.
San Delfín de Burdeos, Obispo.
Viernes, 24 de diciembre de 2020.

Del Evangelio según san Lucas 1,67-79.

“Nos visitará el Sol que nace de lo alto”.

En aquel tiempo, Zacarías, padre de Juan, lleno del Espíritu Santo, profetizó diciendo: -“Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo.  Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor a preparar sus caminos, anunciando a su pueblo la salvación, el perdón de sus pecados.

COMENTARIO

El canto del anciano Zacarías es el prólogo de nuestros villancicos.  La salvación, que brota de la presencia de Dios entre los hombres-mujeres, es obra de la misericordia del Señor, de su fidelidad.  Es el cumplimiento de sus promesas a lo largo de la historia.  Esa salvación es una liberación de todos los enemigos que esclavizan al hombre-mujer, una liberación de toda angustia y miedo, de todo mal.  Es una liberación del pecado y de la muerte definitiva.  Por eso le decimos: "Bendito sea el Señor, porque ha visitado y redimido a su pueblo".

ORACIÓN

Señor porque Tú naces hoy: Sé que la alegría existe.  Sé que la luz brilla.  Sé que el amor une.  Y yo quiero ser alegría, luz y amor.  Préstame tus ojos, para ver a todos como hijos tuyos.  Préstame tus manos para ayudar a todos como amigos.  Préstame tu corazón, para amar a todos como hermanos.  Quiero que tu nacimiento, siembre en mí alegría, luz y amor.  Señor porque tú naces hoy: Sé que la alegría existe.  Sé que la luz brilla.


TIEMPO DE NAVIDAD
Nochebuena y Navidad
Sábado,
25 de diciembre de 2020.

 

NOCHEBUENA

En medio de la oscuridad de esta noche brilla Cristo, la luz verdadera, y pedimos gozar un día en el cielo del esplendor de la gloria (1.ª orac.).  Hoy nos ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor (Ev.).  Este Hijo que se nos ha dado trae al mundo una paz sin límites, para siempre (1 lect.).  La primera venida de Cristo en la humildad de Belén que celebramos hoy nos anuncia la dicha que esperamos, su aparición gloriosa al fin de los tiempos.  Y esa esperanza nos debe llevar a una vida sobria, honrada y religiosa (2 lect.).  Damos gracias hoy, porque el Verbo hecho carne nos lleva al amor de lo invisible de Dios (cf. Pf. I).

 

Del Evangelio según san Lucas 2,1-14.

“Hoy os ha nacido un Salvador”.

Sucedió en aquellos días que salió un decreto del emperador Augusto, ordenando que se empadronase todo el Imperio…  También José, por ser de la casa y familia de David, subió desde la ciudad de Nazaret, en Galilea, a la ciudad de David, que se llama Belén, en Judea, para empadronarse con su esposa María, que estaba encinta.  Y sucedió que, mientras estaban allí, le llegó a ella el tiempo del parto y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre, porque no había sitio para ellos en la posada.  En aquella misma región había unos pastores que pasaban la noche al aire libre, velando por turno su rebaño.  Apareció una legión del ejército celestial, que alababa a Dios diciendo: «Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad».

COMENTARIO

La liturgia de esta noche nos presenta las coordenadas histórico-teológicas del nacimiento de Jesús y el cumplimiento de las promesas.  Un triple anuncio: El profeta Isaías anuncia el nacimiento de un niño que es consejero y príncipe de la paz.  La noticia suscita un cántico de alegría (Is 9,1-3.5-6).  El ángel del Señor anuncia a los pastores el nacimiento del Salvador y un coro angélico canta: "Gloria a Dios en el cielo..." (Lc 2,1-14).  Pablo anuncia y explica el significado de la manifestación de la gracia de Dios y exhorta a los cristianos a hacer el bien (Tit 2,11-14).
 

ORACIÓN

En esta noche santa te queremos dar gracias por tanto amor.  Gracias por nuestra familia y por nuestro hogar.  Gracias por las personas que trabajan con nosotros.  Bendícenos en este día tan especial en el que esperamos el Nacimiento de tu Hijo.  Ayúdanos a preparar nuestros corazones para recibir al Niño Jesús con amor, con alegría y esperanza.  Estamos aquí reunidos para adorarlo y darle gracias por venir a nuestro mundo a llenar nuestras vidas.  Hoy al contemplar el pesebre recordamos especialmente a las familias que no tienen techo, alimento y comodidad.  Te pedimos por ellas para que la Virgen y San José les ayuden a encontrar un cálido hogar.


NAVIDAD

El Hijo de Dios ha compartido nuestra naturaleza humana para que nosotros podamos compartir su vida divina (1.ª orac.).  En la 1 lect. y en el sal. resp. se proclama la victoria de nuestro Dios, que nos salva no por los poderes de este mundo sino desde la humildad del niño nacido en Belén.  Es el Verbo, la segunda persona de la Santísima Trinidad, que se hizo carne y habitó entre nosotros.  Por medio de Él, Dios nos ha hablado (2 lect.) y esa Palabra sigue viva entre nosotros y es la luz que brilla en medio de las tinieblas de este mundo y que debemos acoger en la fe y el amor para que así podamos ser hijos de Dios (Ev.).

 

Del Evangelio según san Juan 1,1-18.

“La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros”

En principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios.  En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres.  Vino a su casa, y los suyos no la recibieron.  Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre.  Éstos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios.  Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros.

COMENTARIO

El Salvador nace en Belén.  Y la Palabra de Dios nos invita a vivir con gozo este acontecimiento.  El Salvador de la humanidad será, simplemente, un niño, hijo de la joven María y del carpintero José.  Pero será el Hijo de Dios que traerá consigo la paz para los hombres de buena voluntad.  El evangelista san Juan afirma que quienes le reciben son hijos de Dios.  Hoy podemos cantar con razón: Gloria a Dios en las alturas porque hay más paz en muchos corazones.

ORACIÓN

Te diré mi amor, rey mío, con una mirada suave, te lo diré contemplando tu cuerpo nacido entre pajas, te lo diré adorando tu carne; te lo diré con mis besos, te lo diré con el amor de tu Madre y con la fe más profunda de que soy capaz: bendito seas porque has venido en esta carne; bendito seas.  Bendito seas por venir a poner paz en tanta guerra, calor donde hay tanto frío, bendito seas por venir a plantar el cielo en la tierra.  Bendito seas niño Dios por venir a salvarme bendito seas mi redentor.  Por tu nacimiento Jesús: Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el señor.