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UNA MIRADA CRISTIANA DEL TRABAJO HUMANO Y EL BIEN COMÚN
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CON MISERICORDIA Y COMPASIÓN.


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miércoles, 12 de febrero de 2020

VIVIR HUMANAMENTE ES MUCHO MÁS QUE SOBREVIVIR, por José Antonio Hernández Guerrero




Vivir humanamente es
mucho más que sobrevivir




Para vivir humanamente no podemos conformarnos con alargar la vida añadiendo minutos a los minutos sino que, además, hemos de trabajar para construir el edificio de una existencia digna, de un yo más completo y de un nosotros más hermanados; hemos de llenar nuestro tiempo de valores y nuestro espacio de alicientes plenos y gratificantes. Sí, me refiero a esos tiempos y a esos espacios que ocupan nuestros cuerpos y que necesitan nuestros espíritus; saciar las hambres hondas que, asintomáticas, no siempre las notamos. No deberíamos recorrer nuestra existencia sin haber vivido. Además de "sobrevivir" o "supervivir", debemos "vivir". Sólo estudiar, trabajar, descansar, leer, escribir, luchar, ganar o perder, no es vivir.


Algunos se especializan tanto en una sola cara de la vida, que se olvidan de otras dimensiones que son esenciales. La vida humana, frente a la de las plantas y a la de los animales, se caracteriza por su multiplicidad de dimensiones y por su variedad de aspectos y, sobre todo, por su potencialidad. Vivir humanamente es sentir con todos los sentidos y con todos los sentimientos: con la vista, con el oído, con el olfato, con el gusto y con el tacto; es amar, esperar, temer y soñar. Reducirla a una sola dimensión es empobrecerla, mutilarla y, a veces, sacrificarla por completo.


La vida humana es más que los datos que figuran en el Documento Nacional de Identidad: los apellidos, el lugar de nacimiento, el domicilio, la edad, el estado civil o la profesión, por sí solas, no confieren calidad personal ni proporcionan bienestar. Los que, creyéndose unos privilegiados, no saborean los momentos de "bienestar" y de "bienvivir", están muertos en vida, porque no son nadie aunque sean algo: más que seres humanos son recursos humanos, que no tienen cara sino sólo brazos para trabajar. Permíteme -querido amigo, querida amiga-, por favor, que, por una vez me ponga sentencioso: "la vida humana es demasiado importante y demasiado breve como para esperar los grandes acontecimientos para vivirla: o la vivimos en plenitud cada uno de los instantes o no vivimos la vida".



José Antonio Hernández Guerrero, reflexiona, semanalmente en nuestro “blog”, sobre las Claves del bienestar humano el sentido de la dignidad humana y el nuevo humanismo. También nos envía reseñas sobre libros de pensamiento cristiano, evangelización, catequesis y teología. Con la intención, de informar, de manera clara y sencilla, de temas y de pensamientos actuales, que gustosamente publicamos en nuestro “blog”.


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