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UNA MIRADA CRISTIANA DEL TRABAJO HUMANO Y EL BIEN COMÚN
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LA VIDA DEL MUNDO OBRERO Y DE LOS POBRES,
CON MISERICORDIA Y COMPASIÓN.


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jueves, 1 de septiembre de 2022

ORAR EN EL MUNDO OBRERO «XXIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO» (04 DE SEPTIEMBRE DE 2022) CICLO “C”


23º Domingo del Tiempo Ordinario C
4 septiembre 2022

01 SEPTIEMBRE 2022 | POR 

Queridas hermanas y hermanos:

Cada comienzo de curso
vuelvo a retomar
mi vida donde la dejé,
aunque el tiempo de verano
no ha dejado de ser vida.

Vuelvo a trufarla
con deseos,
proyectos,
esperanzas…

Vuelvo a hacerme consciente
de mis ataduras y resistencias,
y también vuelvo a renovar
mi deseo sincero de renunciar
a lo que no seas Tú,
de seguirte, de despojarme,
de hacer mías tus urgencias,
y poner en Ti mi confianza.

Cada comienzo de curso…
Hoy vuelvo a hacerme
consciente de lo que me pides.

Fernando Carlos Díaz Abajo
Consiliario General HOAC, y

Mª Ángeles Bayo Valderrama
Responsable de Organización
y Vida comunitaria.



Del evangelio según
san Lucas 14,25-33.
«Quien no carga con su cruz
no puede ser discípulo mío».

El camino del discipulado
es un camino de crecimiento
en pobreza, en humildad, en sacrificio,
para que sea, cada día más,
Cristo quien viva en mí.
Para que cada día más
nuestro vivir sea Cristo.

Todo lo demás, son trampantojos y engaños
en los que seguimos dando vueltas
sin llegar a construir ese proyecto de vida
que Dios nos ofrece y propone.

 

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«ORAR CON LA IGLESIA»

23ª Semana del Tiempo Ordinario (Ciclo ‘C’)
Del 04 al 10 de septiembre de 2022.


Domingo 23º del Tiempo Ordinario.
Santa Rosalía, virgen.
04 de septiembre de 2022.

La liturgia de este domingo nos recordará que Cristo es luz del mundo y que el que lo sigue no camina en las tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida (ant. de la comunión).  El auténtico progreso del hombre –la luz– está en el seguimiento pleno a Jesucristo: «Aquel que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío» (Ev.).  Tenemos que renunciar incluso a la intención de querer encerrar el Evangelio en los moldes de siempre, con actitudes fundamentalistas, sin querer discernir, unidos a la Iglesia, los «signos de los tiempos».  A través de ellos descubriremos la voz del Espíritu Santo, que es quien nos ayuda a comprender lo que Dios quiere (cf. 1ª lect.).  Así alcanzaremos la libertad verdadera (cf. 1ª orac.), que nos hará capaces de no anteponer nada ni nadie a Jesucristo.

- Sabiduría 9,13-18: ¿Quién comprende lo que Dios quiere?

- Salmo 89: R./ Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.

- Filemón 9b-10.12-17: Recíbelo, no como esclavo, sino como hermano querido.

Del Evangelio de san Lucas 14,25-33.
“El que no renuncia a todos sus bienes, no puede ser discípulo mío”.

 

Mucha gente acompañaba a Jesús; Él se volvió y les dijo: -“Si alguno se viene conmigo y no pospone a su padre y a su madre, y a su mujer y a sus hijos, y a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío.  Quien no lleve su cruz detrás de mí no puede ser discípulo mío”.

 

COMENTARIO

La condición básica para seguirle a Jesús es: Amarle a Él más que a todas las cosas: Familia, bienes, y también: Estar dispuestos a tomar la cruz, como él lo hizo.  Todo eso exige una preparación intensa y una sincera y serena reflexión.  Jesús expone con claridad lo difícil de su Evangelio y lo costoso del camino que nos ofrece.  No está preocupado por conseguir muchos seguidores.  Expone, simplemente, la verdad de su Evangelio con sus durezas y con sus alegrías y satisfacciones.  Demasiadas veces queremos compaginar nuestros criterios con los de Dios; e, incluso, tratamos de someter a Dios a nuestras personales opiniones y juicios.  Y eso no lo acepta el Señor.  Nos dice que hemos de ponerle a Él en el primer puesto de nuestras preferencias.

 

ORACIÓN

Señor, quiero seguirte, pero cuántos apegos tengo: Mi casa, mi familia, mi trabajo, mi prestigio…  Te pido Señor que te ponga a Ti como el primer valor de mi vida.  Que sepa poner el Evangelio en el primer puesto de mis preferencias.  Que te ame Señor más que a la familia a los bienes.  Y la cruz Señor; lo que me pides es que esté dispuesto a tomarla.  Hoy quiero decirte sí; ayúdame para que esté dispuesto, para que te ame a ti Señor, más que a todas las cosas.  Hoy señor quiero ser tu discípulo, quiero decirte sí.


Lunes de la 23ª Semana T. Ordinario.
Santa Teresa Gonhxa Bojaxhiu,
«Madre Teresa de Calcuta», virgen y fundadora.
05 de septiembre de 2022.

Del Evangelio de san Lucas 6,6-11.
“Estaban al acecho para ver si curaba en sábado”.

Un sábado, entró Jesús en la sinagoga a enseñar.  Había allí un hombre que tenía parálisis en el brazo derecho.  Los letrados y fariseos estaban al acecho para ver si curaba en sábado y encontrar de qué acusarlo.  Él, sabiendo lo que pensaban, dijo al hombre del brazo paralítico: -“Levántate y ponte ahí en medio”.  Él se levantó y se quedó en pie.  Jesús les dijo: -“Os voy a hacer una pregunta: ¿Qué está permitido hacer en sábado: hacer el bien o el mal, salvar a uno o dejarlo morir?”.  Y, echando en torno una mirada a todos, le dijo al hombre: -“Extiende el brazo”.  Él lo hizo, y el brazo quedó restablecido.  Ellos furiosos discutían qué había que hacer con Jesús.

COMENTARIO

Hacer prevalecer la estructura legal sobre el bien del hombre-mujer es traicionar la voluntad de Dios.  Y cuando prevalece la ley sobre el bien del hombre-mujer, no podemos quedar callados.  En su obstinada ceguera, aquellos hombres-mujeres celosos de la ley estaban lejos de entender que la gloria de Dios es el hombre-mujer, su bienestar y su vida plena y feliz.  El impacto causado por Jesús tuvo que ser muy fuerte cuando osó poner en tela de juicio la interpretación religiosa de la ley sabática.  Jesús nos recuerda que el sábado es para liberar, para salvar, para hacer el bien a la persona, para ayudar a vivir.

ORACIÓN

Señor: Quiero pasar las horas, los días, los años de mi vida haciendo el bien, mejorando el mundo, dejando huella de evangelio, agrandando el espacio de comunión.  Quiero que no se gaste mi sensibilidad hacia el hermano/a, sino que la acreciente y la viva en acciones de servicio.  Que no me deje llevar por la cerrazón o la insensatez sino por la sabiduría de la fe y la misericordia con el prójimo, por la atención a cada persona y el cuidado de cada situación.  Que por tu amor, el cuidado de cada persona sea mi primera ley.


Martes de la 23ª Semana T. Ordinario.
San Eleuterio, abad.
06 de septiembre de 2022.

Del Evangelio de san Lucas 6,12-19.
“Pasó la noche orando.  Escogió a doce, y los nombró apóstoles”.

Subió Jesús a la montaña a orar y pasó la noche orando a Dios.  Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, escogió a doce de ellos y los nombró apóstoles: Simón, al que puso el nombre de Pedro; y Andrés, su hermano; Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago Alfeo, Simón apodado el Zelotes, Judas el de Santiago y Judas Iscariote, que fue el traidor.  Bajó Jesús del monte con los Doce y se paró en un llano.  La gente venía a oírlo y trataba de tocarlo, porque salía de él una fuerza que los curaba a todos.

COMENTARIO

La elección de los Doce, se asocia a la fundación de la Iglesia.  Ante un hecho tan decisivo; no podemos olvidar el gesto de Jesús de orar; el contacto en profundidad de Jesús con el Padre.  El nuevo pueblo de Dios, tiene un fundamento visible los Doce apóstoles, y una piedra angular que es Cristo.  Se apunta así una ya incipiente estructura eclesial: Cristo, los apóstoles, los discípulos y la gran masa del pueblo sencillo, destinatario de la salvación de Dios para toda la humanidad.  Hoy, apoyado en Jesús, confiesa que crees en la iglesia apostólica.

ORACIÓN

Creo que la Iglesia es la comunidad de Jesús, santa y pecadora al mismo tiempo, enviada a anunciar la buena noticia y a ser signo eficaz de fe y de justicia.  Creo que la Iglesia continúa la tarea de Jesús de anunciar la buena noticia y la salvación.  Creo en la Iglesia enviada para servir e iluminar a todos, para cargar con los males del mundo, para plantar y cultivar la paz en la tierra.  Creo en la Iglesia Señor y te pido que en ella no haya más Judas, no haya más traición.


Miércoles de la 23ª Semana T. Ordinario.
Santa Regina, mártir.
07 de septiembre de 2022.

Del Evangelio de san Lucas 6,20-26.
“Dichosos los pobres; ¡ay de vosotros, los ricos!”.

Jesús, les dijo: -"Dichosos los pobres, porque vuestro es el reino de Dios.  Dichosos los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis saciados.  Dichosos los que ahora lloráis, porque reiréis.  ¡Ay de vosotros, los ricos!, porque ya tenéis vuestro consuelo.  ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis saciados!, porque tendréis hambre.  ¡Ay de los que ahora reís!, porque haréis duelo y lloraréis.

COMENTARIO

¡Estas son las sorpresas y paradojas que plantea Dios frente a nuestros modos de pensar y juzgar!.  El Señor nos sorprende con su rotunda afirmación: que es "¡dichoso quien pone su confianza en el Señor!": Será feliz aun siendo pobre, estando afligido, teniendo hambre o estando enfermo, porque no podemos identificar la "felicidad" con el bienestar".  ¡Por algo el Evangelio es Buena Noticia pata todos los hombres-mujeres, sea cual sea la situación en la que se encuentren!.

ORACIÓN

Hoy Señor te pido por los que dedican su vida a proclamar las bienaventuranzas de Cristo para que encuentren en ellas el verdadero camino de felicidad.  Por los que lloran, o sufren; por los tienen hambre y sed de justicia, para que su súplica sea oída y sus necesidades cubiertas.  Por los pacíficos de alma y de cuerpo, para que sean ejemplo en un mundo cruel y feroz.  Por los perseguidos, por los encarcelados, por los hambrientos, los pobres, los enfermos, los humildes.  Por los alegres, los cordiales, los que siempre tienen una palabra de consuelo para el hermano-hermana solo o triste, para que reciban premio a su alegría y bondad.


Natividad de la Santísima Virgen María.
Jueves de la 23ª Semana T. Ordinario.
08 de septiembre de 2022.

Fiesta de la Natividad de la Bienaventurada Virgen María, de la estirpe de Abrahán, nacida de la tribu de Judá y de la progenie del rey David, de la cual nació el Hijo de Dios, hecho hombre por obra del Espíritu Santo, para liberar a la humanidad de la antigua servidumbre del pecado (elog. del Martirologio Romano).

Del Evangelio de san Mateo 1,1-16.18-23.
La criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo”.

El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera: “María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo.  José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto.  Apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: José hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo.  Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados”.  Esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por el Profeta: Mirad: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa Dios con nosotros.

COMENTARIO

La Natividad de la Virgen María es como la aurora que precede al Día.  Los cristianos vemos en este nacimiento el inicio de la salvación: El nacimiento de la Virgen María fue para el mundo esperanza y aurora de salvación “cuando nació la Santísima Virgen, el mundo se iluminó.  Como en todas las celebraciones marianas, el centro de nuestra fe sigue siendo Cristo: “Tu nacimiento, Virgen Madre de Dios, anuncia la alegría a todo el mundo: de ti nació el sol de justicia, Cristo, en el que “el Verbo se ha hecho hombre”, en quien hemos visto y experimentado la plenitud del amor de Dios.  Miramos a María con esperanza porque ella supo ser dócil al plan de Dios y colaboró humilde y gozosamente diciendo: “Hágase en mí según tu palabra”.

ORACIÓN

María, en tu nacimiento, haznos amar nuestros propios comienzos.  Ellos entrañan la verdad de nuestra vida, temporal y eterna.  En este día de fiesta nos alegramos contigo y te decimos: Alégrate, María, llena de gracia.  Eres, María, la Tienda del Encuentro.  la Madre de la Iglesia.  Aliento y suave brisa.  Eres, María, cisterna de agua viva.  Eres la Madre de Jesús, el Cristo.  Eres caricia de nuestro Dios.  Fuente de vida y salvación.  Alégrate, María, llena de gracia...


Viernes de la 23ª Semana T. Ordinario.
San Pedro Claver, religioso presbítero.
09 de septiembre de 2022.

Del Evangelio de san Lucas 6,39-42.
“¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego?”.

Dijo Jesús a sus discípulos una parábola: -"¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego?  ¿No caerán los dos en el hoyo?  ¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo?  ¿Cómo puedes decirle a tu hermano?: "¿Hermano, déjame que te saque la mota del ojo", sin fijarte en la viga que llevas en el tuyo?  ¡Hipócrita!  Sácate primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la mota del ojo de tu hermano".

COMENTARIO

El Señor nos insiste en que no debemos juzgar a los demás con rigor.  Es demasiado fácil ver los defectos de los demás y decirles lo que deben hacer para corregirlos.  Resulta bastante más difícil y costoso reflexionar sobre los nuestros y procurar corregirlos humildemente.  Pero ése es el camino de la sinceridad y de la coherencia cristiana: Mejorar nuestra conducta moral para que los demás puedan tener un ejemplo para su propia vida.

ORACIÓN

Perdona Señor nuestros juicios apresurados, superficiales, sin piedad.  Enséñanos a juzgarnos a nosotros mismos y a hacerlo con misericordia.  Gracias porque nos juzgas con misericordia, gracias porque nos juzgas para salvarnos, no para condenarnos, gracias por las personas que actúan de la misma manera.  Dame una mirada de fe, limpia de hipocresía, para ver con limpieza mi vida y la de mis hermanos y hermanas.  Gracias porque nos juzgas con misericordia.


Sábado de la 23ª Semana T. Ordinario.
San Nicolás de Tolentino, religioso presbítero.
10 de septiembre de 2022.

Del Evangelio de san Lucas 6,43-49.

“¿Por qué me llamáis «Señor, Señor», y no hacéis lo que digo?”.

Decía Jesús: -“No hay árbol sano que dé fruto malo, ni árbol dañado que dé fruto sano.  Cada árbol se conoce por su fruto.  ¿Por qué me llamáis "Señor, Señor", y no hacéis lo que digo?.  El que escucha mis palabras y las pone por obra, se parece a uno que edificaba una casa: cavó, ahondó y puso los cimientos sobre roca; vino una crecida, arremetió el río contra aquella casa, y no pudo tambalearla, porque estaba sólidamente construida.  El que escucha y no pone por obra, se parece a uno que edificó una casa sobre tierra, sin cimiento; arremetió contra ella el río, y en seguida se derrumbó desplomándose”.

COMENTARIO

No pueden existir frutos, es decir, eficacia en el campo de la fe y del espíritu, si no se escucha la palabra de Dios en lo más profundo de uno mismo.  ¿Cómo lograr esa escucha sino en el silencio que nos llena de Dios?.  Es el silencio interior.  Necesitamos el silencio para captar la presencia y la voz de Dios, para escuchar su palabra; para no dejar pasar de largo al Señor, para que, el corazón rebose de Dios.  La escucha de Dios nos hace buenos; y “El que es bueno, de la bondad que atesora en su corazón saca el bien, y el que es malo, de la maldad saca el mal, porque lo que rebosa del corazón, lo habla la boca”.

ORACIÓN

Señor Jesucristo: Cuanto ruido hay en mi vida, de preocupaciones estériles, de deseos frívolos, de inútiles cuidados.  Tantas cosas que me distraen, de construir mi vida cimentada en ti Señor…  Cuando alborota mi orgullo, que me impide aceptar la ayuda de los demás; la timidez, que me impide crecer.  Pero, a pesar de todo, Tú eres más fuerte que todas esas cosas.  Haz que desde la escucha de tu palabra modele mi corazón, construya mi vida sólidamente y de frutos de bondad.


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